Dos días después, Leonora se arrepentía
profundamente de no haber sido más asertiva en su negación hacia Bastian Cavendish.
Sólo él podía lograr cumplir su palabra
de darle tiempo y simultáneamente romper esa promesa en mil formas distintas
cada hora.
Y sólo él podía alterarla de aquella
forma.
Aquel día en particular había estado
sospechosamente solícito y ante cada indicación de ella había respondido con un
“A tus órdenes, Leoncito”, lo que la alteraba más.
Cuando se habían reunido para preparar
unos documentos que debían enviar a los clientes, él no había dejado de
mirarla, y no mirarla de cualquier forma sino
con intensidad y seductoramente, como si ella fuera algo completamente
irresistible.
-¿Puede dejar de hacer eso y concentrase
en el trabajo?
-No hago nada…
-¡Exacto! ¡Trabaje!- le dijo exasperada
porque se negaba a reconocer que la inquietaba y que era una inquietud extraña,
emocionante. Era halagador pensar que ese hombre podía verla de aquella manera
y no quería caer en sus redes.
Bastian se levantó y caminó con lentitud hacia ella, se
posicionó a su lado y antes que Leonora pudiera actuar le masajeó los hombros.
-Estás tensa, Leoncito, va a hacerte
mal.- susurró haciéndola tensarse aún más y desprenderse bruscamente de su
contacto.
- ¡Es su culpa! – gritó ella y él se
situó delante y le sonrió ampliamente.
-¿Yo te causo ese efecto?
-Vuelva a su lugar, si no va a ayudar , al menos no moleste – indicó ella
señalando el sillón.
- Sí, Leoncito- dijo obedientemente y volvió a sentarse a una
prudente distancia.
-O mejor aún, puede irse a su casa y
dejar que yo termine esto tranquila…
-Claro que no, esperaré que termines y
te llevaré a casa.
-No necesito que me lleve a mi casa.
-No voy a dejar que te vayas de noche
sola.
-Siempre lo he hecho – protestó y él la
miró serio.
-Y no siempre hemos tenido buenos
resultados, ¿verdad?- Leonora maldijo en voz baja, aquel incidente iba a ser su
cruz.
- Siempre he cuidado de mí misma.
-Pero ahora estoy yo, y voy a llevarte
quieras o no. Ya te dije lo que siento por ti, así que no pienso dejar que mi
chica vagabundee desprotegida por allí.
-Punto uno: no soy su chica, punto dos:
jamás “vagabundeo”, punto tres: no necesito que me proteja.
-Punto final: lo haré quieras o no,
llámame cuando estés lista – dijo y echó la cabeza hacia atrás cerrando los
ojos. Eso era trampa, no podía seguir peleando con él si se hacía el dormido.
Leo intentó seguir trabajando un rato
más, pero media hora después, ya estaba irritada.
-Vámonos – dijo sabiendo que no ganaría
aquella batalla. Él tuvo la delicadeza de disimular , bostezó, se desperezó
exageradamente y luego le sonrió con calidez.
-Vámonos, ¿te he dicho que me gusta cómo
suena? Eso de que uses el nosotros. – agregó y Leo sólo resopló indicado lo que
pensaba. Después se puso a recoger carpetas y guardarlas en su bolso.
-¿Vas a llevarte trabajo a casa?-
preguntó Bastian ceñudo.
-Sí, tenía pensado terminar con esto
pero debido a usted tendré que llevármelo.
-¿Por qué no me llevas a mí a tu casa?
Contemplando que soy tu jefe contaría como llevar trabajo a casa, ¿verdad?
-¡Sí, claro! ¡El elemento que le faltaba
incorporar a mi familia!- exclamó imaginado la situación.
-Eso no sonó halagador – comentó él.
-No pretendía que lo fuera.- le dijo
saliendo de su oficina.
-Oye, Leonora…- la llamó y ella se giró
sorprendida, era raro que la llamara por su nombre completo. Él estaba mirándola
serio y sus ojos expresaban algo que no alcanzaba a captar.
-¿Sucede algo?
-¿Sabes que tienes suerte ,verdad? Con
tu familia digo, más allá de los problemas que te causen sabes que te aman. Tu madre,
tus hermanos , además confían en ti y cuentan con que los ayudes, quizás
demasiado, lo sé. Pero, hay familias peores…- dijo y ella recordó la fría
mirada del mayor de los Cavendish o sus comentarios despectivos cuando se
dirigía a Bastian.
Volvió a sentir la misma rabia que había
sentido cuando aquel hombre entraba a insultarlo, el mismo deseo de defenderlo
, bajó la mirada para que él no notara su reacción.
-Lo sé…-respondió finalmente.
-Vamos – dijo él y la tomó de la mano,
ella no hizo nada por soltarse. Tampoco protestó cuando la guió a su auto ni
hizo comentarios sarcásticos en el camino a su casa.
