- ¡Tienes que estar bromeando! –pronunció Emma, secándose con el dorso del dedo una lágrima de la risa- ¿verdad?
- No –Nick dijo con tono gélido. Emma intentó dejar de reírse de inmediato, pero no lo lograba- ¿qué es tan gracioso?
- Es que… -Emma inspiró hondo y frunció los labios, sellándolos con fuerza. Al menos así, dejaría de reírse. Trato de hablar nuevamente- realmente eres actor.
Nick no sabía qué responder. ¿Acaso debía hacerlo? Sí, era actor. Y, sí, Emma había dejado bien claro que lo consideraba superficial y un tanto idiota… al mirarla, se notaba que con su profesión solo le había confirmado esa creencia.