- Gracias, eres muy amable –rió
Beth también cuando Nick le empujó ligeramente.
- ¿Amable? ¡Es insultante que
dude de mi inteligencia! –Nick se quejó- ¿quién se deja ahora llevar por la
personalidad que se proyecta en la pantalla?
- Tranquilo, yo pienso que eres
inteligente –Derek intervino- para algunas cosas, como elegir un buen vino o
conducir un auto.
- ¿Qué va a pensar Beth de esta
conversación sin sentido? –Mary negó agitando su cabello rojizo- ¿qué opinas de
los chicos, Beth?
- Pues que son superficiales
–contestó y ellos la miraron sorprendidos- o al menos, esa es la apariencia que
quieren dar. Superficialidad y diversión, cualidades interesantes y que
encuentro enormemente satisfactorias.
- ¿Lo ven? –Lucian giró hacia
ellos- ¡a eso me refería!
- Ya veo –Donovan la miró
fijamente- nos insultaste de tal manera que no podríamos responderte de manera
inapropiada.
- Muchas veces expreso mis
opiniones demasiado pronto. Pero puedo cambiarlas… ¿verdad?
- Alguien que luce tan bien como
tú puede hacer lo que quiera –se encogió de hombros Donovan.
- ¿Me has insultado tú? –Beth
exclamó con sorpresa- me gustan tus amigos, Lucian –lo miró con una gran
sonrisa.
- Gracias, pero no te
acostumbres. No me gusta que estén muy cerca de ti –dijo en tono bromista pero
con un deje de seriedad.
- No seas infantil –Mary le tomó
del brazo- y acompáñame a tomar algo.
- Yo puedo ir contigo –se
ofreció Derek rápidamente.
- ¿Tan mala compañía soy? –Beth
intervino con una sonrisa calmada- Lucian puede ir sin ningún problema.
- Gracias por la autorización
–le murmuró con fastidio y se alejó con una gran sonrisa mientras Mary colgaba
de su brazo.
Beth
ignoró la incomodidad que le invadió por la cercanía de Mary a Lucian. Intentó
concentrarse en la conversación y participar activamente. Encontró que los
compañeros de trabajo de Lucian eran encantadores, además de guapos e
inteligentes.
Sin siquiera notarlo, se había
divertido bastante y el evento llegó a su fin.
Lucian acompañó a Beth hasta la
puerta de su departamento. Se apoyó en el umbral de la puerta y sonrió.
- ¿Cómo lo has pasado? –Lucian
clavó sus ojos azules en ella.
- Muy bien, después del susto
inicial –contestó con sinceridad- no lo vuelvas a hacer Lucian ¿de acuerdo?
- De acuerdo –asintió- igual ya
no sería una sorpresa si lo repitiera…
- Tonto –ella lo empujó con
suavidad- me gusta estar contigo.
- ¡Finalmente! –Lucian acercó su
rostro hacia ella- estaba deseando escucharlo de tus labios –la besó
ligeramente.
- ¿Realmente ibas a salir de
ahí, sin cumplir con todos tus compromisos si yo te lo pedía?
- Sin duda. No iba a permitir
que te fueras sin mí…
- ¿Por qué? –Beth le pasó una
mano por la mejilla- de cualquier manera, gracias. Estaba realmente alterada…
- ¿Me creerías si te dijera que
no lo había notado?
Beth negó divertida con su
cabeza. Lucian era encantador y, por esa misma razón, era muy peligroso. No
debía dejar que se acercara demasiado. Podía salir muy lastimada.
- Estoy segura que no tienes la
resistencia para cumplir tu promesa.
- Esto se puso interesante. ¿Qué
promesa? –soltó divertido.
- La que decía que hablaríamos
después de la sorpresa de la noche –le recordó- pero sé qué prefieres ir a
dormir.
- ¿Es una invitación, Beth?
–replicó con humor.
- Ni en tus sueños, Lucian –Beth
rió- me refiero a descansar. En tu departamento –añadió.
-
¿Qué diversión hay en eso? –se burló él, inclinándose para depositar un suave
beso en sus labios- buenas noches, Beth.
