Es
una entrada triste de escribir y triste de leer, pues habla sobre la pérdida de
mi padre, pero así como antes compartí y escribí sobre otros temas, necesito
escribir sobre este dolor, quizá porque no puedo decirlo de otro modo, quizá
porque llorar ya no me basta, quizá para sacarlo afuera..mañana 21 será un
mes…
No
sé ni por dónde empezar, tal vez deba contarles algo de mí y es que mi familia
era de tres personas, mamá, papá y yo….así que perdí mucho más que a él, perdí
mi familia tal como era.. Quizá deba decirles que soy hija única así que el
dolor es todo mío sin poder compartirlo, así como los mimos fueron propiedad exclusiva.
Hay
muchos amores en la vida, pero tengo la certeza de que no hay ninguno tan
incondicional como el de los buenos padres, o al menos ese es mi caso.
A
ver, con los amigos, uno puede llegar a tener diferencias, a no mostrar todo lo
que es, o una amistad se puede romper por palabras o acciones hirientes. Los
enamorados, tal como a mi Taly, me
cuesta creer en los amores para siempre, vemos día a día que los amores de
novelas escasean y de encontrar una
buena pareja, aún así uno hace ciertas concesiones por el otro para lograr
llevar adelante una relación, incluso el amor de hijos ( no los tengo pero
hablo como hija) a veces está lleno de reproche o incomprensión hacia quienes
nos dieron la vida.
En
cambio con los buenos padres es diferente, siempre supe que nadie me iba a amar
como ellos, incluso con mis defectos, o si me equivocara de camino, aún si era
mala o mezquina o mostraba lo peor de mí, sabía que era amada y tenía un
refugio donde cobijarme. Así me han amado, y la mitad de eso lo perdí, es como
ser expulsada de un paraíso, es un vacio tan grande como grande era el amor que
ahora me falta.
He
perdido gente querida antes, y dolió, pero jamás había perdido a una parte de
mí misma como ahora…es un dolor que no se puede contar.
Con
las personas que están lejos o no viven con uno, la mente se defiende e inventa
una ilusión como si aún estuvieran allí aunque no los veamos, pero cuando quien
se va es alguien que vive con nosotros se añora cada instante, desde el “buenos
días” hasta el “buenas noches”. En cada respiración, lo extraño, lo espero, hasta que respirar se me vuelve algo
extraño…algo a lo que tengo que obligarme.
Mi
padre era mi PAPÁ, así con mayúsculas, era el abrazo cálido y seguro, era las
palabras cómplices, era el “hacé lo que te haga feliz” y sentir que siempre
estaría de mi lado. Mi padre era la música, los libros y el cine, pues
compartíamos esos gustos. Era un hombre muy trabajador, pobre económicamente
pero rico pues se mataba trabajando día a día, pero era alguien que apreciaba
la belleza de una amanecer, de un árbol,
el cielo de las noches de verano, que le gustaban los pájaros en
libertad, cuidaba de los animales, nos traía chocolates o helado cada noche,
tenía un alma rica y noble.
Podía
plantar rosales con mi madre en medio de la noche para ayudarla a rescatar una
planta abandonada, decirme que un
vestido era bonito o que podía arreglar mis problemas de estatura con tacones o
las canas con tintura. Podía arreglar cosas con sus herramientas, cargar lo
pesado para que no hiciéramos fuerza y al mismo tiempo llevar a nuestra perrita
enferma en brazos al veterinario calmándola diciéndole “mi nena”…
Era
quien me regalaba libros para mis cumpleaños, Navidad y Reyes a pesar de las
protestas de mamá.
Era
quien le decía “los chinos” a mis coreanos de los doramas, nos preguntaba si
la serie estaba buena, nos dejaba el tele para hacer maratones y de vez en cuando se veía conmigo alguna
peli asiática de acción. Era quien estuvo feliz de mi aventura yendo al Music
Bank a Chile y dijo “adelante”.
Era
todo y más. Era un hombre único. Un hombre bueno, algo tan difícil de hallar en
estos tiempos.
Así
es la persona que he perdido para siempre, ese vacío llevo en la vida ahora,
con la incredulidad de que no existe en este mundo.
Me
parezco a él físicamente y nos parecíamos en carácter, era un hombre joven y
siempre imaginé que lo tendría muchos años…que lo vería ser suegro y abuelo. Ya
no.
Me
quedaron pendientes muchas cosas que quería darle y hacer por él, viajes,
charlas, consejos. Por suerte, en esta pequeña familia nos dijimos te quiero y
te amo cada día, y aún así siento que no
alcanzó.
Este
dolor es nuevo y extraño y más aún cómo cambia la relación con el mundo, pues
aún las cosas mejor intencionadas hieren.
Leía
en un libro de Rosa Montero que al principio te dicen que llores y luego casi
al mes, cuando uno recién sale del shock y caes en la cuenta de la pérdida te piden
ridículamente que sigas adelante. No se puede, no es tan fácil…lo amé 33 años,
necesito tiempo y ni eso hará que cure…porque lo necesito mucho.
