martes, 16 de octubre de 2012

Una canción para ti 17°


Tristán se levantó tan de prisa que casi se cayó, una vez de pie miró a Leandro y luego a Emma tratando de averiguar qué había pasado, aunque estaba seguro que si hubiera sucedido algo Leandro no estaría tan tranquilo, no tendría aquella sonrisa burlona.
Emma también lo miraba medio atontada, como si al igual que él estuviera hurgando en su mente sin saber cómo reaccionar.

-Se enfría el desayuno…-insistió Leandro y Tristan se apresuró a empujarlo fuera de la habitación.
-Tómate tu tiempo…- le dijo a Emma y salió de prisa tras su amigo para hacerle la pregunta que lo inquietaba -¿Qué pasó?
-Demasiado alcohol anoche…
-¡Eso lo sé! ¿Con Emma…?
-Ahhhhh….Emma y tú…
-Sí, Emma…¿Emma y yo? – preguntó alarmado, jamás se perdonaría si hubiese cruzado la línea con ella.
-Cameron la cargó hasta la cama, pero no estaba del todo sobrio así que la dejó en tu habitación, y tú que estabas meno sobrio aún te acostaste allí sin siquiera notar que Emma estaba en tu cama. Cuando me aclaré un poco, intenté llevarla a su habitación, pero la abrazabas  y temía despertarla, así que la dejé allí…Eso es todo – explicó.
-¡Maldición! – gritó Tris y le golpeó el hombro- Me asustaste, diablos…¿te divertiste?
-Mucho, si hubieras visto tu cara. Nunca te he visto tan espantado de despertarte con una chica…y eso que  te he visto  en algunas situaciones…
-¡Cállate! Y ella no es una chica, es Emma – dijo enfadado y Leandro lo miró como si pudiera captar algo más en lo que decía. Sin embargo los dos se sorprendieron cuando Emma los saludó.
-Buen día…-dijo ella y los dos amigos se miraron, seguramente la chica los había escuchado.
-Emma…-dijo Tristan sintiendo que tenía que explicarse, ya fuera por lo que había pasado la noche anterior o lo que había querido decir. Aunque ni él mismo entendía qué había querido decir al mencionar que Emma no era una chica sino Emma y tampoco estaba seguro de que fuera necesario aclararlo. Estaba muy confundido, sobre todo por lo que había sentido al despertar y verla a su lado.
- Tenías razón…- dijo ella.
-¿Eh?
-Anoche, no fue buena idea beber.- contestó seriamente y el chico no se animó a decir nada. Ella se sentó para desayunar y él hizo lo mismo, Leandro les sirvió café y los miró a ambos, tampoco él se atrevió a decirles lo que pensaba. Que eran un par de tontos.

Emma los había escuchado y le dolía, le dolía que Tristan no la viera como una chica, que lo hubiera dicho con tanta seguridad. Y le dolía mucho más después de haber despertado a su lado. Sabía que no había sucedido nada entre ellos, pero aquella situación la había obligado a reconocer la verdad.
Estaba enamorada de él.
Sabía que no debía, que Tristan era un amigo y que no era del tipo que se enamoraba, menos aún de ella. Para él era simplemente Emma, la chica que escribía canciones, la que convivía con ellos como si fuera familia, a la que cuidaban porque parecía un cachorrito perdido.
Siempre había sentido que debía conformarse con lo que pudiera tener de él, pero  el poder mirar su rostro tan de cerca, sentir el peso del brazo de él sobre su cuerpo, percibir su calor, la había hecho soñar con más. Y luego aquel sueño se había estrellado contra la realidad: él no la veía como una mujer y no lo haría nunca.
Dolía y mucho.

