viernes, 27 de abril de 2012

Amor oculto, 13° parte


Sean estaba demorando demasiado así que Ana golpeó la puerta del baño.
-¡Sean llegarás tarde!
-Ya voy, ya voy...-dijo saliendo y la mujer notó que el chico se había esmerado mucho en peinarse, así como también estaba mucho mejor vestido que de costumbre.
-¿Sucede algo hoy?

-No, nada especial. ¿Me veo bien?- preguntó él con un deje de inseguridad
-Sí, muy bien. Pero...¿ a qué se debe tanto arreglo?
-Nada – dijo él con una sonrisa y luego de darle un beso, salió de prisa para la escuela.
-Espera que te llevo con el auto...
-No, está bien, me voy en el autobús, ya me acostumbré...-le dijo y se marchó.
Ana suspiró, era madre, lo conocía bien y aquello le olía a romance en el aire. Confiaba en Sean, pero no podía dejar de preocuparse, no sólo no quería que él saliera herido sino que imaginaba que en esa etapa de su vida el chico necesitaría más que nunca un padre.
“Tiene uno” susurró su propia voz en la mente y ella la ignoró.

Ana había ido a un invernadero a comprar unas flores para su jardín y tal vez la ciudad fuera más chica de lo que parecía o tal vez el destino le estuviera jugando una malapasada, pero se volvió a encontrar con Finn.
Él estaba contratando los servicios de ellos para que se encargaran de la parquización del Resort.
-Hola Ana de las Rosas...- la saludó haciendo referencia al rosal que ella cargaba.
-Hola – saludó ella.
-¿También te encargas de los jardines? – le preguntó.
-No, vine a escoger plantas para mi propio jardín.
-Es una suerte, necesito ayuda.
-Yo no...-trató de excusarse.
-Por favor, no tengo mucha idea de flores y quisiera tu opinión para ver cuales puedo elegir para el Resort. Prometo no quitarte mucho tiempo...
-Estoy segura que hay paisajistas que harán ese trabajo mejor que yo.
-Probablemente , pero yo quiero tu opinión, quiero decir si fueras a ir al Resort como huésped, qué tipo de flores te gustaría ver...sólo eso.
-Rosas...y también liliums
-¿Me enseñas? Por los nombres sólo distingo a las rosas- dijo él y entonces ella accedió e hicieron un breve recorrido por el invernadero donde Ana le mostró sus flores favoritas.
- ¿Entonces éstas son azaleas?- preguntó señalando la planta de flores fucsia.
-Sí y se dan muy bien para decorar jardines – comentó ella.
-¿También eso lo aprendiste trabajando en el negocio inmobiliario?
-No, siempre me gustaron las plantas, las flores y eso...-contestó haciendo un movimiento de hombros.
-Ya veo...¿Quisiste hacer otra cosa? Digo aparte del trabajo que haces actualmente..
-Sí, hay muchas cosas que me hubiera gustado hacer, si las cosas hubieran sido distintas, peor no es algo en lo que piense mucho. Me gusta lo que hago ahora.¿Y tú?
-Creo que cuando era joven no pensaba mucho en eso, luego tuve que salir a trabajar y me empezó a interesar la construcción. Ser capaz de crear algo con tus manos, ver como va tomando forma...me gustó. Ahora pienso que era para lo que estaba hecho, sólo que no lo sabía –contó sonriendo.
-Entiendo -asintió ella.
-¿Necesitas ayuda para llevar las plantas?
-No, gracias. Ya las cargaron en mi auto.
-Sólo quería devolverte el favor, darte las gracias por lo que me enseñaste hoy.
-Está bien, no esperaba nada a cambio, de eso se trata un favor – contestó con una sonrisa y Finn creyó percibir cierto cansancio en la mujer.
Su idea se reafirmó cuando al salir del invernadero, ella tropezó. Él alcanzó a sostenerla, Ana quedó apretada contra su cuerpo mientras la rodeaba con su brazo.
La joven levantó la mirada y sumergido en aquellos ojos que expresaban cosas que no alcanzaba a comprender, Finn bajó la cabeza y la besó.
Era dulce, una dulzura que creaba adicción, no hubiera querido soltarla nunca pero ella se soltó y posó sus manos sobre su pecho para apartarlo.
-No..no...-dijo Ana con voz temblorosa y se marchó.
Finn no quiso seguirla, tampoco él acaba de recobrarse del beso porque por un instante Ana había respondido a su caricia como si algo en ella también quisiera aferrarse a él. Y eso había sido un regalo inesperado.

Cuando Ana llegó a su trabajo aún tenía el corazón acelerado, aquel beso había sido inesperado pero también había sentido como si fuera justo lo que necesitaba, como si llevara mucho tiempo esperándolo  y quizá eso fuera verdad.
Eso la aterraba más que cualquier otra cosa, la posibilidad de que llevara años esperando por Finn O’ Connell


2 comentarios:

  1. siiiiiiiiii!!!!! por fin Ana esta cediendo ya era hora, y Finn tiene q aplicarse jajaja

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  2. Donde están las rosas que atizo a esta mujer!!!! pero quieres lanzarte a sus brazos de una vez por todas!!! Que hombre se ofrece a estar contigo y siendo madre soltera!!!!!

    Fin, aquí!!! Aquí!!!!

    jejejeje

    En espera de más.....

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