Ella
estaba muerta.
Era cierto
que no la había amado , pero iba a ser su esposa y él no la había protegido.
Su familia
nunca había aprobado a su prometida , pero aún sin estar enamorado de ella,
Caleb había querido a Maris y estaba dolido por su temprana muerte. Era
una mujer joven con toda una vida por
delante que unos asesinos habían destruido. Y él no había podido salvarla.
Ya habían
pasado varios meses desde aquello pero si bien en los primeros días se había
mostrado fuerte por el bien de su familia, ahora sentía que la aflicción lo
doblegaba.
Kyrios
contempló a su hijo mayor , era el único de sus hijos que había heredado los
ojos oscuros de su padre, el abuelo que no habían llegado a conocer. El joven
estaba de espaldas a él en actitud meditativa, al verlo se quedó pensando en qué momento se había
convertido en un hombre. Todos sus hijos habían crecido pero ver a su
primogénito tan grande como él mismo lo conmovía profundamente . Además , Caleb
estaba pasando por un mal momento .
Kyrios
conocía demasiado bien a sus vástagos, nunca se había dejado engañar por las apariencias. Sabía que su
hija menor era la más fuerte de todos ellos, su femineidad y su delicado cuerpo
escondía el temple de acero de Elady, reconocía
la sabiduría en Ennis bajo
su confusión y la grandeza en Connor
detrás de su carácter despreocupado. Así también , sabía que el estricto código de honor y deber de su
hijo mayor escondía una debilidad, ahora mismo la culpa por no haber salvado a
su prometida estaba destruyendo a Caleb, era incapaz de sobreponerse a las injusticias del mundo.
Se acercó
lentamente a su hijo y se acomodó junto a él en la balaustrada .
-No es tu
culpa Caleb. Tú no podías estar en todas partes, no sabías que iban a atacarla.
-No pude
salvarla – respondió apenado
-¿Sabías
que me salvaste a mí antes de nacer? – le preguntó él sacándolo de su
abstracción.
-¿Qué? –
preguntó su hijo mirándolo fijamente.
-¿Alguna
vez te conté cómo me enteré que tu madre te esperaba?
-No . Creo
que hay muchas cosas que no nos han contado padre. ¿Es que acaso llegué antes
de lo planeado? – preguntó
significativamente con una leve sonrisa.
-¡Claro
que no! – exclamó Kyrios fingiéndose escandalizado- Tú eres demasiado correcto
para hacer algo así ,creo que no hubieras aceptado nacer si no fueras
“legítimo”. Va en contra de tus principios – se burló su padre arrancándole una
sonrisa plena y sincera antes de proseguir con su historia-
Yo había
sido gravemente herido en aquellos días, de hecho me estaba muriendo. No tenía
miedo aunque con la poca conciencia que conservaba me resistía a abandonar a tu
madre, sin embargo no tenía fuerzas para luchar.
Ella
apareció inesperadamente cuando yo
agonizaba, no pude reconocerla pero en ese momento me dijo que te esperaba.
Dicen que
estaba inconsciente que no pude escucharla, lo cierto es que empecé a
recuperarme. En algún lugar de mi mente resonaron las palabras de Elady y me
aferré a la vida con todas mis fuerzas.
Quería vivir Caleb, deseaba conocerte, tenerte en
mis brazos , verte crecer y ese deseo me mantuvo vivo.
Cuando
naciste todos se burlaban porque me preocupaba demasiado por ti. Me sentía tan
torpe cargándote, creo que nunca me sentí tan inseguro como el día que te
sostuve por primera vez. Eras tan pequeño y frágil que me aterraba dejarte
caer, tu madre y Dominick se divirtieron
mucho con mi torpeza aquellos días.
Lo cierto
es que te amé desde el primer instante Caleb y me enorgullece el hombre en que
te has convertido.
Sé que
estás sufriendo pero no dejes que te destruya hijo. Estamos aquí para ti, no
nos alejes – pidió Kyrios antes de palmearle la espalda y dejarlo solo con sus
pensamientos.
Caleb se
quedó pensando en las palabras de su padre. No temía tanto su propia destrucción
como preocupar a los que amaba. Sabía que su humor sombrío los estaba
lastimando y no quería arruinar la reciente felicidad de sus hermanos. Tampoco
quería ver la pena en los ojos de su madre, todos habían pasado por mucho
recientemente y él no los cargaría con su dolor.
Siempre
había sentido que era su responsabilidad proteger a los suyos, no importaba que
su padre cumpliera con creces ese papel, él se sentía responsable por el
bienestar y felicidad de ellos.
Kyrios
sintió a su esposa acercársele y abrazarlo por la cintura.
-¿En qué
piensas mi Blackdalion del Castillo Negro? – preguntó ella risueña
-Era un
buen título , no te burles – respondió él volviéndose para mirarla
-Sí, pero
yo prefiero a Kyrios del Castillo de los Cerezos. El otro es un guerrero , el del Castillo de los
Cerezos es un hombre enamorado.
- Guerrero o no , yo soy un hombre perdidamente
enamorado desde el día que te vi por primera vez Elady. Y volviendo a tu
pregunta, pensaba en Caleb.
-¿Hablaste
con él? – le preguntó ella y su voz sonaba preocupada.
-Sí, creo
que estará bien. Necesita un poco de tiempo. Era más fácil consolarlos
cuando eran pequeños ...-dijo con pesar.
-A
veces creo que es mi culpa que él sea
tan serio y se tome todo tan a pecho – comentó pensativa
-¿De qué
hablas?-preguntó Kyrios distraído
-Cuando
esperaba a Caleb estaba tan preocupada por la guerra, por ti...que creo que le
transmití todas mis preocupaciones .
-Deja de
decir tonterías...- fue la diplomática respuesta de él
-Entonces
por qué es tan responsable...tan culposo.
-Es de
familia, tú no tienes la culpa. Elady- dijo de pronto asaltado por un
pensamiento repentino – si lo que dices fuera cierto, me pregunto en qué
estabas pensando cuando estuviste embarazada de los otros tres.
-¿Magia y
diversión? – preguntó divertida y con los ojos rebosantes de picardía.
-Y
travesuras...-agregó él con los ojos azules chispeantes mientras la acercaba
más a sí- Caleb es el mayor, cariño, -continuó más serio-tal vez por eso sea
así, pero va a superar esto y nosotros vamos a cuidar de él . Aunque no quiera
– agregó con ternura
- ¿Sabes?
, él necesita enamorarse- aseveró ella
- Es
demasiado pronto . Además, ¿quieres casar a tu primogénito? ¿Desde cuándo te
has vuelto una casamentera?
- Desde
que nuestros hijos pequeños se casaron y son felices. Quiero que Caleb sea
feliz, a veces pienso que jamás volverá a sonreír de verdad.
-¿Y Ennis?
– preguntó especulativamente
-Él ya no
me preocupa....-respondió ella enigmática-
-¿Me estás
ocultando algo Elady?
-Siempre
te oculto cosas , amor mío .El misterio mantiene nuestro romance.
-¡Que Dios
se apiade de mí !– se quejó él exageradamente.
-¡Oh
cállate Blackdalion!, Dios se apiadó el día que me puso en tu desordenada vida.
-“Con la
gracia de un elefante” – le recordó él
-Pero has
sido un elefante encantador – le respondió ella y Kyrios se limitó a gruñir.
Desde el
día que Caleb había nacido Elady se había jurado que aquel niño sería feliz. Sin embargo muy
temprano había comprendido que el deseo de una madre no era suficiente para
proteger a los hijos del dolor. Él
siempre había sido demasiado responsable y algo distante, todo el sentido de
caballerosidad de los Blackdalion se había concentrado en su hijo mayor. Sólo
sus hermanos sabían aligerar la seriedad del joven.
Ella no había
estado de acuerdo con el compromiso de Caleb, no porque quisiera controlar la
vida amorosa de sus hijos , sino porque presentía que la joven Maris
circunspecta y sumisa no era lo que
necesitaba. Él necesitaba a alguien que le hiciera ver el lado cálido y
placentero de la vida, que no todo era deber sino que también había diversión y
amor.
Sin
embargo hubiera dado cualquier cosa por que la joven estuviera viva y porque
Caleb no se sintiera tan infeliz.
A él le
costaba expresar sus sentimientos pero, cuando ella se sentó juntó a él y le besó la mejilla como
si fuera pequeño, todo su pesar se reflejó en sus ojos.
-Sabes
hijo he pensado que deberías viajar. Podrías ir a ver a tu tío Landros, ¿qué te
parece?
-Es una
buena idea mamá, creo que me hará bien...¿Ustedes no me necesitan aquí ?
-Cal
siempre vamos a necesitarte pero un tiempo sin que nos recuerdes cuan
imperfectos somos nos va a hacer bien –dijo con una sonrisa
-¿Soy tan
molesto?
-Sólo a
veces cariño. Es agotador que sigas todas las reglas. A mí me gusta
salteármelas de vez en cuando , no soy perfecta.
-En
realidad yo creo que eres perfecta mamá, siempre lo has sido – dijo él
abrazándola con ternura - Iré a ver a mi tío.
Se levantó
para retirarse , aquel proyecto había aligerado su estado de ánimo . Cuando se inclinó para
besar a Elady, ella lo miró comunicándole todo su amor.
-¿Cuándo
creciste tanto mi niño? – exclamó con ternura pensando que le costaba dejarlo
ir tan herido cuando lo que deseaba era
retenerlo junto a ella.
El clan
Blackdalion había aprobado el viaje de Caleb, todos guardaban la esperanza de
que él pudiera reconciliarse con sí mismo
y curar sus heridas.
Kalymera
había dudado un poco , pensaba que su hermano necesitaba a su familia más que
nunca, sin embargo vio un atisbo de entusiasmo en él, el primero en meses , y
aceptó su partida.
Todos se
reunieron para despedirlo , incluso los nuevos miembros de la familia, Shara y
Dionis, asistieron.
Cuando él
estaba por irse Elady desenvolvió un estuche que llevaba en la mano y se acercó
a Caleb
Ante la
mirada curiosa de Kyrios , Elady pasó
una fina cadena con un anillo por el
cuello de su hijo mayor.
-Toma, era
de mi abuela quería usarlo el día de mi boda pero Kyrios me dio otro, uno muy
especial, así que no pudo ser. Aún así se lo di a él cuando fue a las batallas
del mismo modo que te lo doy a ti. Es una forma de que mi protección te
acompañe. – le explicó emocionada
-Gracias
mamá. – dijo él y abrazó a su madre. Iba a extrañarla mucho
Luego de
despedirse de todos Caleb partió.
-Ely –
llamó Kyrios a su esposa cuado el muchacho ya había partido y los demás se
habían dispersado- Tú nunca me diste el
anillo de tu abuela, ¿por qué le mentiste a Cal?
-Él
necesita un talismán, sentirse seguro así que...
-¿Un
talismán?.No importa ...de todas formas no vas a explicarme ¿verdad?. Sólo vas
a justificarte acudiendo a tu “instinto maternal”como excusa
-Entonces
no preguntes amor mío- le contestó con una dulce sonrisa y un brillo
triunfante en sus ojos.
Kyrios se
río , su mujer siempre lo desconcertaba.
