martes, 19 de abril de 2016

Sólo por ti 17- Gaby Ruiz



- Gracias, eres muy amable –rió Beth también cuando Nick le empujó ligeramente.
- ¿Amable? ¡Es insultante que dude de mi inteligencia! –Nick se quejó- ¿quién se deja ahora llevar por la personalidad que se proyecta en la pantalla?
- Tranquilo, yo pienso que eres inteligente –Derek intervino- para algunas cosas, como elegir un buen vino o conducir un auto.
- ¿Qué va a pensar Beth de esta conversación sin sentido? –Mary negó agitando su cabello rojizo- ¿qué opinas de los chicos, Beth?
- Pues que son superficiales –contestó y ellos la miraron sorprendidos- o al menos, esa es la apariencia que quieren dar. Superficialidad y diversión, cualidades interesantes y que encuentro enormemente satisfactorias.
- ¿Lo ven? –Lucian giró hacia ellos- ¡a eso me refería!

- Ya veo –Donovan la miró fijamente- nos insultaste de tal manera que no podríamos responderte de manera inapropiada.
- Muchas veces expreso mis opiniones demasiado pronto. Pero puedo cambiarlas… ¿verdad?
- Alguien que luce tan bien como tú puede hacer lo que quiera –se encogió de hombros Donovan.
- ¿Me has insultado tú? –Beth exclamó con sorpresa- me gustan tus amigos, Lucian –lo miró con una gran sonrisa.
- Gracias, pero no te acostumbres. No me gusta que estén muy cerca de ti –dijo en tono bromista pero con un deje de seriedad.
- No seas infantil –Mary le tomó del brazo- y acompáñame a tomar algo.
- Yo puedo ir contigo –se ofreció Derek rápidamente.
- ¿Tan mala compañía soy? –Beth intervino con una sonrisa calmada- Lucian puede ir sin ningún problema.
- Gracias por la autorización –le murmuró con fastidio y se alejó con una gran sonrisa mientras Mary colgaba de su brazo.
Beth ignoró la incomodidad que le invadió por la cercanía de Mary a Lucian. Intentó concentrarse en la conversación y participar activamente. Encontró que los compañeros de trabajo de Lucian eran encantadores, además de guapos e inteligentes.
Sin siquiera notarlo, se había divertido bastante y el evento llegó a su fin.
Lucian acompañó a Beth hasta la puerta de su departamento. Se apoyó en el umbral de la puerta y sonrió.
- ¿Cómo lo has pasado? –Lucian clavó sus ojos azules en ella.
- Muy bien, después del susto inicial –contestó con sinceridad- no lo vuelvas a hacer Lucian ¿de acuerdo?
- De acuerdo –asintió- igual ya no sería una sorpresa si lo repitiera…
- Tonto –ella lo empujó con suavidad- me gusta estar contigo.
- ¡Finalmente! –Lucian acercó su rostro hacia ella- estaba deseando escucharlo de tus labios –la besó ligeramente.
- ¿Realmente ibas a salir de ahí, sin cumplir con todos tus compromisos si yo te lo pedía?
- Sin duda. No iba a permitir que te fueras sin mí…
- ¿Por qué? –Beth le pasó una mano por la mejilla- de cualquier manera, gracias. Estaba realmente alterada…
- ¿Me creerías si te dijera que no lo había notado?
Beth negó divertida con su cabeza. Lucian era encantador y, por esa misma razón, era muy peligroso. No debía dejar que se acercara demasiado. Podía salir muy lastimada.
- Estoy segura que no tienes la resistencia para cumplir tu promesa.
- Esto se puso interesante. ¿Qué promesa? –soltó divertido.
- La que decía que hablaríamos después de la sorpresa de la noche –le recordó- pero sé qué prefieres ir a dormir.
- ¿Es una invitación, Beth? –replicó con humor.
- Ni en tus sueños, Lucian –Beth rió- me refiero a descansar. En tu departamento –añadió.
- ¿Qué diversión hay en eso? –se burló él, inclinándose para depositar un suave beso en sus labios- buenas noches, Beth.
- Buenas noches, Lucian –le besó nuevamente y él volvió a inclinarse hacia ella- así no terminaremos nunca…