Tampoco él dijo mucho, aquellas palabras
habían cambiado el clima entre ellos y parecía haber sumido a Cavendish en una
profunda cavilación.
Cuando faltaba poco para llegar, Bastian
soltó una pregunta.
-¿Qué tipo de familia te gustaría tener?
Me refiero en el futuro, a la familia que tú armes…¿lo pensaste alguna vez?- la
pregunta era seria, no parecía ser una de sus bromas, así que la joven intentó
contestar tan honestamente como pudo.
- No lo sé, no le pensé mucho. Creo que
una que no me meta en problemas. Un lugar seguro…¿y usted?
-Quiero una familia cálida y feliz, un
lugar propio donde regresar y sentirme querido. Sentir que me permite respirar,
esa sensación…- dijo y se interrumpió pues acababa de llegar a la casa de ella.
Bastian estacionó y luego bajó a abrirle
la puerta.
-Buenas noches, Leoncito, que descanses
– dijo y ella contestó con un gesto de la cabeza. Antes de entrar al edificio
se volvió y lo vio allí parado junto al auto, esperando que ella entrara.
Se lo veía terriblemente solitario allí,
Leo sintió que el corazón se le encogía al verlo así. Sin pensarlo se giró y
corrió hacia él y lo sorprendió abrazándolo.
Él apenas si pudo atinar a rodearla con sus
brazos. Leo no supo qué hacer una vez que estuvo abrazada a él, sólo había
pensado en darle algún tipo de consuelo, en hacerlo sentir menos solo, pero
pasado el impulso no sabía cómo proceder.
Finalmente se apartó avergonzada y
murmuró un suave “buenas noches” para después alejarse rápidamente. Bastian la
dejó ir, hubiera querido besarla pero para valorizar al gesto de ella, era mejor dejarla ir. Y
además estaba seguro que si la besaba en ese momento, no podría soltarla.
Leonora casi corrió para llegar a su
casa, no podía creer lo que había hecho pero había sido una necesidad surgida
de su corazón, corazón que le latía de prisa al recordar la sensación de estar
abrazada a Bastian Cavendish. Supo que tontamente había cruzado la línea, y
peor aún lo había hecho por su propia voluntad.
Le dijo a su familia que no tenía ganas
de cenar y se encerró en su habitación.”Seducida y abandonada jamás pensé que
caerías bajo esa etiqueta, Leonora” se dijo a sí misma.
Porque estaba segura que enredarse con su
jefe no iba a terminar bien y como iba a detener a un hombre al que acababa de echársele
en los brazos. Se tapó con las mantas y se llamó estúpida hasta quedarse
dormida.
Cuando Bastian llegó a la oficina,
Leonora ni siquiera se animó a levantar la mirada, le alcanzó unos papeles sin mirarlo.
-¿Leoncito? Mírame- dijo él y ella
gruñendo no tuvo más remedio que enfrentarlo.
-¿Sí?
-Vaya, volvió el pandita- dijo él
haciendo alusión a las ojeras que Leonora tenía por haber pensado demasiado y
dormido poco-¿No dijiste que el café era malo? – preguntó y señalo con la
cabeza la taza que ella tenía en el escritorio.
-No soy quien estuvo anémica…
-Pero no creo que necesites algo que
sobreexcite tu sistema nervioso- la provocó y Leonora se sonrojó.
-Vaya a su oficina a trabajar de una vez
– le dijo bruscamente.
-Ven conmigo, tengo algo que decirte –
le dijo él , Leo suspiró y lo siguió.
-Dígame- lo instó apenas cerraron la
puerta y para su sorpresa Bastian se
giró y la tomó entre sus brazos.
-Solo quería decirte que eres adorable y
que llevo toda la noche deseando hacer esto – dijo antes de acorralarla contra
la puerta y besarla
Ahhh !!!!!!!! Que romantico, me encanto el final del capitulo, creo que hasta yo esperaba el beso jajaja
ResponderEliminarGracias Kriss me alegra verte por aquí y que te gustara el capi!!!!
EliminarMe encantó. ¡Quiero más! Gracias Nata.
ResponderEliminarQue guay, me encanto este de capitulo jijijiji. Quiero maaaaaaas.
ResponderEliminarMuchas gracias Nata
Guau... me en-can-to... sigo pensando que este es el primer hombre que se va sin rodeos con sus sentimientos, solo falta que leo se nos ponga las pilas. muchas gracias por el cap. espero con ansias el proximo
ResponderEliminarBesos contra las puertas!!!! Me encantan son los mejores!!!!
ResponderEliminarQuiero un sebastian y un ojos negros, pero ya!!!!!
Me ha encantado el capitulo nata y ya lo sabes, jejejeje
Muchos besos
OMonaaaaa... ay sis sabes cuanto me gusta este par... las contestaciones de ella me matan y él tan decidido.. suspirossssssssss
ResponderEliminar