–Tú y tu padre siempre han tenido
maneras particulares de comunicar sus pensamientos –expresó con resignación
Dome–. De cualquier manera, necesito que no te comprometas esta noche, Alex.
–¿Qué? ¿Por qué? –Alex empezaba a
negarse pero ante la mirada de su madre solo asintió– ¿Cuál es el motivo para
tan particular petición?
–Tenemos una cena –explicó Dome con
una pequeña sonrisa– Beth nos ha invitado a todos –Alex asintió cerrando su
mano con fuerza sobre el apoyo del mueble.
Eso solo podía significar una cosa: Aurora estaría ahí. Todos incluía a todos y Christopher también–.
No pongas esa cara Alex, irás conmigo y no acepto excusas –dijo sin permitirle
que abriera siquiera la boca–. Sé que no te agradan mucho las reuniones en que
no hay… –Dome alzó su mano como buscando una palabra– “desafíos” para ti. Pero no quiero ir únicamente con Daila. ¿Vendrás, cierto?