miércoles, 8 de julio de 2015

Desvarío Incrédulo





Vosotras diréis todo lo que queráis, pero os aseguro, que no me meto en una máquina del tiempo para sufrir las siguientes barbaridades.
EJ,¿en serio vamos a escribir sobre esto?(Nata)

Yo me apunto a vuestras locuras. Así que sí.... jijiji... Que bien sienta dar órdenes. 


Suerte que vivo en el S.XXI !!!!!


Más de una vez, me he detenido a pensar en como se trata el tema de la menstruación en las novelas de amor. Y ciertamente, hasta hace poco aún era algo tabú y creo porque... 

La pérdida mensual de sangre en la mujer al ser un signo externo y evidente, llamó la atención a los pueblos de la antigüedad. Por tanto no es de extrañar que llevara aparejados temores sociales o personales y también diversas supersticiones. Tal vez uno de los primeros temores inspirados por la menstruación ocurriera en la prehistoria entre los cazadores, ante el riesgo de contaminarse con la sangre menstrual y que pudiese atraer animales aumentando el riesgo de ser atacados.

Estas son algunas de las cosas que se le atribuían a la menstruación: podía curar verrugas, manchas de nacimiento, gota, bocio, hemorroides, epilepsia, lepra, dolores de cabeza... Podía alejar a los demonios , se utilizó como una ofrenda a algún dios y para hacer filtros y encantamientos de amor.

En los siglos XVIII y XIX la "melancolía" se puso de moda. Los casos de depresión y suicidio, cuando sus protagonistas eran del género femenino, se relacionaron con el supremo poder del útero, que actuaba a capricho sobre el estado de la mujer. La mayoría de las autoridades médicas creían que durante el periodo menstrual la mujer estaba especialmente débil y predispuesta a una gran variedad de enfermedades perniciosas.

El misterio del origen de la menstruación comenzó a desvelarse en 1908 por dos médicos de la Universidad de Viena, Fritz Hitschman (1870-1926) y Ludwig Adler (1876-1958).

La primera evidencia que ha llegado hasta nuestros días de qué era lo que usaban las féminas durante la menstruación viene del antiguo Egipto. Los investigadores creen que las mujeres egipcias usaron papiros ablandados y hierbas para producir una especie de tampones rudimentarios de usar y tirar. En la época romana se piensa que utilizaban algodón y lana. Y, en general, en todo el mundo, las pieles de animales fueron usadas para absorber la sangre menstrual.

En 1700 (y mucho antes) las mujeres y los hombres en Europa y América llevaban una camisa larga desde los hombros hasta las pantorrillas, pegada a su piel de día y de noche. Esta era su única ropa interior.

Se casaban muy jóvenes y se usaban pocos medios de anticoncepción. Su misión era tener hijos y se tenían bastantes, por lo que sus menstruaciones desaparecían, obviamente, con cada embarazo. Amamantaban a sus retoños durante bastante tiempo y, por regla general, durante el periodo de lactancia se suspende la menstruación.

Así que no es de extrañar que en los cortos espacios de tiempo en los que tenían el periodo, utilizaran cualquier trapo viejo para absorber la sangre. Esta era al menos la costumbre de las mujeres rurales y de las clases bajas.

Algunos registros escritos alrededor del 1800 sugieren que la ropa interior negra era usada "durante el mes de la mujer".


En el siglo XIX, las mujeres usaban ropa interior con una abertura permanente entre las piernas. Con los vestidos que se usaban entonces, un tipo de ropa interior ideado con el sistema tradicional de tirar de ella hacia abajo a la hora de hacer sus necesidades, hubiera sido muy engorroso.
En este siglo se idearon y registraron diversas patentes para sujetar las toallas sanitarias o almohadillas para el uso de la menstruación.
Un hombre de Chicago diseñó, aunque no llegó a fabricarse, una especie de copa menstrual unido al extremo de un alambre (¡solo un hombre podía diseñar algo así!) la cual a su vez estaba conectada a un cinturón alrededor de la cintura de la mujer.

A la hoguera con él!!! 
Pero antes,le metía el aparatejo por su conducto.
En 1914 casi todas las mujeres usaban toallas sanitarias de tela. Las toallas sanitarias se lavaban y si las mujeres no estaban en sus casas porque estaban de viaje y no podían utilizar las instalaciones donde se alojaban, solían quemarlas en la chimenea de la habitación que ocupaban.
Ya en la década de 1890, en Inglaterra, había quemadores portátiles disponibles específicamente para quemar toallas sanitarias. En esta misma década se podían comprar ya las primeras toallas sanitarias desechables.
Al parecer, fue a las enfermeras a quienes se les ocurrió usar como toallas sanitarias, para contener su flujo menstrual, los apósitos y vendajes desechables que usaban para contener la sangre de las heridas de los soldados. Esta idea enseguida tomó forma y empezaron a producirse manufacturas de toallas sanitarias lo suficientemente baratas como para que su uso se extendiera.
Las primeras compresas con adhesivo aparecieron a finales de 1960. Esto fue algo revolucionario pues las mujeres pudieron empezar a deshacerse de los artilugios que hasta ese momento usaban para sujetar sus toallas sanitarias. A mediados de los años ochenta la compresa con cinturón ya no estaba disponible para su venta.

