Danaé aspiró todo el aire que pudo
mientras cerraba sus ojos. En ese balcón, podía sentirse libre de la tensión
que momentos antes se apoderó de ella. No entendía por qué, no entendía
cómo. Solo sintió que él estaba ahí. Pero
no, no estaba. Quizá todo era producto de su imaginación. Sí, su imaginación, trabajando por años. Y
años…
–Te estuve buscando…
Abrió los ojos rápidamente aunque no
giró. Se quedó estancada en el lugar porque esa voz, habría jurado que era Alex
diciendo que la buscaba. Pero no era
posible. ¡No era posible!
Sintió sus pasos acercarse, vacilantes.
Se detuvo y ella sintió la necesidad de girar. Lo hizo.