- Buenas noches, Lucian –le besó
nuevamente y él volvió a inclinarse hacia ella- así no terminaremos nunca…
- Tú lo provocaste –dijo- yo
debo corresponderte cada beso.
- Bien… -Beth se acercó a él y
lo detuvo colocando la palma de su mano en el pecho- Ahora puedes irte, buenas
noches –repitió.
- ¿Ya he dicho que me volverás
loco? –Lucian preguntó sin humor y suspiró- buenas noches, entonces.
Beth lo miró alejarse mientras
sonreía y cerraba despacio la puerta. Después de todo, arriesgarse no era tan
malo.
El sonido insistente de su
celular le recordó que no lo había apagado. ¿Por qué se había olvidado de
hacerlo? ¡Justamente cuando había logrado conciliar el sueño por el desfase
horario!
- ¿Diga? –contestó de mal humor.
- ¡Beth! ¿por qué no nos
avisaste que llegaste?
- Sylvie, buenos días –le saludó
sofocando un bostezo- ¿cómo has…?
- Te he visto con Lucian y no lo
creía. ¡Tienes tanta suerte!
Eso hizo que Beth se despertara
de golpe. ¿Qué la había visto con Lucian?
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres,
Sylvie?
- ¡Estuviste en la premier de la
nueva temporada con él! ¿Crees que no nos enteraríamos? Pronto estarás en
revistas, por el momento te he visto en las noticias de farándula y hemos
comprado algunos periódicos a ver si estás retratada en ellos.
- Oh no –murmuró Beth,
llevándose su mano a la cabeza. Había olvidado ese “pequeño” detalle.
¡Aparecería en todos los periódicos de quién sabe cuántas partes del mundo!-
¿no fue nada demasiado relevante verdad? –intentó consolarse- nada que fuera
mundial…
- No, no lo creo –respondió
Sylvie, pero Beth sintió que no lo decía con seguridad- solo aquí en América,
imagino.
-
Excelente –contestó Beth sin convicción y suspiró- ¿qué estoy haciendo, Sylvie?
¿me estoy volviendo loca?
- No, Beth. Estás viviendo una
aventura. Disfrútala –animó.
- Eso espero –elevó su mirada al
techo- realmente lo espero.
- ¿Sabes que el amor nos lleva a
hacer locuras verdad? –preguntó Sylvie.
- ¿Qué? ¿Eso qué tiene ver? –
Beth inquirió extrañada.
- Nada, era solo un pensamiento
que me gustó compartir contigo –rió.
- A veces no tienes ninguna
coherencia, Sylvie. Ahora entiendo porque somos amigas –rió también.
- Si así lo crees… -dijo con
tono despreocupado- en fin… ¿me cuentas qué pasó ayer? Y no te preocupes, que
Julie está conmigo y estás en altavoz.
Beth sonrió y empezó a
relatarles paso a paso los sucesos de la noche anterior.
Un par de días le tomó a Beth
tratar los asuntos que le habían traído hasta América. Con casi todo
solucionado, podía tomarse un receso y decidió que había dejado demasiado
tiempo abandonado a Lucian. Iría a visitarlo al set… Él se lo había pedido una
vez ¿no?
Además, quería darle una
sorpresa. Últimamente había estado bastante ocupado con la filmación de un
episodio en particular y pensaba que le vendría bien un descanso a él también.
Lucian supo que Beth había
llegado en el mismo instante en que el ambiente cambió. Siguió recitando sus
líneas mientras la buscaba con la mirada, disimuladamente, pues se encontraba
en medio de una escena. Habían sido varios días sin verla y la extrañaba. Eso
hacía que se sintiera temeroso de lo que podía significar pero al mismo tiempo,
deseaba no darle demasiada importancia. Al escuchar que pronunciaban el ¡Corte!
habitual, la miró directamente y le guiñó un ojo. El rostro de Beth cambió por
un instante, suficiente para que él tuviera la certeza de que no era el único
que se sentía así. Perdido, confundido y…
- ¡Beth! ¿me extrañaste? –sonrió
con malicia, mientras ella intentaba mantenerse serena, como de costumbre- ¿no
me das un beso? –pidió y ella arqueó una ceja con arrogancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario