El arribo de Cian causó
estupor en todos. Deq tragó fuerte, los traidores se amilanaron, Azize lo miró
con la cabeza en alto y el corazón agitado, y también alcanzó a echarle un
vistazo a la joven cortesana que también lo miraba abstraída.
Cian descendió del caballo
antes de que este frenara su trote y se
acercó al grupo con la mano firme sobre el pomo de su espada y la mirada
furiosa.
Era la imagen que tenía en
el campo de batalla y daba miedo.
-Comandante…-lo saludó el
Ministro intentando ser sumamente ofensivo con el tono burlón de voz que usó.
-Soy Su Alteza para usted.
Si no le importa mis hombres lo escoltarán a usted y sus amigos al palacio
Espero que encuentre que los calabozos son de su agrado, yo me encargaré de que
su estadía sea grata …-dijo él y su voz desprendía una ira incontrolable.-
¡Llévalos! – ordenó a Deq y cuando este pasó a su lado le dijo en voz muy baja
que luego arreglaría lo pendiente con él.
Conspiradores y soldados
se marcharon y en el fragante jardín sólo quedaron Azize, y Cian frente a
frente y Nabin a un lado que no pudo evitar la tentación de presenciar aquel
momento.
-Pudiste llegar a
tiempo…-dijo la joven princesa levantando la barbilla para enfrentar a su
esposo, a aquel hombre que era tan cercano y a la vez un extraño.
Entonces la mirada de él
se desvío hacia su mejilla enrojecida, se acerco a ella, la tomó de un brazo y
la arrastró al salón donde había sido la reunión.
-¿Qué…? – trató de
protestar ella pero no tuvo más opción que dejarse arrastrar. Apenas entraron,
Cian levantó su rostro con una mano.
-¿Quién te hizo esto?
-No importa, atrapamos a
los traidores…-dijo ella quitando la mano de él. Era muy turbador tenerlo tan
cerca después de tanto tiempo que no lo veía.
-¿No importa? Es un golpe,
pero podrían tener un tajo en el cuello o una espada en el corazón ¡Maldita sea
Azize! Te pedí que te quedaras en palacio, no que te metieras en situaciones
peligrosas…mataré a Deq…
- Sólo obedeció mis
órdenes, no podíamos dejarlos escapar. Quién sabe si hubiéramos tenido otra
oportunidad..
-Yo venía en camino,
cabalgué como loco apenas recibí el mensaje, cambié de caballo cuatro veces y
ni recuerdo cuando dormí por última vez…
-¿Y si no llegabas?
-¡No podías confiar en mí
y mantenerte a salvo! ¡Yo soy quien debe encargarse de estas cosas!
-Soy la princesa, es mi
padre contra quien conspiraban….el que yo los haya escuchado es prueba
definitiva. No puedo quedarme encerrada si se trata del bienestar de mi País.
-¡¿Y tu vida, Azize? ¡¿
Cómo crees que me sentiría si algo hubiera salido mal? Yo jugando en las
fronteras mientras mi esposa estaba en peligro…
-No salió mal.- dijo ella
con algo de remordimiento pero manteniéndose firme. Él había sido su guardián
siempre, imaginaba que estaba indignado, pero no podía dar marcha atrás.
-Cierto…eres la Princesa y
eso es todo lo que importa, ¿verdad?. Deq siguió tus ordenes ignorando las
mías, y yo no soy más que el comandante de las tropas …un súbdito más…- dijo y
sonó amargado
-Cian, yo no quise decir
eso …tú mismo preparaste esto, no podía dejar que se escaparan.
-Yo no hubiera dejado que
escaparan. Pero jamás hubiera dejado que Su Alteza estuviera en peligro, creí
que había sido claro el día que me marché a las fronteras…- dijo y ella se dio
cuenta que había vuelto a usar el tono formal y distante. Sin quererlo, lo
había herido.
-Cian…
-Vamos princesa, es hora
de volver a Palacio – le dijo y salió al jardín. Ella suspiró, había sido una
gran victoria atrapar a los traidores, pero ella se sentía completamente vacía.