Caleb
había deseado viajar solo, él y su caballo. No era buena compañía para
nadie, ni necesitaba la compasión de los
suyos. Por otra parte en caso de peligro se bastaba a sí mismo para defenderse,
así que haría en solitario su camino hasta el dominio de los Silverest, su familia materna. También había
elegido el camino más largo, eso le daría el tiempo suficiente, aunque no sabía
tiempo para qué. La culpa que lo perseguía se agudizaba cada segundo , no le perecía
tan buena idea estar a solas con sus pensamientos, sin embargo le gustaba
viajar y tal vez aquella travesía le diera una respuesta y encontrara el modo
de perdonarse a sí mismo.
Llevaba un
par de semanas viajando cuando llegó a
un viejo castillo, era de noche y estaba cansado así que se acercó con la
intención de pedir refugio.
En un
primer momento Caleb pensó que veía mal, pero no, él siempre había tenido muy
buena visión. Una figura se deslizaba por el exterior del muro, había saltado
desde una ventana y tratando de no perder el equilibrio descendía muy
lentamente agarrándose de la pared.
Se acercó
con sigilo y llegó junto al muro justo cuando la figura pisó mal y cayó. El
hombre se movió con rapidez y gracias a sus reflejos extraordinarios alcanzó a atrapar al
escapista en brazos. Al principio pensó que era un muchacho, el pelo corto, el
cuerpo pequeño -aunque cualquiera era pequeño frente al metro noventa y dos de
Cal- sin embargo la intensidad de los ojos verdes, la inquietud en sus movimientos, el aroma a flores ,le
hicieron ver que era una joven. La sostuvo con fuerza, ensimismado , con un
sentimiento extraño hasta que ella empezó a moverse .
-¡Bájame !
- le gritó ella y el sorprendido Caleb la dejó en el suelo pero sin liberarla
del todo
-¿ Quién
eres y qué hacías huyendo de esa manera? ¿Eres una ladrona? – la interrogó él.
-¡Claro
que no !. Es mi casa – se defendió ella
-Si es así
por qué no saliste por la puerta principal, estabas huyendo
-No es
asunto tuyo, suéltame
-No lo
haré hasta tener una respuesta satisfactoria.¿Ibas a encontrarte con alguien?
-Te dije
que no te metas.
Sin más
respuesta él la arrastro hacia el Castillo
-¡No! –
gritó la joven- no quiero volver allí
-Tu
familia debe estar muy preocupada
-¿Qué
sabes tú? – dijo ella tratando en vano de soltarse, el hombre era demasiado
fuerte-Mi padre no me quiere y ella me odia...
-Voy a
llevarte de regreso, no sabes lo peligroso que es andar sola por allí. Cuando
se te pase el berrinche entenderás que es lo mejor – aseveró incuestionable con
el aire de superioridad de quien tiene
la razón.
Caleb estaba acostumbrado a salirse con la
suya , así que sin hacer caso a las protestas de la joven la llevó hasta su
casa. Pasó delante de los atónitos guardias que le abrieron la puerta
automáticamente cuando se anunció . Entró en el vestíbulo y solicitó
entrevistarse con el señor de la casa. La actitud del joven coaccionaba a los
demás que le obedecían inmediatamente
Un hombre
medio dormido y una mujer salieron a recibirlo. La joven permaneció callada
ante lo inevitable. Caleb se presentó y le contó lo sucedido al hombre ,
haciendo comentarios sobre la irresponsabilidad de las doncellas y los
impulsos rebeldes de la juventud. Ni
siquiera se percató de las miradas que el par dirigía a la muchacha, cualquier
otro habría leído el desprecio en
aquellos ojos pero el joven no lo vio.
Cuando él
terminó su pedante discurso , el hombre apenas murmuró un gracias y se abalanzó
hacia la joven.
La tomó de
un brazo y la empujó mientras le gritaba
-¡Eres la
desgracia de esta familia, me avergüenzo de ti! – le aulló y cuando la joven
trató de defenderse la abofeteó con fuerza lanzándola al suelo.
Caleb
intentó moverse para defenderla pero ella levantó la cabeza y lo miró con
resentimiento, acusándolo
silenciosamente por haberla devuelto allí. Aquello paralizó a Caleb. El
padre de la chica le ordenó a su esposa
que la encerrara en su cuarto y esa vez Cal vio el regocijo que le causaba a la
mujer el sufrimiento de la joven.
El hombre
le ofreció a Caleb pasar la noche allí, pero tras lo ocurrido él se negó y se
marchó.
Cal sabía que había gente perversa, no era tan
inocente . Aún así le costaba admitir que un padre fuera cruel con sus
hijos, el desamor paterno le resultaba
algo absurdo. Tal vez porque él había sido muy querido por sus padres y había
crecido rodeado de amor. Sabía que se había portado como un necio y que en
lugar de ayudarla había hundido a aquella muchacha en un infierno.
Los ojos
verdes cargados de angustia se le habían grabado en la mente.
Había logrado escaparse de nuevo. Aún le dolía
el golpe pero al menos estaba segura que su padre no pensaría que ella
intentaría huir nuevamente. Eso le daba seguridad. No había podido llevarse nada , sólo un
collar que había pertenecido a su madre y la ropa –de hombre- que llevaba
puesta. No sabía muy bien qué haría pero tenía la certeza de que nunca volvería
a ese lugar. Aún estaba a tiempo de salvarse, aún poseía su espíritu, no habían
podido doblegarlo.
Tenía un raspón en una pierna y al sentir el
escozor maldijo en voz baja al hombre que la había regresado a su padre. Pensó
que el día que lo volviera a encontrar en su camino lo destriparía vivo, claro
que ella era incapaz de destripar a alguien, aún así el vengativo pensamiento
la consoló.
-¿Adonde
vas? – preguntó una voz profunda desde las sombras y sobresaltada la reconoció
inmediatamente.
Allí
estaba él, de nuevo iba a arruinar su única oportunidad de salvación.
-¡Aléjate
de mi! –gritó trastornada levantando sus
puños para protegerse
-Tranquila
, no voy a lastimarte – dijo con voz suave como si le hablara a un animal
irascible
-No, sólo
vas a llevarme allí para que ellos lo hagan – replicó ella furiosa y Caleb
recibió el golpe de sus palabras
-No lo
haré. Y lamento no haberte creído. Te pido disculpas – dijo él con humildad y
ella se aplacó
-¿Qué
haces aquí? –preguntó más calmada
-Te
esperaba . Sabía que no ibas a darte por vencida, así que me quedé esperando-
dijo adelantándose a las preguntas de la joven- . Te vi salir por la ventana y bajar por la pared pero pensé
que no agradecerías mi ayuda. Así que sólo recé por que no te cayeras. Sin
embargo estoy en deuda contigo y sigo creyendo que no es conveniente que una
joven ande sola por ahí. Así que si me dices dónde vas puedo acompañarte.
-¿Por qué
iba a confiar en ti? No te conozco.
-Soy un
Blackdalion – dijo él con algo de arrogancia pero al ver la mirada interrogante
de ella le dieron ganas de reírse de sí mismo
– En mi familia cumplimos nuestra palabra, estarás segura conmigo. Por
favor, déjame reparar mi error
Apenas conocía a aquel hombre y no había sido
una experiencia agradable, tampoco confiaba fácilmente ,aún así Fair sentía que
era un hombre de honor. No le haría daño, sentía también que podía ser muy
peligroso pero nunca para ella
-Voy
a buscar a mi hermano – le dijo dejando
entrever las dudas que tenía sobre su plan de escape.
-¿Tienes
un hermano? ¿Dónde está?
-No lo sé
– confesó avergonzada- Se peleó con
nuestro padre y se fue hace años, pero es un buen hombre y sé que va a ayudarme. Se alistó
como soldado hace tiempo pero no estoy segura...
-Voy a
visitar a mi tío, él es reconocido en la zona y tal vez pueda ayudarnos a
averiguar el paradero de tu hermano. Podrías venir conmigo.¿ Cómo te llamas? –
preguntó asombrado por propia su
descortesía , no se había presentado correctamente.
-Soy
Fair... – dijo ella lacónicamente y no mencionó el apellido de su padre, ya
nada la unía a él
-Yo soy
Caleb Blackdalion . – respondió él seguro y extendió su mano estrechando la de
la joven.
-Bien
Caleb Blackdalion seremos compañeros de viaje – dijo ella decidida como si
todos los días abandonara su hogar para lanzarse a la aventura con un desconocido.
- Sí –
respondió él escuetamente y comenzó a
caminar junto a Fair hasta donde estaba su caballo lo que le recordó que su
gesto de caballerosidad tenía un inconveniente .Tendría que resignar su ansiada
soledad , además de pensar en detalles prosaicos como conseguir otro caballo,
un vestido para la muchacha – no podía andar vestida así – y encontrar un lugar
cómodo donde descansar.
Cuando
le ofreció a Fair que ella
montara mientras él la acompañaba a pie la joven se negó , Caleb intentó nuevamente
ofreciéndole turnarse pero ella siguió firme y finalmente los dos fueron a pie
caminando tranquilamente junto al animal. “ Sólo hasta que lleguemos al próximo
pueblo “ se dijo Caleb a sí mismo y ni siquiera se atrevió a mencionarle lo de
su vestuario.
-¿No
hablas? – preguntó ella repentinamente
con mirada retadora
-¿Qué?
-Llevamos
horas viajando y apenas has dicho algunas palabras, esto va a ser muy aburrido.
Dijiste que la casa de tu tío está lejos
y tanto silencio me enloquece...
Fair había pasado mucho tiempo en silencio y
encerrada , ahora que estaba libre se sentía embriagada y vivaz, quería hablar, reír, cantar... sin
embargo él estado de ánimo de Caleb era muy diferente.
-Lo
lamento, no suelo ser muy conversador – dijo él con una sonrisa sesgada que
evidenciaba cierta impaciencia.
-¿Tu
caballo no habla verdad?
-No , y me
agrada que no lo haga
-Lástima,
tendré que conformarme con tus monosílabos
.
-Tal vez
pueda decir alguna oración larga de vez en cuando – sugirió él y pensó que los
años de tratar con Connor habían mejorado su paciencia.
-Gracias –
dijo ella y él se rió . Luego Caleb empezó a hablar sobre el territorio que
recorrían y a describirle lugares lejanos que había conocido y el verdadero
interés de Fair sumado a su interminable curiosidad lo hicieron hablar más de
lo que había hablado nunca.
Cuando el
cansancio los venció , se acomodaron a la vera de un bosquecillo y tras el juramento
de ella de que le encantaba dormir al aire libre- aunque fuera la primera vez
que lo hacía- se acomodaron junto a unos árboles y Caleb le improvisó una cama
a la joven con sus mantas y su capa. Esta vez ella no se negó a sus atenciones
y se quedó dormida sintiéndose más
segura que nunca en su vida.
Caleb se
acomodó a poca distancia y aunque trató de mantenerse despierto cerca del
amanecer el sueño le ganó la partida.
Al
despertar se encontró a una jovencita de cabello rubio y ojos verdes mirándolo
con curiosidad.
-¿Dormiste
bien? – preguntó ella
-Eso creo
– dijo aunque se frotó el cuello endurecido en un gesto inconsciente – lamento
haberme dormido, tenía que ocuparme de hacer guardia ...