Escudo Azul tenía una gira, el contrato que habían firmado, además de la grabación de un disco, presentaciones en la radio y en la ciudad, también estipulaba algunas presentaciones en ciudades y poblados vecinos, así que los chicos estarían varios días afuera.
Luc había decidido rendir libre su último año en la escuela, Cameron faltaría unos días a la Universidad y los demás habían organizado sus trabajos para poder ir. Todos habían priorizado la música.
Sólo Emma había decidido quedarse, aunque la habían invitado a ir con ellos, no estaba segura de que fuera apropiado. Además, no quería faltar a su trabajo y necesitaba tomarse un tiempo y poner cierta distancia entre ella y Tristan, desde aquella mañana que habían despertado en la misma cama, el clima entre ellos era tenso. Se movían con demasiada cautela, uno cerca del otro, habían perdido algo de la camaradería que habían logrado y ella se había replegado un poco en sí misma. Lo cierto era que temía que él se diera cuenta lo que sentía.
El día de la partida, todos fueron a despedirse de ella. Leandro incluso había instalado un seguro en la puerta.
-No abras a extraños y menos si es de noche…¿Emma, me estás oyendo? – preguntó Leandro.
-Sí.
- Y ten cuidado cuando regresas a casa desde el trabajo – agregó Cameron preocupado.
-Sí –respondió ella nuevamente sonriendo.
-¿Estarás bien? – preguntó Tristan dubitativo como si fuera a quedarse en casa en caso de que ella respondiera que no.
-Estaré bien, puedo cuidarme. Créame he cambiado mucho, quiero decir hace  un año que convivo con los chicos más duros de la zona…se me ha contagiado, soy una chica dura ahora.
-Mi madre dijo que te echará un vistazo mientras no estemos- dijo Bim suspirando como si no hubiera escuchado el discurso de ella.
-Puedes llamarnos si sucede algo – dijo Dani.
-Estaré bien….
-Por primera vez, creo que me sentiría mejor si tuvieras un novio, alguien que cuidara de ti…- comentó Luc y ella bajó la mirada avergonzada.
-Eso nos agregaría más preocupaciones, confía en mí – dijo Leandro.
-Hora de irnos- dijo Tristan con brusquedad.
-Éxitos, éxitos y más éxito. Brillen en el escenario – les gritó ella viéndolos marchar y ellos se volvieron para saludarla con la mano.

Los chicos estuvieron fuera durante dos semanas, aquellos días , Emma se dio cuanta cuanto se había acostumbrado a vivir con ellos, se sentía muy mal al volver a casa y que no hubiera nadie. Desde la muerte de su madre, ella no había vuelto a tener una familia, hasta que “Escudo Azul” a pleno había entrado en su vida y aquellos seis muchachos se habían convertido en su familia. En aquellos días solitarios , Emma se dedicó a escribir, sus sentimientos estaban reprimidos pero las palabras fluían sin trabas.
Al volver , los chicos tendrían muchos textos entre los cuales elegir para crear nuevas canciones….

