jueves, 21 de abril de 2016

Becaria Pueblerina 23

Cuando las puertas del ascensor se cerraron tras todas, dejando allí abajo en el parquin a Thom y Ramón, Susan le dio un fuerte empellón a Clarise, arrinconando de aquel modo a la joven en una de las metálicas esquinas.

-Ya estas empezando a escupir, toda la parte que nos hemos perdido –Ordenó Susan-. Thom, tiene mucha razón –Achicó la mirada-. El otro día, tenías las manos en su cuello. ¡Pero si incluso le aplastaste las pelotas!


-Susan… -Trataba de apaciguarla Marta, interrumpiendo con calma su interrogatorio-. Recuerda que debes controlar tus emociones, estas en estado.

-Y eso es lo que tiene la culpa –Soltó el aire, para volver a cogerlo con más calma-. Creo que nos está ocultando algo –Volvió a emplear cierto tono amenazante-. No quiere preocuparme…

-¿Clarise, es eso cierto? –Se giró Marta a la chica, quien hizo cierta mueca torcida con sus labios en una respuesta afirmativa-. Joder. Ya estamos yendo al despacho de Sabrina y nos pones al día.

Fue Marta, que con cierto apresuramiento dio dos golpes en la puerta y la abrió, sin esperar respuesta de su amiga rubia. Quien a su vez, se hallaba hablando en aquellos instantes por teléfono, que al verlas solo supo fruncir el ceño y despedirse de forma apresurada con quien hablaba.

-Me habéis dado escalofríos chicas –Sonrió perturbada-. Acabáis de refrescarme la memoria, con el día que entrasteis con la revista mal doblada dando comienzo a todo mi embrollo.

-Pues atenta, porque te traemos uno nuevo –Soltó Anne, cerrando la puerta con apresuramiento.

-¡Cómo! –Soltó sorprendida Sabrina-. ¿Qué ocurre ahora?

-Que lo cuente la protagonista –Dijo Susan, que se fue a sentar en el sofá, mientras señalaba con un gesto de cabeza a Clarise, quien se hallaba en medio algo frustrada-. ¿Me sirve alguien un café.

-¡No! –Saltó Marta.

-Ni de coña –Sentenció Sabrina.

-¡Joder! –Gruñó Susan-. Pues un vaso de leche, con dos gotas  -Suplicó con gran anhelo.

-No creo que te haga falta más cafeína –Rió Anne.

-Schhh… -Las apremió a callar Sabrina-. Nada de cafés ni vasos de leche, hasta saber a que nos enfrentamos ahora –Le hizo un gesto de cabeza a su compañera Clarise-. ¿Tiene esto que ver con lo de tu admirador?

La aludida, asintió con un gesto de cabeza.

-Sabía que había gato encerrado –Masculló Marta.

-Habla –Incitó Susan a la joven.

Clarise, aspiró con fuerza mientras meditaba un poco como explicar el asunto.

-No existe ningún admirador o mejor dicho –se mordió el labio-, Thom, es quien se esconde tras él.

-¡Será mamonazo! –Insultó Susan.

-Increíble –Cogió aire Sabrina.

-Voy a partirle las piernas –Sentenció Marta, caminando a la puerta.

-¡Detente, por favor! –Chilló Clarise-. Ya hay un plan en marcha –Informó, logrando que todas la miraran expectantes.

-¿Ya hay un plan? –Frunció el ceño Marta-. ¿Cómo, con quién y de qué va?

-Es con Ramón –Informó-, por ello que me habéis visto venir hoy en su moto.

Aquella vez, quien interrumpió fue abrina totalmente confundida.

-Alto, alto chicas… -Alzó sus palmas al aire-. Encuentro muchos huecos vacíos en éste lío. Yo necesito saberlo todo ¿Es posible? –Le pidió a la joven, quien volvió a sentir con la cabeza de forma tímida.

-Sabéis, que Thom se halla enfadado porque estáis haciendo de celestinas con Karolaine –todas las allí presentes asintieron victoriosas-. Pues, por lo visto se sentía ofuscado y aburrido, que un día empezó a fijarse en mí.

-¡Es verdad! –Se inclinó hacia delante Sabrina-. Recuerdo aquella llamada cuando estábamos desayunando todas.

-Averiguó que me siento atraída por Ramón  -Confesó con volumen menguado y mejillas algo más que sonrosadas.

-¡Niña, que bien disimulas! Rió Susan sorprendida-. Aún recuerdo tu placaje físico y verbal, contra él.

Clarise, aún se sonrojó más.

-Y está por todos los medios, de juntarte con él –Terminó Sabrina.

-Sí –Asintió Clarise.- Pero Ramón me creyó cuando se lo conté, y quiere darle un escarmiento.

-Estáis simulando un acercamiento –Intervino aquella vez Susan.

-Nuestro plan es más elaborado –Resaltaban sus nervios, al no saber qué pensarían sus compañeras-. Ayer noche, estuvimos hablando por mensajes y…

-¿S´? –Se impacientó Susan-. Dilo ya, que tengo que ir al baño hacer pis, joder.

-Tengo que fingir aquí una caída en las escaleras, hacer que pierdo conciencia y al despertar, por la insistencia de Thom, creer que soy la esposa de Ramón.

Silencio por unos segundos.

-¡Me gusta, lo apoyo! –Se puso en pie Susan, corriendo al baño a duras penas de Sabrina-. Es el mejor plan de todos.

-Arriesgado –Soltó pensativa Marta-. Pero interesante.

-Si estuviera Karolaine –Rió Sabrina-. Nos metía en un manicomio.

-Yo no pienso ser la del empujón –Soltó en apoyo Ane-. Paso de ser la responsable de si en verdad, por mala suerte te abres la crisma.

Todas rieron.

-Tranquila, solo debo simular que me caí –habló animada al recibir el apoyo de ellas-. Ahí entrais vosotras, dando un grito cuando Thom esté cerca con Ramón, fingiendo que me caí por ellas de verdad.


1 comentario:

  1. Gracias cielo!! Y me ha encantado,tremendo plan, mira que tus personajes están tan locas de atar como tú....pero tengo queja Y KAROLINEEEEEEEEEEE??!! Rayos quiero saber!!!

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