Lena no había
imaginado que el día que tendría que pedirle ayuda a Benedict sería tan pronto,
pero así era. Y en el momento menos esperado, había faltado a la clase anterior
de educación física, así que no tenía ni idea que ese día habría una
competencia intercolegial. Las chicas del otro colegio estaban en camino y
llegarían pronto, debía salir de allí, pero no sabía cómo.
Rebelarse e irse
le traería problemas que no quería y no podía fingirse enferma con aquella
profesora, no era fácil de engañar, tampoco podía permitir un escándalo que la
involucrara.
Estaba entrando
en pánico.
Solo tenía una
opción, aunque hubiera preferido jamás tener que recurrir a él, necesitaba la
ayuda del delegado de la clase. Con su inteligencia y su ascendencia sobre los
adultos seguramente encontraría el modo de sacarla de allí.
Se escabullo un
minuto y le envió un mensaje de texto rogando que él lo leyera a tiempo.
“Estoy en el
gimnasio, sácame de aquí”
Cinco minutos
después lo vio entrar y el nudo que tenía en el estómago se le aflojó, por
primera vez se alegro de poder depender de él y dejar que se encargara de
aquella situación.
El chico se
detuvo a hablar con la profesora y ésta la llamó.
-Wilde, ve con
el delegado. No podrás participar en las actividades de hoy.
-Sí, profesora –
dijo tratando de no sonar muy ansiosa y caminó hacia Ben.
-Wilde, hoy
tenías el compensatorio del examen de Historia, me pidieron que viniera por ti.
Vámonos – dijo con seriedad y ella asintió con un gesto de cabeza.
Salieron al
pasillo y caminaron un trecho en silencio, de pronto Helena exhaló un suspiro.
-¿Te sientes
bien? No sabía que odiaras tanto esa clase – le dijo. Él y de pronto oyeron el
ruido de las chicas de la otra escuela que se acercaban, se escuchaban sus
voces y risas, Helena palideció.
-Helena…
-Me van a ver –
susurró ella consciente de que apenas en unos segundos girarían por la galería
y se las encontraría de frente.
Se sentía tan
mal que ni siquiera era capaz de reaccionar estaba petrificada mientras veía
aparecer a la primera de las jóvenes.
Iban a
descubrirla.
Pero antes de
que eso pasara, sintió que la empujaban contra la pared y luego el cuerpo de
Ben se cernió sobre ella cubriéndola de
las miradas ajenas. Debido a altura la ocultaba completamente, estaba pegado a
su cuerpo y suponía que a los ojos de los demás eran una parejita adolescente
que se habían escabullido de clases.
Sintió pasar al
grupo de chicas, los murmullos, las risas y los comentarios sobre ellos, sintió
a la profesora reprenderlas diciendo que no era asunto de ellas y que llegarían
tarde al encuentro.
Los pasos se
fueron alejando y sintió las puertas del gimnasio cerrarse, había escapado,
pero aún estaba temblando. Aunque ahora que ya no temía el posible encuentro era
plenamente consciente de Benedict pegado a ella, de su calor y de su intensa
mirada, también él debió recordar lo incómodo de aquella posición porque se
separó inmediatamente de ella.
La miró durante
unos segundos y luego la tomó por los hombros .
-Vamos a buscar
un lugar para que descanses un rato…-dijo y le pasó el brazo por sobre el
hombro antes de echarse a caminar, casi como si supiera que ella necesitaba
apoyo para moverse.
-¿No vas a
preguntar? – le dijo
-No, era parte
del trato. Ayudarte cuando lo necesitaras, sin hacer preguntas.- contestó.
-Lo de Historia
era mentira, ¿verdad?
-A medias, hay
una clase extra para quienes no han tenido muy buenas notas, pero es en la
próxima hora, me temo que tendrás que ir, pero es lo único que se me ocurrió
con tan poco tiempo.
-Gracias.- le
dijo con suavidad y él intentó reprimir la alegría que le causaba aquella
palabra
-Vamos…-dijo y
más tarde Lena se dio cuenta que se dirigían al antiguo salón de música. Ben la
guió a un asiento junto a la pared y
luego se puso a tocar el piano. Era una melodía suave y relajante que le
permitió recomponerse. Allí se quedaron en silencio, sólo con la música entre
ellos, hasta que llegó la otra hora..
Los días que
siguieron, ambos se dedicaron a planificar su trabajo y cuando Ben le dijo, que
había olvidado información en la computadora de su casa, y deberían ir allí a
trabajar en lugar de hacerlo en la biblioteca, Lena aceptó.
Él había cumplido su parte del trato, ella debía
hacerlo también. Aunque su expresión delataba su incomodidad.
-Eres admirable
Helena Wilde – le dijo él mientras viajaban en el auto a su casa.
-¿Por qué?
