Hoy ha muerto Eduardo Galeano, escritor Uruguayo y me he puesto triste porque era un autor que me GUSTA ( sí así en presente que sus palabras están latiendo aún) y por eso, porque sus palabras anidaron en mí muchas veces, era un amigo.
Textos polémicos a veces, comprometidos, ciertos con esa verdad de que llegan al corazón y conmueven.
Si no lo conocían, los invito a conocerlo y hacer que sus palabras sigan viviendo.
"Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo." E.G
La noche / 1
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.
La noche / 2
Arránqueme, Señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.
El mundo
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al
alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá
arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo
es eso -reveló- Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona
brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay
gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego
loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no
alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se
puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
El amor es una enfermedad
El amor es una enfermedad de las más jodidas
y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce.
Hondas ojeras delatan
que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la
ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una
irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o en el trago.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o en el trago.
Se puede provocar, pero no
se puede impedir.
No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de
hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada.
El amor es sordo al Verbo
divino y al conjuro de las brujas.
No hay decreto del gobierno que pueda con él,
ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles
brebajes con garantía y todo.
Celebración de la amistad
En los suburbios de La Habana, llaman al
amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave:
pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y
llave por…
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.
Los Nadies |
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata
No hay comentarios:
Publicar un comentario