- Lo es, Lucian –susurró Beth.
- Lo dudo. ¿Cómo hiciste un
viaje de negocios tan pronto? ¡Ayer te llamé a tu departamento! ¿Fue algo
repentino? ¿No lo sabías?
- Apenas lo supe ayer… no pude
negarme. Me lo pidió mi padre…
- ¿No podías decirle que te
habías comprometido a estar con tu novio el día de su cumpleaños? –Lucian
continuó con desdén- oh claro, ¡ni siquiera sabe que existo!
- Lucian, no seas así…
- ¿Así? ¿Cómo, Beth? –siseó con
rabia- te avergüenzas de mí y de mi profesión. No me presentas a tu familia,
amistades… dudo mucho que alguien sepa siquiera que tienes un novio. ¿Verdad?
- Lucian, te lo compensaré, ya
verás qué…
- No, Beth, no –la detuvo él
cortante- no quiero. Siempre tendrás otras prioridades en las que yo no estoy
incluido. ¿Por qué Beth? ¿No soy lo suficientemente bueno para ti? Está bien,
olvídalo. No quiero verte aquí.
- ¿Qué? ¿Estás terminando
conmigo? –Beth exclamó.
- No lo sé –Lucian se pasó una
mano por el cabello- Beth tú eres una prioridad en mi vida. ¿Lo sabes, verdad?
He considerado dejarlo todo por ir contigo a Italia y establecerme allá. No
soporto estar lejos de ti, pero ¿y yo? ¿Qué soy para ti? ¡Ni siquiera una
opción, Beth! ¿Sabes lo que duele eso? No te importó un compromiso de meses
conmigo por ir a un negocio de última hora. ¿Así será siempre? ¿Tendré que
estar esperándote mientras tú viajas por cualquier lugar del mundo a todo
momento, sin siquiera avisarme ni importarte si es la única fecha en la que te
pido algo? No Beth, no creo que esté bien… ¿no?
- Lucian, realmente lo lamento
tanto…
- Yo también lo lamento.
Desearía ser una prioridad para ti. Llámame cuando lo sea.
- Pero Lucian…
- Adiós Beth –y colgó.
-
Feliz cumpleaños… -susurró Beth, sintiendo como lágrimas se agolpaban en sus
ojos. Y lo que era más triste, Lucian tenía razón.
Beth se dejó caer en la cama,
cerrando los ojos mientras las lágrimas finalmente corrían libremente por sus
mejillas. No podía recordar la última vez que había llorado tanto… ni siquiera
recordaba alguna vez que llorara poco, ella rara vez lloraba. Siempre había
sido bastante irónica, todo lo tomaba con cierto humor y no dejaba ver
demasiado sus sentimientos. Tal vez eso había sido, se protegía de alguna
manera del fracaso de una relación. Pero con Lucian no lo había logrado del
todo… prácticamente nada. Él la conocía, él sabía quién era y lo que le gustaba
o no. Sus reacciones y emociones. Lucian era… no podía creer que él existiera.
Y lo había estropeado. Ella lo
había estropeado. Toda su vida había estado pensando que no encontraría a nadie
que valiera la pena el riesgo porque al final, solo sería una burbuja de
ilusión que explotaría. Pero por culpa de él. Ni siquiera había pensado que
sería ella la que lo causaría. La que destruiría todo. Tanto tiempo junto a
Lucian… no podía imaginarse sin él.
Su vida sería como antes, por
supuesto, solo que, ya no era lo que quería.
***
Lucian maldijo una vez más
mientras colgaba el teléfono con fuerza. Había mantenido la calma durante toda
la conversación con su madre, incluso se había esforzado por bromear, para que
ella no supiera que algo andaba mal. Lo positivo había sido que, no había
tenido que inventar nada, su madre estaría fuera del país y no podría asistir a
la fiesta de cumpleaños que Beth le estaba organizando.
Rió sin humor. ¿La fiesta que él
había cancelado ya porque no pensaba asistir sin Beth? ¡Ni siquiera quería
celebrar esa fecha si no estaba a su lado! Era patético y lo sabía, pero no
podía evitarlo. ¿Cuándo se había convertido en esto? ¿Cuándo? ¿Cómo había
pasado?
- ¿Por qué esa cara? –Donovan
esbozó una sonrisa leve- ¿no te entusiasma el rodaje de la última temporada?
