Iolhen estaba haciendo listas mentales de lo que podía enseñarle a Baylor, de los usos
de su don para realizar hermosos
prodigios, así que no prestaba mucha atención a la conversación de su madre y de su prima, hasta que Kaly
mencionó la dolencia de Lyonisse.
-Lyon, cariño, ve a acostarte si tienes dolor de cabeza.
- Sólo iré a descansar un rato , tía. Iolhen, ¿me acompañas?- Ante aquella pregunta de
Lyonisse , la chica parpadeó un par de veces. Lyon no se veía enferma y,
además, no podían quedarse en casa, tenía que ir con Baylor.
-Iolhen, ve con ella.- insistió Kalymera y ella asintió confundida,
siguió a su prima hasta la habitación que ocupaban ambas y cuando Lyonisse se
sentó al borde de la cama, la acusó directamente.
-¡Lyonisse Blackdalion, estás fingiendo! No te duele la cabeza ni nada.
Eres pésima mintiendo, te conozco bien.
-Lo sé. Pero ahora tendrás que quedarte conmigo mientras insista en que
me siento mal.
-¡¿Por qué?! Tengo que ver a Baylor– soltó furiosa.
-No vayas hoy con él, Io.
-¿Qué estás diciendo? No puedo dejarlo plantado, si quieres jugar, de
acuerdo, pero le avisaré.
-No, deja que te espere.
-Lyonisse, qué diablos se te metió para hacer esto. No voy a quedarme
aquí.
-Entonces tendrás que explicar por qué abandonas a tu prima querida para
irte corriendo al bosque.
- Lyon…
- Quiero saber qué hará él, digamos que es el precio.
- Me empiezas a preocupar, de qué hablas.- dijo sentándose en la otra cama frente a su prima.
-Mañana volveré al Castillo de los Cerezos, así que es una pequeña prueba que quiero hacer a tu
domador.
-¿Te irás?
-Iolhen, sabes que no me gusta mentir , si me quedo más tiempo les diré
a mis tíos o terminaré presionando a Baylor para que responda a todas las
preguntas que tengo. Lo mejor será volver a casa y no interferir.
- ¿No confías en él?
-No, no del todo. Pero sé que lo quieres y sé que a él le importas
mucho, confiaré en eso. Así que sólo dame el gusto y quédate aquí hoy, ¿no
sientes curiosidad por saber qué hará él?
-Podría enfadarse – dijo Iolhen temiendo que así fuera.
- Sí, podría – contestó Lyonisse pensativa, frunciendo el ceño – Y si él
va a enfadarse contigo por esto, quisiera estar cerca.
-Estás buscando eso, ¿verdad? Provocar su enfado…
- También podría preocuparse por ti. Podría ser su enfado o su
preocupación y me aliviaría mucho descubrir cuál de esas reacciones tendrá,
antes de permitir que sigas con esto.
-Es una tontería…
-Hay algo en él que me inquieta Iolhen, y tú también lo sabes. Ese poder
desbocado que tiene, lo que oculta…no puedo juzgar a alguien por su pasado ni
por algo que no puede controlar, pero sí por sus acciones.- expuso quedamente y
eso irritó más a Iolhen, porque en el fondo sonaba muy razonable.
Y también sabía que no tenía opción, Lyonisse estaba decidida y haría lo
que decía, ya fuera hablarle a sus padres de su relación con Baylor o guardar
el secreto y marcharse a las tierras Blackdalion.
-Va a ser una tarde muy larga…- dijo finalmente Iolhen.
-Lo será, pero tengo muchas historias para contarte, las aventuras
recientes de mis sobrinos servirán para entretenerte un par de horas.
-No vas a distraerme tan fácilmente…- se quejó Iolhen.
- No estés tan confiada, cuento con historias de los gemelos de mis
hermanas. Eso puede distraer a cualquiera.
Muy a su pesar la chica sonrió. Era increíble o quizás algo de justicia
divina, pero tanto Brianna como Ariadne tenían dos pares de gemelos cada una.
Un par de niñas y un par de niños que eran una combinación explosiva de
travesura y encanto, tal como sus madres. Ciertamente sus historias eran muy
entretenidas, pero ella no podía quitarse de la cabeza al hombre que debía
estar esperándola.
Baylor esperó y a medida que las horas trancurrían, muchas ideas pasaron
por su mente. Al principio pensó que Iolhen no quería verlo, ese era el temor
que siempre lo perseguía. Luego pensó que podría haberle sucedido algo y se
preocupó, sobre todo porque él no podía ir a ver qué sucedía, no tenía derecho
a hacerlo.
Después pensó que quizás la joven Blackdalion tuviera algo que ver con
aquella ausencia.
Esperó impaciente hasta que empezó a anochecer y supo que ella ya no
aparecería. Y fue entonces cuando preocupado e inquieto llegó a una conclusión.
