martes, 18 de febrero de 2014

Pequeña Leona 21°


A la mañana siguiente, cuando Bastian llegó a trabajar, se acercó a su escritorio.
-Pásame tu calendario , Leoncito.- dijo él y ella elevó la ceja mirándolo con desconfianza.
-¿Qué quiere?
-Pásamelo, - dijo y ella le entregó el calendario que tenía en el escritorio. Él sacó un post it rojo y lo pegó  en una de las hojas.

-¿Qué es eso?- preguntó.
-Día importante- dijo él.
- Su cumpleaños ya pasó….- dijo ella pensando en qué podría tener tanta importancia para Cavendish.
-Frío, frío…es la reunión anual de directorio de nuestra empresa. Siéntate, leoncito…
-Estoy sentada, ¿de qué está hablando?- dijo ella mirándolo intrigada.
-No quiero que sufras un shock…
-Hable de una vez, estaba  trabajando hasta que llegó, ¿lo sabía?
-Justamente, esa fecha es importante Leoncito. Así que tendremos mucho trabajo hasta entonces….
-¿Trabajo? ¿Va a trabajar en serio?
-Sí, ves que es bueno que estuvieras sentada…
-Ver para creer- dijo ella con tono mordaz.
- Lo verás, lo verás…mujer de poca fe-dijo él  y Leonora lo detuvo antes de que entrara a su oficina.
-¿Quién era esa mujer de ayer? – preguntó sin poder evitarlo, había estado pensando en ello toda la noche.
-Una amiga…
-Es que no se parece a sus amigas usuales.- evaluó ella y él sonrió.
-Tienes muy mal concepto de mí y mis amistades…
-Sus amistades no son muy discretas. Pero la mujer de ayer no se parecía a las otras…
-No, no es igual a ninguna otra, hay algunas mujeres así también en mi vida. – dijo y ella bufó por lo bajo, Bastian volvió hasta ella y apoyando los brazos en el escritorio , bajó la cabeza hasta mirarla directamente a los ojos.- ¿Celosa?
-¿Y usted sufrió intoxicación alimenticia con su desayuno? Porque está delirando…
-No tienes que preocuparte, Leoncito, era solo trabajo. Lo juro. Eres la única en mi corazón – dijo suavemente y le guiñó un ojo, luego se marchó dejándola sin nada que decir y completamente sonrojada

En los días siguientes, Leo estuvo a punto de creer en las palabras de su jefe, aunque no estaba muy claro en qué estaba trabajando, parecía estar dando su mejor esfuerzo. Llegaba temprano, hacía muchas llamadas telefónicas hablando en idiomas que ella desconocía y tenía gran cantidad de carpetas de informes en su escritorio.
Y también le solicitaba mucha información, justamente buscando un artículo de un viejo periódico, dio con la identidad de la mujer que había estado en la oficina de Bastian.
Era una funcionaria pública relacionada al área de importación y exportación, una joven profesional destacada en temas financieros.
Aquello despertó las sospechas de Leonora, era obvio que una mujer así no tenía una aventura sexual con su jefe,  y él había dicho que hablaban sobre trabajo.
Pero qué tipo de trabajo y qué estaba planeando su jefe, estaba preocupada. La relación que él tenía con su familia y su puesto en la empresa eran demasiado precarios con para que diera un paso en falso.
Iba a tener que estar alerta, no quería perder su trabajo y, tampoco, principalmente, no quería  su jefe fuera humillado por el resto de la familia Cavendish.
Aquel hombre era un constante dolor de cabeza, aunque últimamente se le olvidaba cada vez que le sonreía.

Cuando fue a dejarle el recorte que él le había pedido, llevó también el recorte de diario donde aparecía la mujer.
-Muy interesante su amiga….¿tiene negocios con alguien así? – preguntó. Y él la miró sorprendido.
-Eres habilidosa, Leoncito.
-No se está metiendo en problemas, ¿verdad?
- No sería yo si no lo hiciera…- dijo divertido y ella lo miró furiosa.
-Sabe a lo que me refiero…
-Sólo estaba pidiendo algunos consejos, así que no te asustes. Y, por favor un poco de café…y si es posible con algo dulce. No puedes interrogar a alguien sin endulzarlo primero –la provocó.
-No lo estaba interrogando y tampoco pienso endulzarlo- le dijo enfadada.
-Es una lástima, me hubiera gustado- dijo él dando un doble sentido a sus palabras, lo que la hizo huir despavorida.

Aunque Leonora, apenas era capaz de creerlo, siguieron jornadas de trabajo intenso, aunque su jefe no perdía oportunidad de molestarla.
La preocupación de Leo iba en aumento, pero no sólo porque sentía que había algo raro, sino porque la asustaba lo que le pasaba con su jefe.
A veces se descubría a sí misma mirándolo, o se distraía recordando el beso. Estaba empezando a pensar que algo estaba mal con ella, tendría que encontrar un remedio pronto.
Una semana después, tuvo una idea, aunque distaba de ser algo brillante.
-¿Sales? – preguntó Bastian extrañado al verla acomodar sus cosas durante la hora del almuerzo.
-Sí, almorzaré afuera – dijo ella y él se vio totalmente contrariado.
-¿Sucede algo en tu casa?
-No, tengo una cita – respondió ella.
-¿Una cita?
-Sí, uno de los jóvenes que trabaja en las oficinas contiguas me invitó a almorzar.
-¿Y aceptaste? – preguntó elevando la voz.
-Sí – dijo ella y guardó para sí misma la razón. No tenía ganas de salir con nadie, pero necesitaba sacarse a Bastian de la cabeza y quien la había invitado era muy agradable, quizás era hora de darle un lugar a su vida amorosa.
-¿Qué pasó con lo de que no querías novio y todo eso?
-Solo voy a almorzar…- dijo colgándose el bolso en el hombro.
-Leonora - la llamó él.
-¿Sí?
-No vayas….


6 comentarios:

  1. Aaaaaaaah, Leonora y Bastian de vuelta. ¡Qué emoción! Se les extrañaba, tanto tantísimo. Me gustó mucho y quiero saber más... justamente donde quedó... estoy intrigadísima.
    Gracias Nata, me gustó el nuevo capi! :)

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  2. Yo le paso la cuerda y la cinta aislante!!!!!!!! Que la ate bien fuerte!!!!!

    Muchas gracias Nata, ha sido un enorme regalo llegar hoy y encontrarme con la continuación de Bastian.

    Como he paladeado, el sarcasmo de ella y las pullas de éste con su elegancia. Dios que buen momento.

    Es de mala educación, lo se... Pero....

    Quiero, quiero mas!!!!!!! Por favor!!!!!

    Plis.

    Besitos

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  3. justo ayer me estaba acordando de esta historia, y entro hoy y la veo, me emocione mucho por volver a verla, recuerda que esta fue la historia que me hizo encontrar este blog. gracias.

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    1. Ves Nata, como tienes que seguir subiendo de leoncito. Gracias aesta historia, la encantadora Yocelyn nos halló. Así que ale!!!!

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  4. Sabes que amo a Leoncito y a ese hombre, me emociona mucho la historia, graciasssss

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    1. Amo los celos ¿Ya lo dije? solo en letra claro, pero los amo jajaja

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