lunes, 6 de enero de 2014

Universitaria Y Canguro 5

¿Una semana?

Aquello, era demasiado tiempo para ocultar lo que sentía hacia Gregory, ante la mirada de toda su familia. Pensó compungida, con la cabeza apoyada de lado en su montaña de libros, en la clase medio llena al ser la hora del desayuno.


Por cierto, debería de comer su bocadillo. Pero su cabeza no dejaba de dar vueltas confundida.

¿Y qué es lo que había ocurrido aquella mañana?

De lo que estaba segura, es de haber hecho el mayor ridículo. Y de lo que no, de la actitud del hombre.

Volvió a notar todo un escalofrío por su cuerpo, al recordar cuando éste se había puesto encima de ella. Y sus labios, casi rozándole al susurrarle al oído.

-OH, dios mío –Gimió de forma ahogada, enderezando la espalda y tapándose el rostro acalorado con sus manos.

Él… Realmente se había… Era la primera vez que se topaba con una situación como aquella y lo peor, que se hallaba en compañía de dos niños.  Haciendo imposible el que pudiera ahondar un poco más.

¡Ahondar un poco más!

 Pero en qué demonios pensaba, cuando era la primera vez que se veían después de tanto tiempo. Sin siquiera, haber llegado a mantener una gran conversación a solas.

Iba a ser una pesadilla, apostaba cien contra uno.

-Megan –La llamó su compañera de clase, moviendo una mano delante de sus ojos y sonriendo, al ver que la chica se hallaba lejos de allí-. ¡Megan! –Exclamó por segunda vez pero en su oído, causando que ésta diera un brinco en su silla derribando con sus manos los libros al suelo, a causa de la fuerte impresión.

-¡Dios Raquel, acaso estás tonta!

La riñó, después de haber despertado de su letargo y alzándose de su silla para recoger sus libros del suelo.

-No, pero tú estabas en babilonia –Seguía mostrando su sonrisa de diversión-. ¿Quién es?

Megan, acabó de recoger sus libros y los depositó encima de la mesa, para girarse a mirar a su amiga con cierta mirada inquisitiva.

-¿Quién es quién?

Cuestionó confundida y volviendo a sentarse, para coger su bocadillo del bolsillo del lateral de su mochila.

-Mejor vayamos a desayunar a un bar –Dijo, quitándole el desayuno de las manos-. Venía avisarte, que se han suspendido el resto de las clases por hoy –Anunció con tono alegre.

-¿Qué ha ocurrido? –Se puso en pie, para cargar la mochila en su hombro derecho y volver a recuperar su desayuno.

-No lo se –Se encogió de hombros-. Es lo que han venido a decir de secretaría –Le guiñó un ojo-. Y ahora, dime quién es el chico que te tenía en los cielos.

Megan, se sonrojó de forma violenta al tiempo que soltaba un taco por lo bajo al tener la respuesta, de lo fácil que iba a resultarle a la familia de Gregory de adivinar sus sentimientos.

-Tanto se me nota –Soltó en un pequeño quejido, sintiendo como de repente la mochila le pesaba el doble en sus hombros-. Estoy perdida, créeme.

-¿Por qué? –Preguntó la chica sonriendo al ver a su amiga en aquel estado de confusión.

-Es el hijo mayor de la familia que me tiene acogida –Confesó con cierto pesar.

-¿Está bueno? –Volvió a preguntar, hincándole el codo en las costillas.

-¡Raquel! –Reprendió sulfurada-. Que no comprendes, que si tú te has dado cuenta, ellos también lo harán –
Soltó un profundo suspiro-. Menuda vergüenza como sea así, Gregory es bastante más mayor que yo.

-Vaya, vaya… -Rió la chica restándole importancia al terror que llevaba su amiga-. Así que te gustan más mayorcitos, pillina.

Megan no pudo contener la sonrisa que se asomó a sus labios, por la actitud bromista de su amiga. Disponiéndose a contarle lo ocurrido de aquel día.



No había vuelto a la casa, a pesar de que hubiera dispuesto de un tiempo relajado para hacer la comida del mediodía. ¡Ha! Ni loca, volvía a aquella casa, sabiendo que iba hallarse sola con él.

Aún no se hallaba preparada para un acto tan valiente como aquel. Ni sabía cuando iba ha estarlo. Nunca había tenido un novio. No sabía como tenía que actuar, delante de alguien que te gustaba, sin llegar hacer el 
ridículo.

De modo, que se había marchado al centro comercial a dar una vuelta y comprarse algún libro para leer.

Pero ahora, iba por la recta que conducía directa a la casa. Por suerte suya, no lo hacía sola. Con ella, iba Elisa quien no paraba de parlotear sobre una de sus amigas y algo referente a unos pantalones. Si supiera que en verdad, no estaba escuchando ni la mitad de sus palabras, pero no porque no quisiera… La culpa la tenían las aceleradas pulsaciones de su corazón, quienes retumbaban con demasiada fuerza en sus oídos.

¡Venga ánimo!

Se gritó así misma, cuando hubo aparcado el vehículo enfrente de la casa. Seguramente ni se hallaba por allí, al llevar éste mucho tiempo fuera en el extranjero, se habría largado a visitar a sus amistades.

Así, que con una sonrisa en sus labios cruzó por la puerta principal con la chica para dirigirse a la cocina primero, y descubrir que ésta se hallaba desierta. Aún no había llegado Harry con los pequeños. Bien, primera estancia de la casa libre. Tocaba el salón y… ¡Libre! Lo sabía, no tenía que haberse atemorizado tanto así misma. Se riñó, mientras subía las escaleras hacia la planta más alta de la casa, para dejar sus cosas en su habitación.

¿Optimista? ¡Y un carajo!

Sus ánimos se desinflaron por completo, cuando al subir el último escalón halló al chico sentado en el sofá que había arriba entre los dos dormitorios, con una libreta en sus manos y anotando datos en ella.

Éste, alzó su mirada al escucharla y le sonrió. Rápidamente, notó como toda la sangre de su cuerpo adquiría un par de grados más.

-Hola, mi pequeña guerrera –Le guiñó un ojo-. Has tardado bastante en venir a darme mi beso de despedida –Soltó con tono bromista y volviendo a darse un golpe en la mejilla-. Pero ahora, me debes dos. 
También hay que contar el de bienvenida.

-Ah –Logró articular, mientras le ordenaba a su cuerpo de normalizar su respiración.


Pero era un acto de voluntad imposible, al ver como éste dejaba a un lado del sofá su libreta y se incorporaba, para andar en dirección hacia ella. 


3 comentarios:

  1. Oh oh...¿y? gracias por un nuevo capi brujis!!! besos

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  2. Si, oh oh, ¿¿¿que pasara??? Gracias, muchos besos

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  3. De nada, es un cuento que ciertamente no se como estoy llevando!!!! Ni que rumbo va ha tomar grrrrr

    besos chicas

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