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martes, 19 de diciembre de 2017

Amor en Alaska 7°



Al despertar le dolía mucho la cabeza y tenía malestar estomacal, entró al baño y se vio con espanto en el espejo. Llevaba el cabello en estado imposible y su cara era un desastre, se dio una ducha rápida para quitarse el  olor a cigarrillo y alcohol. Bajó las escaleras casi arrastrándose.
-¡BUENOS DIAS, RAC! – gritó su hermano y ella gruñó.
-No grites, Evan- pidió llevándose las manos a la cabeza.
-¿Por qué? ¿Resaca muy mala?
-Vete al diablo. Necesito café. – respondió mientras iba hacia la cocina, pero él la interceptó.
-Toma – dijo poniendo un analgésico en su mano- y bebe esto, es mejor que el café y menos dañino – agregó alcanzándole un vaso con un líquido verde.
-¿Qué es? – preguntó mirándolo raro.
-Un licuado de verduras, frutas y té verde. Te hará bien. No pongas esa cara y bébelo, es mucho mejor que esas cosas azules que bebiste anoche – dijo y ella frunció el ceño y se lo bebió.
-¿Cómo sabes? – preguntó
-¿Lo de las bebidas? Me lo contó Kenai cuando te trajo- respondió su hermano y entonces las imágenes volvieron a su mente.
¿Por qué tenía que haber sido Kenai quien la viera emborracharse y la llevara a casa?

sábado, 9 de diciembre de 2017

Amor en Alaska 6°









Rachel tuvo sueños extraños aquella noche, soñó con la aurora boreal,  y  al desayunar pudo hacer la conexión entre aquella manifestación del inconsciente y su realidad. Muchos años atrás, su padre los había llevado a verla, había sido  una experiencia increíble, todos sus hermanos habían ido, también Kenai había sido de la partida porque Evan había insistido en invitarlo. Ella y el muchacho habían sido los primeros en despertar y salir a ver la maravillosa aurora, había sido un espectáculo deslumbrante, más allá de las palabras. Recordaba haber estado parada en mitad de la nada, de madrugada, junto a un jovencísimo Kenai, mirando el cielo en silencio. Un rato después se habían unido su padre y sus hermanos. Era un recuerdo muy feliz. No sabía por qué su cerebro había seleccionado aquel momento que estaba perdido en su memoria, pero le dio una dulce nostalgia, el pensar que habían existido días así.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Amor en Alaska 5°



El día del festival estaba inusualmente frío o quizás fuera esa nueva percepción que tenía del clima, porque Rachel se abrigó extra y protestó mentalmente sobre el tardío cambio de estaciones. Incluso pensó en no ir, pero era un evento para toda la ciudad y sentía mucha curiosidad por las embarcaciones de Kenai, ¿las habría terminado a tiempo? ¿Navegarían como él lo había imaginado?
Incluso había cerrado la tienda porque no habría muchos clientes ya que todos irían al espectáculo, y sus empleados también deseaban asistir. Era exigente, pero no una tirana, así que había decretado día libre. Evan se había marchado temprano para ir a ayudar a su amigo con los preparativos, ella se había encargado de terminar algunos pendientes, luego se había abrigado bien y había caminado  hasta el lugar del festival. Era la tarde, la idea era aprovechar las últimas horas de luz para el espectáculo de las embarcaciones y luego habría un  show de fuegos artificiales.