Quería a Iolhen Likaios, ella era la razón por la que esperaba la llegada de un
nuevo día.
El cielo lo perdonara, pero la necesitaba a su lado.
Regresó a la Casa Antigua y se sintió aliviado al notar la tranquilidad
que rodeaba el lugar, eso significaba que ella estaba bien, si algo le hubiera
sucedido habría movimiento. Aún así, se quedó un rato dando vueltas por el
patio principal para ver si encontraba alguien a quien preguntarle, aunque la
última persona que esperaba ver era a Dionis Likaios, en persona.
-Señor…- saludó nervioso ante aquella presencia inesperada.
-Buenas noches- saludó Dio a su vez- ¿Todo está bien?
-Sí.
- Me temo que no me he tomado el tiempo de recibirte como correspondía,
también lamento que la casa esté en reformas y te alojes en la habitación junto
al establo.
- No tiene que preocuparse, es un
buen lugar y estoy muy cómodo. – respondió sin pensar en la ironía de estar
cobijado bajo el techo de aquel hombre.
-¿Quisieras cenar con nosotros? Tal vez eso compense un poco mi falta de
cortesía, somos pocos, solo mi esposa, mi hija y mi sobrina. Las cenas
familiares cuando están todos suelen ser intimidantes.- dijo y hubo cierto deje
de nostalgia en su voz como si añorara esas reuniones.
Baylor estuvo tentado a aceptar la invitación, quería ver a Iolhen,
cerciorarse de que estuviera bien, pero compartir una cena sería someterse a
preguntas que no quería responder. Tampoco quería estar bajo la mirada
evaluadora de la familia de la joven,
sobre todo de los ojos clarísimos e implacables de Likaios. Temía que si pasaba
mucho tiempo bajo esa mirada, él lo descubriría.
-Agradezco la invitación, pero no creo que sea adecuado participar de
una cena familiar.
-Entiendo…- dijo Dionis y en cierta forma era verdad, porque aquel muchacho
le hacía acordar a sí mismo en algún aspecto. Al menos en la distancia que
ponía con los demás, exactamente como él antes de Kalymera.
-Buenas noches – dijo Baylor y se alejó. En cuanto vio a Dionis ingresar
a la casa, imaginó que aún tendría algo de tiempo , así que con un breve gesto
hizo surgir una mariposa de luz. Susurró algo y luego la soltó al aire
nocturno.
Iolhen estaba preparándose con Lyonisse para bajar cuando la pequeña mariposa aleteó a su alrededor,
luego se posó en la mano que ella extendió para recibirla y tras un fulgor se
desvaneció en chispas de luz.
-¿Qué fue eso? – preguntó su prima.
-Esa fue la respuesta a tu
prueba, Lyonisse Blackdalion – respondió con una ligera sonrisa. Se asomó a la
ventana y creyó vislumbrar una silueta abajo, hizo un leve gesto para devolver
el mensaje y luego fue con Lyon a cenar.
Cuando Baylor entró a su habitación, se vio sorprendido por arcoíris
que vibraban en el aire. Por lo visto,
su mariposa había llegado a destino, soltó el aire que había estado conteniendo
desde su encuentro con el Señor del lugar y sintió que la tensión lo dejaba.
A la mañana Lyonissse informó a sus tíos que regresaría al Castillo de
los Cerezos, lo que les causó sorpresa, habían esperado una estadía más larga.
-Creí que querías unos días de tranquilidad- dijo Kalymera.
-Sí, tía, así es. Pero uno no puede elegir siempre y tampoco es correcto
escaparse de la familia sólo porque haya abundancia de entusiasmo. Ni siquiera
cuando lo que abundan son los gemelos- dijo ella.
- Y el perfeccionismo – agregó Kaly pensando en su hermano mayor, lo que
los hizo sonreír a todos.
-Entonces, te acompañaré- se ofreció Dionis.
-No tienes que preocuparte, tío. Christopher vendrá por mí, ya le
avisé.- explicó refiriéndose a su hermano.
- El mensaje que enviaste ayer, ¿era para él? – preguntó recordando que
su sobrina había solicitado que un mensajero fuera a llevar un mensaje al
Castillo. Ella asintió.
-Pero por favor, no dejes que Lysander regresé aún – pidió Kalymera
-De acuerdo, tía. Trataré de que se quede un poco más en casa, siempre
que papá y Blaze no decidan lo contrario.- reflexionó y Dionis soltó un suspiro
de exasperación, imaginando que en pocos días tendría a su hijo de regreso.
Una vez que se quedaron a solas, Iolhen trató de satisfacer su
curiosidad.
-¿Christopher? ¿Ya tenias planeado irte o algo más?