Interesante, no conocía la historia.

CURIOSIDAD:
- Disney hizo una película educativa sobre la historia de la menstruación. Dura 10 minutos y se hizo en 1946. Lo más probable es que sea la primera película en la que se diga la palabra vagina.
(EXTRAÍDO DER.N.R)
 ¿Disney, En serio? ¡VAYA! Esa no la sabía
Me toca a mí, Nata y de color rosa sólo para molestar a mi sis mediana. 
Primero, ha sido muy educativo EJ, no sabía mucho de lo que has contado, es raro como uno da por sentado ciertas cosas.
En cuanto al pasado y nuestro ciclo menstrual...
Debo decir que cada vez que leo novelas históricas pienso en los antibióticos,  herramintas de escritura ( desde una notbook hasta mis cuadernillos y lapiceras) fósforos y en cosas como sábanas suaves, jabón, cepillo de dientes, papel higiénico y....las toallas femeninas!
Lo que termina haciendo que decida que ir al pasado suena bonito en novelas pero ni loca cuenten conmigo para la realidad...Me gusta la vida moderna
Y ciertamente la mayoría de las novelas de viajes en el tiempo lo ignora...Sólo recuerdo en una novela de Lynn Kurland ( no por nada la reina de los viajes en el tiempo), era una de la saga Macleod, donde no sólo ella sufría el no tener las comodidades modernas, sino que padecía horribles cólicos y tenía que darle clases a un escosés medieval preocupado sobre el ciclo menstrual femenino. Fue muy divertida además de tierna, porque reflejaba la ignorancia masculina sobre el tema, pero también es admirable como cuida de ella tan atentamente.
No recuerdo el nombre...ya la buscaré , lo prometo... 
Y en el resto de las novelas, pues parece que como efecto secundario de un hombre medieval enamorado te olvidas de las comodidades 


PD: sobre nosotras y los viajes en el tiempo ( ventajas y desventajas)hemos mencionado antes  algunas cosas 
Viajes al pasado y obsesión por FAITH
Viajes en el tiempo-Lynn Kurand

Y ahora, os preguntaréis a qué diantres viene éste desvario. Pues muy sencillo, es por culpa de éste artículo que me encontré en un periodico. LEandlo y opinen.... 

Barcelona. (Redacción).- La menstruación sigue siendo un obstáculo para muchas mujeres y aunque el mercado esté lleno de distintos productos para afrontarla, todavía hay quienes no encuentran su mejor método. Compresas, tampones y copas menstruales compiten por ser la mejor opción para que la población femenina afronte el período. Pero, ¿y si existiera una alternativa más cómoda, higiénica y a la vez atractiva de usar? Tres feministas neoyorkinas han revolucionado el mundo creando una línea de lencería especial que evita tener que usar tampones y compresas.

La idea parece de lo más obvia pero hasta el momento nadie había dado con ella. Miki Agrawal, su gemela Radha y Antonia Dubar son las fundadoras de Thinx, una nueva firma de ropa interior que tiene como objetivo cambiar el modo de afrontar la menstruación de las mujeres. La marca se compone de tres modelos de prendas inferiores -un tanga, una braga y un culotte- confeccionadas con una serie de capas de texturas especiales que tienen la capacidad de absorber dos veces más que cualquier tampón o compresa y neutralizan el olor.

Tras usar la prenda, tan solo hace falta lavarla en agua fría y en un programa de prendas delicadas y estarán listas para volverse a usar. Cada modelo tiene una capacidad de absorción, de modo que desde Thinx recomiendan que cada usuaria pruebe dónde están los límites de su flujo. Además, el producto es totalmente higiénico ya que todas las piezas incluyen un aplique de plata anti-microbios que se teje entre las fibras y que elimina las bacterias.

Este proyecto no solo se orienta a mejorar la vida de las mujeres en general. sino que, en particular, también lucha por garantizar una mínima calidad de vida a las mujeres de Sri Lanka. Así, toda la producción se realiza en este país asiático con el fin de dar oportunidades de trabajo justo y empoderar a la población femenina.

Las prendas, disponibles en tono negro y nude, se caracterizan por tener un diseño atractivo que las hace fáciles de llevar. Su precio oscila entre los 24 y los 35 dólares, según el modelo, y se pueden adquirir a través de su tienda online.

 Crean una lencería especial para no tener que usar tampones ni compresas

Crean una lencería especial para no tener que usar tampones ni compresas


1 comentario:

  1. ¿Y ese final sobre la ropa interior? No lo recordabaa..jjaja , en serio que fue un desvarío

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