viernes, 20 de octubre de 2017

Amor en Alaska 4°



Se recogió el cabello y trató de ignorar la imagen que le devolvía el espejo, tomó sus cosas y salió.
Camino a la tienda pensó que quizás necesitaba alguna actividad, algún hobby que mantuviera su mente ocupada en lugar de desvariar, pero tampoco  tenía tiempo para ello. El trabajo tendría que bastar, como siempre.
Fue un día ocupado, había llegado mucha mercadería y tenían muchos clientes, eso la mantuvo ocupada y lejos de sus inquietudes. Los dos días siguientes fueron igual  hasta que  su rutina laboral fue interrumpida por la llegada de Kenai, venía acompañando a Evan, como desde que eran chicos, pero Rachel fue más consciente de su presencia. Incluso contó mentalmente el tiempo que había pasado desde la última vez que lo había visto.  Se sintió inquieta por eso pero no tuvo tiempo de profundizar pues uno de sus empleados se acercó cargando unos faroles que habían llegado y tropezó dejándolos caer. Hubo un estruendo, exclamaciones y  trozos de vidrio saltando por doquier. Rachel quedó rodeada por los fragmentos, de hecho sentía ardor en un tobillo así que imaginaba que alguna esquirla había llegado a cortarla.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Salvar a Albus 4



Después de obtener un nuevo estilo de cabello lo arrastro hasta una óptica para comprar lentes de contacto, su madre ha jugado de cómplice y me ha dado la receta de la graduación de Albus.
-¡¿Por qué no intentas meterte tú un objeto extraño en un ojo?! – protesta mi amigo cuando le explico las ventajas indiscutibles de los lentes de contacto.
-Tu madre ya los dejó pagos.
-No quiero. No vas a convencerme esta vez.
-Películas en 3D, piénsalo Albus, no has podido verlas por tus lentes, pero ahora sí podrás.- digo  y me siento como la serpiente seduciendo a Eva. Lo veo dudar un segundo, se muerde el labio como cuando está reflexionando y eso es mi victoria. Un rato después está aprendiendo a colocarse los lentes de contacto mientras yo observo disimuladamente, sé que no debo opinar nada o el pez se me irá del anzuelo.

viernes, 25 de agosto de 2017

Salvar a Albus 3°









Después de comprar la ropa , arrastro a Albus a comprar nuestros útiles escolares y los libros que nos han encargado para el primer semestre.
-¿Y no vas a comprarte ropa para ti?- pregunta curioso
-Tengo suficiente ropa – digo sin querer ahondar en aquel pensamiento.
-Creí que las chicas nunca tenían suficiente ropa.
-Nunca he sido como las demás.
-Es cierto, mutante, nunca has sido como las demás – dice Albus con una sonrisa y siento que es un cumplido, así que no lo golpeo.
Nos entretenemos eligiendo  cuadernillos, lapiceras y cosas varias, luego al ir a la librería, tomo a Albus del brazo y lo detengo en la puerta.
-Sólo los libros de estudio que necesitamos, nada extra- le advierto.

viernes, 21 de julio de 2017

Misión: Salvar a Albus 2



Estoy esperando a Albus y me pongo nerviosa, por la espera y por la ansiedad de comenzar con mi plan. Mientras lo veo venir hacia mí, voy tomando nota mental de los cambios que necesita. Primero tengo que deshacerme de esa sudadera con capucha, realmente parece un mendigo con ella, y ¿cómo puede usar capucha en verano? Los jeans simplemente son impresentables, de verdad necesita dejar de gastarse todo el dinero que le dan en  cómics. Estoy segura que tiene alguna primera edición de algo en lugar de nueva ropa para el año escolar. Ese chico necesita reacomodar sus prioridades.
-¿Demoré mucho?
-Tanto como una damisela yendo a una cita – respondo y me levanto, hace un rato que espero sentada en el escalón de la entrada de casa, o quizás  ahora siento distinto el paso del tiempo.
-Te estás volviendo una vieja gruñona. Faltan más de quince minutos para que pase el autobús.- se excusa y me agarra de la mano para arrastrarme con él.