- Ahora no –advirtió con tono
serio Lucian. Donovan lo ignoró y entró, sentándose frente a él- ¿no entiendes
una indirecta, verdad?
- La entiendo, pero prefiero
ignorarla –su voz grave, pero con un toque de humor- ¿qué ha sucedido Lucian?
¿Piensas estar solo en tu cumpleaños?
- Sí, así lo quiero.
-
¿Por qué? Beth se había esforzado tanto con…
- Ella no vendrá –Lucian clavó
sus ojos en él- Beth no vendrá.
- ¿Qué? ¿Por qué no? –Donovan lo
miró- ¿pelearon?
- Algo así –evadió- solo no
quiero escuchar de mi cumpleaños.
- Creo que estás siendo algo…
infantil.
- ¿Infantil? –soltó con una nota
de desprecio y sarcasmo- ¿te parece que es infantil enfadarse porque tu novia,
una de las pocas personas que te importa, decide que un negocio es más
importante que tu cumpleaños y te deje solo? ¿Soy infantil por querer que Beth
esté orgullosa de quién soy?
- ¿Siguen teniendo problemas con
lo de ser actor?
- Increíblemente –rió secamente-
¿te imaginas? ¡Es una total estupidez!
- Creo que estás dolido –empezó
lentamente Donovan- no digo que no tengas razón, la tienes. Es una reacción
lógica pero, no dejes que algo así estropee lo maravilloso que ustedes tienen
juntos. Los he visto, Lucian. Son una pareja como las que ya no se encuentran.
Deberías luchar por ella.
- ¿Y ella por mí? ¿Por qué solo
yo debo luchar?
- Dale tiempo. No creo que le
tome mucho tiempo más notar que no quiere cambiar nada de ti pues así te
aceptó. ¿O no?
- No lo sé, Donovan. Estará en
Italia en la única fecha en que me hubiera gustado que estuviera a mi lado.
- ¿La única? ¡Es solo una fecha,
Lucian! Vendrán muchas más… deberías intentar que esté contigo todo el tiempo.
- ¡Vivimos en diferentes continentes!
Esto no está funcionando. Incluso estaba pensando muy seriamente en dejar mi
trabajo y trasladarme a vivir en Italia. ¿Cómo pude siquiera pensarlo?
- Es fácil –él se encogió de
hombros- la amas. Quieres estar a su lado.
- Pero no así. No quiero
renunciar a todo lo que he conseguido e irme.
- Entonces no lo hagas, Lucian
–Donovan le puso una mano en el hombro- no necesitas hacer nada que no quieras.
- ¡Es más complicado que eso!
Donovan
rió. Se levantó y negó.
- Nada es tan complicado como parece.
Las soluciones abundan, solo hay que saber buscar.
- Tan fácil que suena para ti…
¡ya veré cuando te enamores!
- No sé si pase eso… -él rió- te
estaré informando…
- Gracias –rió también más
tranquilo.
- Lucian –llamó Donovan antes de
salir.
- ¿Sí? –Lucian giró a mirarlo.
- ¿Ya sabes lo que dicen no?
–Donovan esbozó una sonrisa torcida- si la montaña no va a ti, tú debes ir a la
montaña.
- Le haría gracia a Beth que la
compares con una montaña –gritó Lucian y escuchó como Donovan soltaba una carcajada.
Pero, se sorprendió
considerándolo. Podría ser lo último que él hiciera por la relación que tenían.
Por supuesto, sería bajo sus condiciones, lo dejaría bastante claro. Si se
animaba… quizás lo haría. O mejor no.
No estaba de ánimo para cruzar
el Atlántico el día de su cumpleaños. Quizás solo debería dormir. O salir a
comer algo. O hacer que Beth se pusiera celosa. No había nada mejor que eso
para atraer a una mujer ¿así había dicho Donato?
Si empezaba a escuchar a su
personaje, es porque algo ya estaba realmente mal en su cabeza.
Lucian pensó en sus dos
posibilidades. Iba tras Beth, una vez más, o empezaba a tomar las riendas del
juego y le demostraba que él podría divertirse sin ella.
Una actitud infantil, esa sí lo
sería. ¿Alguna vez la había usado? No podía recordarlo pero, si era necesario,
lo haría.
Beth debía entender que no podía
dejarlo así como así. Y una actitud de ese tipo, se lo dejaría bastante claro.
Él podía hacerlo. Beth se enteraría…
¿Era capaz de hacerlo?
¿Realmente podría?
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