Para cualquier escritor, profesional o amateur, la página
en blanco es el gran enemigo. Encontrar que la inspiración se nos fue y que no
nos vienen las palabras para escribir historias puede ser grave, pero es algo
que hemos vivido todos…algo así como un enemigo íntimo, una parte del mismo
proceso de escritura…¿les cuento de mí? ( Gracias blog por alentar el
egocentrismo)
No recuerdo cuando empecé a inventar historias, pero
fue antes de aprender a escribir porque se las dictaba a mi madre, las
historias y los poemas. Una vez que conquisté la escritura y supe hilvanar
letras para que significaran algo, ya no paré….Mejor dicho, paré muchas veces.
Escribir siempre ha sido una parte de mí, años atrás
también era mi sueño: ser una escritora famosa. Como siempre la vida me llevó por otros caminos y comprendí
que era posible que jamás viera mis
libros publicados, que jamás escribiría algo magistral. Pero las palabras
siguieron fluyendo y seguí buscándole forma a lo que quería decir…en mi
infancia fueron cuentos, en mi adolescencia
poemas, incluso me animé a ir a un taller literario.
Después empezó a llegar la hoja en blanco, el no poder
escribir, el no tener ganas ni tiempo, y la idea de que jamás volvería a
escribir. Créanme es uno de los más horribles silencios.
Y un día la palabra volvió, pero con otra forma, fue
una pequeña historia de fantasía y ahí
comenzó una nueva etapa, los cuentos de
fantasía, con dragones, magos y mundos
medievales llenos de magia. Y fue
cuando más lo necesitaba, porque aunque no recuerdo el instante, en mi memoria
está asociada a la imagen de un hospital, no sé exactamente si la internación
de un familiar o unos estudios que debía realizarme, pero algo de temor y
desesperanza me hizo refugiarme en mi lugar seguro, las palabras.
Pero , los golpes esos que uno va sufriendo y que lo
van cambiando a veces dejan demasiada marca y
una vez más perdí las ganas de escribir, mis historias quedaron a medias,
sin final. Mi mundo de dragones me bloqueó la entrada.
Sin embargo, mi relación con la escritura es una
historia de amor, de pérdidas y regresos …una vez más, volvió transfigurada…esta
vez eran historias de amor y la poesía que volvía con nueva música, con otra
voz más adulta.
Poco después pasaron varias cosas en mi vida de esas
que siguen siendo dolor aunque el tiempo pase, dejé de escribir poemas y
también lloré por eso, porque no sabía quién era yo si no podía escribir
poesía. Perdía algo más de mí misma, y debo decir que hasta el día de hoy no ha
regresado….
Y de las historias que comencé apenas si he acabado un
diez por ciento, algunas demoré años en
terminarlas, y otras quizá nunca las termine. Pero cuando era difícil seguir ,
llegó el blog y entonces pude escribir sin presión, jugando, sobre cualquier
cosa…PERO SEGUÍA SIENDO ESCRIBIR.
Ya ven, a lo largo de mi vida, muchas veces abandoné
la escritura. De hecho esta mañana encontré un cuento que debo haber escrito a
los diez años y estaba inconcluso, ni siquiera sé por qué, si fue porque me
interrumpieron, perdí entusiasmo o no supe como terminarlo.
Y así hay muchas historias truncas en mis cuadernos,
mi computadora y mi cabeza…tal vez algún día las acabe o tal vez no.
Como dije , la página en blanco, el temor a dejar de
escribir, la certeza de dejar de escribir, de que no sirvo para ello, de que no
tengo nada que decir, de que mi voz se ha apagado por el peso de la vida real, o
que simplemente no tengo talento así que no vale la pena, ha sucedido cíclicamente
en muchas ocasiones. Y sé que volverá a hacerlo.
Pero también sé que
volverá la palabra, aún estoy esperando que vuelva la poesía y los
dragones, y siento que así será. Porque aunque deje de escribir, aunque nunca lleguen
al papel, aunque mi voz interior se calle mucho tiempo….las palabras vuelven,
un día inesperado mi mente empieza a tramar historias, y luego de gestarse en
mi interior y recobrar fuerzas, llegan los deseos de llevarlas al papel y
derrotar al blanco de la hoja. Y son más fuertes, y me hacen feliz porque
vuelvo a ser yo: la que escribe.
La que inventa mundos e hilvana poemas, la que tiene
la palabra como escudo para defenderse del dolor, de la tristeza o los golpes.
Ya ves sis, lo he pasado…Fighting!
Me gustó mucho esta entrada querida Nata, se siente como que has dejado mucho de ti en ella y nos has invitado a mirar un poquito en tu mundo de escritura. Me encantó. Besos y mi único comentario (y deseo) es que nunca jamás dejes de escribir!!
ResponderEliminarme encantó lo que escribiste y me sentí muy identificada con varios trozos, este sobre todo "Poco después pasaron varias cosas en mi vida de esas que siguen siendo dolor aunque el tiempo pase, dejé de escribir poemas y también lloré por eso, porque no sabía quién era yo si no podía escribir poesía. Perdía algo más de mí misma..."
ResponderEliminarYa no escribo poemas, huyo de ellos, pero me refugio en historias largas C:
un besito!
Gracias por compartir esto con nosotros sis, yo se que es algo que va y viene asi que ya veremos.
ResponderEliminarPreciosas palabras Nata al desnudarte de esa manera. Cierto, muchas veces mis dedos se quedan quietos con el boligrafo tocando la hoja en blanco de mi libreta. Miró la pantalla, donde suelo tener videoclips en marcha... Pero miro y miro las coreografias, la vestimeinta y aveces... Me tiro horas, sin hacer ninguna línea azul en el papel.
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