Una canción para ti 6°

Era sábado así que cada uno había llegado por separado hasta la sala de ensayos.

-¿Qué sucede Tristan?- preguntó Bim al llegar, Cam y Leandro ya estaban allí.

-Les diré cuando estén todos…espero que sean puntuales.

-¡Aquí estamos! – dijo Dani que venía llegando con Emma.

-Suéltalo ya- insistió Luc que venía detrás de ellos.

-Todavía no, faltan diez minutos, esperen un poco, mientras tanto pueden servirse algo de comer…

-¿Pizza? – preguntó Dani al ver las cajas.

-Sí, aunque temo que ha de estar algo fría –  comentó Cameron pero eso no impidió que se sirvieran.

Mientras comían, Tristan encendió la radio y unos minutos después, comenzó a sonar la canción de Escudo Azul, la del demo, la primera que había escrito Emma. Los siete se miraron emocionados, no podían creer que estuvieran pasando la canción.

-¡Sorpresa, estamos en la radio! – dijo Tristan cuando la canción terminó y el locutor anunció que acababan de escuchar un tema de la banda Escudo Azul.

-¡¡WOW!!- gritaron un par a la vez.

-¡Estamos en la radio!

-¡Somos nosotros! –gritó Luc y se pusieron a festejar.

Aquello les dio nueva popularidad, consiguieron nuevas presentaciones y sus temas empezaron a sonar en varias radios. Hasta caminar en la escuela se hizo difícil, aunque  también hubo un cambio en los profesores, empezaron a mirar a aquel grupo de chicos con un poco más de respeto.

Los lugares que los contrataron para tocar eran de mejor categoría, así que finalmente, Emma pudo ir a verlos.

Eran geniales. No sólo porque hacían buena música, sino por el aura que tenían en el escenario, aquella amistad que había entre ellos estaba también allí, eran rock, eran juventud, eran pasión y talento.

Y así de a pequeños pasos, Escudo Azul fue creciendo a medida que se terminaba el último año escolar de la mayoría de sus miembros.

Con la ayuda de Cameron y Emma, todos lograron pasar sus exámenes, sólo Tristan y Dani quedaron con un par de asignaturas pendientes para rendir en el verano.

Y aunque no lo hablaban, todos sentían cierta pena por el fin el de aquella vida, sabían que el fin de la secundaria sería también el inicio de una vida con más responsabilidades.

Estaban disfrutando al máximo sus últimos encuentros en la azotea.

-El viernes es el baile de graduación…-dijo Bim mientras se estiraba - ¿Alguno va a ir?

-Yo no, no es mi estilo..- dijo Tristan y se estremeció tan solo de pensar en ir.

-Ni yo…- agregó Cameron.

-Tampoco..-señaló Luc

-¿Y tú Emma? – preguntó Dani.

-No, yo no – dijo Emma y Bim le dio un codazo a Dani, siempre era demasiado imprudente, sabían que los únicos chicos que se le acercaban eran ellos y ninguno iría al baile, por lo tanto Emma no tenía quien la invitara.

-Entonces tendremos nuestro propio festejo, el viernes hay un show de fuegos artificiales cerca del río, ¿qué les parece si vamos allí? – propuso Tristan y todos aceptaron.

-Y Emma será nuestra invitada de honor – dijo Cameron apoyando su mano en la espalda de la chica, lo que hizo que ella se apartara con un gemido.

-No seas bruto…-lo reprendió Dani al notar el gesto.

-No es eso, sólo que estoy contracturada y me duele – explicó Emma.

-Entonces, yo me encargo, te daré unos masajes y ya – dijo Bim y acercándose le movió el cuello  de la camisa para tener acceso a sus hombros, con lo que la chica se apartó de prisa.

-Está bien, no es necesario, tomé un analgésico, se me pasara…-dijo ella y justo tocó el timbre , así que se apresuró a marcharse.

-¡¡BIM!! Sabes que es tímida, la avergonzaste…- lo reprendió Tristan y su amigo lo miró muy serio.

-Tristan…-lo llamó.

-¿Qué pasa?

-Emma..

