¿Las leíste en alguna novela?

Bien, en la entrada que traigo hoy o más bien desvarío, vengo a exponer unas pequeñas cositas cotidianas que suceden día a día, tanto en hombres como mujeres. 

Cosas, que tras haberme leído más de mil historias de amor, nunca las he visto plasmadas en el papel. 

Vayamos a por uno de ellos:

Lo se, a ninguna mujer le gusta admitirlo pero de suceder bien que sucede.

Nos tiramos pedos.

Y sabéis que es verdad, por mucho que lo llaméis flatulencias, gases, cuescos, etc... Sucede.

Y hay que admitir, que a la mayoría de la población le suele ocurrir más, cuando se halla tumbado en la cama con el cuerpo y mente relajados.

Lo que yo venía a indicar, es que  muchas de las novelas que devoramos, existe un momento o situación en la que uno de los protagonistas, se halla despierto en el lecho observando a su pareja dormir...

!Y nunca ha salido, que a la bella durmiente o caballero durmiente, se les escapara uno!

Incluso cuando se hallan en la cama, aún sin dormir en diferentes casos, nunca he leído que la protagonista deba apretar los dientes para que no se le escape uno. 

Otro caso:

¡El maldito bello femenino!

¿Siempre se hallan las jóvenes preparadas? 

Porque en la mayoría de las novelas, la protagonista no es que se halle sobrante de dinero, para hacerse la depilación permanente. Digo yo, que en algún momento, tiene esa medida de pelitos que si acaricias raspan como la barba de un día, y que hasta que no crezcan más no puedes atacar para su eliminación... 

Cuantas hemos sufrido, de intentar que cuando llegara el fin de semana siempre estuviéramos con piernas lisas, por si sucedía algo la noche en que salías de copas. 

Y cuando llega el veranito.... No lo escondáis, algunos días llevamos ropa larga que nos cubra, porque ya se vislumbran los muy condenados. 

Y por último, aunque hay miles de puntos. La sequía de sexo durante la menstruación:

Esas novelas de harlequin, donde por venganza o cualquier otro motivo, se ven juntos por un mes o más... ¿Acaso tienen todos los días sexo?

¡Venga ya y un carajo!

Me gustaría leer una, en donde ella debiera negarle un buen revolcón o simple sumisión en las sabanas por culpa de la peliroja. ¿Qué se supone que harían? Dormir separados, jugar al parchís y al menos se van comiendo mutuamente algo... JAJAJAJA 

Bien, si se os viene alguna otra cosa, indicarlo... Así, puede que vaya tomando nota para futuras historias jejeje.

Muchos besos