- No es
problema ...yo hice guardia , supongo que era mi turno y no hubo ningún peligro
a la vista ...- dijo ella alegremente
“Pero pudo
haberlo y nos habría sorprendido “ pensó
lúgubremente Caleb
-Supongo
que tendremos que encontrar una posada la próxima vez - comentó él
-¿Quién es
Maris? – preguntó Fair cambiando de tema
y el hombre se sobresaltó
-¿Cómo?
-La
nombraste mientras dormías. –respondió ella
-Era mi prometida y está muerta – contestó
con frialdad mientras se incorporaba
para acomodar las cosas. Estaba turbado porque se daba cuenta que no podía escapar
de lo sucedido tan fácilmente, en sueños
no podía controlar sus sentimientos. Caleb odiaba no tener el control
-¿La
amabas?
-Eso no es
asunto tuyo – contestó con brusquedad y la joven entendió que no debía seguir
preguntando . Aquel hombre estaba herido
por la pérdida y ella no pensaba aumentar su dolor, primero porque sabía
lo que era el sufrimiento y segundo
porque la oscuridad en los ojos de él creó un muro imposible de atravesar.
Ninguno
volvió a mencionar nada, ordenaron en silencio su precario campamento y siguieron viaje
Al
atardecer se detuvieron en un pequeño
lugar del prado cercado de
arbustos junto a una hondonada .
Habían
reestablecido el diálogo mientras compartían
los alimentos que Caleb había llevado con él, hablaban de cosas superfluas
tratando de mantener la cordialidad.
Ella no
quería volver a entrometerse en la privacidad de aquel hombre y él no quería
volver a ofenderla con su brusquedad.
De pronto
escucharon algunos ruidos y voces extrañas y Fair se dirigió rápido hacia los
arbustos para ver qué sucedía. Se arrodilló y miró hacia la hondonada. Caleb
llegó junto a ella con sumo sigilo .
Los dos
observaron a los estrepitosos hombres que se reunían abajo y acomodaban las
trampas.
Eran
cazadores furtivos y Caleb agradeció que los matorrales los ocultaran, aquellos
hombres no solían ser muy agradables y con Fair bajo su custodia prefería
evitar cualquier tipo de pleito.
Sin
embargo cuando la joven se incorporó , él pudo ver un brillo decidido en sus
ojos.
-¿Dónde
vas? - preguntó
-A
detenerlos , son cazadores furtivos ¿no ves?. Es injusto que maten a los
animales. ¿Tú cazas?
-¿Animales?
. No, me parece innecesario y cruel, más ahora , desde que a mi cuñado le gusta caminar en cuatro patas
– comentó irónico y se dio cuenta que
ella ya no estaba. Maldijo en voz baja, buscó presuroso su espada y se
precipitó tras ella.
La alcanzó justo cuando increpaba a los
cazadores y apenas llegó a tiempo para interponer su espada cuando uno se
abalanzaba sobre ella.
La puso a
salvo tras su poderoso cuerpo y con unas pocas maniobras redujo a sus contrincantes, los desvaneció
con unos golpes de puño, Fair “ayudó”
golpeando a uno con un tronco y luego entre los dos los ataron.
-Vayámonos
– ordenó él y la arrastró consigo, por
primera vez montaron juntos y se alejaron tan rápido como pudieron.
-Gracias –
dijo ella y él se limitó a hacer un vago gesto de reconocimiento sabiendo que
si le contestaba la estrangularía por su imprudencia.
Llegaron a
un poblado y se dirigieron a buscar posada, Caleb quería además comprar otro
caballo para agilizar su marcha. No sabía bien si quería solucionar pronto la
situación de la joven o sólo deshacerse de ella. Con sus preguntas, su
imprudencia y sobre todo su infantil asombro ante todo como si el mundo fuera
una maravilla nueva que se descubría ante sus ojos , lo inquietaba. Demasiado, más de lo que él podía permitirse.
En el
hospedaje Caleb pidió dos habitaciones y cuando se iba hacia los establos donde
vendían los animales , Fair se acercó a él y le entregó un collar.
“ Era de
mi madre, es valioso. Véndelo . Así podré pagar mi hospedaje y mi comida “ dijo
ella .
Caleb
estuvo a punto de negarse, no necesitaba el dinero y sabía el valor sentimental que tenía la joya para ella pero vio la decisión y el orgullo reflejados
en los delicados rasgos femeninos . Era
evidente que ella deseaba comenzar una nueva vida, con sus propias reglas sin
depender de nadie...aquel rastro de orgullo era lo único que le quedaba y Caleb
lo entendió.
-Bien ,
conseguiré un buen precio por él – le dijo serio
-Confío en
ti – dijo ella y se retiró para que no viera sus ojos llenos de lágrimas.
Horas más
tarde el joven volvió con un caballo de
pelaje claro y cuerpo ligero, ideal para
la chica , un vestido sencillo y una
bolsa de monedas.
Le entregó
el dinero a Fair quien le agradeció con una sonrisa afectada, aún le dolía
haberse desprendido del único recuerdo
que conservaba de su madre. Después con bastante cautela le entregó el
vestido y le dijo que corría por cuenta de él ya que ella nunca lo había pedido
, trató de disculparse por su atrevimiento
ya que le preocupaba herir sus sentimientos pero ella estuvo encantada
,aunque insistió en pagarlo igual que su caballo. Caleb se las arregló para convencerla
de que no era necesario .
Y a la
hora de la cena cuando la vio en el comedor con el vestido pensó que valía la pena poder verla tan
resplandeciente . Tenía sólo un vestido nuevo y sin embargo algo en la
expresión de ella decía que se sentía como si le hubieran puesto el mundo a sus
pies.
“Se merece
mucho más “ – pensó él fugazmente pero
cuando llegó a su lado le dijo un cumplido que más bien parecía de compromiso.
Después de
comer se quedaron un rato en el
salón conversando junto al fuego
del hogar.
-¿Siempre
lo has tenido así?- preguntó él rozando el cabello corto de la joven
-No, me lo
corté cuando decidí huir, pensé que sería más fácil pasar desapercibida –
contestó añorando su larga melena- ¿Se ve muy feo ,verdad?
-No, está
bien – contestó y ella le agradeció con una luminosa sonrisa
Caleb notó que estaba acostumbrado a que las
mujeres llevaran el cabello largo, sin embargo le gustaba el corte de pelo de
Fair. Resaltaba la intensidad de sus ojos verdes , dándole un aspecto dulce y
aniñado al tiempo que la hacía parecer
un duendecillo travieso.
Él le
habló sobre el itinerario que había trazado, había elegido un camino seguro con
varios poblados donde podrían encontrar posada. Probablemente de haber viajado
solo hubiese elegido una trayectoria diferente pero dada su actual situación
había planificado un viaje donde la joven estuviera cómoda.
Ella
estaba asombrada por la organización de él, no se le había escapado ningún
detalle.
-¿Siempre
eres tan organizado?
- Eso
facilita las cosas – contestó él a la defensiva
-Es
admirable – respondió ella – yo soy incapaz de planificar nada...
-Planificaste
una fuga – dijo él y al ver que la mirada de ella se ensombrecía se arrepintió
de haberlo dicho.
-Eso fue
diferente ...-dijo ella.
-Sí , lo
fue .¿Quieres contarme ?
Fair lo
miró un instante.¿Cómo alguien que conocía tan poco podía resultarle más
confiable que cualquier persona que hubiese conocido antes ? Pero así era, ella confiaba en aquel hombre
de ojos oscuros, había algo en Caleb Blackdalion que la hacía pensar en un
refugio de roca dura y resistente, era como si él pudiese protegerla de
cualquier tormenta simplemente porque estaba allí con su organización, su honor
y su seriedad.
Tal vez
había llegado el momento de hablar ,de comenzar a curar las viejas heridas,
subió los pies al asiento acurrucándose y empezó a hablar.
-Cuando mi
madre vivía, éramos felices. Si bien mi padre nunca se ocupaba mucho de
nosotros , estaba ella para amarnos a mi hermano y a mi. Era muy bella y dulce
se encargaba de la casa y de nosotros mientras mi padre se ocupaba de los
negocios y la tierra.
Luego ella
enfermó y murió, entonces quedamos solos...Mi padre dependía de ella más de lo
que creía y con su ausencia se sintió perdido, no sabía que hacer con la casa
ni con sus hijos.
Por un
tiempo vivimos en una especie de
abandono, librados a nuestra propia suerte, él se iba por largos períodos y nos
dejaba...luego llegó ella y todo empeoró.
Mi padre
volvió a casarse y cuando trajo a su esposa a casa yo pensé que nuestra vida
iba a mejorar, me equivoqué. Mi hermano empezó a enfrentarse con nuestro padre y finalmente se marchó, me
dejó pensando que yo estaría mejor allí...sé que él creyó que era lo mejor – lo
justificó ella y Caleb no dijo nada-
Yo trataba
de agradarle a la nueva esposa de mi padre, era pequeña aún y seguía
necesitando una madre...pero pronto comprendí que me odiaba. No sé por qué, tal
vez porque era el recordatorio de mi madre o porque seguía siendo la heredera
...no lo sé. Me resulta difícil entender el odio – comentó con tristeza – , los
años sólo empeoraron las cosas porque ella logró que el desinterés que mi padre
sentía por mi se convirtiera en desprecio.
Intenté
acercarme a él , que me quisiera pero no pudo hacerlo y perdí todas las
esperanzas...me maltrataban, me encerraban... y entendí que si quería
sobrevivir sólo podía escapar.
Tienes
razón, sí pude planear una fuga, durante muchos días planifiqué cada detalle,
esperé el momento justo...y luego...
-Yo lo
arruiné – intervino él conmovido por la
historia de la joven. Había contado la historia con desapego, sin dar muchos
detalles pero la forma en que se envolvía en sus propios brazos al hablar, el
tono de su voz le hablaba a Caleb mucho más claramente que las propias palabras
de la joven.
-Bueno,
digamos que interferiste un poco ...-dijo ella y le sonrió- ¿Y tú, de qué huyes
Caleb? – preguntó
Caleb
pensó que ella siempre lo sorprendía, era como si lo distrajera para luego
apuntar a lo más profundo de él. Como si
aquellos ojos verdes no fueran a permitirle ningún secreto...ninguna oscuridad
donde esconderse.
En general
sólo se hubiera encerrado en sí mismo sin permitirle entrar, se hubiese
envuelto en esa frialdad y seguridad que mantenía a todos alejados, pero no le
pareció justo. Después de todo ella le había contado todo a él, le había dejado
ver sus heridas...le había expresado su dolor por no ser amada por quienes
debieron hacerlo.
Y
allí, en aquella posada en medio de
ningún lugar, frente al fuego y al lado de esa joven le pareció que era el
momento correcto para hablar. Nunca había hablado de lo sucedido , su familia
sabía los detalles por terceros, él los había guardado en su interior.
-Antes de
la guerra – empezó él – me prometí con Maris...cuando todo terminara íbamos a
casarnos pero no pudo ser.