miércoles, 19 de julio de 2017

Amor en Alaska 3



Otro encantador día en Alaska , se dijo a sí misma mientras se ponía un chaleco sobre la ropa que ya tenía puesta, tantas prendas limitaban su movimiento pero había una ventisca que era mejor evitar. Parece que para eso también estaba haciéndose vieja, estaba empezando a sentir frío , una mujer de Alaska con frío, eso era inconcebible.
Aunque quizás lo más inconcebible fuese su costumbre de salir a caminar en la mañana, pero necesitaba despejarse, no estaban siendo días fáciles. Y cuando , Evan había llegado de madrugada , apenas sobrio, debió contenerse para no descargar su frustración con él.
Así que con frío o sin frío, necesitaba  el ejercicio físico para despejar su mente.

martes, 18 de julio de 2017

Misión: Salvar a Albus 1

Bue, historia nueva...LO SÉ debo la continuación de varias, pero mi escritura sigue siendo caprichosa. Así que por ahora dejo conustedes a Albus y Rony.



Estoy decidida a salvar a Albus. Aunque él no lo sepa. Ni quiera mi ayuda.
Supongo que debo empezar por el principio, ¿quién  soy yo? ¿Quién es Albus?
Yo soy Rony, en realidad me llamo Verónica, pero sólo me llaman así cuando toman asistencia en la escuela. Y Albus es mi mejor amigo, desde siempre.
Quizás crean que sus padres no lo quieren, pero no es así lo aman y mucho, sólo que su mamá amaba mucho más a Harry Potter, así que cuando nació su primer y único hijo decidió nombrarlo en honor a Dumbledore , lo sé, debería haberlo llamado Harry, pero no, ella estaba fascinada con el viejo mago. Así que mi amigo se vio  beneficiado con un nombre bastante particular. Y no es lo único.
Albus tiene diecisiete años, como yo, es un friki de esos que aman  los cómics,  el cine y la literatura épica. Usa grandes lentes, en eso si se parece a Potter, tiene ojos azules, los más azules que pueden ver jamás, pelo  largo pero de aspecto descuidado, como un indigente y nula capacidad para relacionarse con la gente. De hecho, no soy sólo su mejor amiga, soy la única que tiene.

lunes, 29 de mayo de 2017

La mujer del rey 22° - Final



Era el festival de verano, las calles estaban llenas de gente, música, olores de comidas y coloridos puestos.
Una pareja caminaba tomada de la mano.
-¿Estás seguro que es buena idea?- preguntó la mujer
-Tranquila. Los niños están bien cuidados en casa, podemos dar un paseo-dijo él sonriéndole.
-Janeul…- protestó ella. En efecto los niños estaban bien cuidados, Wol estaba  cuidando a Yul y Myra se había vuelto la  ferviente guardiana de  Jaru; y Jun estaba cuidando de todos ellos. Pero que la casa a la que él se refería fuera el palacio y que aquel hombre fuera el rey , no la tranquilizaba en lo absoluto- ¿Y si te reconocen?
-Byul, nadie pensaría que el rey y su mujer anden por aquí, ¿verdad?
Ella  hizo un gesto no muy convencida, era cierto que estaban vestidos con ropas comunes, que llevaba el cabello trenzado , sin adornos, y que Janeul tampoco destacaba por su atuendo. Aún así se sentía inquieta.

domingo, 28 de mayo de 2017

La mujer del rey 21°




Un año después…

Yul ingresó al salón donde su padre tenía reunión con los ministros, hizo una reverencia y habló con cierta urgencia.
-Su Majestad, me disculpo por interrumpir, ¿puedo acercarme? Tengo algo que informarle– preguntó inquieto y Janeul le hizo una señal.El joven príncipe se acercó a su padre y le habló al oído.
El rey se puso en pie.
-Continuaremos mañana con esta audiencia.- Anunció.
-Su Majestad…- trató de protestar uno de los ministros.
-Mañana- aseveró con un tono de voz que no daba lugar a discusiones y poniendo una mano sobre el hombro de Yul para que lo acompañara, se dirigió a la salida.
Los pasos presurosos de ambos se sentían como ecos en el pasillo.
-Padre, creo que deberías apresurarte o no llegarás– dijo Yul cuando estuvieron solos  y Janeul asintió.
-Tienes razón y tengo que llegar, prometí que estaría allí – le dijo a su hijo y sus pasos presurosos se convirtieron en trote y luego en carrera. Fueron varios los guardias y sirvientes que se sorprendieron al verlo correr en el interior del palacio. Yul lo siguió de cerca.

