-¿Tú
abuela, abuela?... –Preguntó despertando su sentido de alerta-. No será tu
bisabuela por casualidad-. Curioseó con cierta mueca nerviosa en el rostro.
Jason
frunció el ceño, al ver el interés despertado en ella.
-Era
mi abuela, mi bisabuela nunca llegué a conocerla en persona pero me contaron
muchas cosas curiosas de ella –Explicó, viendo como la chica abría los ojos al
venirle alguna idea.
-Ahora
te contaré –Dijo con tono ansioso-. Pero necesito que me expliques sin dejarte
ningún detalle, alguna de esas historias.
El
chico aspiró con fuerza, para soltar de forma sonora el aire contenido.
-Hace
muchos años de eso –Se rascó la cabeza, para mostrar una sonrisa cálida-. Lo
que si recuerdo, fue como me miró y me dijo, tras contarle nuestro primer encuentro
en aquella playa –Se giró para retroceder unos pasos hacia el interior y salir con
la cesta de la comida-. Pero mejor nos sentamos a cenar algo y te explico.
-Ahora
no sé si voy a comer algo… -Dijo nerviosa, creyendo que había cierta conexión con
su abuela-. Me hallo muy ansiosa.
Pero
diez minutos después, viendo todo lo que el chico había desplegado en el suelo,
volvió aparecer su apetito ávido,
sorprendiendo al joven con cierta diversión.
-¿Seguro
que puedo darte de comer? –Guiñó un ojo divertido-. No serás como esos bichos
de la película, que no pueden beber agua ni comer a media noche, que sin no…
Rosalie,
achicó los ojos y alzó el dedo corazón.
-Veo
que lo de idiota lo arrastras de siempre y no solo en el futuro.
-Ajá…
-Exclamó con cierto triunfo-. Así que del futuro –Sonrió por haber sonsacado
algo más y viendo como ella volteaba los ojos al cielo estrellado-. Y te soporto
en ese futuro, tratándome de forma tan pedante –Alzó una ceja indagadora.
-Primero
infórmame y luego, te cuento –Siguió sin dar su brazo a torcer e ignorando sus
pullas por el momento.
-Esas
historias que me explicaba, siempre han sido sobre familia mía –Hizo cierta
mueca con los labios-. Pero hubo una noche, que me informó que no éramos los únicos…
Es decir, habían otras familias o dinastías, como decía ella alguna vez –Sonrió
con añoranza-. Que también tenían esas peculiares historias de amor.
-Me
estas recordando a mi bisabuela Simone –Interrumpió, con un trozo de queso a
mitad de camino hacia su boca-. Creo que mi familia es una de ésas.
-También
estaban maldecidas con la magia y el amor –Preguntó con interés.
-¿Maldecidas?
–Repitió con cierta tirantez.
Jason
rió abiertamente.
-Era
una broma –Guiñó un ojo, cogiendo un grano de uva negra, y sin vergüenza alguna
se lo acercó a los labios a ella-. Prueba el queso con el jugo de uva…. Es un
éxtasis de placer para tus pupilas gustativas.
Rosalie,
reculó su espalda hacia atrás mientras miraba al chico con cierta aprensión.
Viendo como éste, rebufaba divertido moviendo su cabeza de izquierda a derecha
pro unos segundos.
-No
me mires mal –Sonrió-. Pero te recuerdo que tú eres mayor a mí…
-¡Ni
hablar! –Protestó completamente indignada.
-Para
mí sí –Se encogió de hombros-. Siempre que te he visto, ha sido con una edad
más… -Hizo una mueca de risueña con los labios-. ¿Madurita?
-Idiota
–Volvió a insultarlo con cierto mosqueo, tirándole el queso a la cara-. En
verdad, tú eres mayor que yo –Éste fruncía el ceño-. Es decir, la diferencia de
edad que tenemos en estos momentos, déjame decirte que es la correcta…
-¿Seguro?
–Preguntó completamente confuso-. Pues aún comprendo menos.
-Ya
te dije que era algo difícil de explicar, que ni yo misma comprendo qué está
ocurriendo –Rebufó con hastío-. Por ello, quiero que me expliques algo más.
Quiero ver que conexión existe.
-Chica
impaciente… -Le guiñó un ojo-. Solo
intento averiguar también un poco más… Veamos, sus historias eran que nuestro
amor era único. Solo que teníamos la suerte de que la magia, nos llevaba hasta
él, cuando rehusábamos de quererlo o aceptarlo… Vamos, cuando uno quería seguir
soltero –Acabó sonriendo, para quedarse un segundo pensando-. Pero también recuerdo,
que me dijo que no era bueno rechazarlo cuando se te imponía. Porque entonces, se
te podía volver en tú contra –Acabó de explicar con un encogimiento de
hombros-. Cuando te vi por primera vez desnuda bajo la luna, se lo expliqué…
-Rió divertido por la cara sonrojada de ella-. Recuerdo que abrió su boca
asombrada, para después sonreír satisfecha y decirme, que si yo en un futuro
iba a ser el que rechazara, tenía suerte de poder salvar ese amor de forma
tardía.
-Mierda
–Masculló por lo bajo Rosalie.
-Espera,
espera… -Se puso en pie de un salto, para mirarla detenidamente-. ¡No me digas
que tú eres mi amor en tardío! –Rosalie solo supo morderse el labio-. ¿Quién de
los dos ha sido el que lo ha rechazado? –Acusó veloz.
OHHHHHH!! ¿Y lo dejas allí? Siempre me haces esto...quiero más y respuestassssssssss! besos bruja mediana!
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