El último
día de la batalla cuando ya habíamos triunfado sobre el enemigo, cuando yo
estaba feliz por la victoria recibí la noticia de que habían atacado el hogar de ella y la habían asesinado. Fue como
si el día se volviera noche, no recuerdo mucho sólo que salí en mi caballo
deprisa hacia Delfas. Todo era destrucción allí, el humo, las ruinas los
cadáveres... incluso el olor del aire exhumaba perversión ,me sentí enfermo.
Aún quedaban algunos enemigos por allí, perdí el control y me convertí en un
animal tan feroz como ellos mismos ...los destruí ,pero eso no cambió nada.
Yo debí
protegerla...estar ahí, pero no lo hice. Era joven , no tenía que morir...pero
ellos la destruyeron...fue muy injusto y sin importar que haga siento un vacío
que no desaparece. Yo debí prever el ataque, mandar una guardia o algo...debí
saberlo, pero ni siquiera me acordé de ella. Estaba muy ocupado pensando en mi
familia y en la batalla...no hice nada por mantenerla segura...- dijo
finalmente casi en un gemido.
-No fue tu
culpa...-dijo ella que había entendido que para alguien tan prudente como Caleb no haber previsto aquel ataque era
un error imperdonable..y más aún si era la mujer con la que iba a casarse...la
que amaba.
-Debí
evitarlo . –dijo él y ella rozó su mano en un vano gesto para consolarlo. Luego
se quedaron en silencio. Como si después de una terrible catástrofe hubiera
llegado finalmente el momento de recoger
lo que quedaba, de reconstruir lo que permanecía en pie
A la
mañana siguiente retomaron su viaje.
Por
primera vez en mucho tiempo Fair se sentía feliz , era un estado nuevo para
ella, sentirse libre, poder disfrutar de todo.
La comida
le sabía más sabrosa porque simplemente no había tensión en el ambiente, no
sentía el odio rodeándola continuamente . Dormía tranquila ya fuese en una
posada o al aire libre, le gustaba lavarse en algún arroyuelo de agua
cristalina y fresca, observaba fascinada
como cambiaba el paisaje, los bosques parecían susurrarle secretos y nuevas
posibilidades se abrían a cada paso que daba, incluso había aprendido a manejar a su caballo con
soltura . Aquello le había valido una felicitación de Caleb. Eso era lo mejor
de todo , por primera vez en mucho tiempo disfrutaba de la compañía de otro ser
humano, aunque fuese taciturno o incluso un poco gruñón el joven Blackdalion
era el mejor acompañante que se podía
desear
Tenía
valores muy arraigados , era honesto y honorable. Fair lo admiraba aunque a
veces disfrutaba molestándolo un poco, le gustaba verlo perder su seria
compostura, ya que entonces afloraba su
sentido del humor y su encantadora sonrisa.
Todavía
faltaba un largo trecho para llegar a los dominios Silverest , así que se
sintieron aliviados al divisar una aldea. Podrían descansar allí.
El gran
bullicio que había en el poblado llamó su atención, así que cuando un muchacho pasó
corriendo junto a ellos Caleb lo detuvo para averiguar qué sucedía.
-¿Qué está
pasando ?- preguntó ásperamente
-Van
a quemar una bruja ...- contestó el
chico y siguió su camino.
Caleb y
Fair siguieron avanzando y luego horrorizados elevaron su mirada hacia la
tarima que se erguía en el centro del lugar. Atada en un poste había una niña
pequeña.
-¡Cielos!...-
exclamó Caleb mientras sentía que el enojo crecía en él. Era sólo una criatura
que probablemente tenía el Don, así como Ennis lo había tenido. La ignorancia y
maldad de aquella gente lo enfurecía.
-Tenemos
que ayudarla... – musitó Fair espantada
-Esa gente
está enardecida y es muy peligrosa,
quédate aquí. Yo iré a hablar con el magistrado para que liberen a la
niña –dijo él dejándola junto a una
construcción segura y alejada.
Fair aceptó poco convencida y Caleb se marchó
decidido.
El joven
Blackdalion estaba hablando con el hombre ,que se mostraba bastante renuente a
aceptar razones , cuando escuchó los gritos. Al darse vuelta vio a Fair, era evidente
que había tratado de liberar a la niña y que la habían atrapado a ella también.
No debió haber confiado en la obediencia de la joven cuando sus ojos verdes
eran un claro desafío, ella estaba decidida a
hacer las cosas por sí misma , sin importar las consecuencias.
Caleb se
abrió paso a los golpes hasta llegar a la tarima, entonces subió de un salto y
desenvainó su espada en un claro desafío a cualquiera que se atreviera a
retarlo.
Una cosa
era atacar a una niña y una mujer pero la gente se amilanó ante la furia que se
desprendía de aquel hombre. Enojado Caleb era un espectáculo atemorizante y
estaba muy enojado, con aquella gente que atacaba a una criatura porque era diferente, con Fair por ser tan
cabezadura y no confiar en él y consigo
mismo por estar tan fuera de control.
-¡Soy
Caleb Blackdalion, capitán de los ejércitos del Rey y heredero del León Negro!
-rugió indignado- Voy a liberar a estas dos personas y juro por mi sangre que
si alguien se atreve a oponerse lo voy a matar ¡¿Está claro?!.
Evidentemente
la insensatez de aquella gente no llegaba a tal punto como para oponerse al
intimidante Caleb, porque lo dejaron
actuar sin intervenir. El muchacho desató a Fair y la niña, cargó a esta última
en uno de sus brazos y sin soltar su
espada avanzó entre la muchedumbre guiando a Fair para que fuera delante.
Más allá
de algunos gritos de “Brujas” y “Demonios” nadie tuvo el valor de
interceptarlos
Caleb
montó a la niña en su caballo y sin mediar palabra subió a Fair al suyo, luego
azuzó a los animales para alejarse con prontitud de aquel malhadado lugar.
Cuando se
encontraron a una distancia prudente, paró a los caballos junto a una arbolada
y desmontó, inmediatamente se dirigió a la joven que también bajaba del caballo
para enfrentarlo.
-¿En qué
rayos estabas pensando para ser tan irresponsable? ..Pudieron matarte – casi
gritó él con la furia a flor de piel
-Alguien
tenía que hacer algo...-se defendió la joven
-Yo lo
estaba haciendo...
-Sí
recurrir a las leyes y el palabrerío. Las leyes no siempre sirven, no siempre
protegen a los más débiles a veces sólo
hay que actuar
-Inconscientemente
...-dijo él mientras se acercaba a ella
con un gesto amenazante
-No me
intimidas – lo increpó Fair, pero Caleb pudo ver como su cuerpo se encogía en
un involuntario gesto de miedo
-Debería ,
tal vez así no te arriesgaras a que te maten cada vez que me doy vuelta – le
dijo suavizando su tono para que ella notara que él no pretendía dañarla
-Iban a
matarla...
-Debiste
confiar en mí, yo jamás hubiera dejado que le sucediera algo...
-Lo sé,
pero no podía quedarme sin hacer nada. Es sólo
una criatura...- dijo la joven y entonces los dos recordaron a la niña
que aún estaba montada en el caballo observando
su discusión.
-Lo siento
pequeña ..- dijo Caleb acercándose a ella y bajándola en brazos, el temor
todavía brillaba en los ojos de la niña- Tranquila , ya estás a salvo nadie te
hará daño...
-Gracias...-musitó
ella y Caleb se la pasó a Fair que se
acercaba con una manta para abrigarla.
Fair la
envolvió con el tejido y con su cuerpo en un abrazo cálido. Luego le preguntó
su nombre y la cargó con ella. Se sentaron juntas y Caleb encendió una hoguera.
Luego comieron mientras se presentaban y
la calmaban. Al rato la niña sonreía confiada y les contaba su historia.
Caleb observó
a Fair y a la pequeña. La joven ,tan desamparada ella misma, tenía la capacidad
de hacer sentir protegidos a los demás. Era una mujer muy cálida además de ser
obstinada e inconsciente del peligro.
Cal pensó
que al volver a casa debería disculparse con su familia, ahora entendía lo que
era que alguien estuviera arriesgando su vida continuamente para defender
causas perdidas. También debería disculparse con Kalymera , los problemas que
le había causado su hermana no eran nada comparados con los que le causaba
Fair. Lo sobresaltaba cada dos minutos
con alguna ocurrencia y él debía correr tras ella para rescatarla. Ya no
confiaba en su buena salud, de seguir
así esa mujer lo mataría de preocupación en un par de días.
La niña se llamaba Shermain, tenía apenas
siete años y había perdido a sus padres. Tal como Caleb pensaba ella tenía el
Don y cuando los aldeanos lo habían descubierto la habían acusado de bruja.
Nadie la había ayudado y Caleb tuvo ganas de destruir aquella maldita aldea que
era capaz de sacrificar a una criatura inocente.
-Puedes
venir conmigo a casa cuando regrese – le dijo a la niña - en mi familia hay magos y ellos pueden
ayudarte a desarrollar tu poder.
-En
realidad tengo una hermana, ella vive en Belar y es muy buena... iba a ir allí
antes de que ellos...
-Entonces
te llevaremos con ella – dijo Fair con una sonrisa comprensiva- ¿Verdad? – le
preguntó a Caleb sabiendo que tendrían que desviarse del itinerario que él
había trazado
-Claro
Shermain, te llevaremos con tu hermana- dijo Caleb sonriéndole a la niña y la
joven tuvo la sensación de que él mataría dragones si fuera necesario.
La pequeña
montó junto a Fair y los tres se dirigieron a Belar.
La hermana
de la niña era una buena mujer que amaba profundamente a Shermain y que recibió
su arribo con lágrimas en los ojos, la había dado por muerta y la abrazó con
todas sus fuerzas cuando Fair se la entregó.
La mujer
los invitó a comer en agradecimiento y ellos aceptaron gustosos.
Antes de
partir Caleb le entregó dinero a la hermana de la niña y aunque Fair sabía que
para algunos era más fácil dar monedas que ayuda conocía a Caleb para saber que
él no era así. A él de verdad le preocupaban los demás, era un caballero de
brillante armadura, y con una sonrisa escuchó como él le pedía a la mujer que
lo mantuviera informado sobre Shermain
y le decía que si necesitaban cualquier
tipo de ayuda o incluso un maestro que le enseñara a manejar el Don no dudara
en acudir a él. Le dio también sus señas particulares para que lo pudieran
encontrar y cuando él abrazó a la niña , Fair deseó haber encontrado un
protector así en su infancia. Sin embargo ahora él estaba en su vida, aunque
fuera temporalmente .
Contentos
de haber dejado a la niña a salvo retomaron su viaje hacia la casa de Landros
Silverest.
-¿En serio
hay magos en tu familia? – preguntó Fair recordando lo que él le había dicho a
Shermain.
-Sí –
contestó él pensando que aún le costaba pensar en Dionis como familia, pero
hacía feliz a su hermana y eso le bastaba.
-Tengo
pocos recuerdos de mi madre pero uno de ellos
es de una fiesta en la que había un mago. Ella lo había contratado para
que animara la reunión, yo estaba espiando
cuando él creó miles de mariposas
que volaron por el salón. Eran de todos los colores y parecían hechas de luz, un grupo llegó
revoloteando hasta mí y cuando las quise tocar se desvanecieron entre mis
dedos. Nunca vi nada tan hermoso – comentó ella
con nostalgia- fui feliz pocas veces
y aquella fue la que más recuerdo.