Llegaron  y al primer lugar que fueron todos fue a ver a Emma. Volvían entusiasmados y llenos de anécdotas sobre su primera gira. Les faltaba un largo camino pero se sentían como verdaderas estrellas de rock. Todo era futuro, todo era promesa de una vida soñada, y aunque sabían que no existía nada así pues todos habían tenido su buena dosis de dura realidad, querían creer.
Y en ese momento especial, de una forma u otra, todos habían echado en falta a Emma.
Al abrir la puerta y verlos allí, a Emma se le iluminó la cara y sonrió.
-Bienvenidos – dijo feliz de tenerlos de regreso y luego todo fue algarabía y voces sobrepuestas intentando contar todo lo sucedido.
Sin embargo la vida era extraña, en ella se mezclaba la alegría y la desazón y nunca se sabía si algo que acontecía podía derivar en una bendición o en una pena. Y más aún cuando se trataba de tomar decisiones, decisiones que podían cambiar el mundo conocido. Eso pensó  Emma, cuando un par de meses después Tristan le pidió verla a solas.
La esperaba después del trabajo, en un parque cercano, era de noche y al llegar, Emma se detuvo un momento para observarlo. Caminaba de un lado a otro y parecía estar hablando solo, como si ensayara. El pelo le había crecido y se le caía constantemente sobre el rostro por lo que lo acomodaba casi inconscientemente con la mano.
Era imposible no amarlo, tan seguro de sí mismo y de lo que quería, capaz de pelear o de escribir música conmovedora, atractivo, leal, noble, protector y también con aquel aire de chico duro, aunque ella sabía que a veces era sólo una fachada.
Suspiró , porque él era el cielo azul que ella quería tener y lo sabía inalcanzable.
Se le acercó .
-Hola….-lo saludó y Tristan se volvió hacia ella.
-Hola, Emm. ¿Cómo estuvo tu día?
-Bien…¿qué sucede? – preguntó un poco ansiosa.
-Sentémonos – dijo él señalando un banco y Emma se asustó por su repentina seriedad.
-Tristan, me estás preocupando.
-Lo siento, no hay nada de que preocuparse. Es que…
-¡Tristan!
-Es…esto…toma- dijo él extendiéndole un sobre a Emma.
-¿Qué es esto?- preguntó y al abrirlo vio que contenía dinero, mucho dinero.
-Es la beca Escudo Azul para que Emma Carissi vaya a Berklee y sea la mejor compositora de canciones.
-¿Qué? ¿De qué hablas?¿De dónde salió este dinero?
-Es lo que nos pagaron por el contrato…
-¿Su dinero?
-También es tuyo, Emma y es una decisión que tomamos entre todos. Queremos que lo uses para ir a la Universidad.
-¿Ustedes tomaron la decisión? ¿Sin consultarme? No quiero irme estoy bien aquí…
-¿Trabajando de mesera? Emma tienes un gran futuro, no puedes quedarte anclada…
-¡¿Quieren que me vaya?! – preguntó ella dolida y él se sacudió el cabello.
-¡Rayos no! ¿Por qué me envía a mí a hacer esto si siempre lo hago mal? No queremos que te vayas, eres parte de nuestra familia, y eres la escritora de Escuda Azul, pero queremos lo mejor para ti. Esto alcanza para la matricula de inscripción y el primer semestre, puedes vivir en los dormitorios de la universidad y te enviaremos más dinero. Cameron averiguó y hay becas que podrías conseguir fácilmente, igualmente si no te gusta puedes volver, pero debes aprovechar la oportunidad, tienes que intentarlo…- dijo él y a Emma se le llenaron los ojos de lágrimas.
-Entonces…¿ya no escribiré canciones para ustedes?
-Tú eres nuestra compositora, siempre. Mira, tenemos un contrato…-dijo y extrajo una hoja un poco arrugada del bolsillo de su campera de cuero.
Ella lo miró extrañada.
--Allí dice que serán la única compositora de nuestras canciones mientras Escudo Azul exista, así que tendrás que seguir escribiendo, ya sea por correo, mail o por teléfono, tendrás que enviarnos canciones nuevas mientras estés fuera estudiando.
-Yo…- musitó ella abrumada. No había esperado aquello, ni siquiera lo imaginaba. Quería estudiar en Berklee, se había convertido en su sueño, pero no quería irse, no quería alejarse de ellos. No quería dejar a Tristan. Algo en su interior le decía que si se iba, perdería todo lo que había conseguido.
-Emma, sé que es difícil pensar en un nuevo comienzo, pero debes creerme, es algo bueno.
-¿Irme?
- Lo supe cuando te vi, cuando dijiste que había escrito el poema, estás destinada a brillar Emma, no te niegues la oportunidad.
-No los veré más…
-Sí nos verás, iremos a ayudarte a instalar allí y te visitaremos. Además si empezamos con giras y eso igual nos veremos pocos. Queremos saber que estás bien, que estás realizando tu sueño…
-¿Mi sueño no es igual al de ustedes?- preguntó ella.
-Lo es, pero al mismo tiempo no….hay mucho más para ti allí fuera. Confía en mí, jamás dejaría que hicieras algo que te lastimara…Quiero verte feliz – le dijo con sinceridad y Emma asintió. Tal vez fuera lo mejor, después de todo no podría quedarse a su lado para siempre.
-Lo pensaré – dijo y él asintió, luego le extendió la mano.
-De acuerdo, vamos a casa –ofreció y Emma tomó su mano.

Aquella noche Emma no pudo dormir, había llegado a una encrucijada y debía tomar una decisión. Sabía que era hora de recorrer un nuevo camino, sólo que no se animaba, había sido muy difícil encontrar un lugar para ella en el mundo y ahora debía abandonarlo.
Hizo lo que había hecho en cada momento de angustia de su vida, escribió, intentando encontrar una salida.

Seguir, detenerse, regresar
Saber cuál es el filo y cuál el umbral
Dar el paso por el nuevo camino
Irme, partir, soltar
Aferrarme a lo que puedo vislumbrar
Seguir hacia mi misma
Forjar mi destino
Detenerme a la orilla para despedirme
Sabiéndote bajo el mismo cielo, regresar.

6 años después...



4 comentarios:

  1. Que triste la comprendo, ella se vio sola al llegar cada dia a casa y no hallarlos allí durante 15 días. Cenar sola, ver la tele sola, escuchar musica sola, dormir sola... buuu la comprendo perfectamente pobrecilla.

    Pero que lindo que fuera él quien le entregara la llave del futuro sueño. Ya es adulta!!!!!

    Que emoción, que habrá ocurrido!!!! ainch!!!

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  2. ¡¡¡Yaaaaaaaaaaaas!!!
    ¡¡¡No puede ser!!!!
    Lo mejorcito de la historia y lo cortas jajajaja.
    BUeno esperare.
    Me encanto este capitulo, ¿no se noto? jajaja
    Besos

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  3. Solo puedo decir esto: Dioss que bien escribes mujer!!!!!

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  4. Me encantó!!! Pero, ¿por qué tenía que terminar? Noooo, Nata en verdad... continua pronto pronto... estoy ansiosa. Increíble capítulo!!

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