-¡WOWWWW! Mamá
te ves preciosa – dijo Sean a Ana cuando la vio arreglada para la fiesta.
-No exageres…-se
avergonzó ella.
-No exagero, te
ves muy bien. ¿Vestido nuevo?
-Sí, ¿no es
demasiado? – preguntó dando una vuelta, le había encantado aquel vestido azul
cuando lo había visto en la tienda pero tal vez fuera muy corto o llamativo,
ella no estaba acostumbrada a usar aquella clase de ropa.
-No, está muy
bien para una mujer de tu edad…
-¿Y eso
significa?
-Que eres muy
joven y linda , te queda bien….¿a qué hora viene Andrew por ti?
-Ya debe estar
por llegar.
-Bueno, ya sabes
si necesitas cualquier cosa….llámame.
-Sean, yo soy la
madre , no tú. ¿Recuerdas?
-Lo sé. Cuídate
mucho…
-¡Hijo! No
necesitas darme tantos consejos, sólo voy a una fiesta.
-Sí y sales con
un hombre.
-Soy adulta.
-Pero no eres
muy experta en el tema, yo soy la prueba de ello – le dijo medio en broma medio
en serio.
-Estaré bien ,
deja de preocuparte…-dijo y en ese momento lamaron a la puerta. Ana le sonrió
nerviosa a Sean y fue a recibir a Andrew, luego le dio un beso a su hijo y
se marchó.
Andrew tampoco
ahorró elogios , lo que la hizo sentir bastante cohibida, después de todo su
hijo no se había equivocado, cuando se trataba de hombres ella era inexperta.
Pero lo peor le
esperaba en la fiesta, apenas entraron se aferró con fuerza al brazo de Andrew,
buscaba seguridad, algo que la anclara porque allí , mirándola, estaba Finn
O’Connell.
Finn miró
casualmente hacia la entrada y supo que Andrew Thompson le caía muy mal, aunque
fuera por el solo hecho de llegar acompañado de Ana Hunt.
Estaba preciosa
y se sentía total e inexplicablemente atraído por ella. Sin mencionar los
celos, no recordaba haber sentido celos antes, pero cuando la vio agarrar el
brazo de Thompson sintió que algo le revolvía las entrañas.
Apenas conocía a
la mujer y él ni siquiera le caía bien, pero tenía un poderoso sentido de
posesividad hacia ella.
Sus miradas se
cruzaron un instante y luego alguien lo llamó y la perdió de vista.
Ana quería
escapar, pero sabía que no era lo correcto, sólo llamaría la atención y era lo último
que deseaba. Así que simplemente se mantuvo tan cerca de Andrew como pudo, él
fue sumamente atento aunque intentaba no hacerla sentir incomoda, le presentó a
varias personas, le alcanzó una copa y charlaron de cosas sin mucha
importancia.
En un momento Andrew
se apartó porque lo llamaron para hablar de negocios, en ese instante, empezó a
sonar la música.
-¿Bailamos? –
dijo alguien y Ana se dio cuenta que Finn estaba frente a ella sonriéndole.
Estaba invitándola
a bailar, aquello era casi surrealista, tenía un hijo con aquel hombre pero
nunca había bailado con él, tampoco había tenido una conversación profunda ni
nada que los vinculara, sólo lo había querido en silencio y desde la distancia en
su adolescencia y luego habían tenido
aquella noche, aquel único encuentro que había dado origen a Sean.
-Estoy
acompañada...-murmuró Ana sin saber muy bien qué decir.
-Lo sé. Pero tenía
que intentarlo – dijo Finn y ella lo miró sorprendida. Hubo algo en aquella mirada
que la hizo parecer muy muy joven, Finn tuvo la sensación de estar viendo a
otra persona sólo que no pudo precisar a quien.
-Ana... disculpa
mi demora-dijo Andrew y se acercó a ellos.
-No es nada –
dijo ella y le sonrió, había llegado más que oportunamente.
-No nos
conocemos, soy Andrew Thompson – dijo presentándose y estiró la mano para
saludar.
-Soy Finn O’Connell
– contestó estrechándole la mano.
-Ah, eres el
encargado de la construcción del nuevo resort , ¿verdad?
-Sí, así es-
respondió amablemente aunque cada segundo sentía más aprensión hacia Andrew
Thompson.
Charlaron un
poco sobre construcción , luego Andrew se dio cuenta que Ana estaba incómoda.
-Un gusto
conocerte, Finn, ya tendremos otra oportunidad de hablar. Ahora si nos
disculpas...-dijo y le pasó una mano por la cintura a Ana acercándola.
-¿Bailamos? –
dijo Andrew y ella aceptó, en cualquier otro momento se hubiera negado, pero
ahora quería alejarse de Finn, más aún, necesitaba a Andrew como un escudo que
se interpusiera entre ellos.
Luego del baile,
Ana mintió y dijo que debía volver a casa porque Sean la había llamado, era
injusto usar a su hijo como excusa pero estaba cansada y le dolía la cabeza por
la tensión.
-Está bien, no
te preocupes – te llevo a casa. Se ofreció Andrew inmediatamente.
-No, no, tú quédate
– llamaré un taxi.
-Entonces al
menos, déjame que te acompañe al taxi – dijo sabiendo que ella no cambiaría de
idea, que Ana lo hubiera acompañado, ya era todo un logro, no quería
presionarla.
-Está bien –
aceptó reticente.
Ana llegó a su
casa y se quitó los tacones para no hacer ruido.
-¿Ya llegaste? –
preguntó Sean saliendo a recibirla.
-Sí, ¿te desperté?
-No, estaba
despierto. ¿Cómo fue? ¿Por qué volviste tan temprano?
-Todo bien pero
me cansé, y volví temprano porque dije que tenías un problema...lo siento.
-Así que, al
final Cenicienta me usó de excusa para escapar. ¿Andrew fue desagradable?
-No, fue
encantador...pero supongo que no estoy acostumbrada a ir a fiestas. Fue todo lo
que pude soportar.
-Bueno, yo
pensaba que durarías menos. Descansa, mamá. Me voy a dormir.
-¿Me estabas
esperando, eh? – lo provocó y él le guiñó un ojo antes de marcharse.
Ana, se quedó
despierta un rato más, ni la fiesta , ni Andrew habían sido el problema, sino
Finn. Que la invitara a bailar y la forma en que la había mirado...eso era lo
que la preocupaba...¿acaso Finn O ‘Connell tenía algún interés en ella?
oh por dios Finn ya la esta reconociendo, cada vez se pone mejor, quiero massss
ResponderEliminarOhhh celosss, me gustan en las historias jjijiji.. Que pasa con los comments??? otra vez noooo
ResponderEliminarEi!!! Yo ya comenté aqui en su momento!!!!! desapareció!!! Aunque ahora veo un formato diferente!!!! Será por utilizar el google crome????
ResponderEliminarBueno, me gustó!!!! Me gustó!!!! Y quiero un hijo así!!!!
Pobre Finn, tanto va ha sufrir!!!! Mala, más que mala que recupere algo ya de memoria!!!! jejeje