Caleb sintió tristeza por Fair , él había
sido un niño feliz, a pesar de su seriedad característica , había disfrutado
mucho su infancia y tenía sólo recuerdos dichosos. Hubiera querido poder
compartirlos con ella para que sus ojos verdes no tuvieran rastros de dolor.
En el
próximo poblado al que llegaron Caleb insistió en hacer una inspección general
para asegurarse de que fuese un lugar tranquilo y que sus pobladores no fueran
asesinos descontrolados.
Fair le
dijo que exageraba pero después de lo
sucedido con Shermain tuvo que aceptar sus precauciones. Una vez que comprobó
que todo estaba bien Cal rentó dos cuartos en la posada local.
No supo a
ciencia cierta que lo despertó, si fue la música, las risas o la combinación de
todo que era inadecuada en una posada donde se pretendía descasar. Se vistió deprisa
y se dirigió hacia abajo para ver qué sucedía.
Caleb
sabía que los hombres no se desmayaban , además con su estatura se daría un
buen golpe, y eso fue lo único que le
impidió desvanecerse al llegar al pie de la escalera.
Se estaba
celebrando una bulliciosa fiesta en el salón principal pero lo que lo
conmocionó fue Fair. Ella estaba bailando sobre una mesa y cantando a viva voz,
los ojos le brillaban y claramente disfrutaba participando en aquella
celebración.
Él avanzó
resueltamente hacia la joven y ,tal como siempre sucedía, nadie se atrevió a
interponerse en su camino. Llegó hasta ella y sin mucha ceremonia la tomó por
la cintura y la bajó para interrogarla.
-¿Qué
sucede aquí?
-Es una
fiesta...
-Ya veo
–gruñó él
-Es una
pareja de recién casados, llegaron hace
unas horas y se improvisó una fiesta en su honor, parece que son muy queridos
aquí ... –explicó risueña
-¿Y los
huéspedes de la posada? – preguntó perdiendo la paciencia
-Todos
estamos aquí – aclaró ella dirigiéndole una mirada que dejaba en claro que él
era una especie de monstruo por querer dormir cuando todos celebraban.
Caleb
estuvo a punto de mencionar que era una situación inaceptable, que él había
pagado por descansar y no verse metido en semejante batahola ,pero desistió.
Miró a los ojos de Fair, su mirada brillaba con un claro matiz de alegría ,
casi parecía una niña. Caleb revoleó los ojos, gesto aprendido en años de
lidiar con Connor , y se dio por vencido, esa noche no dormiría.
No sólo no
durmió sino que aún contra su voluntad
se vio arrastrado en toda la euforia y
en algún momento de la noche hasta se encontró bailando con la dichosa
novia.
Fair
disfrutaba enormemente al ver nuevas
facetas del circunspecto Caleb y más de una dama se admiró de la elegancia y agilidad del
joven Blackdalion para deslizarse en la pista.
Y en la
madrugada terminaron bailando juntos, cuando se vieron empujados uno contra el
otro Caleb le hizo una vistosa
reverencia y la invitó. Ella aceptó encantada.
-Creí que
no bailabas – le comentó divertida
-No conoces
a mi familia, le gustan los bailes y me han arrastrado toda mi vida...y no iba a darle ventaja a mis
hermanos así que sé bailar.
-Imagino
que nunca das ventajas...- dijo ella con
una sonrisa
-No...soy
el mayor – contestó él y luego se calló embargado por la sensación de estar
bailando con Fair. Era una sensación de alegría que no experimentaba desde
mucho tiempo atrás.
Una vez
que volvieron al camino se encontraron con nuevos problemas.
Se
cruzaron con un batallón de soldados que regresaban al campamento desde donde
partirían a sus hogares, a Caleb le bastó darles una sola mirada para saber que
eran un grupo indisciplinado y que
andaban buscando problemas, sin embargo Fair
fue tras ellos para tratar de averiguar algo de su hermano.
En un
principio todo estuvo bien pero, cuando Caleb se dirigió a preguntar por el
superior a cargo, Fair se alejó de él.
Los gritos
lo alertaron de que algo estaba mal,
Fair estaba rodeada por un par de jóvenes que le hacían insinuaciones y
ella los estaba poniendo en su lugar, sin embargo Caleb se sintió furioso y no
perdió tiempo en desenvainar su espada.
Justo en
ese momento uno de los jóvenes alargaba una mano hacia Fair cuando la voz del
joven Blackdalion los congeló.
-Si tocas
a mi esposa te mueres – dijo con letal frialdad y bastó una mirada de sus ojos
oscuros para que supieran que hablaba en serio.
-Lo siento
señora ...- tartamudeó el muchacho y se alejó con su compañero.
La chica
se volvió pálida hacia Caleb, sus palabras y su actitud la habían conmocionado.
Había una furia en él que le resultaba extraña y además la sola idea de ser su
esposa, de que aquel hombre le perteneciera la enmudeció.
-Vamos –
dijo él extendiendo una mano hacia ella
–buscaremos información sobre tu hermano y nos iremos de aquí, no vuelvas a
alejarte.
Ella lo
siguió automáticamente y mucho más tarde cuando estaban solos se animó a
interrogarlo.
-¿Por qué
dijiste que era tu esposa?
-Así nadie
se meterá contigo
-¿Pero por
qué tu esposa, podrías haber dicho que era tu hermana?
-Ya tengo
una y tú no te le pareces- comentó con frialdad sabiendo que no era del todo
cierto. Algo en el carácter y la
tenacidad de Fair le recordaban a Kalymera.
-Me
imagino que no – dijo ella dolida
pensando que la hermana de Caleb debía ser una dama muy distinguida.
-Además es
la única forma de protegerte, nadie se atreverá a despertar mi ira
molestándote.
-Podrías
haber dicho que éramos hermanos – insistió ella con terquedad.
-Bueno,
una hermana no siempre quiere ser protegida – le explicó recordando a Dionis –
a veces puede estar interesada en alguien ...
-¿Y una
esposa?
-Una
esposa siempre debe ser protegida
-¿Y no
interesarse en nadie más?- lo provocó ella.
-Por
supuesto que no, sólo su esposo...-respondió con intensidad deteniéndose de
golpe
Caleb había estado a punto de decir que una
mujer sólo debía amar a su esposo pero recordó que él no creía que el
matrimonio estuviera necesariamente
relacionado con el amor.
Sin
embargo las palabras habían estado por escaparse de su boca. Se dijo a sí mismo que era la nociva influencia de
los recientes romances de Kaly y Connor , nada tenía que ver con la joven de
ojos verdes. Ni con el posesivo sentimiento que
ella le provocaba. Entonces tuvo una idea y se llevó la mano al cuello
donde arrancó la cadena que llevaba.
- Ponte el
anillo – dijo él extendiéndolo hacia ella
-No voy a
usar el anillo de tu prometida... – contestó ella que desde tiempo atrás había
notado la joya que pendía en el cuello de Caleb. El anillo que llevaba siempre junto al corazón
-Era de mi
bisabuela, Maris nunca lo usó. No tuve tiempo de darle uno...- contestó
irritado
-Aún
así...- aseveró obstinada
-Fair,
haría mucho más fáciles las cosas y me evitaría tener que estar peleando con
cada hombre que se quiera propasar contigo
-Yo puedo
defenderme sola.
-Tal vez,
pero nunca voy a permitir que se le falte el respeto a una mujer en mi
presencia, así deba enseñar modales a fuerza de espada ...y una joven viajando
sola con un hombre que apenas conoce pueda dar lugar a ideas equivocadas
-Está
bien..-aceptó renuente y extendió su mano, sabiendo que él no se daría por
vencido optó por evitar futuros conflictos.
Cuando
Caleb deslizó el anillo en su dedo, los
dos se miraron extrañados por la sensación que los embargó. Fair quitó
rápidamente la mano para evitar prolongar el contacto con Caleb.
-Te queda
...- dijo él pensativo .
- Es
hermoso – dijo ella y luego recuperó la razón - Te lo devolveré cuando
encuentre a mi hermano...entonces ya no tendrás que preocuparte por mi.
-Fair...lamento
que no supieran nada sobre él. Seguro que mi tío averiguará algo – dijo
tratando de cambiar el clima que se había creado entre ellos.
-Eso
espero
-Si no
iremos con mi padre...él lo encontrará .
-¿Cómo es
? - preguntó ella
-¿Cómo es
qué?
-Tener una
familia como la tuya.
-Muy molesto
– contestó en broma pero luego le habló desde el corazón- .Se meten todo el
tiempo en tu vida y te dicen que es lo mejor, aunque yo hago lo mismo – comentó
adelantándose a ella- pero siempre sabes que actúan así para cuidarte.
Mis padres
son excepcionales, se aman profundamente y son los bastiones de la familia.
Me
sentiría feliz si tan solo pudiera parecerme un poco a Kyrios Blackdalion , es
el mejor hombre que conozco y mi madre es nuestro ángel custodio .Y mis
hermanos...son mis mejores amigos. Cuando Ennis
nació yo estaba bastante celoso, hasta ese momento yo era el centro de
atención .Poco después de su
nacimiento lo escuché llorar y mamá no
estaba cerca, así que lo alcé para calmarlo, desde ese instante adoré a mi
hermanito y fue lo mismo con los otros dos. Más aún con Kalymera, era tan
delicada y pequeñita .Desde el momento que la vimos, mientras mi padre la
sostenía en sus brazos con extremo
cuidado, los tres hermanos decidimos
protegerla con nuestras vidas. Debo decir que aquella decisión nos ha dado
bastantes dolores de cabeza – dijo con una mueca-
-¿Cómo son
tus hermanos? – le preguntó curiosa, le gustaba oírlo hablar de su familia.
Caleb no era una persona muy abierta, su
familia sabía lo que sentía por ellos pero no solía expresarlo con palabras.
Sin embargo le resultaba fácil hablarle a Fair. Podía compartir cosas con ella
que no había compartido con nadie más, el joven no quería detenerse a analizar
esa proximidad, así que siguió hablando
sobre los suyos.
-Ennis..
-¿El mago?
– lo interrumpió ella
-Sí, es el
más tranquilo de todos. Le gusta reflexionar antes de actuar, no creo que sea
herencia de los Blackdalion. Además es muy inteligente y le gusta leer mucho,
supongo que porque puede investigar sobre el Don que posee. Aunque nunca sabe
que hacer con su propia vida, siempre acudimos a él en busca de consejos,
es muy sabio.
Connor es
intempestivo y le gusta hacerse el gracioso, habla demasiado y siempre se mete
en problemas. Las mujeres siempre lo han perseguido –Fair pensó que si se parecía
un poco a Caleb , la atracción femenina era justificable- .
-¿Se
parece a ti?
-Todos
tenemos rasgos similares, pero Conn es rubio y de ojos grises como mamá, Ennis
decía que éramos día y noche , no sólo por nuestra apariencia sino por el
carácter. Yo soy el sombrío – dijo resignado – y Connor es “luminoso” , no hay
otra forma de describirlo. Solíamos decir que si algún día nos quedábamos sin
plata , podríamos subastarlo entre sus admiradoras y nos enriqueceríamos. Nunca
le ha gustado hacerse cargo de nada, sin embargo yo lo he visto en batalla y
pondría mi vida en sus manos – dijo orgulloso- ,aunque ahora se casó con Shara
y está cambiado. En realidad creo que el verdadero Connor ha salido a la
superficie.
