miércoles, 12 de marzo de 2014

Universitaria Y Canguro 6


Quieta, sin aire en su cerebro para pensar qué hacer, observó como él se acercaba a ella sin hacer ruido a causa de ir descalzo.
Dios, dios, dios… Gritaba alguna neurona histérica y aún capacitada ha reaccionar, en el interior de su cabeza.  Emocionada por lo que iba ha ocurrir.

¿Lo que iba ha ocurrir?

Maldita fuera su neurona, en anticiparse a su cuerpo y chivarle, que el momento había llegado. Sí, iba ha recibir su primer beso.

¿Nerviosa?

Por sus ovarios que sí lo estaba. Tenía miedo en hacer una pésima actuación. No tenía práctica alguna. Que vergüenza si lo fastidiaba…

¡Dios!
Notaba como todo el vello de su cuerpo se erizaba, ante lo que se avecinaba. Ella, iba ha ser afortunada. Comenzaba con un besador nato.

Bueno, quería decir que no creía que fuera un novato a su edad y contando con el magnifico físico que tenía. Habría tenido su tiempo para poder practicar y de seguro, que un buen numero de mujeres bien dispuestas a ello.

¡Genial, iba hacer el ridículo!

Ya no podía huir. Gregory estaba a un paso con la mirada clavada en su rostro, y una divertida sonrisa en el suyo. ¿A santo de qué esa sonrisa? Pensó un momento frunciendo levemente el ceño.

-Deja de comerte la cabeza –Indicó sorprendiéndola por haberle leído la mente-. Esto tenía que pasar tarde o temprano –Llevó sus manos al rostro de ella, para sujetarla por las mejillas con sus cálidas manos y poder, inclinar su rostro en busca de sus labios.

Pero lo que ocurrió a continuación, no podía clasificarse como momento idílico de novela romántica.

Sino más bien, momento de estupidez.

Sus mejillas sonrojadas, sus ojos acabados de cerrar cuando él ya se hallaba a un centímetro escaso del suyo, y en el momento del contacto, sus manos se abrieron por la fuerte impresión de hormigueo que le recorrió por el cuerpo, dejando caer su maleta con todos sus libros de la universidad, yendo aterrizar éste en el pie descalzo del hombre.

-¡Ay joder!

Profirió Gregory, separándose de ella a la pata coja mientras soltaba un par más de improperios a toda voz, causando así la curiosidad de Elisa que apareció por las escaleras.

-Si era que no, solo tenías que habérmelo notificado –Gruñó equivocado el hombre, sin percatarse de la presencia de la adolescente. Yendo a sentarse al sofá, para frotarse el pie dolorido.

-¿Qué ocurre? –Subió hasta arriba, causando que Megan se pusiera tensa por la situación, y se girara de sopetón a enfrentarla con cierto tartamudeo.

-Nada, nada –Rió nerviosa agitando sus palmas-. Se golpeó con la mesa.

Mintió, girándose a mirar el hombre para guiñarle el ojo a que le siguiera el juego. Pero volvió a sorprenderse una vez más en pocos minutos, cuando éste alzó una ceja y sonrió de forma guasona.

Aquel gesto, no le inspiró ningún tipo de seguridad.

-Y un cuerno –Soltó socarrón reclinándose en el sillón-. Ha sido ella, quien un poco más y me machaca el pie para evitar que no la besara.

-¡OH! –Exclamó casi en silencio Megan, con un pequeño brinco y girándose a mirar a la chica, con aspecto azorado-. Ha sido un accidente –Intentó defenderse.

Pero Elisa, no mostraba sorpresa alguna. Más bien, su rostro estaba iluminado por cierta sonrisa saltarina.
Estaba claro, que allí ocurría lago que ella no comprendía aún.

-Esperaba más tacto de ti, Greg –Cuestionó con un guiñó de ojos-. Como hagas que salga corriendo de nuestro lado, no te lo perdonaré nunca –Dijo achicando los ojos y con media sonrisa.

Pum, pum… Pum, pum.

Le retumbaba el corazón en sus oídos, alterada por aquella conversación tan extraña, y la confabulación entre los dos hermanos.

-Tranquila hermanita –Le devolvió Gregory el guiño de ojo, para después detener su mirada en ella.
Hambre…

Aquello es lo que pudo leer Megan en al mirada del hombre, con gran azoro al estar presente la joven.
Todo era demasiado para ella, necesitaba aire. Y poder procesar toda la información con más calma.

-Voy –Dio un paso hacia las escaleras-. Voy hacer la comida, es tarde.


Y huyó con la vista baja y las mejillas ardiendo de vergüenza. 

1 comentario:

  1. Jajaj siempre nos dejas con las ganas, pobre chico terminará todo abollado por consegur un beso. Me gustó brujis, quiero más, ESCRIBE ESCRIBE ESCRIBE!!

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