miércoles, 2 de abril de 2014

Deberes De Princesa 23


En todo momento, observaron como no paraban de traer cosas para las celdas. Desde alfombras a cortinas y cojines, sumando bastantes mantas. Aquello parecía que iba a convertirse en una tienda campaña árabe.

La encargada de aquel pequeño grupo de trabajadores, miró hacia la heredera que se hallaba sentada en un rincón, sabiendo que le resultaría inútil pedirle ayuda. De modo, que se giró hacia Kenan con ojos desafiantes, logrando que éste alzara una ceja con gesto inquisitivo.


-Hay que colgar éstas dos cortinas –Indicó con los brazos en jarra.
-¿Y? –Cuestionó con burla.
La mujer soltó un suspiro exasperado.
-Yo las ato en estos barrotes –Señaló cogiendo una de ellas y comenzando a anudarla al hierro-, y usted, uno en la argolla que hay en esa pared –Meditó un segundo estudiando el lugar-, y el otro en los primeros barrotes de la otra celda.
-¿Qué se supone que quiere lograr con éstas telas? –Quiso saber antes de mover un dedo.
-Dos espacios íntimos –Concluyó con suma satisfacción-. Uno para sus necesidades –Ante aquello, Kenan volvió alzar una ceja para asimilar la información-. Y el otro, para utilizar en él las alfombras, cojines y mantas, como un lecho para que puedan pasar la noche.
-¡Disculpa!
Exclamó Paulette incrédula e histérica.
-Estáis para ingresaros en un puñetero manicomio –Gruñó fulminando desde el fondo a la chica-. No pienso mear tras una cortina en un rincón mugriento. Y segundo, olvida que no pienso pasar aquí la noche. 
-Habría resultado más práctico y cómodo, unas simples tiendas de acampada –Observó Norah pensativa.
-Cierto –Apuntó la joven-, pero lo querían con efecto inmediato.
-¡Se puede saber de qué lado estas! –Acusó Paulette a su amiga a pleno pulmón con gran enfurruñamiento.
-No me chilles –La miró desafiante-. Solo era una observación, no podemos hacer nada aquí encerradas. Ganan mí madre y tú tía.

