miércoles, 25 de diciembre de 2013

La elección 13

Otra historia que regresa después de muuuchoooo tiempo y cierta sensación de extrañeza. Un hilo más, gracias a los que esperaron pacientemente por ella y a mis faros....espero les guste


Azize observó a la distancia como Cian y una pequeña comitiva se alejaban, por un momento pensó en acercarse para despedirse apropiadamente, luego se arrepintió. Desde un corredor lo observó y deseó de corazón que volviera sano y salvo, era un hombre capaz de dar la vida por proteger su Nación , esperaba que no lo hiciera. Lo siguió con la mirada y antes de atravesar las murallas, creyó ver que él se giraba hacia atrás, estaban muy lejos, pero sintió que la había visto, que sabía que ella había ido a despedirse. Luego, él azuzó su caballo y desapareció de su visión.

Aquellos días, la princesa se dedicó a atender asuntos de protocolo y como de costumbre pasar la mayor parte de su tiempo entre libros, se sentía demasiado sola en palacio.
Ciertamente estaba su padre, pero no podía ir a él sólo porque necesitara compañía, no sería bien visto y tampoco ella quería mostrar aquella debilidad.
La relación entre ella y Cian era demasiado frágil y extraña, pero  estaba demasiado acostumbrada a tenerlo cerca, sin él se sentía a merced de miradas hostiles y de criticas malintencionadas.
Desde niña, aquel hombre había sido una especie de escudo, uno que la aislaba y a la vez la protegía. Sin embargo Cian estaba lejos, en las fronteras y ella, una vez más era una exiliada en su propio palacio, quizás más que antes, ya que cosas que antes se le permitían ahora le estaban vedadas por ser una mujer casada.
Le era imposible ahuyentar la tristeza, quería ser una hija que pudiera acudir a su padre, no un súbdito de un rey, quería ser una mujer que pudiera amar libremente y  ser amada, pero no era posible.
Pasaba sus horas cumpliendo sus deberes reales, vistiéndose para diversas ceremonias y caminando con la cabeza en alto mientras escuchaba rumores a su paso.
La corte podía ser una batalla más cruenta que ninguna otra y se sentía muy sola.
Al anochecer se refugiaba en su habitación, durante un par de día apenas si comió, hasta que  el capitán a cargo de su guardia, golpeó en sus aposentos y entró con una bandeja de comida.
-Su Alteza, apenas si ha comido estos días…
-No tengo hambre - respondió ella.
-Lo siento, pero el Comandante, quiero decir Su Alteza , el Príncipe Consorte, me pidió que cuidara de usted y que me asegurara que comiera bien durante su ausencia.
-Yo no…-intentó negarse ella pero recién entonces cayó en la cuenta de que Cian había dejado a su mano derecha y mejor amigo a cargo de su cuidado.
-Por favor, Princesa, el comandante va a matarme si descubre que usted no ha estado bien cuidada.
-Él...¿estará bien en las fronteras, verdad?
-Por supuesto, Su Majestad. Estará bien y regresará pronto, así que debe cuidarse hasta que vuelva- contestó el hombre dejando la comida en una mesa cercana a ella- Y si necesita algo, por favor acuda a mí, estoy para servirle – aclaró y se retiró inmediatamente.
Azize recordó la última visita de Cian, cuando habían comido juntos y se sintió extrañamente reconfortada al pensar que él había dado órdenes sobre su alimentación, casi como si le recordara que no estaba sola.
 Era un matrimonio arreglado, pero él estaría para apoyarla, ese era el mensaje que le transmitía al dejar a su hombre de confianza custodiándola. Comió con apetito y decidió ser más fuerte, cada uno de los dos tenía batallas que pelear y saldría victoriosa en las suyas para no defraudar a quienes confiaban en ella.
Exactamente diez días después de la partida de Cian, le llegó la oportunidad de probar su valor.
El capitán pidió una entrevista a solas con ella ya que tenía algo importante que comunicarle.
-Su Alteza, perdone si la incomodo pero el comandante dijo que usted estaba al tanto de lo los planes de traición que se tramaban y de lo que había sucedido en La Casa de las Flores – dijo el hombre ruborizándose levemente al mencionar aquellos hechos frente a la joven. Pero Azize mantuvo la compostura y ocultó el aguijón que aquello significaba en su orgullo.
-Sí, estoy al tanto.
-Bien, ha llegado una mensajera de ese lugar y nos informan que la reunión de los traidores se llevará a cabo mañana  al anochecer. Envié un mensaje al Comandante pero dudo que llegue a tiempo, no sé si tendremos otra oportunidad.- titubeó el hombre quien claramente estaba en una disyuntiva.
- Yo me haré cargo…
-No es necesario Alteza, sólo dé la orden y nosotros nos encargaremos.- comentó incómodo.
-La única forma de atraparlos es que un miembro de la familia Real sea testigo, no podemos involucrar a mi padre por si algo sale mal, y mi esposo no está. Soy la única que puede hacerlo….
-Su Alteza, es peligroso, no puedo dejarla…
-Tenemos que atraparlos, usted y sus hombres estarán allí para protegerme. Es posible que no tengamos otra oportunidad y dejarlo pasar sería una amenaza constante sobre nuestras cabezas – dijo intentando sonar segura. Aquel asunto aún era una espina en su corazón, y a pesar de que había creído las palabras de Cian, necesitaba comprobarlo personalmente. Además si se trataba de un caso de traición, era su deber velar por la seguridad de su padre y de la Nación.
-Ten todo listo para mañana, yo iré con ustedes, es una orden – dijo la joven.
-Sí, Su Alteza- accedió el soldado y se inclinó ante ella plenamente consciente de que estaba en una gran encrucijada, saliera todo bien o no, su amigo iba a destrozarlo por aquello.






6 comentarios:

  1. Gracias Nata, esta historia tambien me encanta, espere pacientemente por ella. gracias, me gusta mucho me recuerda a las novelas de los Blackdalion. trato de no mencionar las historias que me gustan y que estan sin terminar, para no presionar. jiji. seguire esperando con paciencia todas sus novelas.

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  2. ¿Qué puedo decir? Yocelyn lo ha dicho muy bien, me encanta esta historia y la había extrañado mucho (ni siquiera sabía cuánto quería leerla hasta que he estado leyéndola, hermosa!). Muchas gracias Nata, no sabes el gusto que me da que de a poquito estés "volviendo". Aquí te esperamos siempre. Besos!!
    Pd: por supuesto, ¡quiero más!

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  3. Excelente regalo de navidad.... se extrañaba, gracias

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  4. ¡¡Precioso!!
    No voy a repetir lo anteriormente comentado jijiji, pero opino lo mismito. Gracias Nata. Aquí pacientemente, esperando mas.
    Muchos besos

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  5. Sis ya sabes lo qe `pienso verdad???? Aqi estoy, tarde pero segura y chispas....MIL GRACIAS POR VOLVER... CHINCHA... KOMAWOOO

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  6. Saltos de alegría, al poder volver a leer de mi querida azize!"!!!!

    Y ahí, claro que sí. Con dos pares de ovarios, al frente de esa enredada a los tramposos!!!!

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