Eran las ocho, cuando llegaba a su casa. Y ciertamente, no había sido un agradable trayecto… Por mucho que los otros coches cometieran infracciones, provocando que tuviera que frenar un tanto brusco, jamás de los jamases les pitaba ni les miraba mal. Un despiste lo podía tener cualquiera…
Pero aquel trayecto de vuelta a casa, no había sido para nada un buen trayecto… Si hubiese llevado de copiloto a Karolaine en el coche, ésta se habría bajado corriendo y asustada.
En su vida, en poco más de media hora había soltado tantos insultos por su boca. Eso sí, quedarse relajada se había quedado… Tenía que admitirlo, el despotrificar con todo aquel que se le cruzaba por su camino de mala manera, había echo que se quitara de encima el estrés y el enfado, provocado por Zack.