Treinta y choco de Anna Galbis

Vengo nuevamente con una historia de una chica que si no me equivoco también es española, el formato es Ebook pero con el añadido de que esta novela fue finalista del VI Certamen de Novela Romántica Vergara-RNR, cosa que me llamó la atención por supuesto ya que, ¿qué escritora aficionada no sueña con ganar uno de esos concursos o ser finalista?

Aquí la sinopsis:

Míriam Salas siempre soñó que sería famosa, pero sin darse cuenta ha acabado trabajando de pescadera en un gran supermercado. Un día se queda encerrada en el congelador del pescado junto a un conocido modelo que iba a grabar un anuncio. Desde ese momento su rutinaria vida dará un giro de ciento ochenta grados. De la noche a la mañana se convierte en una «celebrity» con un reto: perder parte de sus ochenta kilos y entrar en una talla treinta y ocho. En su repentino periplo por el mundo de la televisión, el famoseo y los gimnasios conoce a Tony Denmark, un apuesto piloto de fórmula uno que no conoce la palabra «compromiso».

Una historia descabellada y divertida donde los sueños se hacen realidad... aunque no siempre son lo que esperas.

Primero que nada, opino como lectora. No puedo opinar como otra cosa, porque no paso de ser aficionada (una muy mala) a escribir.

Me da mucho gusto que cada vez haya más chicas que publiquen en nuestra lengua materna el español. Y aunque usen muchísimas de sus palabras, frases y cosas que solo entienden en España (lo cual es lógico pues escriben para público español) se entiende gracias sobre todo si tenemos la base harlequinera y eramos consumidoras de esa editorial que parece que al traducir solo lo hacía para las españolas y no tomaba en cuenta el resto del mundo que habla español. En mi caso gracias a eso y a una sis española, entiendo mucho de esas frases y demás, pero si se agradecería que fueran un poco más neutrales porque oh sorpresa, también las leen de este lado del charco. 

Disculpen mi perorata. A lo que iba, el argumento da mucho de sí. Es interesante si ser novedoso, te anima a seguir leyendo y querer saber que más va pasar. 

El problema en mi caso con algunas historias que no son buenas (a mí muy personal opinión cero calificada) es esto:

1.- Alguna vez dije que en mi infancia por ser melindrosa con la comida, mi madre no me dejaba levantarme de la mesa hasta que me acabara lo que había en mi plato, me gustara o no. El problema es que después lo apliqué a la lectura, si la historia apestaba yo seguía leyendo pues porque tenía que acabarlo ¿no? dejando mis traumas a un lado, cada vez controlo mejor eso y hay historias que dejo botadas y no regreso a "consumirlas", pero a veces si las "consumo" y no, no iré al psicólogo jaja. 

2.- Soy curiosa cuando tengo que serlo, esta era una historia finalista de un certamen, obvio debía leerla. 

3.- El placer de hacer una reseña. Y otras cosas más que no vienen al caso.

SPOILERS.

Reafirmo que el argumento es bueno, que los personajes fueron dibujados o escritos de una manera bastante entendible, pero cayeron en muchos clichés y me costó empatizar con alguno. 

Miriam es gordita y vende pescado en un supermercado no en un mercado de calle ni nada por el estilo, dice que siempre ha querido salir en tv y viene de una relación donde el novio le ponía el cuerno cada dos por tres, cosa que termina cuando ve a su hermana besándose con el novio y hasta entonces le termina. 

Le salva la vida al modelo de moda en España cuando llega a hacer un comercial en el supermercado en el que trabaja, de una manera bastante exagerada, pero oigan, lo acepto. De allí es contratada por una cadena de tv para hacer un reality donde debe perder peso y llegar a la talla 38 pese a su amor por el chocolate. Y conoce al prota mientras trata de comerse un postre chocolatoso a escondidas de su entrenador personal.

Luismi es su eterno amigo que no sale del clóset, vamos, es gay pero que no lo admite.

Palo o Salu que es su hermana, tiene un problema alimenticio que se aborda por encima, demasiado por encima que pensé que no tenía ni porque meter tal asunto, se acuesta con quien se le ponga enfrente y es aquí cuando hago un stop, no por santurrona pero en prácticamente todas las historias buenas y malas que he leído de las españolas siempre hay un personaje femenino que hace eso, es una zorra o zorrón como dicen allá y se tira a todo lo que se mueve ¿es necesario? ¿toda española tiene una amiga así? y no, no soy mojigata ni de lejos, pero en serio ¿por qué? tengo que preguntarle a Esther el porque de esto y si tiene una amiga así (jijiji).

El prota masculino es piloto de la formula 1, cosa en la que ella si se documentó un poco pero, sospecho que Esther tiene más conocimiento de las carreras y los autos que ella. 

Es un mujeriego con miedo al compromiso, la razón cuando se reveló del porqué él es así no fue lo impactante que debería haber sido, sé que no se puede esperar mucho en estos casos, a veces los hombres tienen miedo al compromiso porque pues son hombres, que le va una a hacer. Creo que no había necesidad de meter algo más profundo porque no había necesidad. 

Vi varias situaciones absurdas que me recordaron a las harlequin de los 90's, las reacciones de ella, dignas de novela antigua y cero de mujer moderna del siglo XXI, el ex que se vuelve psicópata, la actitud arrogante adolescente que tiene él a veces sobre su estatus de macho conquistador, que no es nueva en las novelas pero que aquí no te agrada, y allí estriba la diferencia, hay escritoras que hacen que aborrezcas al prota de entrada y de allí terminas amándolo cuando lo vas conociendo poco a poco conforme avanzas la lectura. Aquí me terminó siendo indiferente y bastante tonto por un motivo que va casi al final. 

Creo que la escritora quiso meter demasiadas cosas, aun así la terminé y no, no me supo tan mal pero pudo haber sido mejor porque el argumento prometía y mucho. 

Otro pero y el último fue su manera de escribir a lo Corin Tellado (que yo leí en algún momento claro que sí) me refiero a que la difunta señora escribía novelas para una revista, no debía abundar demasiado en nada, iba directa al grano pues tenía seguramente un estricto y reducido número de páginas, así que no daba vueltas y soltaba situaciones a bocajarro y cerraba sin contemplaciones también sus tramas. 

Esta escritora hizo lo mismo, creo que se olvidó que ella si tenía muuuuchas más páginas que Corin, quizás era muy fan, no sé. 

¿La recomiendo? ¿Aun después de todo lo que dije? 

Recuerden que es mi muy humilde y cero calificada opinión, pero me gustaría que la leyeran para ver en que concordamos y en que no, sobre todo porque esta autora fue finalista. Solo puedo decir que conozco muchas chicas que no han publicado y ahhhh que bien escriben.... ¡Ustedes saben quienes son!