Ante aquello, Paulette solo supo soltar un gruñido y sentarse también en un rincón con la misma actitud que Jacqueline. Mientras que los dos hermanos se miraron por un momento, para apoyarse con una tímida sonrisa. Después, cada uno se dirigió al responsable de cada celda, para proceder con el montaje de las cortinas.
Cuando un rato después terminaron, miraron el resultado algo optimistas por como había quedado. Verdaderamente, pinta celda ruinosa ya no tenía.
Los suelos de cada una, se hallaban cubiertos en la parte central por grandes y gruesas alfombras, con montones de cojines alrededor de un pequeño cajón de madera, que hacia de mesa con un par de candelabros y sus respectivas velas.
Tras la primera cortina, había un espacio de metro y medio aproximado de ancho, con varias alfombras más sobre puestas y una manta doblada en un rincón, con un par de cojines. Obvio, que aquel espacio estaba destinado para dormir.
Satisfecha con su labor, la joven se sacudió las palmas dando por finalizado su labor.
-Bien, ahora solo me falta ir a la cocina a buscar las cestas preparadas –Comentó de forma satisfactoria en voz alta.
-¡Esto no es un puñetero picnic! –volvió a gruñir Paulette con mirada asesina, observando detenidamente el cambio que había sufrido el roñoso lugar.
Pero solo fue observada por casi todos unos segundos, sin nadie responder ante aquel ataque verbal.
Kenan, tras observar como la joven se había marchado para buscar lo último, se giró a observar a su guardaespaldas. Quien al ver que estaban nuevamente solos, volvía de hacer intento de ponerse en contacto con el chófer, a través del pinganillo. Y al rato, le hacia un movimiento negativo de cabeza.
Solo podía ocurrir una cosa para que el chófer no respondiera, y todo apuntaba a alguna treta de Emmanuelle. Así que mejor iban haciéndose a la idea de pasar la noche allí.
Como también iba a tener que hacerse a la idea Jacqui, de que pensaba aclarar las cosas de una vez por todas. Y le daba igual que fuera en aquel lugar. Se acababan las tonterías. Ya estaba más que harto de que todo el mundo les quisiera controlar la vida.
Se giró a observarla, para llevarse la sorpresa al verla con la mirada puesta en él. Pero de inmediato esta bajó su cabeza nuevamente entre sus rodillas, pero sin evitar el que captara su sonrojo por ser pillada infraganti.
Con sonrisa felina, decidió acercarse para el ataque. Creía haber vislumbrado un gesto, como indicador perfecto a que ella se hallaba casi abierta a las explicaciones.
¡Maldita sea!
Gruñó para sí misma, cuando Kenan la pilló observándolo. Había ocurrido de forma inconsciente, al pensar en sus palabras anteriores.
¿Podría ser que estuviera equivocada respecto a él? Pero si aquello resultaba ser cierto, entonces significaba que él… Que ellos…
Interrumpió de forma brusca sus conclusiones, cuando captó un movimiento enfrente de ella.
-No te gustaría ponerte algo más cómoda –Le sugirió con gentileza al haberse acuclillado enfrente de ella.
-Ya estoy sentada –Respondió con mordacidad sin alzar la cabeza-. Creo que eso define tu sugerencia.
Kenan solo supo sonreír ante las palabras retadoras de ella. Pero las penas se habían acabado. No pensaba implorar ni suplicar.
-Por las buenas o por las malas, aunque me llores vamos a hablar –Acató de sopetón con tono duro, logrando frenar la respiración de la chica que alzó la mirada sorprendida, sin contar como las dos instigadoras de la celda contigua, casi se fusionaban con los barrotes al aproximarse y mirarlo con cierta furia.
-¡Déjala en paz! –Gruñó Paulette-. Y vete a buscar otra victima a la que embaucar.
-¡Oye! –Protestó Norah a su amiga por aquel comentario-.  Es mi hermano.
-Y creo que te hallas de su lado –Acusó la joven enfurruñada.
-¡Pero tú te oyes las tonterías que estas soltando! –Le replicó alzando la voz.- Te recuerdo quien tuvo la idea de acudir a la televisión.
Los ojos de Jacqueline, se entrecerraron un poco ante la discusión de sus amigas. Pero a él le importaba un rábano, lo que ocurriera en la otra celda. No iban a poder interrumpirlos por hallarse separados por los duros barrotes.
Y daba gracias a dios por ello.
Con movimiento repentino, se alzó a la vez que pasaba un brazo bajo las rodillas de ella y otro, alrededor de su cintura.
Sin esperárselo, en menos de un suspiro se hallaba el hombre de pie con ella entre sus brazos y caminando hacia la primera cortina.
-Bájame –Masculló forcejando un poco.
-No –Respondió con media sonrisa en los labios.
-¡Ordeno que me bajes! –Le gritó furiosa.
Kenan solo supo bajar la mirada y guiñarle un ojo, antes de ocultarlos a los dos de la mirada curiosa de los demás prisioneros, quienes se hallaban en silencio por la sorpresa de su contra ataque.
-¡Qué demonios te propones! –Le demandó entre dientes sin dejar de revolverse entre sus brazos.
Éste, chascó la lengua divertido.
-Acabar con lo que me había propuesto ésta mañana en mí casa, cuando me salí de la cama para ir hacer algo de comer –Confesó con sinceridad.- Antes de llevarme la amarga sorpresa, de descubrir que huiste como una cobarde.
-Perdona –Soltó en un grito histérico. Pero callándose cuando con suma velocidad, se vio recostada en las mullidas alfombras y a Kenan, encima de ella presionando su pelvis contra la de ella-. ¡Muévete, cerdo! –Ordenó en un insulto tratando de liberarse.
Pero era inútil todo esfuerzo que hiciera, éste resultaba ser más fuerte que ella. Y conocedor de grandes técnicas de retención, cuando lo vio sonreír con calma antes de acercar sus labios a su oído.
-¿Quieres que me mueva? –Le susurró con tono ronco-. Bien, acataremos tus órdenes.
-AH… -Gimió de forma ahogada Jacqui, cuando éste comenzó a besarla en la base del cuello en dirección a su oreja.

-Vamos princesa –Volvió a susurrar, dando un pequeño mordisco en su oreja-. Dame otra orden.

11 comentarios:

  1. NOOOOO. No puedes dejarme así... quiero más y más... nunca pense que Kenan usaria esa tactica,pensé que le iba a decir con palabras lo que sentia por ella. quiero mas de todas sus historias, gracias por todo.

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    1. Yo también creí que éste se confesaría. Pero jolines, pobre la chica que puso todo tan bien dispuesto ¿No? jejejeje

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  2. Yo también quero más y se me ocurren un par de órdenes que darle a Kenan..."SIGUE" sería la primera....gracias brujis extrañaba a estos dos...una celda nunca me resultó tan tentadora!!!
    Besos

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    1. Creo que al final me haré decoradora de interiores. Voy abandonar mi ortiga blanca jejeje

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    2. Mmm decoradora de celdas?? No te lo recomiendo, jajajaja

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  3. jajajjajajaja, que buena!!!...ese Kenan es el tipo de hombre que necesito...jajajajjaja....muy buena, pero muy cortita! quiero mas!!!!

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    1. Como siempre, me apareces de sopetón y dando ordenes. Y no me creo que digas, que necesitas ese hombre. Cuando en las fotos siempre sales bien acompañada por el sexo masculino listilla!!!! jeejje

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  4. Señor, señor... que interesante se esta poniendo jijijiji. Y estoy de acuerdo, fue muy corta jijijiji

    Gracias EJ

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    1. creo que al final, os voy hacer contar cada una de las palabras de los comentarios. Para que veáis, que todas van por casi un igual, jajajajja

      Gracias Yola, por aparecer por aqui. Un besito

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. En lo mas interesante me dejaste, hasta bien comoda me puse para leerlo y me dejas ala mitad :(

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