Nimrod era una de las últimas fortalezas que seguía
en pie después de las guerras. Era una espléndida ciudadela regida por un noble
señor. Antiguos sortilegios mantenían al lugar
y a sus habitantes protegidos por
medio de una barrera mágica . Tres niños crecían al amparo de aquel refugio,
alejados de la desventura del exterior, los tres habían conformado una
cofradía, habían perdido a sus familias
pero se tenían unos a los otros.
Atherion era un joven príncipe heredero, que había perdido a su familia
y su reino. Beltan era el hijo de un noble guerrero y la pequeña Naivé, la
protegida de una sacerdotisa. Los tres habían salvado sus vidas milagrosamente,
y las secuelas que la guerra había dejado en ellos parecían curarse en la tranquilidad
de Nimrod.