"Sé fuerte"
Es extraño que antes no entendiera el peso de estas palabras, probablemente las he dicho incontables veces a personas que atraviesan situaciones difíciles, pero recién cuando me las dijeron fue que entendí que son inapropiadas completamente. Llegué a odiarlas.
En estos días muchas personas queridas y yo misma pasamos momentos duros, como si hubiera llegado mala racha ,y si pienso en lo que quisiera decirles, o incluso decirme a mí misma, esas palabras retumban en mi mente. Son las últimas que diría.
Lo primero sería darles un abrazo, y luego "no tienes obligación de ser fuerte" porque eso de "Sé fuerte", ya sea por ti o por los que te rodean parece una limitación, parece ser que dijésemos : no tienes derecho a flaquear, a quebrarte, a ser humano, tienes la obligación de permanecer estoico, de soportar, de hacer como si nada te doliera, de fingirte de acero.
No tienes permitido dejar que tus penas pesen a loa demás, ni mostrarte débil .Es tu deber seguir adelante. "SÉ FUERTE"
En definitiva es cargar al otro con una obligación que hunde demasiado los hombros.
Sé que estar para quienes amamos es valioso, volverse el ancla o sostener a un ser querido, pero también sé que desgarra y que fingir que podemos con todo cuando nos estamos derrumbando es obligarnos a encerrar todo ese dolor dentro.
Sé lo que es querer gritar, "¡Estoy harta de ser fuerte!"
Así que a todos los que estén pasando un mal momento, me gustaría decirles: eres un ser humano, no eres piedra. Tienes derecho a romperte en mil pedazos, a derrumbarte, a llorar, gritar, maldecir o pelearte con el mundo. Tienes derecho a ir hasta tu propio fondo, y luego levantarte, y luego salir a flote.Y dejar que quienes te rodean te ayuden a recoger tus pedazos.
Es mejor ser como un junco, doblarse, bambolearse y no partirse en dos.
La fortaleza no tiene que ver con dejar que las olas te golpeen hasta desgastarte, a veces sólo se trata de nadar en el mar revuelto, y volver a la orilla. Ser fuerte es volver.