domingo, 21 de mayo de 2017

La mujer del rey 20°



Fueron días extraños para Byul pues debió acostumbrarse a su nueva vida en palacio con todo lo que ello implicaba. Janeul la nombró oficialmente su Concubina Real, así que recibió el título de “Alteza” por lo que la trataban con una pleitesía que la incomodaba, sobre todo porque podía percibir la hipocresía en muchos de los políticos y gente de la corte al dirigirse a ella. Sin embargo, podía estar con las dos personas que más amaba  y eso lo compensaba todo.
Además cuando en público, Yul la llamaba Alteza ella podía escuchar el  tono cariñoso con que lo decía y como sus palabras tenían el eco de la palabra madre que le decía en privado. Habían acordado que pasado un tiempo la llamaría también así en público, pero esperarían hasta que a nadie le llamara la atención que la tratara así.
Myra también se había trasladado a palacio, no sólo para hacerle compañía a Byul sino porque ella quería seguir ocupándose de la joven y asegurarse que tuviera una buena vida. Y la muchacha estaba más que feliz de poder seguir a su lado.
Byul aún tenía temores, aquella anhelada felicidad que se había vuelto algo tangible,  a veces la asustaba, incluso despertaba sobresaltada algunas noches, pero Janeul estaba junto a ella, y la calmaba hasta que volvía  a dormir en paz. Y de día los fantasmas se esfumaban cada vez que podía estar con su hijo.

domingo, 14 de mayo de 2017

La mujer del rey 18°




 

Poco tiempo  después hubo conflictos en una de las fronteras,  uno de los países limítrofes con quienes siempre habían mantenido tensas relaciones quería apoderarse de un extenso territorio que estaba conformado por planicies deshabitadas, pero seguían siendo territorio nacional.
No pudo llegarse a una solución pacífica y  Janeul decidió ir al frente del combate con los generales de su ejército. Jun trató de disuadirlo.
-Su Majestad- deje que nosotros combatamos, no debería ir. Piense en Yul.
-Es por él que debo ir, necesito probar mi valía en todos los terrenos, necesito ser un rey en el sentido más pleno. Tengo que resolver esta disputa territorial ,pero también ganarme la confianza de nuestros soldados, sólo así podré proteger a mi hijo, y a su madre. Si puedo unir a cada estamento bajo mi mando, si puedo logar que no cuestionen mi autoridad  y respeten mis decisiones, podré  ocuparme de las personas que amo. Si soy débil, me pisotearán como a un títere y entonces  ni el príncipe ni Byul estarán a salvo – dijo él.
-Iré con usted, entonces.
-Debes cuidar a Yul en mi lugar.
-El joven Wol cuidará de él- dijo refiriéndose al guardián del príncipe- yo me ocuparé de que usted vuelva sano y salvo para que pueda cumplir sus promesas.
El rey sólo agradeció con una leve sonrisa. Era bueno tener a alguien así a su lado.

jueves, 11 de mayo de 2017

La mujer del Rey 17°



El rey se encargó que la joven Dina estuviese entre las doncellas a cargo del príncipe, de esa forma podía estar informado respecto a cualquier cosa que sucediese. Byul se lo había confiado y él se aseguraría  de que estuviera a salvo y creciera feliz. No había podido proteger a la madre pero protegería a su hijo.
La llegada del príncipe fue también la excusa perfecta para dejar de visitar  el lecho de la reina, antes había sido parte de sus deberes procrear un heredero, ahora ya no tenía ninguna obligación. Y ella misma, al fingir estar convaleciente tras el parto , le dio la oportunidad de alejarse. Él se encargó de que esa distancia fuese permanente.

