Una canción para ti...4

Finalmente arribó el día del concurso , Emma llegó tarde, así que no pudo verlos antes y tuvo que quedarse entre el público intentando que no la aplastaran.

Era su primer recital de rock y había mucha gente, no estaba acostumbrada a la multitud. Intentó hacerse lugar para llegar al frente pero era difícil.

Tras bastidores, los chicos estaban preparando sus instrumentos para la presentación.

-¿No vieron a Emma? – preguntó Tristan.

-Nop, pero dijo que venía. Hoy volvió a preguntarme la hora y el lugar para estar segura- comentó Dani mientras controlaba su teclado.

-Voy a fijarme si la veo por allí…-dijo Leandro y salió.

-¡¡Vuelve pronto!! Nos tocará en poco tiempo- gritó Tristan.

Emma seguía intentando hacerse paso, pero no era muy grande físicamente y la gente allí estaba muy entusiasmada, así que se movían y la aplastaban. Ni siquiera en puntas de pie podría ver el show de “Escudo Azul”

De pronto sintió que la tomaban de la mano y  sorprendida se dio cuenta que era Leandro.

-Te encontré, compositora…vamos, ven , estábamos extrañando a nuestro amuleto- le dijo y protegiéndola con su cuerpo la sacó de allí.

Iban tras bambalinas cuando alguien de seguridad los detuvo.

-Aquí es sólo para las bandas, no para las novias…-dijo con un tono muy desagradable y mirando a Emma de arriba a abajo.

-No es novia, es parte de la banda – aclaró Leandro y sin dar muchas explicaciones siguió adelante sin soltarle la mano a la chica.

Al entrar había varias bandas preparándose. Tristán les hizo señas al verlos llegar.

-Hey, llegaron, nos toca en unos minutos. ..-saludó Cameron.

-Hola Emma – saludaron los demás y ella les devolvió el saludo.

-Quédate cerca, puedes mirarnos desde allí…-propuso Tristan señalando un espacio junto al escenario.

-De acuerdo…-asintió contenta de poder verlos de cerca y no tener que preocuparse porque la aplastaran.

Un rato después los llamaron al escenario, los seis se miraron y antes de salir juntaros sus puños.

-También tú…-la llamó Tristan y ella agregó su mano al saludo grupal.

-¡¡A GANAR!! – gritaron todos y los chicos salieron a escena.

Emma sintió el griterío del público, luego los primeros acordes seguidos de la voz de Tristan y después hubo silencio, un silencio solamente roto por la música de Escudo Azul.

Y cuando terminaron fue una ovación, Emma lo supo viéndolos, allí brillando bajo las luces del escenario, supo que iban a ganar.Y así fue.

Cuando los organizadores dijeron que  “Escudo Azul” ganaba, Emma fue feliz, feliz como nunca lo había sido. Y desde allí, desde un costado los vio gritar, saltar de alegría, abrazarse y triunfar.

Y después del festejo, unos segundos después, los tenía allí abrazándola a ella. Salir del lugar fue bastante más difícil. La gente, sobre todo las chicas, estaban enloquecidas con los nuevos ganadores, querían hablarles, tocarlos o lo que fuera, así que fue bastante complicado salir en medio de empujones y tironeos.

Emma logró escabullirse primero y esperó a  que ellos salieran. La seguridad del lugar los ayudó y cuando estuvieron fuera , Cameron pasó junto a ella y la tomó de la mano, y empezó a correr. Cuando se dio cuenta, los demás también corrían a su lado.

Era de noche, corrían y gritaban por las calles y eran los dueños del mundo, como sólo se es en momentos intensos y efímeros de felicidad.

Cuando les faltó el aliento, pararon para descansar.

-¿Dónde vamos a festejar?- preguntó Dani.

-A casa de Tristan y Leandro, nos queda cerca y es en el único lugar donde podemos hacer un poco de escándalo sin que nos echen…- dijo Bim.

-De acuerdo, a casa…pero tenemos que pasar a comprar algo…tenemos el refrigerador vacío- acordó Tristan

-Tristan, ni siquiera tenemos refrigerador – dijo Leandro y los demás rieron.

Emma se quedó parada, sin saber qué hacer, después de todo era un momento de ellos, seguía siendo una recién llegada a aquel grupo de amigos.

-¿Vienes con nosotros, compositora? ¿O tienes que regresar a casa?- la invitó Leandro y ella se les unió.

-No sabía que Leandro y Tristan vivieran juntos…-dijo por lo bajo a Dani mientras los demás compraban comida y bebidas en una tienda.

-Sí, Leandro se fue a vivir solo cuando dejó la escuela y Tristan se fue a vivir con él el año pasado cuando repitió de curso. Su madre y él no se llevan bien, además ella tiene un nuevo novio o algo, así que en cierta forma fue un alivio para ambos…Leandro tiene distintos trabajos, y Tristan trabaja los fines de semana y algunas tardes que tiene libre haciendo trabajos de medio tiempo, con eso pagan la renta y se las arreglan solos.-contó y Emma se quedó pensando. Era lógico que parecieran más adultos que la mayoría y también que estuvieran acostumbrados a seguir sus propias reglas.