-¿Y tu
hermana?
-Kalymera es la princesa de los Blackdalion, la hemos
consentido pero es una mujer
maravillosa. Se preocupa por los demás y es muy valiente. Es bajita , como tú –
aclaró sonriendo – pero tiene una fuerza enorme en su interior. Muchas veces nos
asusta, papá dice que ella es el león blanco
de nuestra familia y le creo. Te gustaría mucho .Se casó hace poco .
-¿Te gusta
él ?- preguntó Fair a quién no le había pasado desapercibido el tono aprensión
de Cal al hacer su último comentario.
-¿Dionis?.
Supongo que sí. Al principio tuve ganas de matarlo , luego esperaba que
cometiera algún error ...pero lo ha hecho bien. Ama a Kalymera y ella a él, son felices y es un buen hombre – dijo
con una mueca como si le costara reconocer aquello.
-Tal vez
deberías decirle que te cae bien
-No , lo
dejaré sufrir un poco más – dijo él con una sonrisa retorcida y Fair rió
La joven
deseó poder conocer a aquella familia, a aquellos seres que se amaban
incondicionalmente y que habían formado a Caleb.
Fair
estaba acostumbrada a no desear nada, así la vida era mucho más fácil y dolía
menos, sin embargo había algo que deseaba con toda su alma y estaba enojada con
ella misma por eso. Amaba a Caleb
Blackdalion y era la peor insensatez. Por empezar él era demasiado
severo y ella necesitaba ternura y
cariño, aunque en verdad no era un problema porque ella sabía que el sólo
aparentaba ser duro pero en su interior era cálido y gentil. Se lo había
demostrado muchas veces. El verdadero problema era otro, Caleb no la amaba.
Había amado a alguien y la había perdido. En cuanto a ella, sólo la consideraba
un deber, una de sus misiones de caballero. En algún momento del camino la
misión concluiría y él la dejaría sin mirar atrás. Y ella que había sobrevivido
al desamor no sobreviviría al abandono de ese hombre.
Cuando llegaron
a las cercanías de Silverest ambos sintieron cierto desasosiego aunque no lo
mencionaron.
Era la
sensación de que una etapa importante concluía, a partir de allí dejarían de
estar solos, de compartir aquella intimidad que los había acercado .
Y probablemente
una vez que el tío de Caleb averiguara algo se separarían y volverían a ser dos
desconocidos.
Aunque
algo en el interior le decía a cada uno que nunca podrían ser desconocidos, que
se habían formado lazos profundos entre
ellos .
Fair
sintió un leve temor en su interior , quería quedarse allí a mitad de camino y
no seguir avanzando porque mientras el viaje durase podía seguir cerca del
hombre que amaba pero si daba un paso más todo se volvería incierto.
-Fair ...-
la llamó Caleb y ella lo siguió.
Silverest
era un lugar hermoso. Una gran construcción
de piedra blanca, rodeada de bosques , desde allí se veían las ventanas
y terrazas . Detrás a la izquierda alcanzaba a divisarse un bello poblado,
había paz allí y Fair pensó que nada
malo podría suceder en ese lugar
Llegaron
hasta el patio de entrada y desmontaron.
Un hombre
de cabello cano salió a recibirlos. Fair había esperado que se pareciera a
Caleb sin embargo eran muy diferentes. Su tío era más bajo y delgado, sus ojos
eran grises y el cabello obviamente había
sido claro antes de encanecer
Tenía un
aplomo más propio de un estudioso que de un guerrero , aunque era atractivo
,también se veía que era un hombre afectuoso .
Caleb los
presentó y se mostró muy agradable invitándola a quedarse en su hogar, al poco
tiempo apareció una mujer que resultó ser la tía de Caleb. Era más joven que su
marido, con espeso cabello pelirrojo y una sonrisa contagiosa.
-¡Tía! –
exclamó Caleb al verla
- Vaya, es
mi sobrino favorito que se ha dignado a visitarnos - dijo ella alegremente.
- No sabía
que era tu favorito.-contestó él acercándosele
-Bueno
eras el único que siempre aceptaba ayudarme en mis tareas. Connor huía apenas
se le mencionaba la palabra ayuda, Ennis era demasiado distraído y Kaly
peligrosa. En cambio siempre podía contar contigo para que me ayudaras a hilar,
probaras mis comidas o cuidaras a tus primos....
-Supongo
que he hecho méritos...
-Sí ,
seguirás siendo mi favorito unos años más, ahora dime cómo están todos, tus padres, los
chicos...
-Todos
bien
-¿Y has
visto a mi hermano?, pasa poco por aquí
-Dominick
estuvo hace poco en el Castillo , mamá le recordó que viniera a verte
- Supongo
que sus mujeres lo tienen muy ocupado. Bueno ,y quién es ella – preguntó su tía
mirando a Fair.
Caleb se
dirigió a presentarlas. Su tía los invitó a entrar , cosa que había olvidado
por darles la bienvenida mientras seguía hablando sobre las novedades.
Fair los miraba encantada, era evidente
el cariño que había entre la familia y le gustaba poder observar a Caleb en esa
situación.
-¿Y mis
primos? – preguntó Cal
-Están en
la corte.
-¿Lissie también ? -preguntó por su prima más pequeña.
- Sí –
aclaró Landros- estuvo encerrada
aquí durante toda la guerra así que
pensamos que ahora que todo está bien necesitaba salir un poco .
-Sí ,
llevó custodia – dijo Jalany adelantándose a la pregunta de su sobrino, lo
conocía demasiado bien.
-Es que
tiende a atraer los problemas como
Kalymera.– le comentó él a Fair que los miraba interrogante
–-Bueno,
creo que es nuestro sino, el de las hermanas pequeñas – dijo Jalany con una
deslumbrante sonrisa que la hacía parecer mucho más joven. Había tanta picardía
en su voz que Fair, Caleb y Landros largaron la carcajada.
Luego
Jalany Silverest se apoderó de Fair y la llevó consigo para instalarla.
-Su hogar
es hermoso – dijo la joven sorprendida por la belleza de los interiores, había
luz y aire circulando en cada habitación. Hermosas obras de arte decoraban las
paredes y el ambiente se notaba la vibrante personalidad de Jalany.
-Gracias ,
espero que te guste tu habitación. Ahora es de una de mis hijas , no te
preocupes está de viaje, pero alguna vez perteneció a Elady , la madre de
Caleb. Más tarde te contaré historias de
la familia, a veces creo que éste es uno de los lugares bendecido por el amor.
- Creo que
es verdad, tengo una sensación de bienestar aquí...
-Y espera
a conocer el Castillo Blackdalion, creo que allí el amor camina entre los seres...
Fair solo
sonrió , ni siquiera estaba segura por qué el amor se había vuelto el tema
principal de la conversación. Pero cuando llegaron hasta la habitación que le
habían asignado la joven olvidó todo.
Había una
gran ventana, muebles de madera clara y una inmensa cama. Flores frescas
llenaban los jarrones lo que le daba un toque perfecto.
Fair pensó
en las otras mujeres que habían dormido allí, la prima de Caleb que seguro se
parecía a su deslumbrante madre y en la madre de Caleb que debía haber tejido
sus sueños de amor en aquella habitación.
En el
pasado Elady Blackdalion había soñado con Kyrios como ella soñaba ahora con
Caleb, porque no podía evitar pensar en él, sentir que estaba cerca.
La joven
no alcanzó a vislumbrar la mirada especulativa de Jalany.
Landros se
encontró a solas con su sobrino en la biblioteca, allí éste le contó toda la
historia y le pidió ayuda. Landros aceptó inmediatamente y le hizo la única
pregunta que su sobrino no había contestado.
-Caleb ,
¿puedes explicarme por qué Fair lleva el anillo de mi abuela? – preguntó y su
sobrino empalideció.
El
muchacho le contó rápidamente toda la historia pero lo que más le impactó a
Landros fue que Caleb hubiera urdido aquella patraña. Hacer pasar a Fair por su
esposa aunque fuera para protegerla era impropio de él, se lo viera como se lo
viera era una farsa.
Todos su
sobrinos eran leales a la verdad pero en Caleb su inclinación por la sinceridad era exasperante .Simplemente
era incapaz de mentir, y sus ojos oscuros eran capaces de descubrir las
mentiras de los demás. Algo estaba pasando y Landros decidió escribirle a
Elady, tenía muchas novedades para su hermana y alguna que otra pregunta.
Jalany les
preparó una comida fabulosa y a pesar de las reservas iniciales Fair se sintió
muy cómoda .
Luego de
la cena recorrió la casa junto a la tía de Caleb.
-Son
hermosos .Usted es muy talentosa – dijo Fair mirando los dibujos que había
sobre un escritorio. Anteriormente había admirado los hermosos cuadros que
Jalany Silverest había pintado y que adornaban su casa.
-Sí lo
soy, gracias. Pero esos no son míos , los hizo Caleb.
-¿Caleb? –
preguntó la joven asombrada.
-Sí todos
mis sobrinos son talentosos. Connor es músico, Kaly cuenta maravillosas
historias y Ennis tienen un arte muy particular pero Caleb es un magnifico
pintor. De pequeño noté su habilidad y le enseñé, con los años superó a la
maestra....
-Ya
veo..-dijo la joven observando los dibujos detalladamente.
Eran
dibujos de su familia. Estaban sus padres, una mujer bella que irradiaba paz y
un hombre fuerte y cálido que se parecía mucho a Cal. También reconoció a
Kalymera, era muy hermosa pero también el dibujo trasmitía la pasión de aquella
joven, la fuerza que tenía para amar a los suyos. Estaba Connor con una sonrisa traviesa y una mirada
intensa, lo que hablaba de la profundidad del alma de aquel hombre, Fair
entendió que las mujeres lo adoraran , aunque ella prefería al serio hermano
mayor. El dibujo de Ennis leyendo un
libro despreocupadamente reflejaba la serenidad del joven y la personalidad
propia de un guía.
Los
dibujos habían sido hechos con amor, cada trazo revelaba lo que Caleb sentía
por los suyos. Tal vez no fuera capaz de decirlo con palabras pero lo plasmaba
en su arte. Fair sintió que conocía a aquellas personas un poco por lo que le
había contado Cal, pero más que nada por lo que había reflejado en aquellos bocetos.
Había puesto su corazón allí y ella se sintió conmovida.
Notó algo
que le había pasado desapercibido.
-No hay
dibujos de Dionis, Shara , ...ni de Maris- le comentó a la tía que la miraba
pensativa.
-No , hace
mucho que no dibuja por eso no hay
dibujos de los nuevos miembros, aunque tal vez también sea porque él necesita
conocerlos un poco más. Como verás pone su corazón en los dibujos....Y en
cuanto a Maris nunca la dibujó, ni lo hará- sentenció la mujer y Fair no supo
cómo interpretar aquello.-Vamos será mejor que descanses un poco, estás en las
mejores manos. Mi esposo va a encontrar información...mientras tanto imagina
que estas son unas vacaciones y disfrútalas.