Y
el mundo a veces parece cansarse de nuestro dolor, de las lágrimas, de nuestra
pena reflejada en el rostro y nosotros tendemos a avergonzarnos como si dijéramos,
bueno, ya está bien de mostrar cómo me siento, ya es demasiado, es hora de
esconder esta tristeza …y en realidad sigo con el corazón roto, con ganas de
gritar, enojada, triste, perdida.
No
hay consuelo, y creo que no lo quiero porque lo único que quiero es tenerlo,
físicamente a mí lado Darle otro abrazo, uno sólo más. Nada puede devolvérmelo,
así que sólo abrazos osos y palabras sinceras son un bálsamo, son la fuerza que
me falta…pero la herida está, el tiempo no va a curarla, la llevaré el resto de
mi vida, aunque no quiero, y me ha cambiado de una forma que no puedo ni medir.
Nuestros muertos se llevan partes de nosotros con ellos.
Nunca
creí que el dolor hiciera mejor a las personas, sigo sin creerlo, es la
felicidad lo que nos hace mejores…uno no sale más fuerte de las tragedias, es
mentira, sale distinto aunque si
comprendiendo mejor el dolor de los demás y la dimensión de lo que es
importante y lo que no, pero es tarde porque no nos devuelve lo que perdimos.
Quizá hasta arrepintiéndonos de las cosas tontas que le dijimos a otros al
verlos sufrir, en vez de decirle “llorá” mientras lo abrazábamos.
Mi
papá fue (qué terrible es usar el pasado, hasta el lenguaje me repele) el mejor
papá del mundo, así que no puedo creer que ya no esté. Mi lógica lo sabe porque
estuve allí cada atroz segundo, pero mi corazón se niega a ir hasta ese lugar
absurdo de su inexistencia.
No
puedo creerlo, siento que no lo creeré hasta mi último instante, tal vez sea mi
defensa, mi forma de no caer.
Muchos
me dicen lo afortunada que fui de tenerlo, del cariño que nos tuvimos, de
haberlo disfrutado, pero en realidad esa cercanía es la que agrava la herida.
Éramos los tres juntos, unidos, íbamos de acá para allá como un pequeño clan que vivía en una
burbuja, ahora está quebrado...los recuerdos no son la presencia, no es lo
mismo. Y hay tantas cosas cotidianas que nos resultan crueles.
Siempre
pensé que cada uno lidia con estas cosas a su manera y como puede, eso estoy
haciendo, día a día…sin fórmulas, sólo siguiendo porque la vida se impone aun
cuando eso nos resulte mucho más increíble, que el mundo siga.
Pero
tengo a una madre que es increíble, que es una guerrera cuyo amor me sostiene ,
una mujer que no merece más sufrimiento; tengo amigas, hermanas de la vida, de
las presentes aquí cerquita a mi lado que me obligan a seguir, una mejor amiga
que estuvo allí desde el primer momento y la palabra Gracias nunca alcanzará
para todo lo que hizo.
Y
tengo hermanas del alma que están lejos en distancia, pero cerca de mí con su
cariño que puede cruzar kilómetros.
Aunque,
también es cierto que la gente querida
no puede ayudarnos porque a este tipo de dolor nos enfrentamos totalmente
solos, pero sí nos abrigan con su afecto, con los detalles, con una llamada, un
mensaje, una palabra. Y así nos impiden sentir el frío en el alma.
Agradezco
a mis sises por seguir con el blog, por su cariño, sus mails, y les agradezco a
ustedes, amigas mías, por preocuparse por mi y por esperarme. De a poco espero
volver o reinventarme para conservar la mayor parte de quien era. Sé que se
sigue, no soy la primera ni la última que pasa por algo así, y la gente sigue,
sonríe de nuevo, conozco a muchos y la verdad, no sé cómo han hecho…pero se
hace porque es la ley de la vida (aunque siga sin entender)... pero es la primera
vez para mí: Mi primer gran dolor, como le dice mi madre.
Y ciertamente,
pensaba que nunca me pasaría, uno siempre quiere creer que estará libre de los
grandes dolores. Y espera que la pérdida de los que ama sea lo más tarde posible,
cuando estamos listos para dejarlos ir y en las mejores circunstancias…para que
sea un pasaje natural y no algo traumático.No fue mi caso.
Mis
disculpas por escribir este tipo de post pero necesitaba hacerlo, volver al
blog implicaba hablar de lo que me sucede. Y también quería hablar de él, decir
el gran padre que fue, lo mucho que lo amamos, lo mucho que nos amó.
TE
AMO PAPÁ, TE AMO SIEMPRE…..
