Capítulo 2
- El piso está muy bonito… -admiró Danna dando una vuelta nuevamente por
todo el lugar- Creo que es un buen
comienzo.
- Si ¿verdad?
Me encantó desde el primero momento…
- Y ¿qué tal los vecinos? -Danna preguntó fingiendo desinterés.
- Aún no los conozco… pero se por donde viene…
así que mejor ahí lo dejamos Danny…
- Ja… ni creas que con eso me harás
callar… -Danna le sacó la lengua- pero
ya verás cuando llegues a tu nuevo empleo.
Te atormentaré hasta que te ligues a uno de esos chicos guapísimos que
seguro tendrás por compañeros…
- ¿Cómo sabes que serán guapísimos? ¿Los has conocido ya? -preguntó con tono irónico Caro- ¿O eres vidente?
- ¡Qué graciosa! Jajaja… mira como me haces
reír… -le replicó en idéntico tono
Danna- No los conozco pero he conocido
suficientes hombres de aquí para saber de lo que hablo…
- No creo que le gustaría escuchar esa
declaración a tu amado esposo…
- Si no he dicho nada malo… -Danna puso rostro angelical- he conocido a
muchos hombres… partidos perfectos para ti…
- Ya te estabas tardando… -Caro meneó la
cabeza- no estoy interesada…
- Eso lo dices ahora… ya verás cuando los
conozcas… -Danna sonrió.
- Si… espera sentada entonces porque no pienso
darte el gusto…
- Hasta que te brotó la rebeldía nuevamente…
Gracias a Dios –bromeó.
- ¿Ahora la graciosa eres tú? Danna se que quieres lo mejor para mí… pero
por favor… ¡deja de intentar emparejarme! –Caro replicó con impaciencia
logrando tan solo que su amiga sonriera aún más- ¿Qué?
- Nada…
-Danna se alejó caminando hacia la puerta- Nos veremos en la fiesta
entonces. Buena tarde.
- Oh no…
-Caro intentó detenerla- no te vas a ir hasta que me digas que nuevas
maquinaciones están pasando por esa cabeza… ¡Danna! -gritó pero ella solo alzó la mano en señal
de despedida y se marchó en el auto.
***
Era
el primer día en su nuevo empleo. Saludó
sonriente a todo el personal que le daba la bienvenida. Eran en su mayoría personas bastante maduras…
con excepción de dos mujeres.
- Mucho gusto.
Mi nombre es Carolina Rivas -miró
a su alrededor- la nueva profesora de español.
Se
fueron presentando amablemente. Cuando
estaba a punto de marcharse llegó un hombre…
- Disculpen la tardanza. El tráfico estaba terrible –dijo sin mirar a
nadie en particular- Soy Flavio Salvatore –pronunció dirigiéndose a Carolina,
ya que después de una breve mirada alrededor había reparado en ella- profesor
de música.
-
Un gusto señor Salvatore -Caro miró al
hombre guapo que se erguía ante ella.
Tan seguro y algo despeinado por la prisa- Carolina Rivas.
-
¿Te importa que te tutee? –preguntó Flavio y ella negó- Llámame Flavio entonces… ¿señorita
Rivas? -vaciló al formular lo último.
- Carolina… puedes llamarme Carolina, Flavio
–ella sonrió y cuando estaba a punto de irse reparó en que una de las maestras
jóvenes se acercaba.
- ¿Carolina? Soy Lauren -la joven sonrió- ¿deseas comer con nosotros
en el receso? Generalmente somos Flavio,
Camille y yo.
- Por supuesto.
Ahí estaré entonces -Caro le
devolvió la sonrisa- Gracias por la invitación.
El
instituto era grande en verdad. Tenía un
toque de disciplina en el aire pero las muchachas con sus coletas y pulseras
extravagantes relajaban el ambiente.
Hasta el momento había impartido dos primeras clases con diferentes
años: la variedad de estudiantes era sorprendente, considerando la exclusividad
de aquel colegio.
Se
dirigió a la cafetería y divisó a Lauren.
Al sentarse se fijó en que Camille parecía especialmente molesta.
- ¿Estuvo pesada la clase? -Caro se dirigió a Camille intentando ser
amable.
- ¿Me lo dices a mí? -Camille se mostró ofendida- Disculpa, pero no es mi primera clase. Yo sí tengo experiencia.
- Ah… está bien
-Caro estaba sorprendida por la actitud grosera de la mujer que acababa
de conocer.
- No le hagas caso. A veces Camille no mide lo que dice… -Lauren le sonrió.
- Sí… es una maleducada niña mimada -dijo Flavio mostrando una sonrisa cargada de
ironía- Es mejor dejarla.
- No seas así, Flavio -Lauren lo regañó- Mejor cuéntanos Carolina
cómo es qué terminaste aquí… todos tenemos historias que contar…
Caro
sonrío. La rubia y menuda Lauren era muy
divertida y hablaba tan animadamente.
Por un momento añoró ser así… despreocupada y bromista… como lo había
sido… hace tanto tiempo… parecían siglos…
- Danny soy oficialmente la novia de
Fernando -decía Caro emocionada.
- ¿Te lo pidió? Ya era tiempo… Se conocen hace
tanto…
- Desde siempre, Danny. Fer es un sueño hecho realidad…
- Se ve que estás ilusionada…
- No, Danny.
Es mucho más que eso… estoy enamorada –dijo convencida y con tal
seriedad que se quedaron en silencio por un largo instante.
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