-Sí , eso
haré – dijo Fair saliendo de su ensimismamiento .Tal vez era mejor aprovechar lo que la vida le ofrecía, sin
importar cuanto durase. Dejó ir sus preocupaciones y siguió a Jalany hasta el
salón para unirse a la charla de Landros y Caleb. Su tío lo vio levantar los ojos apenas la joven
entró y también observó como sus miradas se entrelazaban por un breve segundo.
Fair
estaba mirando los libros cuando él y su tío entraron en la biblioteca.
- Puedes
tomar el que quieras –dijo Landros
-Yo no sé
leer – confesó ella avergonzada por la mirada estupefacta de Caleb y Landros-
Nadie se
tomó la molestia de enseñarme – agregó a la defensiva.
Caleb
estaba por decir algo pero su tío se adelantó .
-Puedo
enseñarte si quieres – propuso con gentileza- Yo le enseñé a Elady , la madre
de Cal cuando era niña - agregó
restándole importancia al hecho.
-¿En
serio? - preguntó ella y Caleb vio el brillo de entusiasmo en sus ojos verdes,
su tío había logrado animarla sin ofenderla.
-Claro,
van a quedarse acá unos días y me gustaría mucho. La lectura es mucho más
entretenida si puedes compartirla y aquel gigante tiene demasiada sangre
Blackdalion, prefiere las espadas a los libros – se quejó aludiendo a su
sobrino que tuvo la delicadeza de sonrojarse.
Con el
correr de los días Landros cumplió su
palabra de enseñarle a leer y la joven demostró ser una estudiante avanzada.
Además Fair disfrutaba mucho pasear por los jardines
que alguna vez había cuidado Elady Blackdalion y que ahora eran custodiados por
Jalany.
Aquella
casa parecía darles una tregua, había amor y seguridad allí. Pudo ver a Caleb
en un ámbito que le era familiar y descubrió que el ánimo del joven era mucho
más alegre. Las sombras que lo seguían atormentando rara vez aparecían en sus
ojos y estaba más expresivo que de costumbre.
Muchas
veces se quedaban en el jardín durante horas y él continuaba las lecciones de
Landros con infinita paciencia, Fair había resignado su orgullo ya que
disfrutaba escuchándolo leerle
historias.
Landros
usaba toda su influencia y contactos para averiguar el paradero del hermano de
Fair pero aún no había resultado alguno.
Aquella mañana cuando Fair se acercó a Caleb
percibió que algo estaba mal. Era como si hubiese vuelto a levantar mil muros
alrededor de él, se había apartado nuevamente .
Él
muchacho se alejó deprisa, sin darle tiempo de llegar hasta él.
-Déjalo
solo ...- le aconsejó Jalany – hoy es el día...
-¿El día?
-Hoy
debiera haber sido su boda ...- dijo la mujer
--Oh...- atinó a contestar Fair que entendió que las
sombras habían vuelto a acorralar a Caleb- debo encontrarlo
--Fair él
no está de humor, puede no ser agradable ...porque quiere estar solo
-Pero no
debe ser así, ya sufrió mucho y no está solo ...- dijo ella y corrió en la
dirección en la que él se había ido.
- Vete –
dijo él cuando lo encontró
-No...-
-Fair
quiero estar solo - repitió irritado
pero ella lo ignoró y plantándose frente a él le habló como si ella fuese quien
midiera un metro noventa y portara espada.
-Ellos se
han equivocado contigo, han dejado que sigas con tu idea de que eres indestructible, que no necesitas
nada. Pero necesitas que te cuiden aunque no quieras, no eres un muro de roca
Caleb. Tú familia debió darse cuenta...
-No hables
de ellos no los conoces – dijo él como defensa porque aquella jovencita se
estaba acercando a un terreno muy peligroso.
-Los
conozco a través de tus palabras – respondió ella y estuvo a punto de decirle
que también había aprendido a quererlos –
No es tu culpa. Tú no puedes salvar el mundo Caleb...
-Mira
quien lo dice – comentó resentido
-Pero yo
sé que no puedo sola y que no siempre voy a poder salvar a la gente que me
importa. No importa cuanto los amemos Caleb, no podemos protegerlos y eso no nos hace culpables, sólo humanos.
-¡No la
amaba! ¿ entiendes ? – gritó él – ni siquiera eso pude darle ...ni amarla ni
cuidarla.
Fair lo
observó sorprendida, aquella confesión
era lo último que esperaba. Ella se había atormentado durante mucho tiempo
pensando que él corazón de él le había pertenecido a Maris. Se sentó en el
suelo y él se acomodó junto a ella
-¿Ella te
amaba ?- le preguntó y por primera vez pensó en lo doloroso que debió haber
sido para aquella joven amarlo sin que él le correspondiera.
-No , pero
confiaba en mí.
-Déjala ir Caleb ...ya es hora– le dijo ella
sintiendo que era imposible que hubiese alguien que pudiera no amar a aquel
hombre, jamás se le ocurrió pensar que ella era una de las pocas personas, tal
vez la única ajena a su familia que lo conocía verdaderamente.
-Todos se
alejan cuando me ven así, tú no ...- dijo él
pensativo.
-Yo no
...- afirmó ella y se animó a posar su mano sobre la de él.
-Nunca
eres conciente del verdadero peligro ...- dijo con la mirada distante
-Caleb...
-Tranquila
Fair , mis fantasmas se marcharon...-dijo él mirándola y ella pudo comprobar
que su mirada lucía limpia de dolor .
-Vamos...-
dijo ella poniéndose en pie y
extendiéndole la mano . Caleb la tomó y
se aferró a ella como si fuera un ancla.
Al volver
a la casa se encontraron a Landros esperándolos.
-Tengo
noticias, averigüé el regimiento donde
tu hermano se alistó...no sé nada más. Es poco pero pueden empezar por allí, de
hecho gran parte del regimiento aún está
acampando cerca y podrán obtener más
información.
-Gracias...-dijo
Fair y se volvió a mirar a Caleb-
¿Podemos ir?
-Claro,
tan pronto como tenga mi capa ...- contestó él con una sonrisa y ella salió corriendo a buscarla.
-¿Estás
seguro Cal? – preguntó su tío cuando la muchacha se retiró- no sé que podrían
averiguar...tal vez deberíamos ir sólo nosotros...
-No tío,
sea lo que sea, ella debe saberlo. Y yo
estaré a su lado, no te preocupes.
-No muchacho
, creo que ya no me preocuparé...-dijo Landros estudiando a Caleb con sus ojos
grises y él tuvo la sensación de que su tío no hablaba de la búsqueda del
hermano de Fair.
La joven
estaba buscando la capa de Caleb, la encontró junto con la otra ropa que él
había usado en el viaje y ,al tomarla ,su chaqueta cayó y a sus pies quedó el
collar de su madre. El collar que le había dado a Caleb para vender.
Él justo
venía a buscarla cuando la joven lo encaró enfadada sosteniendo el collar en
sus manos
-¡¿Por qué
me mentiste?!
- Quise
guardártelo .El collar era importante para ti...no me pareció justo que tuvieras que deshacerte de él.
-Pero sí
creíste que necesitaba tu lástima...que me alimentaras y me mantuvieras...
-Fair no
era lástima.¡Cielos , si apenas comes y hemos pasado más noches al aire libre
que durmiendo en camas decentes...!.
Sólo me pareció lo correcto .
-No puedo
aceptarlo...
-¿Y mi
ayuda Fair...es tan difícil aceptar mi ayuda?. ¿Acaso tú actuaste por lástima
cuando te preocupaste por mi?
Ella lo
miró y pensó que era muy fácil aceptar
ayuda de ese hombre. Demasiado y eso era lo que la alteraba... él sólo había
evitado que perdiera algo muy importante para ella y lo había tratado muy
injustamente.
-No fue
lástima...me preocupé por ti y quise ayudarte. Lo siento Caleb, lamento haberme
portado así cuando en realidad debo darte las gracias.
-Bueno ,
al menos no pensaste que lo había robado...
-¡Caleb
Blackdalion!
-Vamos
Fair....tenemos cosas más importantes que hacer. Estamos a un solo día de viaje
...
-Bien, ya
tengo tu capa – dijo ella con una sonrisa conciliadora
Él le
sonrió y tras muchas recomendaciones de sus tíos partieron.
Llegaron
al campamento casi al anochecer. Caleb pidió entrevistarse con quien estaba a
cargo .
-Sí, lo
recuerdo muy bien...un buen muchacho. Pero lamento informarle que está
desaparecido señorita – dijo el hombre dirigiéndose a Fair.
-¿Desaparecido?
-No
sabemos nada de él desde la última batalla en la que participó...hay muchos...
-¿Está
muerto? – preguntó ella totalmente pálida
-No
podemos afirmarlo ,pero es lo más
probable...
-Gracias –
respondió ella sin esperar más detalles
y se levantó como una autómata saliendo
de la tienda en la que se encontraban.
Caleb
salió tras ella pero la joven empezó a correr, cuando la alcanzó ella estaba
llorando.
-Tranquila
– dijo él abrazándola- todavía hay esperanzas...tal vez...
-Ya no
Caleb. Lo perdí, lo perdí también a él. Ahora vuelvo a estar sola...- dijo
sollozando y él la abrazó más fuerte. La alzó y la llevó con él , se sentaron
en un rincón alejado y la dejó llorar mientras la sostenía contra sí.
Fair lloró
por todo lo que no había llorado antes, por la pérdida de su madre, por el
desamor de su padre y el maltrato, porque ya no encontraría a su hermano, porque amaba a un hombre que no podría
tener...lloró y lloró hasta quedarse dormida.
Caleb
contempló a la muchacha que estaba acurrucada en sus brazos , se había quedado
dormida mientras lloraba angustiada. Vio
el anillo brillar en la delicada mano y reconoció que la amaba, tal vez desde
el momento en que había caído en sus brazos al caer del castillo en su
precipitada fuga, pero lo más
importante es que la amaría siempre.
Sabía que
iba a ser el hazmerreír de la familia, sus hermanos le harían tragarse sus
palabras: “No creo en el amor” “Nunca voy a enamorarme” . Sin embargo no le
importaba , por primera vez en su vida estaba dispuesto a reconocer la derrota.
Si la derrota significaba rendirse a lo que sentía por Fair, se rendía gustoso.
Fue
conciente además de que él siempre había creído en el amor, tal vez más que
cualquiera de sus hermanos y era aquello lo que le daba temor. Después de todo,
¿qué posibilidad tenía de encontrar un amor como el de sus padres?. Sabía
también que exigente como era ,jamás podría conformarse con algo menos, sin
embargo había estado a punto de hacerlo, había preferido mentirse a sí mismo para no sufrir. Pero ahora todo lo
que él deseaba era a la mujer que tenía en sus brazos y no pensaba dejarla ir.
La joven
se despertó y notó que sus movimientos estaban limitados por el abrazo de Caleb, él aún estaba dormido
sosteniéndola en forma protectora. Trató de deslizarse pero él abrió los ojos y
la miró.
-Buen día
...- susurró medio dormido al tiempo que la soltaba
-Buen
día -le contestó ella y al acomodarse
notó que no llevaba el anillo .
