sábado, 23 de abril de 2016

Aprendiendo A Seducir -EPILOGO PARTE I


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Se sentía tímida pero traviesa, pensó para sí misma cuando se hallaba tumbada en la cama completamente excitada y a los pies de ésta, un Donovan que se bajaba los pantalones sin apartar su mirada hambrienta de ella.

-Mmm –No pudo evitar gemir en voz alta y ver como el hombre ensanchaba orgulloso su sonrisa en el rostro, mientras que a ella le subía el color de las mejillas.


-Tranquila –Empleó un tono ronco y sensual de voz-. A mí también me gusta lo que veo-. Acto seguido le guiñó un ojo, para llevarse las manos a la cintura y agarrar un ojo, el elástico de sus calzoncillos.

-De momento estas mejor que mí muñeco –Soltó puntillosa y traviesa.

-Tengamos la noche en paz y dejemos a ese trozo de plástico, lejos de aquí –Comentó con cierta mueca y empezando a deslizar la ropa interior hacia abajo, cuando el dormitorio se quedó a oscuras.- Y ahora qué demonios –Masculló entre dientes con gran frustración.

-¿Habrán saltado los fusibles? –Propuso con voz débil Silvia.

-¿En serio así lo crees? –alzó una ceja con incredulidad.

-Cierto –imitó su mueca, mientras tanteaba por encima de la cama y encontraba la camisa, para una vez más ponérsela.

Donovan, completamente desnudo,  frunció el ceño ante aquello.

-¿Te vistes?

-¿En serio crees que no volverán  a tomar libertad para abrir esa puerta? –Medio escupió con tono irónico y salpicado de sarcasmo.

-¡Joder! –Volvió a gruñir, para inclinarse y agarrar sus calzoncillos, justo cuando se abrió la puerta y la madre de él, aparecía con una linterna en la mano.

-Hola tesoro –Sonrió con tono alegre, sin importarle la desnudez del hombre-. Yo venía a buscar a Silvia –dio un par de pasos y le sonrió al achica con cariño-. Por la luz no os preocupéis –Soltó con tono armonioso, acortando la distancia que había con la joven-, tus sobrinos han jugado con un enchufe y un juguete –Silvia palideció-, pero nada de qué preocuparse, pues Alex está ahora mismo con los fusibles…

-Mamá –Gruñó Donovan incrédulo, pero al parecer ésta lo ignoraba.

-Vamos preciosa mía, te vienes  abajo –Le tendió una mano a la joven, justo cuando volvía la luz y en el dormitorio volvía a escucharse la música del equipo-. Quiero que me cuentes como ha sido todo, hasta la petición de matrimonio –Soltó un suspiro-. No sabes lo feliz que me siento, al ver que eres tú quien le hará sentar la cabeza…

-¡Mamá! –Vociferó aquella vez histérico.

-¡Hay hijo que quejica! –Se giró al hombre con los brazos en jarra y algo exasperada-. ¿Qué quieres?

Silvia, aún permanecía muda por lo sorprendida que estaba. Aquello era un tanto surrealista.

-¡Eso, quiero saber yo! –Escupió de sopetón con un gruñido.

-Hablar con mi futura nuera de todo lo que hay que hacer –Alzó la barbilla desafiante-. Alex ha comentado que quieres una boda exprés… Y eso, representa mucho trabajo.

-Juro, que antes de terminar la noche –Masculló entre dientes-, despellejo poco a poco a Alex.

-No seas así con tú primo –Lo regañó como a un niño de cinco años-, gracias a él, que vamos a poder hacerlo todo bien –Indicó con irritación-. Y ya veremos, si nos da tiempo para que sea éste sábado… -Achicó los ojos, para mover la cabeza con gesto negativo-. Acaso no piensas taparte las vergüenzas –Después volvió a prestar su atención a ella-. Estos hombres, solo pensando siempre con el músculo tonto del cuerpo.

-Cuando baje abajo –Se escuchaba hablar por lo bajo a Donovan, mientras volvía a vestirse-. Les voy a quitar las llaves de mí casa a todos.


Se dejó llevar por la madre de Donovan bastante avergonzada, porque los hubiera ido a buscar aún sabiendo lo que se iba a encontrar.

Iba a resultar muy vergonzoso, el mirar a la cara a su propia familia, si Alex había sido detallista con lo que hacían ellos en el dormitorio.

¿Acaso no sabían lo que era la privacidad?

Y ahora que la apartaban de él, que podía detenerse un poco a pensar. Se habían confesado, cierto… ¿Pero en serio querían casarse tan pronto?

Con todo aquel hervidero en su cabeza, entró nerviosa en el salón para conocer al completo a la familia de su prometido.


1 comentario:

  1. Jajaj muy divertido ¡Pobrecitos estos dos! ¡nunca tendrán un poco de paz! Qué bueno volver a leer algo más de esta historia

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