Mi querida Nata,no puedo decir que se como te siente por que en realidad no he tenido esa experiencia, pero si comprendo tu dolor, solo quiero que sepas que estamos contigo, que te queremos y que cuentas con nosotras, te esperaremos hasta que te sientas preparada para volver, y como bien dicen aunque ellos no esten fisicamente siempre estaran en nuestro corazon, tal vez ahorita sea dificil comprenderlo o aceptarlo, pero solo dios es quien nos da la fortaleza de salir adelante.
ResponderEliminarTe queremos y te enviamos un abrazo muy muy fuerte.
Hola, yo si comprendo tu dolor, perdi a mi mama hace 3 años, y es verdad detalles tan simples hacen que uno lamente la perdida, saber que no podra ayudarme cuando me case o tenga hijos es triste, pero a mi me reconforta mucho saber lo que Jehova Dios hará, tenemos una linda esperanza y eso es lo que nos reconforta.
ResponderEliminarHace poco que conosco el Blog y aun asi siento que las conosco, vive el duelo como tu quieras vivirlo, no te procupes si es o no normal actuar de cierta manera. cad duelo es diferente, tal como ningun ser humano es igual a otro. espero que no cause problemas pero si tienes biblia lee lo que dice Juan 5:28-29 y Revelacion (Apocalipsis) 21:4. xau cuidate.
Hola Nata, la verdad que no tengo palabras...
ResponderEliminarTienes muuuuuucha razón, no se puede saber en realidad como expresar ese dolor tan intenso. Yo tengo la suerte de tener una familia grande, pero ahí esta el problema, porque como no quieres preocupar a los demás pues tienes que guardarte ese dolor, para no ponerles mas tristes.
Solo te digo, que lo mejor es no olvidadlo nunca(que nunca se olvidara), y ser fuerte para, principalmente, tu mamá siga adelante, y también por ti.
Gracias por compartir tus pensamientos, y muchos ánimos.
Muchos Besos
Hola soy Ashes (tengo problemas para abrir mi cuenta), sé que todos dicen que Dios sabe por qué hace las cosas, yo me he cuestionado eso alguna vez, lo cierto es que solo sé que el dolor no se quita y que no existen palabras lo suficientemente buenas para consolarse, pero sabes la vida sigue, uno no tiene la vida comprada no sabe cuándo se tiene que ir, yo no tengo padre y no porque esté muerto, a veces lo necesité y no estuvo, tu tuviste más suerte por cada uno de sus abrazos o por cada una de sus palabras de consuelo. Llora, grita, patalea a si es necesario, nadie puede decirte que estas mal por expresar tu pesar de la forma que tú quieras. Por otra parte trata de ser un poco fuerte por tu mama y por ti, sé que esto suena contradictorio pero creo que eso es lo mejor. No sé si es cierto lo que que los que se van siempre están contigo, pero sé que el amor que se tienen si es real y nadie lo puede cambiar. Espero que si te sientes sola o triste y necesites de alguien no te limistes que para eso están la familia y los amigos, ya aunque no siempre es así, en tu caso tienes a grandes personas que se preocupan por ti.
ResponderEliminarSinceramente lamento lo de tu padre. Espero que el este descansando, donde sea que este, Dios es bueno con las personas que lo son, y tú padre lo es. Ten ese consuelo.
Solo hay que pedir perdón, cuando uno hace daño a otro.
ResponderEliminarTú mi querida amiga, no lo has hecho. Simplemente, has necesitado compartir tu dolor, con las personas que tienes a tu alrededor.
Solo ha pasado un mes. Treinta días, que se te habran hecho inmensos ante ese nuevo vacío en tu vida. Un vacío, que solo tu sabes cuando vas a poder sobre llevar.
Como una vez me dijo mi bisabuela. No me dejes morir, solo seguiré viviendo si piensas en mí.
Y eso hago. Solo tenía ocho años. Pero la quería mucho. Vivía con nosotros y me llevó a muchos sitios, y me enseñó varias cosas. Era pequeña, pero en mi corazón y en mí mente, conservo muchos recuerdos de ella. Y en ocasiones, el recordar su sonrisa y sus ojos. Me da calor...
Irnos, nos iremos todos. ¿Por qué? No lo sé, tal vez porque el universo necesita nuestra energía en ese momento... Se dicen tantas cosas. Queremos creer tantas de ellas.
Pero cuando ocurre, nada podemos hacer. Solo llorar, gritar y añorar.
Todo el mundo te da palabras reconfortantes. Pero realmente, solo sirven para decirte que te quieren y que estan ahi contigo.
Tú, vas a ser la única que va a decidir como vivir la vida a partir de esa dolorosa perdida. Y nadie, ni nada se te puede críticar...
Cada cual, asume el dolor de diferentes maneras.
Cierto, para los que estamos a tu alrededor tambien nos resulta dificil el verte así, pero sabemos que nada podemos hacer. Solo esperarte con los brazos abiertos diciendote a cada segundo, lo mucho que te queremos querida amiga.
Un fuerte beso.
Gracias a todas por sus palabras y afecto
ResponderEliminar