-¿Estás bien? ¿qué sucede ? –preguntó al ver la
preocupación de la joven
-¡El
anillo! Caleb, perdí el anillo ...-contestó ella mientras se incorporaba y
revisaba el lugar con la mirada.
-Yo te lo
quité anoche ..- contestó él
despreocupado y ella lo miró confusa
--¿Lo
tienes tú ?, no entiendo...
-Era una
farsa Fair ...no puede seguir...
-Ah , ya
veo – sólo atinó a contestar ella, sentía como si la hubieran golpeado. Era
todo una farsa y él la daba por terminado. Nunca había sentido tanto dolor,
¿por qué tenía que amarlo?. Ya no tenía lágrimas para seguir llorando pero se
alejó rápidamente.
-¡Fair! –
la llamó Caleb que había tardado en entender lo sucedido ya que aún no estaba del todo despierto- ¡Fair! –
insistió
-Estaré
bien Caleb...ya no tienes que preocuparte por mi ni cuidarme – le dijo ella sin darse la vuelta. Entonces
el joven llegó hasta ella y tomándola de
los brazos la volvió hacia él.
-No
entiendes Fair...- dijo y a continuación
se hincó de rodillas frente a ella
, sosteniendo la falda con una mano para que la joven no escapase – Te
lo quité porque ya no quiero seguir con esto, no quiero que sea una mentira.
Quiero que sea verdad , te amo Fair y quiero que te cases conmigo, entonces ,
si me aceptas, el día de nuestra boda te devolveré el anillo.
Y quiero
cuidar de ti Fair, siempre y amarte...¿Fair?
-¿Es
verdad? –preguntó temerosa arrodillándose junto a él- porque puedo soportar
cualquier dolor ...menos que tú....
- Te amo
Fair y nunca voy a causarte ningún dolor, ni dejaré que nadie te hiera...¿Qué
me dices?
-Caleb ...me asusta...tanta felicidad..
-Es real,
si tú me quieres es real Fair
-Te amo –
dijo ella sencillamente – y voy a cuidar de ti – agregó. Caleb estuvo a punto
de decir que él no necesitaba que lo
cuidaran pero al mirar la calidez en los ojos de ella supo que eso no era
verdad. Fair cuidaba su corazón como nadie lo haría jamás y como no tenía
palabras para responderle la besó.
Caleb
estaba tentado de casarse en cuanto viera una capilla y llegar a su hogar con
Fair como su esposa ,pero recordaba el entusiasmo de Kalymera con los
preparativos para su boda y deseaba darle eso a Fair. Quería que ella tuviera
todo lo que deseaba, darle momentos maravillosos para atesorar , quería también
que en su boda estuviesen sus familiares y amigos, así que
refrenó su impulso.
-¿Caleb
crees que voy a gustarles ? – pregunto Fair asustada y él sonrió. Por primera
vez entendía por qué su familia no había aceptado a Maris, sabían que no era la
mujer adecuada para él porque la única era una jovencita menuda , de cabello
corto que se le rizaba en la nuca y unos asombrosos ojos verdes que ahora lo miraban con inquietud.
-Van a
amarte como yo – aseveró él sabiendo que era verdad y su seguridad le ganó una
sonrisa confiada de Fair.
Los tíos
de Caleb se habían mostrado muy felices
por la noticia pero la joven seguía preocupada por la reacción de la familia de
él. Ella había aprendido a quererlos a través de Caleb pero qué pasaría cuando
los conociera realmente.
Su temor
aumentó cuando ante su vista apareció el hogar de los Blackdalion . Enmarcado
por una hermosa aldea se erguía un imponente Castillo.
“Se parece
a él “ pensó la joven que había percibido
el cambio sutil que se había operado en Caleb al llegar a sus territorios.
Él había vuelto a casa y Fair tuvo la misma sensación.
Antes de
llegar hasta el Castillo vieron que un jinete se acercaba a recibirlos.
-¡Hola
anciano ! – gritó el joven rubio y la muchacha
identificó a Connor Blackdalion
-¡Hola
pequeño !- le respondió él con alegría y apresuró a su caballo para ir al
encuentro de su hermano menor.
- Bueno,
soy tu comité de bienvenida ...- le dijo el rubio cuando se fundieron en un
abrazo.
-¡Vaya que
han desmejorado las cosas en mi ausencia ! – le respondió en broma- ¿Qué haces
aquí?
- Nuestro
tío avisó que estabas en camino y mamá me envió un mensajero a Levany, así que
nos vinimos con Shar a esperarte
- Parece
que me extrañaron...
-Sí , nos
estábamos divirtiendo demasiado sin ti
...- le respondió su hermano y luego reparó en la presencia de Fair-¿Nos
presentas?
-¿El tío
no dijo nada sobre ella?
-No, sólo
dijo que venías....- dijo confuso su
hermano
-Ella es
Fair ...mi prometida – informó Caleb tomando la mano de la chica y por una vez
se dio el gusto de ser él quien sorprendiera a su hermano.
-¿Tu
prometida?
-Éste es
mi hermanito Connor
-Mucho
gusto – dijo la joven sonriéndole al confuso joven
-¿Prometida
?...Vaya Fair qué habrás hecho para que
te castigaran con esto...-dijo haciendo un gesto hacia su hermano mayor-
todavía tenemos a Ennis disponible ¿
sabes?...
-¡Connor!
– protestó Cal
- Yo lo
amo...- dijo ella súbitamente seria y
los evaluadores ojos grises Connor se fijaron en ella
-Bienvenida
– le dijo él sencillamente y ella supo que había ganado un nuevo hermano.
Más tarde
descubrió que había ganado toda una familia.
Eran
personas cálidas que la hicieron sentir inmediatamente una de ellos , Kalymera, Ennis y Connor se turnaban para
contarle historias de Caleb. Sabía que trataban de provocarlo divirtiéndose a
costa de él pero también sabía que lo amaban profundamente .
Era tarde
cuando Fair se quedó contemplando a los cuatro hombres Blackdalion y a Dionis que conversaban en un rincón.
Le
asombraba que el padre y los hijos se parecieran tanto. Más allá de color de
cabello y ojos que los diferenciaba , había algo que los igualaba. Los cuatro
altos y de facciones muy parecidas y con el mismo espíritu que los hacía luchar
por un mundo mejor.
Su mirada
cargada de amor se detuvo un rato en el
primogénito de los Blackdalion, en ese momento Elady se acercó a ella.
-Gracias
por devolvérnoslo Fair...- dijo la mujer agradecida de que su hijo volviera
a sonreír
- Yo no hice nada ...- dijo la joven conmovida
- Lo salvaste .
-Más bien
creo que nos salvamos el uno al otro – respondió ella.
Kyrios
había llevado a su futura nuera a recorrer el Castillo y Caleb se había quedado junto a su madre ,
hablándole sobre todo lo sucedido.
- ¿Y fue
tras los cazadores? - preguntó ella divertida
-Sí –
contestó él resignado
- Sabes
creo que las mujeres tranquilas no van con los hombres Blackdalion...
-¡Oh no! ,
siempre nos enamoramos de las que dan problemas...- dijo él
-Tu padre
no se queja – respondió ella divertida y
entonces Caleb se puso serio para pedirle algo.
-Mamá
quisiera quedarme el anillo para dárselo a Fair en nuestra boda.
-Claro ,
es tuyo, siempre pensé en que te lo daría para tu esposa. Eres mi primer hijo,
el primero nacido del amor entre Kyrios y yo ...Siempre pensé que ese anillo
sería un buen regalo.
-Pero no
me lo diste antes, para Maris...- dijo
él entornando los ojos oscuros
-No hubo
tiempo, supongo –contestó elusiva
-¿Por qué
me lo diste cuando me fui de viaje? – preguntó intrigado -
-¿Leíste
la inscripción que hay en él?
-No –
contestó y examinó el interior del anillo .“
Amor, mi corazón te reclama”
leyó y miró a su madre estupefacto.
-Creí –
dijo ella con un brillo enigmático en su mirada- que si lo llevabas contigo,
tal vez la mujer indicada respondiera al llamado y curara tus heridas. Mis
abuelos se amaban mucho y pensé que su amor te guiaría hasta el tuyo.
-Así fue –
dijo emocionado con una sonrisa
diáfana que hablaba del cambio que se
había operado en él.
-¡Kalymera,
ven aquí! Devuélveme eso... –gritó Caleb mientras perseguía a su hermana
-Tendrás
que alcanzarme – le respondió ella sin dejar de correr por los pasillos
-Kaly...vas
a lamentarlo
-Dio
ayúdame , detenlo - pidió ella al pasar
junto a su desconcertado esposo
Dionis
miró la persecución y antes de poder intervenir escuchó la amenaza de su enfadado cuñado
-Ni se te
ocurra mago, esto es entre ella y yo...-vociferó Caleb y Dionis con una sonrisa
burlona se hizo a un lado.
Kaly
siguió corriendo hasta toparse con una joven rubia.
-¡Estás
aquí! Él no quería que los vieras... – dijo jadeante mientras entregaba a Fair
los papeles que llevaba en la mano, a espaldas de ellas Caleb se detuvo
repentinamente con una expresión indescifrable en su rostro empalidecido .
Fair ojeó
los papeles y la emoción la embargó.
Eran dibujos, dibujos de ella. Los firmes trazos la mostraban bailando en la
posada, riendo, dormida...pero lo más importante es que reflejaban su esencia y
la profundidad de lo que Caleb sentía
por ella.
-¡Oh ! –
exclamó la joven y llevándose los
papeles hasta el corazón avanzó hacia su avergonzado prometido .– Te amo
Caleb...Mucho – dijo y él la abrazó para besarla.
Kalymera
sonrío triunfante.
Mientras
ella avanzaba hacia él, una multitud de
mariposas multicolores apareció de la nada y la acompañó en su marcha hasta el
altar.
El
prodigio era obra de Dionis pero los ojos verdes se clavaron maravillados y
agradecidos en Caleb. Él le había pedido aquel favor a su cuñado para hacer
feliz a Fair, pero aunque no había sido el artífice sentía que aunque carecía de magia era capaz de cualquier cosa por ella . Cualquier cosa por ver el
brillo de felicidad en los ojos de
Fair .La amaba y cuando ella llegó junto
a él para hacer sus juramentos , Caleb le dijo con su mirada lo que le
demostraría cada día de su vida. Era su Amor Verdadero.
Sabes que no tengo palabras para esta saga tuya!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarLa amo!!!! ME encanta, me hace soñar con una época, que espero no vivir nunca jejejjee
Muchos besos abuela!!!!!!
Muchas gracias, hace poco me enteré que Caleb era de tus favoritos. NO LO SABIA!!!
EliminarMmm sabes nosé, uno de los chicos de Kurland, o Caleb, Blaze...¿valen sacrificar un celular?
¿Amor eterno o la tecnología?
Aishhhhhhhhhhhhhhhh... si se aparece un caballero medieval les cuesto para donde se inclina la balanza
Geniaaaaal!!
ResponderEliminarQue divertida manera de curar a un león como ese.
Me encanta la personalidad de estos personajes!
Cautivada de principio a fin.
Gracias Nata!
Lu
Nata no me cansaré de decirlo, me encanta esta saga de veras... en enalce de los relatos, el mundo medieval con fantasía, me fascina... gracias, me das un escape de este mundo
ResponderEliminarLari