jueves, 4 de mayo de 2017

Aprendiendo A Seducir 35

- ¡La ostia! –Soltó Steve al ver el ojo de su hermana.
- ¡Que estoy delante! –Masculló el clérigo, propinándole una torta en la nuca a su hijo-. Y vosotros dos –Soltó un suspiro, acercándose a su hija con cariño-. ¿Cómo diantres os aventuráis hacer virguerías en posturas, siendo ella novata? –Steve y Donovan, no pudieron contener la risa ante aquellas palabras-. ¿Qué tiene de malo el misionero, como primera vez?
- ¡Papá! –Reprendió incrédula y sulfurada Mandy al hombre mayor-. Podéis dejar ésas blasfemias y echarle una mano.
-Y tú, cubrirte con algo –Alzó el clérigo una ceja-. No vayas a pescar un resfriado por estar con poca ropa y toda mojada –Acabó guiñando un ojo, logrando que su hija achicara los ojos.
-No es lo que tú te crees –Masculló indignada por ser todo tan ridículamente rebuscado-. Y estamos en verano -Soltó alzando la barbilla, para volver su mirada nuevamente hacia Alex, quien aún seguía encogido en el suelo sin mediar palabra -. Además, mi ropa está empapada.
Su padre, soltó una leve risita, antes de hablar, guiñándole un ojo a Donovan, aprovechando que su hija no los miraba.
-Bueno –soltó una exhalación profunda y exagerada-, haré la vista gorda, a que fuerais a celebrar de ante mano la luna de miel. Pero tranquila, que no pondré reparos en que el vestido que lleves sea blanco como...
- ¡Qué! –Volvió a prestarle toda su atención al hombre mayor, tras ver que Donovan se inclinaba junto a Alex-. ¡Se puede saber que chorradas te están pasando ahora por la cabeza!
-Querida, el casarse no es ninguna chorrada –Soltó con determinación.
-Ya se, que es un gran compromiso –Frunció el ceño-. Pero yo no me voy a casar por el momento, ni en un futuro lejano –Escupió con amargor.
-Difiero –Soltó cortante Patrick, con mirada desafiante, antes de mirar al pobre hombre abandonado en el suelo y luego, nuevamente a ella, para elevar sus comisuras levemente, al ver la mirada suspicaz de la joven.
- ¡Quién puñetas me explica lo que realmente ocurre aquí! –Arrojó las palabras algo alterada.
-Hermanita –sonrió Steve divertido-, esa pregunta es nuestra, no tuya –Dijo con diversión, cuando Donovan, ayudaba a voltearse un poco a Álex, quien ya no tenía el rostro blanco como la nieve.
-Tío –reía Donovan, al ver como su primo aspiraba profundamente con sus manos aún en sus genitales-, será mejor que te pongas algo ahí abajo, porque éstos días la tienen tomada contigo y tú pene. Llevas ya, tres golpes –Volvió a reír por lo bajo.
-Cállate, no llames más al mal tiempo –Gimió un poco de dolor, apartando sus manos y echando un pequeño vistazo, en su querida zona baja. Para al momento, abrir sus ojos al ver sangre y oír, como su primo soltaba una exclamación.
- ¡Joder, pero si estás sangrando ahí abajo! –Se puso en pie de la impresión-. ¿Pero qué demonios estabais haciendo?
Tres pares de ojos, bajaron por instinto hacia su zona íntima, al escuchar la palabra sangre. Y de los tres, hubo diferentes gemidos.
-Creo vas a necesitar puntos, hijo mío –Soltó con tono de compasión Patrick.
-Hermanita, no te enseñaron que no se debe morder eso –Soltó con gran ironía y sarcasmo Steve.
- ¡Arg! –Gruñó girándose hacia su hermano, para alzar su brazo y darle con el puño en su hombro, soltando parte de su frustración-. ¡Quieres callarte ya, so memo!
-Queréis dejar de decir tantas tonterías –Resopló indignado Álex-. No hacen falta puntos, solo limpiar y desinfectar –Informó mirando por un momento de arriba abajo a Mandy-. Soy veterinario, joder. Y creo me lo hizo con esa pulsera que lleva en el tobillo.
Dicho aquello, Cuatro pares de ojos bajaron a los pies desnudos de la chica, para fruncir el ceño, al imaginarse todos lo ocurrido. Obvio, que Donovan y Steve, no pudieron evitar el soltar unas pequeñas risas.
-Ni de coña, pienso regalarle una de ésas a Silvia –Indicó Donovan.
-Y tú –Dijo un Steve riendo en dirección al veterinario-, deberás quitarle la suya a mí hermana, si no quieres...
-Os recuerdo que me hallo presente –Rebufó con los brazos en jarra Mandy-, Y éste idiota, no tiene ningún derecho sobre mí.
-Cariño, deberías pedirle algo de ropa a Alex, para llevarte al médico –Sugirió su padre, con tono meloso.
-Mira papá –Soltó exasperada-. Aquí, nadie más va a decidir nada. Me voy a poner mí ropa y Steve, me va a llevar a casa.
-Pero... -Fue a protestar el hombre mayor.
- ¡Que no! –Exclamó al final con gran enfado-. Quiero largarme a casa y poder olvidar, todo lo ocurrido aquí ésta noche –Hizo una mueca-. Porque juro, que ha sido la noche más surrealista de mí vida.