- Cris puede escoltarme a casa , así todos están tranquilos. Y si había
problemas acá, podíamos contar con él.- dijo simplemente y Iolhen volvió a
asombrarse de la capacidad estratega de su prima, pero eso no fue todo, Lyon
tenía más que decir- Io, vi a tu domador esta mañana …
-¿Esta mañana? ¿Cuándo?
-Antes que despertaran, afortunadamente es un madrugador, así que le
expliqué que ayer no fuiste a verlo por cuidarme a mí, no, no le dije nada de
mis tretas, pensé que no lo agradecerías. Sólo me disculpé, y él te esperará
esta tarde.
-¿Lo apruebas ahora?
-Digamos que creo que alguien que envía mariposas de luz no pretende
dañarte, y nos tienes a nosotros para protegerte. Prométeme que si suceda algo,
cualquier cosa, si me necesitas, enviarás por mí. – dijo y fue tal la
sinceridad de su preocupación y su amor que Io la abrazó con fuerza.
-Gracias , Lyon, gracias por ser tú.
Un par de horas después, Christopher Blackdalion llegó a la Casa Antigua para buscar a su
hermana.
-¿Todo está bien? – fue la primera pregunta que hizo el joven rubio al
reunirse con ellas.
-Sí – dijo Lyonisse intercambiando una mirada con su hermano que
significaba que le explicaría luego.
-¿Vendrán al Castillo para la Feria, verdad?- le preguntó a Io.
-Sí, es nuestra tradición, ¿no es así? ¿Blaze ya golpeó a mi hermano?
-No, por ahora Alina lo está controlando bastante bien, además Lysander
está muy entretenido con la pista de hielo que creó.
-¿Una pista de hielo? – preguntaron las dos chicas al unísono.
-Sí, fue idea de Ariadne, y él le dio el gusto. Pero todos se están
divirtiendo bastante y creo que será la nueva atracción en la feria este año,
así que eso lo ha mantenido fuera del camino de Blaze que sigue inmerso en cada
detalle de la organización – explicó el joven sin poder ocultar la diversión.
Kalymera se reunió con ellos e insistió para que sus sobrinos comieran en
la Casa Antigua ,antes de marcharse.
-¿Has vuelto a crecer? ¡Estás muy alto! – exclamó Kaly cuando su sobrino
enlazó el brazo en su cintura.
-Creo que algunos centímetros más…
-Como Kouros, en realidad no deberían, son los menores , y , ¿cómo se
supone que podamos regañarlos cuando están tan crecidos?
-Mamá se las arregla para regañarnos de todas formas, incluso a Blaze. Y
no es que pueda controlar mi altura, tía Kaly…- dijo él sonriendo.
-¿Cuándo crecieron tanto? - preguntó para sí misma al pensar que Christopher ya rondaba los veinte años.
-Mientras ustedes estaban detrás de nuestros problemáticos hermanos y
hermanas mayores – contestó Cris y su tía sonrió.
Los hermanos Blackdalion se marcharon después de comer y ya habían
recorrido un largo trecho cuando Christopher interrogó a su hermana menor.
-¿Sucedió algo Lyon?
-Ujum…
-Palabras Lyon, no sonidos, me estás matando con la intriga.
- Sólo que Iolhen está enamorada…- respondió y él tiró de las riendas de
su caballo frenando de golpe la cabalgata.
-¡¿QUÉ?! ¿Y nos vamos a casa?¿Vas a contarme? ¿Segura que no nos
necesitará? ¡Lyonisse!
-Tranquilo, hermano, ya te contaré en detalle. En este momento creo que
sé cómo se sienten las madres observando a sus hijos marchar a una batalla y
sin poder hacer nada.
-Dices que Iolhen va hacia una batalla , ¿y quieres que esté tranquilo y
que nos vayamos? Volvamos.
-De ninguna manera, y sí, seguramente tendrá que enfrentar algunos
contratiempos, pero estoy convencida de que es una batalla que debe enfrentar
sola.- comentó pensativamente y su hermano resopló, no le gustaba nada aquello,
sin embargo ninguna de las dos jóvenes eran insensatas e imprudentes, aunque no
estaba seguro de lo que el amor podría provocar en sus personalidades. Tendría
que confiar en el buen juicio de Lyonisse, jamás habría abandonado a Iolhen si
la creyera en verdadero peligro.
-Tendrás que contarme en detalle y convencerme, o regresaré a la Casa
Antigua…
-No frunzas el ceño Cris, te pareces a papá y Blaze cuando lo haces.
-Adoras a Blaze.
-Sí, es cierto, pero necesito tu flexibilidad y no su rigurosidad en
estas situaciones. Así que paciencia y escúchame…- dijo mientras empezó a
contarle despacio.
Gemelos para las Gemelas, que genial saber eso... y por lo visto son iguales de "activos" como sus madres... que escondera Baylor, sé que todo saldra bien, esta familia fue hecha`para amar y ser amada. gracias por ir subiendo tan seguido la historia.
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