- ¡Fernando, mi amor! -Caro lo abrazó con ternura- Pensé que no lo recordarías… -exclamó refiriéndose a su primer año juntos.
- Caro… sabes que lo eres todo para mí
¿cierto? -Fernando dijo dejando a un
lado por primera vez su seriedad habitual-
Yo haré de todo por ti…
- No necesitas hacer de todo, Fer. Solo estar aquí…
- Siempre Caro…
- Te amo…
-estaba realmente emocionada con el ramo de rosas y un peluche
precioso- Adoro los peluches y las
rosas… todo lo que venga de ti -Caro era expresiva por naturaleza pero
Fernando generalmente era muy serio… excepto cuando estaba a solas con
Carolina… ahí él no necesitaba máscaras.
- Ven, mi niña… tengo algo más para ti…
Danna
terminó las compras y se sentaron con Caro en una mesa de un pequeño café.
- ¡Estoy exhausta! -Danna miró todas las bolsas- Tengo que llamar al chofer
- Seguro.
¿Quién sino llevara todo eso?
Creo que te has excedido… -Caro
miró nuevamente a su alrededor- …un poquito.
- Es poco.
Quiero que la fiesta de Beth sea muy bonita.
- Eso sin duda.
Las fiestas de cumpleaños que organizaste estos años eran
excelentes -Caro sonrío y tomó un sorbo
del zumo que le sirvieron.
- Gracias.
Y ahora si… ¿cómo es Flavio? -Danna dijo curiosa.
- ¿Cómo es?
-Caro le restó importancia- Es un
hombre italiano que trabaja de profesor…
- Eso no tenías que decirlo -espetó sarcástica- obviamente es un hombre o me asustaría que te
fijes si no lo fuera -soltó una risita-
lo lógico es que sea italiano si estás en Italia… y si es tu colega, a quien
conociste en el instituto… ¿Qué sería sino profesor? -culminó riéndose.
- Buen punto
-admitió Caro sonriendo- Bien, es
un hombre… guapo. No, guapísimo -añadió bajito- ¡Danna, deberías conocerlo! -solo recordar aquel hombre tan seguro, esa
voz seductora… sus ojos… - ¡es profesor de música!
- ¿Con qué músico eh? -estaba emocionada por su amiga- Quiero conocerlo… ya me has dejado con la
duda. ¿Guapísimo? -Danna simuló pensar- ¿De qué tipo?
¿Cómo mi Leonardo, Sebastien, Stefano?
-empezó a nombrar a los hombres más allegados a ella.
- Hummm…
-Caro se puso a meditar- Tiene
ojos verdes intensos, cabello algo ondulado… rebelde… -sonrió recordando- unas pestañas increíbles… y unos labios… es
un sueño de hombre…
- ¿No que no?
-Danna murmuró conteniendo la risa-
Me alegro que hayas encontrado alguien tan… encantador.
- No, encantador no es la palabra… es mucho
más…
- ¿Qué haremos contigo mi Caro? -bromeó Danna al ver como los ojos de su
amiga se iluminaban- Espero que sea el
indicado…
- Si, yo también… -susurró aunque muy dentro de ella, su
corazón se rebeló ante ese deseo… porque… el hombre indicado ya lo había
conocido hacía muchos años…
- ¡Cómo ha pasado el tiempo! -exclamaba Danny sorprendida- Yo aquí deseando unas lindas vacaciones y tú
sigues con Fernandito…
- Si… cada día amo más a Fernando. Cuando no está a mi lado… ni quiero
imaginarlo -a Caro le recorrió un
escalofrío con la sola idea- Tantos años
juntos…
- Siempre que seas feliz Caro… yo soy feliz
contigo -afirmó Danny sonriendo.
- Gracias amiga. Sé que tú eres feliz conmigo… que aprecias
mucho a Fer…
- Seguro ¿y qué tal tus vacaciones? -Danna recordó que Caro una vez más había ido
a vacacionar con Fernando y le llegaron comentarios de un hombre muy guapo
acompañándoles.
- Buenísimas.
Me divertí muchísimo. Conocí a un
chico muy guapo, amigo de Fer… ¡te lo presentaré!
Varios veranos más habían
transcurrido y cada día Fernando y Caro se sentían más felices, plenos… se
complementaban mejor… ya ni siquiera
había malentendidos entre ellos… sin
darse cuenta… habían pasado ocho largos años juntos. Y… la relación se había vuelto monótona. La emoción del primer beso se había esfumado…
la magia de su primera vez ya no la recordaban… los encuentros apasionados y a
escondidas habían perdido sentido… ¡Ya
nada era igual! Y todos empezaron a
decirles que inevitablemente su relación iba encaminada al matrimonio… en
realidad… ya se habían convertido en un matrimonio… solo les faltaba firmarlo.
- Yo no voy a casarme -negó Caro una vez más.
- Ni yo lo quiero. Soy muy joven… -reflexionó Fernando.
- ¿Qué vamos a hacer Fer? -Caro lo miró con preocupación- ¿Crees que…?
- ¿Crees que es hora de hacerlo? -le preguntó Fernando que la conocía tan bien
que sabía a qué se refería.
- Me desgarra el alma pero…
- Es lo mejor…
-afirmó él con seriedad y una profunda tristeza.
- Fernando ¡te amo! -Caro le dijo con lágrimas en los ojos- Jamás voy a olvidarte ¡escuchaste! -le gritó sin querer- ¡lo eres todo para mí!
- Siempre Caro…
-habló él con seriedad pero… sus ojos estaban brillantes y su voz
siempre segura vacilaba- Yo… siempre te
amaré -pronunció diciéndole por primera
vez, en todos esos años, abiertamente que la amaba- Te amo…
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