Tardó
un poco en salir de su estado de confusión, para reaccionar de forma exagerada
ante la mujer.
-¡Llevo
horas buscándote! –Increpó con consternación-. ¡Se puede saber por dónde has
ido!
Simone,
solo supo guiñarle un ojo a la chica, para seguir mirando al hombre con gran
interés. Quien a su vez, hacía lo mismo con las dos.
-Ya
me creo que llevas rato buscándome –volvió hablarle con cierto humor-, si te
has tenido que quitar las sandalias por desgastar la suela -Rió, consiguiendo
que los dos bajaran sus miradas a los pies desnudos de ella-. No me presentas a
tu amigo –Indicó alzando una ceja y con sonrisa torcida en los labios.
-Jason
Diamond –Dijo medio distraído él mismo, al tiempo que bajaba la mirada a los
pies de la joven y fruncía de inmediato el ceño.
Mientras
que Rosalie, no pudo evitar el sonrojarse un poco por ir de aquella guisa, en
un hotel de aquella categoría.
-Vaya
–Soltó Simone con encanto-, un placer conocer al dueño de tan precioso hotel –Indicó
con cierto brillo de diversión, al ver como el hombre estaba inmerso en la
joven.
-Yo…
-No sabía cómo explicar el porqué no llevaba sus sandalias, pero lo que dijo su
abuela la sorprendió más-. ¡Cómo! –Sus ojos mostraban horror-. Eres el…
Pero
no le dio tiempo a decir nada más, cuando una vez más, éste volvió a
sorprenderla.
-Un
segundo –su rostro era completamente de confusión-, llevas la misma ropa que el
día que me sacaste del agua.
-¡Qué!
–Exclamó ella dando un pequeño salto de incredulidad.
Pero
ninguno hablaba ahora, ni se movía un ápice. Solo se miraban a los ojos,
buscando cada uno una explicación a lo que acababan de descubrir. Sin
percatarse siquiera, de cuando sonó la campanilla del ascensor, avisando de la
llegado a su destino seleccionado.
Ni
tampoco, de cómo Simone sonreía divertida, justo antes de dar los pasos justos
y necesarios para salir del elevador, antes de que ella despertara de su
atolondramiento.
-¡No!
–Exclamó de pronto Rosalie, al ver desaparecer a la mujer mayor tras las
puertas de acero-. Espera, dame una explicación de… -Las puertas se cerraron y
el elevador volvió a emprender la marcha hacia arriba-. Mierda –Masculló enfadada
a las puertas de acero, viendo en ellas el reflejo del hombre con la mirada
fija en ella.
Se
giró a él nerviosa, sin saber cómo actuar. Pues ahora estaba más confusa. No
salía de su asombro, al descubrir que el dueño del hotel, era el joven chico de
la noche del baile y a su vez, el joven surfero.
Ahora,
entendía la increpación de él.
Detuvo
sus especulaciones, cuando observó como éste alargaba una mano y le tocaba la
ropa.
-Tus
ropas están húmedas… -Dijo con tono absorto.
Su
corazón, ya mismo explosionaba por la aceleración de su sistema nervioso. Éste,
estaba comenzando atar cabos.
Estaba
llegando a la conclusión, de que lo qué vivió en su adolescencia, lo acababa de
vivir ella.
Necesitaba
aire, allí dentro estaba comenzando asfixiarse.
-Ahora
caigo –Siguió hablando, a medida que su cerebro iba juntando las piezas de puzle-.
Hoy es dos de Agosto… Los dos encuentros contigo, han sido en la misma fecha.
Maldita
sea, como la dejaba en aquel lío aquella loca. Que se suponía qué podía
explicarle al hombre, de lo que ocurría en su familia.
-¿No
tarda mucho el ascensor en volver a subir? –Preguntó con tono precavido y abanicándose
con las manos-. Noto que me falta el aire.
-¿No
eres ninguna ninfa, verdad?
-No,
por dios –Rió nerviosa. Tenía que salir de allí.
-Sabes el tiempo que llevo creyendo… En verdad
no se qué creer… -Rió también-. ¿Entonces qué puñetas eres?
-¡Cuando
va a detenerse éste maldito ascensor! –Gruñó furiosa, abanicándose aún con más
desespero.
Jason
solo supo encogerse de hombros.
-Dímelo
tú –Hizo un gesto con su cabeza hacía el panel electrónico-. Ahí pone que vamos
por la planta veinte –Rió-. Y que yo sepa, mi hotel solo tiene ocho plantas.
-¡Qué!
–Gritó alarmada yendo hacia el dichoso panel.
OMOOOOOOOOOOOOOOOO! Qué emocionante capi...¿y ahora? ¿Piso 20? ¿Dónde vannnnnnnnnn? Quiero mássssssssssssssssssssssssss..olvídate de trabajar...ESCRIBEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
ResponderEliminarohh!! pero que maravilla! estoy leyendo algunas historias no terminadas del blog, y esta está muy muy muy interesante, intrigante y emocionante
ResponderEliminarMuchas gracias guapa. Espero no te importe que vaya como cuenta gotas... jiji
Eliminarbesos