jueves, 6 de octubre de 2016

Deberes De Princesa....Pre-Final


Una vez que abriera la doble puerta,  donde se hallaban todos los convocados a la rueda de prensa, sabía que iba a lloverle la misma pregunta de cada uno de los presentes… Y por dios, que le gustaría poder gritar a pleno pulmón lo que todos querían escuchar, para salir en su búsqueda.
Pero su madre tenía razón. El amor, es para  abrazar y saborear cada minuto de él.

Quería que él viera también lo mucho que lo amaba, con otra demostración en público. Una que se merecían desde hacía mucho tiempo y como tenía que ser…

Una enorme sonrisa apareció en sus labios, con un amago de lágrimas, sin dar crédito al giro repentino de su vida. Era como tener mil mariposas atrapadas en una suave corriente, que iba por todas su terminaciones nerviosas.

Solo dos días.

Reconocía, que para Kénan iban a estar llenos de incertidumbre, rencor y retraimiento… Mientras que ella, iba a vivirlos con ansiedad, nervios y esperanza.

Cierto, que era un tanto vengativo por parte de su madre y ella, sonrió traviesa. Pero, era como un último toque, para aquella larga batalla a su corazón.

Ahora, solo esperaba que su madre hubiese podido hacerle llegar un mensaje a Zaida, a pesar de que la periodista se hallara en antena con Kénan.

Él, debía escuchar o ver, lo que tenía que decir.

Era necesario saber su reacción, para poder dar el siguiente paso en la dirección adecuada y conducir así, a Kénan hacía donde ella quería.

Se sentía radiante, era como tener un rayo de sol solo para ella, dándole calor y luz a su vida, ahora que sabía la verdad.

Escuchó unos pasos fuetes tras ella y seguidamente, caer el peso de una mano grande en su hombro derecho.

Era su padre.

Sonrió al notar aquel calor y su fragancia, para girarse y dedicarle una nerviosa sonrisa.

-¿Preparada tesoro? –Habló con mirada tierna y acariciando su mejilla con suma delicadeza.
Jacqueline, asintió con un gesto de cabeza mientras soltaba el aire contenido.

-Pues a por tu futuro –Señalizó el hombre  empujando las dos puertas, para al momento, sentir la lluvia de flashes en su rostro.

Pero ya no le molestaban, pues no tenía nada que esconder pensó orgullosa dando los pasos necesarios, para llegar al pequeño altillo donde solían dar siempre sus comunicaciones oficiales.



¿Lo habría visto?

Por supuesto, cualquier cosa de la casa real, era comunicada al instante… ¿Cómo se sentiría? ¿Dónde estaría ahora? ¿Qué debía hacer ahora él?

Mientras interrumpían en la sala y la emisión en directo, para entregarle una nota a Zaida, introdujo la mano en el bolsillo de su americana, para extraer su silenciado móvil.

Nada.

Frunció preocupado el ceño, al hallar el aparato sin ninguna notificación en espera… Tal vez, debería darle un poco más de margen, hasta que levantara el culo de aquella silla, y desapareciera de la vista de todo Mónaco.

-Espero me perdones por ésta interrupción –Habló la mujer, sacándolo de sus cavilaciones-. Tenían que comunicarme un par de cosas –Informó, mientras cogía un mando de televisión y accionaba el encendido, de un pequeño televisor que había a un lado-. Me han informado, que en breve da comienzo al comunicado de la casa real, si no te parece mal –Se alzó de hombros-. Podemos ver, que tiene que decirnos la futura reina, y si ha visto parte de nuestra emisión.

-Claro –Se alzó también de hombros, pero notando como su cuerpo perdía cierta relajación, ante la espera de una respuesta.

Seguro de su amor por Jacqui, sí. Seguro de que ella lo amaba, también… Pero para nada estaba seguro, de su elección correcta ante su herencia.

Y ahí estaba…

Justo en aquel momento, bajo el sonido de los flashes de las cámaras, su mujer caminaba con paso decidido al estrado, para saludar con un gesto de cabeza a todos los allí presentes… y aquello, ya fue más que suficiente para indicarle que había ganado el deber antes que él.