Finalmente llegaron a la casa de los chicos,era humilde y desordenada, pero se sentía bien estar con ellos allí.

-Mis disculpas, Señorita, pero hoy no vino nuestra empleada a hacer la limpieza…y el mayordomo tiene día libre – se excusó Leandro mientras le acercaba una de las tres sillas que había. Aunque era una broma, había cierta vergüenza real porque sabían que aquella pobreza no era algo a lo que ella estuviera acostumbrada

-No hay problema, creo que puedo soportarlo – respondió con un acento exagerado haciéndolos reír y relajarse.

Tristan repartió las latas de cerveza, aunque a Emma le dio una de gaseosa, ella se lo quedó mirando.

-No pienso enviarte borracha a tu casa…-se excusó él y los demás acordaron.

-Bien, ¡¡por nosotros!! …- dijo Bim levantando su lata y todos brindaron.

-¡¡POR NOSOTROS!!

Comieron y charlaron, alegres, haciendo planes para el futuro de Escudo Azul. Al día siguiente les entregarían el cheque por el premio. Emma se adormiló en un rincón, agotada por las emociones del día.

Al verla, Cameron le golpeó el brazo a Tristan.

-Despiértala y llévala a casa…

-Deja que descanse – dijo Tris.

-No, Cam tiene razón, hay que despertarla, no es de las chicas que pasan la noche afuera, no es de ese tipo Tristan…- dijo Leandro

-Lo sé.

-Ya es tarde para que esté afuera- agregó Dani.

-Bien, de acuerdo. Emma, Emma…vamos, hora de volver a casa – la llamó Tristan y al reaccionar ella lo miró con pesar, como si volver a casa fuera lo último que deseara en el mundo.

Finalmente se despertó y se despidió de ellos. Tristan la acompañó, pero esta vez no sólo hasta la parada sino que tomó el autobús con ella.

-En serio, no es necesario…- protestó.

-Sí, es demasiado tarde, y eres una chica…- argumentó él y Emma aceptó su compañía agradecida de saber que al menos tenía en cuenta que era una chica.

Tristan la acompañó hasta la puerta de su casa, una mansión inmensa y se marchó. Emma se quedó un rato mirándolo alejarse por la calle mientras tarareaba la canción , la canción de los dos.

Dos días después, se reunieron todos en el depósito que hacía de sala de ensayos, Tristan había retirado el cheque y la madre de Bim había aceptado representarlos para que pudieran cobrarlo. Así que los había llamado para repartir el dinero.

-Aquí tienen, está dividido en siete..-dijo y les dio un sobre a cada uno, incluyendo a Emma.

-Toma...-dijo Cameron devolviéndoselo – dijimos que lo usaríamos para grabar un demo ¿no es así?

-Sí, lo sé pero tal vez alguno lo necesite – comentó Tristan.

-Ganaremos más si nos hacemos famosos – dijo Leandro y también devolvió el dinero. Todos lo hicieron.

-También voto por el demo – dijo Emma y entregó el suyo.

-De acuerdo, si es una decisión unánime...entonces será el demo- asintió Tris.

-Oigan, ustedes deberían registrar la canción, quiero decir si vamos a andar mandándola por allí...es mejor asegurarnos, ¿verdad? – dijo Dani, dirigiéndose a Emma y Tristan.

-¡Vaya es la mejor idea que has tenido en todo el año! – bromeó Bim.

-Es cierto...-dijo Tristan que no lo había pensado antes.

-Podemos ir a averiguar mañana – propuso Emma y él aceptó.

-También necesitaremos más canciones, por lo menos tres...-dijo él.

-Tengo un poema nuevo ..murmuró ella y empezó a leer el poema.

Corremos hacia delante

Sin freno

Dejando atrás lo que nos arrastra

Corremos hacia al futuro

Con el corazón al borde

Corremos sin parar

Retando al destino

Y somos los reyes

Aunque nos llamen mendigos

Sabemos que hay dos lados

En cada historia

Por eso corremos  aun sin aliento

Para elegir el final que queremos

Sin freno, hacia delante

Atrás los fantasmas y los miedos

Somos más rápidos que ellos

Y somos la música en la noche

Y somos la vida en la calle

Y somos quienes tocaron el cielo

Los chicos se miraron con una sonrisa, recordando la noche del triunfo. Podían revivir la emoción en las palabras de Emma.

-Bien hecho..-dijo Cameron.

-Sí, será  una melodía rápida como ir corriendo, y con un solo de guitarra, puedo escucharla – dijo Tristan con aquella mirada particular que decía que estaba componiendo música en su cabeza.