jueves, 14 de febrero de 2019

Amor en Alaska 11


En el cine, Kenai compró las entradas y Rachel compró dos tarros enormes de pochoclos y las bebidas.
-Gracias – dijo él.
-Es lo mínimo, debiste dejarme pagar las entradas.
-Creo que esto salió más, y quería invitarte al cine.- respondió sin aclarar que en realidad llevaba años queriendo invitarla.
La película era entretenida y cada tanto  Kenai se inclinaba hacia ella para comentarle algo, Rachel sintió como si  el tiempo volviese atrás y pudiera sentirse libre, despreocupada y un poco como estuviese en su primera cita. Sabía bien que Kenai había ido a ayudarla, pero se sentía  ansiosa y emocionada con cada gesto de él, estaban rodeados de gente, pero  al mismo tiempo, sentados uno junto al otro, en la oscuridad, se sentía como algo demasiado íntimo. Su mente recordaba bien quien era él, el amigo de su hermano, el niño que conocía desde siempre, pero su cuerpo le enviaba señales distintas, aquel era un hombre, uno que la hacía sentir reaccionar, que la movilizaba de mil maneras distintas. Le llevó mucho esfuerzo concentrarse en la película y parar sus pensamientos peregrinos.
Al salir del cine aún faltaba un par de horas para poder tomar el vuelo de regreso.

lunes, 11 de febrero de 2019

Amor en Alaska 10


Kenai iba muy pensativo cuando le alcanzó el café a Evan.
-Acabo de cruzarme con tu hermana en la cafetería de Anke.- dijo.
-¿Y estaba bien?
-Sí, ¿sabes si está saliendo con alguien?
-Oye , Kenai, ¿es una broma?  Tú debes saber mejor que yo lo que hace Rachel últimamente, apenas si logré hablar por teléfono con ella. Eres su vecino, deberías estar mejor informado. ¿Hablaba de citas con Anke?
-Algo así.
-No me malentiendas, quiero que sea feliz, sólo que espero que no se complique la vida saliendo con el hombre equivocado.
-También yo- Respondió antes de beber el café.

sábado, 9 de febrero de 2019

Amor en Alaska 9


Rachel  dedicó su tarde a hacer compras, fue más divertido de lo que esperaba elegir platos, vasos y utensilios de cocina, ropa de cama, un par de mantas coloridas y abrigadas y todo lo que necesitaba para su nueva casa. Incluso compró un par de plantas de interior, ideales para el clima de Alaska.
Sólo hubo un momento en que algo no se sintió bien, mientras hacía compras se cruzó con una joven parejita que hacían compras juntos, algo en su interior anheló aquello , ese momento compartido, esa intimidad de dos personas que planifican una vida juntos ¿Cómo se sentiría? Los observó un momento y luego se sacudió aquel anhelo, y volvió a concentrarse en el momento, en su primera vez comprando cosas para una casa propia, sin pensar en si era del gusto de los demás o si serviría para su familia.

viernes, 8 de febrero de 2019

Amor en Alaska 8


 Rachel  se había hospedado en el pequeño hotel junto al lago hasta resolver qué haría. Tenía dinero ahorrado, así que podía tomarse su tiempo para pensar. Quería conseguir una casa, algo pequeño y acogedor, luego vería qué haría en lo laboral. Había dormido, aunque poco, y al despertar se había dado un largo baño con sales relajantes y burbujas, se había envuelto en una bata mullida y ahora observaba  el lago por la ventana. Había algunas personas navegando en las embarcaciones de Kenai, se detuvo a observar cómo se deslizaban en el agua, había algo tranquilizador en el navegar de aquellos pequeños barcos, era el mismo tipo de sensación que transmitía su creador. Sacudió la cabeza, no sabía por qué había pensado en el amigo de su hermano en ese momento. Quizás porque se había mostrado amable con ella y  había notado que algo no andaba bien, a diferencia de su propia familia. Aún estaba muy dolida, incluso había apagado el teléfono, no quería oír sobre ellos.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Embaucando a Mi princesa 5




¿Cuánto rato hacía que él, se había ido arriba?
Daba igual, solo sabía que aún le quedaba mucho por estar allí y podía decirse, que casi había revuelto todas sus pertenencias y no había visto nada sospechoso. Solo le quedaba sentarse con el portátil.
No se sentía nada bien. No es que el navegar la mareara, sabía perfectamente, que era lo que estaba haciendo, lo que la hacía sentirse mal, con mal gusto de boca. Aparte de estar pasando calor con aquel vestido puesto.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...