Como hija de un multimillonario y dueña de una prospera boutique en la ciudad, Jordan Rhodes es invitada a las fiestas más exclusivas de Chicago. Pero sólo hay una fiesta a la cual el FBI quiere colarse: la fiesta de caridad del dueño de un famoso restaurante, quien también le blanquea dinero a la mafia. A cambio de liberar a su hermano de la cárcel, Jordan va a estar allí—con una cita suministrada por el FBI.
El Agente McCall sólo la quiere a ella. Como el mejor agente encubierto en Chicago, Nick McCall tiene una regla: nunca convertirlo en algo “personal.” Esta "cita" con Jordan Rhodes no es más que una misión—una que están decididos a lograr, incluso si no pueden estar juntos más de cinco minutos antes que el sarcasmo y las chispas comiencen a volar. Pero cuando la investigación de Nick se ve comprometida, él y Jordan no tienen más remedio que fingir que son una pareja, y lo que comienza como una simple asignación comienza sentirse bastante como algo más.
Argumento clichociento aparte, lo cierto es que esta nueva entrega de protagonistas del FBI no le pide nada a la primera de la serie.
Creo que aunque no tenga nada que ver debo decir que los nombres que elige Julie James para sus protagonistas femeninas me gustan mucho, la primera fue Cameron y ahora tenemos a Jordan (No creo le importe los use yo en algún momento XDD) en las otras entregas verán que sigue en la onda de nombres bastante representativos a mi gusto, no tenemos una Rose o una Isabella, tenemos una Brooke, Taylor y así sucesivamente.
Vamos a la historia. Jordan es hija y heredera de un hombre multimillonario, sin embargo su padre es de la vieja escuela, lo que quiere decir que ella se ha labrado su propio camino y es dueña por mérito propio de un próspero negocio, una tienda de vinos, se habla sobre como apreciar un buen vino por supuesto y da detalles interesantes sobre el tema, pero sin ser demasiado o aburrido. Jordan siendo quién es, tiene una fiel clientela y le va muy bien, lo que empaña su vida ahora es el hecho de que su hermano Kyle está en la cárcel por el "pequeño" detalle de haber cerrado twitter, Kyle es su gemelo y es un genio de la informática, para impedir que un video de su ex novia donde le está poniendo los cuernos se difunda en la red twitera, se le ocurre la "sencilla" idea de cerrar twitter durante dos días, lo que convierte el asunto en délito federal y después de un mediático juicio donde le nombra el fiscal a cargo "El terrorista de twitter" es sentenciado a 18 meses de cárcel. Comento todo esto por básicamente es por Kyle que Jordan accede a cooperar con el FBI a cambio de que se reduzca la sentencia de su hermana y salga ya de la prisión.
Nick McCall es el mejor agente del FBI con una sana competitividad con Pallas de la anterior entrega quien no se queda atrás. Tienen que acceder a la fiesta elitista y lujosa que dará un miembro de la alta sociedad de quien se sospecha tiene vínculos con la mafia para instalar micros y captar las transacciones. Jordan siendo quien es está invitada y tomando en cuenta que cooperará a cambio de la liberación de Kyle es el contacto que esperaba el FBI y es Nick quien acaba acompañando a Jordan como su nueva pareja para que se puedan instalar los micros.
Lo que no tomaron en cuenta es que al parecer el tipo que investigan por lavado de dinero está interesado románticamente en Jordan y cuando aparece en la fiesta acompañada por Nick se molesta y actúa enseguida para hacer seguir a Nick de quien cree es un fraudulento que solo quiere aprovecharse de la chica. De todo esto se enteran por supuesto, pues los micros ya están instalados así que es cuando los protas deben iniciar el montaje de que en realidad si son pareja, de fingirlo solo una noche pasan a hacerlo más tiempo.
Nuevamente tenemos una buena dosis de pullas y atracción física mezcladas, aunque ceden a dicha atracción lo cierto es que lo hacen sin compromiso alguno y siempre con el peligro acechando sobre ambos, sobre todo con ella.
Nick es bueno en lo que hace, muy bueno pero empieza a tener problemas para mantenerse enfocado pues Jordan supone para él toda una distracción, estas historias empiezan siempre con los protas casi odiándose para ir poco a poco dirigiéndose a rumbos igual de intensos pero sin tener nada que ver con la aversión mutua inicial.
Lo bueno de estas historias es que no son serias, es decir, hay humor y no son un quebradero de cabeza en cuanto al suspenso.
Kyle es el protagonista de la próxima historia, aunque hace su aparición en esta por las razones ya mencionadas y nos divierte con sus bromas sobre la cárcel y sus "conversaciones" a base de solo miradas con su gemela.
A lot like love... recomendada.
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