martes, 9 de mayo de 2017

La mujer del rey 16°



Diez años atrás, Byul le había pedido que la dejara y sus palabras habían hecho realidad sus peores miedos pues eran ciertas. Su amor sólo le había traído dolor, desde el inicio se había preguntado si amarla bastaría para compensar todos sus sacrificios, y ahora entendía que no. Ella le estaba pidiendo sinceramente que la dejara ir.
En ese entonces, se marchó con el corazón roto y durante un par de días se sintió morir.
-Hay algo raro… - dijo Jun  a su joven señor.
-¿De qué hablas? – preguntó ofuscado, no podía encontrar sosiego y su humor estaba totalmente trastocado.

lunes, 8 de mayo de 2017

La mujer del rey 15°



La reina ya había llegado varios días atrás y se había instalado con un par de doncellas de su servicio personal.
Tuvieron un muy breve intercambio.
-Tomaste una buena decisión – dijo cuando Byul se presentó delante de ella. Luego  indicó que la llevaran a sus habitaciones y eso fue todo.
Las dos estaban en el mismo lugar , pero casi no se veían. Ocupaban habitaciones  en alas opuestas del templo, y casi no se cruzaban en las demás actividades, comían por separado y ni siquiera se cruzaban al pasear. Habían puesto a  una mujer mayor para que asistiera a Byul, y de sus demás necesidades  se ocupaban los monjes del lugar en un silencio que era agobiante.
Aquellos días fueron los únicos en que Byul se sintió realmente sola, por primera vez no tenía a Janeul a su lado y lo añoraba con todo su ser. Sin embargo su niño iba creciendo en su vientre y eso era lo que le importaba realmente. Los días transcurrían lentamente mientras su cuerpo cambiaba, y esos pequeños cambios la mantenían atada a la realidad.

domingo, 7 de mayo de 2017

La mujer del rey 14°




Diez años atrás, durante una de las largas ausencias de Janeul, Byul había descubierto que estaba embarazada.
Se había desmayado en el jardín y luego de  socorrerla , la herboristera y la regenta le habían informado sobre su estado y también le habían ofrecido ayudarla a terminar con el embarazo ya que era muy reciente.
-Voy a tenerlo- había dicho ella sin dudarlo, un hijo con Janeul era el mayor anhelo de su corazón y había pensado que nunca sería posible, nunca había dejado de tomar los bebedizos y todas las precauciones necesarias para evitar un embarazo, pero la vida había imperado y ahora estaba gestando un bebé. Y era feliz.
-¿Estás segura? – preguntó la regenta y ella asintió. Sabía lo que significaba, su hijo estaría en peligro y ella también. El niño que estaba gestando sería un hijo ilegítimo del rey, una amenaza para los hijos legítimos, cuando llegaran,  y un instrumento para los enemigos políticos de Janeul.
Nadie sería feliz con la llegada de ese niño, e incluso quizás quisieran matarlo. O a ella.
Por lo tanto , nadie debía enterarse que estaba esperándolo, ni siquiera Janeul, porque ella sabía que él lo arriesgaría todo si se enteraba. Sabía que la llevaría a palacio y se desataría una guerra, sabía que pondría en riesgo su reinado para proteger a su hijo . Ni siquiera quería que él tuviese que plantearse aquella encrucijada, ella iba a elegir por ambos.