-Creí conveniente ofrecer ésta rueda de prensa, pues no quiero ver como en pocos días, mi imagen podía verse dañada por no obtener respuestas de fuentes fiables  -Empezó con tono serio, para sustituirlo de forma inmediata por una dulce sonrisa-. Cierto, que apenas hace unos minutos, se les ha aclarado todo de mano de Kénan Saphire –Se llevó un mechón de cabello tras la oreja, intentando ocultar sus nervios-. A quien ahora conocen como mí marido – Carraspeó de forma suave-. Reconozco que a mis dieciséis años, acepté mi cargo como futura heredera. Aceptando las responsabilidades que eso traía  a mi vida…  Por ello, pido disculpas por mi comportamiento poco correcto, ante el hecho de que contrajera matrimonio en aquel momento, sin pensar en el daño que podía infligir a la larga. Pero, no era más que una adolescente dando un cambio a mujer… -Se encogió de hombros-. Y somos muchos los que en esa edad hacemos cosas que suelen acabar siendo errores.

¡Y ahí estaba su confesión!

Pensó con el ceño fruncido Kénan. Él, era un error en la vida de ella. No entraba en la ecuación de su vida.

¡Fantástico!

Había sido rechazado ante todo Mónaco. Pensó con amargura, mientras se llevaba la mano al pantalón y de ahí, extraía la caja que había ido con él a todos lados.

Era minúscula, de piel negra. Y dentro, se hallaban las alianzas de matrimonio que se habían puesto aquella noche en Irlanda.

Dos simples aros de plata, a los que él había reforzado con oro blanco… Un anillo viejo junto a uno nuevo, el que se suponía simbolizaría una nueva vida repleta de amor e ilusión.

Pero ya no era así. Nunca iban a volver a reposar en el dedo de aquella primera y única noche.

-Como bien ha comentado mi marido, el amor no siempre es fácil, ni recíproco… Ha pasado mucho tiempo de aquel amor inocente y desconfiado –Sus ojos se iluminaron un poco con el brillo de las lágrimas-. Hoy mismo, cada uno ha podido ver algo diferente en el encuentro de ésta mañana –Soltó un resoplo fuerte-. Pero una vez más, volvieron a surgir diferencias… Siento que hayan tenido que presenciar un momento difícil y débil, de mi vida. Pero mis abogados ya lo tienen preparado, para zanjar de forma correcta y agilizada, el asunto éste martes. Así, que nos volverán a ver juntos éste martes, en los juzgados para firmar el acuerdo.

Y allí, Jacqui volvió hacer un movimiento de cabeza como a modo de despedida, para salir del lugar, sin responder a nada de lo que pedían a gritos los periodistas.

En cierta manera, ya lo había dicho todo. No había nada más que aclarar ni que tuvieran tampoco que saber.

Con movimientos automáticos, se puso en pie, observando como Zaida también lo hacía con cierta mirada de lástima.

-Lo siento mucho Kénan –Dijo con tono sincero.

-Gracias –Mostró una sonrisa un tanto despectiva.- Pero ya sabemos lo que conlleva el amor, unas veces se gana y otras –Aspiró con fuerza-. Se pierde como me acaba de ocurrir a mí.

-Cierto –Le sonrió, apoyando una mano en su brazo-. Gracias por haberle mostrado al mundo, que aunque se pierda hay que intentar luchar, porque a veces bien se lo merece.

-Duele sufrir así –Confesó con sinceridad-, pero también es necesario vivir el dolor, para poder avanzar en la vida y no quedarse estancado en algún recuerdo –La agarró de las manos, para depositar en ellas la caja de piel claramente desgastada.

-¿Y esto? –Frunció la joven el ceño, sin atreverse a mirar el contenido.

-Ha sido i compañera por todo éste tiempo –Decidió confesar la verdad, sin temor a destapar una vez más su corazón-. Son nuestras alianzas –Sonrió con una pequeña mueca-. Yo las guardé, llegando a mejorar el pequeño metal que eran… Con la esperanza, de que algún día volveríamos a llevar como muestra de nuestro amor. Pero está claro, que no me van hacer falta y tampoco quiero, que ahora se vuelvan un objeto de amargura. Te las entrego cargadas de ilusión, búscales un lugar digno.

Le guiñó un ojo y con paso apenado, se acercó a la puerta para salir de allí.

¿Pero dónde ir ahora?


3 comentarios:

  1. No me gusta hablar mal de los demas, pero.... eres muy mala.. :( la verdad es que me encanto, y seguire esperando con ansias el final de estos dos, "que maldad mas grande" es lo que pense cuando jacqui dio su discurso, pobre Kenan...

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  2. Yocelyn tiene razón, eres mala, sis. Nos dejas ahí a medias y Jaqui se está pareciendo a ti con esa mala jugada con el pobrecito Kenan. Mira qué jugar así ¿y si se le escapa? Aish!! Espero el final pronto, no me tengas en ascuas , bruja.

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  3. Muy muy mala!!! Que desespero... por fi... mas ������
    Muchos besos a todas �� �� ��

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