-Mantienes tu
palabra cueste lo que cueste, ¿verdad?
-No me gusta
estar en deuda- respondió ella y él sonrió. Seguían faltándole piezas al
rompecabezas, porque no podía entender que la había convertido en una oveja
negra cuando parecía regirse por un estricto código de honor. Era hosca y tenía
carácter, pero le gustaba ser justa, mantenía su palabra, cuidaba de los suyos.
En su opinión era una chica grandiosa y no podía entender por qué tenía la mala
fama que tenía y que incluso ella alimentaba.
Llegaron al
lujoso edificio donde vivía Benedict y él pudo percibir como ella se ponía
tensa.
Incluso antes de
entrar, frente a la puerta de su departamento, la vio acomodarse el desordenado
cabello y alisarse la falda con la mano. Le dio ternura verla nerviosa y quiso
decirle que estaría bien, pero sabía que no le caería bien.
Al entrar los
atendió la madre de Ben, era una mujer bella y elegante y Helena no pudo evitar
sentirse aún más inquieta. Desde que había aceptado ir con él, su nerviosismo
había ido en aumento. Llegar a aquel lujoso lugar, ir juntos en el ascensor,
todo la hacía demasiado consciente de la clase social. Imaginaba que ella no
era el tipo de amigos que su familia acostumbraba recibir y por la expresión de sorpresa de la mujer al
verlo juntos no le quedaron dudas.
-Benedict,
llegaste. -dijo la mujer
--Ella es
Helena, una compañera de clases, tenemos un trabajo que hacer. Ella en mi madre
– las presentó escuetamente y Lena percibió que había cierta tensión en el
aire.
-Bienvenida,
siéntete como en tu casa – le dijo y Helena sintió tuvo sensación de que se le
estrujaba el estómago como cada vez que estaba frente a la madre de alguien,
era una punzada que le recordaba lo mucho que extrañaba a la suya.
-Ven, está en mi
habitación, lo imprimiré para que podamos
trabajar – dijo él y ella lo siguió incómoda.
Benedict entró a
su habitación donde encendió su
computadora y Helena se quedó en el quicio de la puerta.
-Pasa – dijo él
y ella agitó la cabeza
-No, está bien.
-Cobarde- le
soltó sabiendo que provocarla era la única manera. Ella entrecerró los ojos con
enfado y luego dio unos pasos dentro.
-Es ….amplio…-comentó
ella aunque trataba de observar cada detalle que pudiera. Los colores de las
paredes, los muebles, los modelos de aviones en su escritorio, una habitación
decía mucho de una persona y ella estaba tratando de aprender más sobre
Benedict.
Se distrajo
mirando los títulos de los Cds del chico , así que no notó cuando él se puso a
su lado y se sobresaltó al notarlo tan cerca
-Ya lo imprimí,
¿prefieres que nos quedemos a trabajar aquí o volvemos al living?
-Al living –
dijo casi inmediatamente
-Lo imaginé,
vamos – dijo él. Revisaron los papeles y tomaron algunos apuntes, pero Helena
no podía dejar de sentirse incómoda allí.
-Será mejor que
me vaya, podemos seguir mañana en la escuela – dijo y en ese momento entró la
madre de Benedict. El chico le dirigió una mirada suplicante, esperando que
ella entendiera. La mujer sonrió cálidamente.
-Por favor
quédate, estaba preparando unos bocadillos para que comieran algo mientras
trabajaban. Me sentiré mal si te vas así en tu primera visita, Helena. Seguramente
trabajarán más cómodos aquí. Yo prometo no molestar…estaré en mi estudio
trabajando…
-No, no, no es
eso ,,,,- dijo ella sin saber qué decir.
-Entonces
quédate, Ben no suele traer gente a casa. – dijo con una sonrisa más amplia y
la chica desistió
-Está bien, un
rato más – aceptó y por detrás de ella Ben le moduló un gracias a su madre que
asintió levemente.
-Gracias Helena,
muchas gracias, por todo – dijo la mujer y la tensión que había sentido la
chica pareció diluirse y por primera vez pensó que quizás la incomodidad no era
debido a su presencia sino a algo más.
A algo que ella no sabía.
Lo siento no tengo palabras, esta historia me tiene enganchada jajaja, pero tenia que dejar comentario jijiji. Esperando siguiente capitulo jijijiji.
ResponderEliminarMuchos besos
Mmmmmmmmmmmmmmm intriga intriga...¿qué será lo que Lena no sabe? Como siempre me encanta y aquí estoy, esperando más jijijiji
ResponderEliminarAmo esta historia, en serio!!!!
ResponderEliminarEs que la estoy leyendo como un anime!!!! Y los amo!!! Quiero más!!!! Pero no me vuelvas ha dejar con ésta intriga joia!!!!