¿Recuerdan la
primera vez que conocieron a alguien que sería importante para ustedes?
¿Fue como si el
mundo se detuviera? ¿El tiempo empezó a ir en cámara lenta? ¿Fue un impacto,
una imagen grabada a fuego en sus memorias?¿ O fue algo casual y cotidiano?
Si hablamos de
amor, ya sea en nuestras vidas, en las novelas, el cine, los doramas, el primer
encuentro de los protagonistas…la primera vez que sus caminos se cruzan es
fundamental.
La idea vino por dos cuestiones…
La primera es que
recordaba los encuentros de los protagonista del dorama Gentleman’ s Dignity (
no la he visto aún salvo el principio, sis ahórrate el spoiler). Tiene un
primer encuentro donde se cruzan sus miradas,
él en una cafetería, ella afuera en la lluvia.
Y un segundo primer
encuentro ( porque no se reconocen) muy gracioso donde él le engancha el
vestido y la deja casi desnuda…además de una referencia al hilo rojo del
destino que los unirá.
Así que me quedé
reflexionando que cuando leemos o miramos
algo, el primer encuentro de la pareja es fundamental porque en cierta
forma es lo que desata toda la historia.
Recuerdo también a
Anne de Green Gables y su primer encuentro con Gilbert cuando ella termina rompiéndole
una pizarra en la cabeza. ¿Quién diría que allí nacería un gran amor? ¿ Y qué otra
posibilidad había?
Lo otro que me hizo
pensar en este tema es algo que me comentó una amiga una vez, le resultaba
llamativo que en las películas muchas veces, el primer encuentro apareciera en
cámara lenta, no le parecía que se correspondiera con la realidad.
Yo pienso
diferente, creo que algunos encuentros se viven así, como si el mundo girara
distinto, más lento para darnos tiempo a grabar ese segundo en nuestra alma.
Otras veces, es
algo que nos golpea con tanta fuerza que sabemos que recordaremos ese instante
aunque pasen muchos años y aunque ese amor no resulte.
Supongo que también
está relacionado con ese amor a primera vista que tanto se menciona, no lo sé.
Pero sí sé, que
para una buena historia, ya sea en la ficción o en la vida, ese primer instante
milagroso en que dos personas se conocen es trascendental.
¿No les parece
milagroso, cuándo hay tanta gente sobre la tierra?
Así que un ingrediente
indispensable debe ser un encuentro memorable, a la altura de la historia que
se desarrollará.
¿Y ustedes
recuerdas primeros encuentros de novelas, películas o sus vidas que los hayan
impactado?
Les dejo un poema de
la ganadora del Nobel Wislawa Szymborska que habla del amor a
primera vista y de los encuentros.
Amor a primera
vista
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.
Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?
Me gustaría preguntarles
si no recuerdan
-quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún "lo siento"
o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.
Se sorprenderían
de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.
Hubo signos, señales,
pero qué hacer si no eran comprensibles.
¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace tres años
o incluso el último martes?
Hubo algo perdido y encontrado.
Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.
Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.
Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.
Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
A mi me encantan esos primeros encuentros.
ResponderEliminarMuy linda entrada y me encantó el poema :)
ResponderEliminar¡¡¡Precioso!!!
ResponderEliminarYo soy de las que cree en el destino, y pienso que mi lindo amor siempre ha estado conmigo, aunque no lo conociera de antes. Nuestro encuentro fue, como suelo decir, de casualidad... porque todo fue como si nos dirigieran hasta encontrarnos...
Besos