-No debiste actuar así, sé que sólo querías ayudar, pero…

-No es eso. No eran contracturas Tris, lo alcancé a ver, era un golpe, tenía un gran moretón en la espalda.

-¿Estás seguro?- preguntó Cameron acercándose porque Tristan ni siquiera podía hablar.

-Sí, estoy seguro – dijo el otro y se miraron.

¿Qué estaba pasando?

-Dani, tú la vez más en clase…¿alguien la molesta? –preguntó Tristan

-No que yo sepa.

-¿Y las chicas? Ya sabes, esas que andan atrás nuestro…tal vez sienten celos o algo así- preguntó Cam.

-No, no ven a Emma como competencia. Tampoco saben que escribe nuestras canciones, así que piensan que es algo así como una mascota nuestra o algo, que yo sepa ninguna la molesta, no son amigables con ella pero dudo que le peguen.-explicó Dani.

-Tal vez sólo se golpeó con algo, ya saben que es un poco torpe…- dijo Luc.

-Sí, tal vez fue eso – dijo Tristan pero ni él, ni Cameron ni Bim estaban convencidos.

-Tendremos que prestar un poco más de atención – dijo Cameron y todos estuvieron de acuerdo.

Los últimos días de escuela fueron difíciles para los chicos de Escudo Azul, todos habían quedado impresionados por lo sucedido con Emma, pero no sabían qué hacer. No podían interrogarla directamente y la chica estaba muy evasiva, como si los evitara. Emma se había replegado en sí misma, como si antes fuera una mariposa saliendo de un capullo y de golpe hubiera retrocedido.

Los chicos no querían presionarla, así que la dejaron tranquila pero sin perderla de vista.

El clima entre ellos cambió cuando llegó el viernes, mientras los demás iban al baile de graduación, los chicos de Escudo Azul y su compositora se reunieron para ir a su propio festejo.

Caminaron por la costa del río hasta llegar a un lugar donde no había gente. El show de fuegos artificiales comenzó y los colores iluminaron el cielo y el agua.

-Es precioso – dijo Emma que miraba encantada, sonriendo como niña. En ese instante el cielo resplandeció con miles de estrellas doradas que luego cayeron como lluvia.

Todos aplaudieron y festejaron, era de noche y estaban los siete parados uno junto al otro a la orilla, apenas sus siluetas se iluminaban de vez en cuando con las luce multicolores que venían del otro lado de la costa donde lanzaban los fuegos.

Era una noche mágica, única y cada uno la grababa en su memoria. Cada tanto , Emma exclamaba maravillada.

-Debimos llevarla al baile…-susurró Cameron a Tristan y éste lo miró extrañado.

-¿Estás loco?-preguntó.

-Es una chica, a ellas le gustan los bailes, los vestidos y esas cosas...son los tipos de momentos que esperan y quieren guardar en su memoria. Si uno  piensa en una graduación, no piensa en noches frías junto a un río y un grupo de inadaptados…

-No lo sé, es Emma…-dijo Tristan como si aquello lo cambiara todo, como si para ella las reglas fueran distintas. Y así lo sentía porque al observarla mirando los fuegos artificiales, no podía imaginarla en otro lado. Sin embargo , sí quería darle algo especial. Así que con disimulo llamó a Dani que se le acercó.

-¿Qué pasa?

-¿Trajiste tu armónica?

-¿Por qué?

-¿La trajiste o no? – insistió Tris.

-Sí, la tengo – dijo sacándola de su campera.

-Bien, entonces escucha …-dijo y se le acercó para darle algunas indicaciones.

Los fuegos artificiales habían disminuido y también el ruido, ahora sólo esporádicos centelleos dorados alumbraban la noche.

Emma comenzó a sentir música y al darse vuelta a ver qué sucedía, notó que  Dani tocaba  una melodía suave en la armónica y que Tristan estaba frente a  ella.

-¿Me permite este baile? – le dijo haciendo una reverencia exagerada y extendiendo su mano. Emma sonrió y le dio la mano y empezaron a bailar torpemente. Un rato después , Cameron vino a tocarle el hombro a Tristan y tomó su lugar y así uno a uno, los chicos de Escudo Azul bailaron con ella en la fiesta de graduación más memorable que una chica pudiera pedir.