-Pero a mí va a resultarme muy difícil tesoro –Señaló su padre.
- ¿Qué? –Frunció el ceño, pudiendo observar como, se les veía algo apurados a los demás hombres-. ¡Pero que puñetas no me estáis contando! –Vociferó histérica, notando como entraba Silvia en el baño con ropa en sus manos.
-Te traje esto –Se la pasó, mirándola a los ojos-. Se os escucha desde el otro lado de la casa –Se encogió de hombros-. Y ésa muda, debió quedarse aquí, cuando desinfectaron mi casa –Carraspeó un poco, mientras observaba como Mandy asentía con la cabeza y empezaba a pasarse la camiseta por la cabeza-. ¿Quieres saber que no te cuentan? –Dijo directa.
-Sí –Respondió de inmediato, desdoblando los pantalones tejanos, para aguantar el equilibrio con una sola pierna, mientras la otra la introducía en el tejano.
-Teníamos que casarnos ésta noche en secreto –Aquello, captó la atención sorprendida de Mandy y Steve-. Pero ahora, no podremos hacerlo, hasta que tú no formalices lo tuyo con Alex.
- ¡Auch! –Fue lo único que pudo pronunciar la joven, al perder el equilibrio por lo dicho de su vecina y caer, entre las piernas de Álex, soltando todos unos suspiros al ver que el chico no volvía a ser golpeado en su zona.
- ¡Joder cariño, pensaba que ibas a escoger mejor tono de persuasión teniendo la profesión que tienes! –Gruñó Donovan, al volver a inclinarse para ofrecerle una mano a la chica, quien aún seguía impactada sin mirar a ninguno de ellos, tras oír lo dicho de Silvia.
- ¡Idiota! –Rebufó Silvia, ante el descuido de su vaquero-. Ya hablaremos luego –Soltó en tono amenazante, con la mirada entrecerraba y observando como su prometido, se sonrojaba momentáneamente.

¿Cuál, iba a ser su siguiente movimiento?
Pensó Álex, molesto por tener a tanto público allí. Molesto, por ver lo que estaba ocurriendo en verdad, en un avance tan importante en su relación. Molesto, porque por fin admitía, querer tener una relación con ella. Molesto, por ser tan imbécil, hasta el momento y haber derrochado aquellos dos años.
Si no hubiera sido tan obcecado con sus ideas y la profesión, que tenía el padre de ella. No se verían en tan ridícula situación.
Era un necio, por aceptar el plan del clérigo. Pero no quería arriesgarse a perderla.
Estaba deseando, poder empezar con ella una nueva vida. Deseando, poder absorber más de ésa personalidad tan fogosa de su pelirroja, que jamás hubiera creído que tuviera.
Su niña, no era tan niña. Tenía un fuerte carácter, y eso, le encantaba... Nunca iban aburrirse.
Ahora, solo faltaba bajarle los humos y hacerle abrir los ojos, para que admitiera la verdad.
Era otra tonta enamorada.

Iba alargar su brazo, para acariciarle el hombro de forma suave, y llamar así su atención, cuando e sorprendió al ver como ésta, rompía de forma escandalosa a reír.
A decir verdad, todos se miraron entre confundidos y sorprendidos, por aquella reacción.
- ¿Estás bien, hija? –Preguntó Patrick con cierta alerta, sabiendo que su hija, podría explotar de un momento a otro.
Mandy, detuvo su risa histérica, para dirigir su rostro hacia el hombre mayor.
-Claro papá –Se acabó de poner el pantalón, bajo la atenta mirada de todos, para alzarse con el reflejo de cierta actitud optimista-. Ya lo comprendo todo –Soltó una risita encantadora-. Todo esto, es un montaje vuestro, bajo tu mando por la preocupación de mi obsesión, en mis amenazas sexuales, por lo pesado que llegas a ser conmigo respecto al matrimonio... -Soltó su perorata, para guiñarle seguidamente el ojo al hombre, quien dio en el mismo lugar un pequeño respingo por las ideas de su hija.
-No se trata de ningún montaje –Soltó con voz dura Álex, al ver con la excusa que quería escaparse la joven de aquel embrollo-. Hazte a la idea, que tú padre nos oficia la boda. ¿Quieres que sea íntima o publica?



1 comentario:

  1. Oh vayaaaaa!!Pobres tanta gente metida en medio y todo tan público, mira que erse malvada...deja que toda esta gente concrete de una vez

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