- Tú lo provocaste –dijo- yo debo corresponderte cada beso.
- Bien… -Beth se acercó a él y lo detuvo colocando la palma de su mano en el pecho- Ahora puedes irte, buenas noches –repitió.
- ¿Ya he dicho que me volverás loco? –Lucian preguntó sin humor y suspiró- buenas noches, entonces.
Beth lo miró alejarse mientras sonreía y cerraba despacio la puerta. Después de todo, arriesgarse no era tan malo.
El sonido insistente de su celular le recordó que no lo había apagado. ¿Por qué se había olvidado de hacerlo? ¡Justamente cuando había logrado conciliar el sueño por el desfase horario!
- ¿Diga? –contestó de mal humor.
- ¡Beth! ¿por qué no nos avisaste que llegaste?
- Sylvie, buenos días –le saludó sofocando un bostezo- ¿cómo has…?
- Te he visto con Lucian y no lo creía. ¡Tienes tanta suerte!
Eso hizo que Beth se despertara de golpe. ¿Qué la había visto con Lucian?
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres, Sylvie?
- ¡Estuviste en la premier de la nueva temporada con él! ¿Crees que no nos enteraríamos? Pronto estarás en revistas, por el momento te he visto en las noticias de farándula y hemos comprado algunos periódicos a ver si estás retratada en ellos.
- Oh no –murmuró Beth, llevándose su mano a la cabeza. Había olvidado ese “pequeño” detalle. ¡Aparecería en todos los periódicos de quién sabe cuántas partes del mundo!- ¿no fue nada demasiado relevante verdad? –intentó consolarse- nada que fuera mundial…
- No, no lo creo –respondió Sylvie, pero Beth sintió que no lo decía con seguridad- solo aquí en América, imagino.
- Excelente –contestó Beth sin convicción y suspiró- ¿qué estoy haciendo, Sylvie? ¿me estoy volviendo loca?
- No, Beth. Estás viviendo una aventura. Disfrútala –animó.
- Eso espero –elevó su mirada al techo- realmente lo espero.
- ¿Sabes que el amor nos lleva a hacer locuras verdad? –preguntó Sylvie.
- ¿Qué? ¿Eso qué tiene ver? – Beth inquirió extrañada.
- Nada, era solo un pensamiento que me gustó compartir contigo –rió.
- A veces no tienes ninguna coherencia, Sylvie. Ahora entiendo porque somos amigas –rió también.
- Si así lo crees… -dijo con tono despreocupado- en fin… ¿me cuentas qué pasó ayer? Y no te preocupes, que Julie está conmigo y estás en altavoz.
Beth sonrió y empezó a relatarles paso a paso los sucesos de la noche anterior.
Un par de días le tomó a Beth tratar los asuntos que le habían traído hasta América. Con casi todo solucionado, podía tomarse un receso y decidió que había dejado demasiado tiempo abandonado a Lucian. Iría a visitarlo al set… Él se lo había pedido una vez ¿no?
Además, quería darle una sorpresa. Últimamente había estado bastante ocupado con la filmación de un episodio en particular y pensaba que le vendría bien un descanso a él también.
Lucian supo que Beth había llegado en el mismo instante en que el ambiente cambió. Siguió recitando sus líneas mientras la buscaba con la mirada, disimuladamente, pues se encontraba en medio de una escena. Habían sido varios días sin verla y la extrañaba. Eso hacía que se sintiera temeroso de lo que podía significar pero al mismo tiempo, deseaba no darle demasiada importancia. Al escuchar que pronunciaban el ¡Corte! habitual, la miró directamente y le guiñó un ojo. El rostro de Beth cambió por un instante, suficiente para que él tuviera la certeza de que no era el único que se sentía así. Perdido, confundido y…
- ¡Beth! ¿me extrañaste? –sonrió con malicia, mientras ella intentaba mantenerse serena, como de costumbre- ¿no me das un beso? –pidió y ella arqueó una ceja con arrogancia.

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