sábado, 6 de mayo de 2017

La mujer del rey 13°



Diez años sin verse, hasta aquella noche.
Hasta que él había vuelto a ir a ella.
 Y ahora estaban allí, juntos, de nuevo.
Janeul la había mirado  en detenimiento desde su llegada y  mientras le servía el té, la última vez que la había visto aún había rastros de niña en ella, ya no. Era una mujer plena y muy hermosa. Y le dolía haberse perdido esos diez años de cambios.
Al principio cuando ella le había pedido que no volviera, había creído que pasarían un par de días hasta volver a verla, que encontraría un modo de solucionar todo, pero no había sido así, había pasado una década.
Byul actuaba con elegancia y mesura, como si su presencia allí  no la afectara, se preguntó si también era una máscara como en su caso.
Estaba allí ,en apariencia tranquilo, mientras su interior era un remolino de emociones.
-¿Qué has venido a buscar, Janeul? – preguntó ella como única muestra de ansiedad, como si ya no resistiera aquella charada en la que fingían ser dos extraños.
-Vine por un té, y por ti – respondió él mirándola intensamente. Y ella devolvió la mirada con una expresión indescifrable.

jueves, 4 de mayo de 2017

La mujer del rey 12°




Aquella noche, Janeul había llegado muy cansado y se había quedado dormido mientras ella había ido por comida a la cocina. Al llegar y verlo durmiendo lo había tapado con las mantas y le había acariciado levemente el cabello. Se lo veía agotado.
Byul había aprovechado para escribir cartas, no tenía a quien escribirlas, pues la única persona que tenía en el mundo estaba allí, junto a ella; pero las mujeres de aquel lugar sí tenían a quien escribir y ella se encargaba de eso. Muchas no sabían escribir y a lo largo de los años, ella se había hecho cargo de redactar las cartas para aquellas que no podían hacerlo y que no habían querido  aprender, había enseñado a muchas otras.
Así que aprovechaba el silencio de la noche  y la serenidad de tener a su lado a su amado para escribir, cartas para padres que vivían lejos,  las cartas de una madre a su hijo para que no la olvidase, y las cartas de amor de una jovencita que se había enamorado de uno de sus clientes que le correspondía. Byul había pensado en advertirle a la muchacha que eso no terminaría bien, pero quién era ella para decir algo cuando el príncipe heredero  dormía en su cama.
Escribió durante unas horas, y luego se acurrucó junto a Janeul, adormilándose cobijada en aquella sensación particular de felicidad que había logrado permitirse con los años.

miércoles, 3 de mayo de 2017

La mujer del rey 11°




-Por aquí…- dijo el joven y ella asintió. Byul se sentía como en un sueño, no podía creer estar en el exterior y menos aún durante el festival de verano, la gente, los sonidos, los aromas, todo la llenaba de vida y de recuerdos. Le costaba creer que de verdad estaba en el exterior. Respiró profundo, llenándose de aquel aire. Acompañó a su guía que se detuvo frente a un puesto de adornos para el cabello, el joven levantó varias horquillas y se las mostró. Hasta que se detuvo en una y se la dio.
-Creo que debería llevar esta- dijo dándosela y ella hizo un gesto de negación hasta que vio el papel que envolvía el adorno. La tomó y desenvolvió la nota.
“Hace años, quise comprarte una. Espero te guste”  decía el mensaje de Janeul y ella  recordó las veces que de niña se había detenido frente a aquellos puestos deseando que él le  regalara una horquilla y él había mostrado indiferencia. Sonrió imaginándolo eligiéndola para ella y aferró la horquilla con flores.
Luego siguieron camino y ella se preguntó qué sería lo próximo. Se detuvieron frente a un puesto de comida y , ante el pedido del hombre, la vendedora extendió un paquete. Antes de abrirlo, por el aroma, Byul supo que contenía sus caramelos favoritos de miel y flores. Miró hacia adelante y notó  que el príncipe se detenía, tomaba algo de una bolsa y se lo metía a la boca. Estaba comiendo aquella misma golosina, ella tomó una y la saboreó. Después leyó la nota que los acompañaba.  Decía “No comas muchos “ Sólo porque él la estaba mirando, no hizo caso y se metió uno más a la boca mientras el sabor de días felices la inundaba.

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