Se dio vuelta y
al mirarlo supo que él la había reconocido, que por fin sabía quién era ella.
-Tenemos que
hablar – dijo Finn.
-No, no hay nada
que hablar...haz que abran las puertas.
-Quiero que
hablemos de nuestro hijo – dijo él y entonces Alana sintió que el mundo se le
venía abajo, él lo sabía y si Finn lo sabía...
-¿Hijo? ¿Sean lo
sabe? ¿Mi hijo lo sabe?...-preguntó desesperada.
-Sí, nos
enteramos al mismo tiempo....
-No, déjame
salir, tengo que hablar con él...Sean va a odiarme, yo...-trató de hablar pero
temblaba de los nervios.