Nabin junto a un par de sirvientes estaba afuera
esperando que salieran. Cian se detuvo un momento a su lado.
-Enviaré guardias para que
los protejan, puede ser peligroso de ahora en más. Y creo que su negocio no
será tan prospero, nos ha ayudado y al hacerlo ha traicionado la confianza de
sus clientes. Cualquier problema que surja, los ayudaré…-dijo él y la joven
cortesana inclinó la cabeza.
Al escuchar aquellas
palabras , Azize fue consciente de cuántas vidas se habían puesto en jaque
aquella noche, no lo había pensado antes. Ni siquiera había imaginado que la
gente de La Casa de las Flores necesitaría protección en adelante por colaborar
con ellos.
En cambio, Cian lo había
pensado, él jamás dejaba detalles librados al azar.
-Princesa - la llamó y se
dio cuenta que él había montado su caballo y estaba a su lado extendiendo le la
mano. No tenía más opción que montar junto él, los demás se habían ido.
Ella extendió su mano y él
se inclinó para levantarla y acomodarla delante en su montura.
Luego sin cruzar ninguna
palabra se marcharon hacia palacio, había sido una noche muy larga.
Nabin los observó
marcharse.
-¿Cree que estaremos bien,
Señora? ¿Está preocupada? – preguntó su sirvienta al verla pensativa.
-Estaremos bien, no
pensaba en eso.
-¿Entonces?
-ya tengo mi respuesta,
Dein, pensaba en eso.
-¿Perdón?
-Cuando vino aquí, ese
hombre jamás se alteró o me mostró emoción alguna, sin embargo hoy….Ella es la
respuesta, ahora sé lo que hay en su corazón, y lo más extraño es que lo
entiendo- dijo mientras recordaba a la joven
princesa que se había recibido un golpe en su lugar
Azize iba incómoda pues
trataba de mantenerse lo más alejada del cuerpo de Cian, sabía que estaba
enfadado y percibía la tensión en el cuerpo masculino, incluso las manos
aferraban las riendas con fuerza como si aún intentara controlarse.
Les había costado tanto
construir un vínculo y los pequeños puentes que los habían acercado, y ahora
todo estaba derrumbado. La joven deseó haber actuado diferente y no haber dicho
las palabras que lo habían herido, pero ya era tarde.
Aquella precaria
familiaridad entre ellos se había perdido, el silencio entre los dos era
agobiante y a pesar de que Cian cabalgó a toda velocidad hasta palacio, el
viaje pareció durar una eternidad.
Apenas entraron al patio
principal, un guardia de la escolta personal del rey salió a recibirlos.
-Su Majestad los espera,
inmediatamente - les anunció apenas descendieron
Azize y Cian
intercambiaron una mirada y luego se dirigieron a los aposentos del rey.
-Su Majestad – dijeron
ambos al entrar y ver al Rey de espaldas
meditando frente a un grabado de un paisaje. Se dio vuelta al
escucharlos hablar y los enfrentó, no
parecía complacido.
-¡¿Se puede saber a qué
estaban jugando?!
-Padre…-dijo Azize y el
rey le dirigió una dura mirada que la hizo corregirse al instante- Su
Majestad….si es por lo que sucedió esta noche en La Casa de las Flores….
-¡Claro que se trata de
eso! ¡¿Por qué nadie me informó de lo que sucedía?! ¿Por qué soy el último en
enterarme de la conspiración y de la trampa tendida para atraparlos?
-Su Majestad, pensé que
era lo mejor para su seguridad-dijo Cian.
-¡SOY EL REY! No puedo ser
mantenido en la ignorancia, debo saber lo que sucede en mi palacio…
-A veces para engañar al
enemigo también es necesario engañar al amigo – dijo Cian intentando calmarlo.
- Eres el Príncipe
Consorte y tú la princesa, su papel no
es jugar a los espías y mucho menos ocultarme la verdad. Sigo siendo quien
gobierna este reino y ustedes mis súbditos- dijo enfurecido y Azize se dio
cuenta que el malestar que le causaban aquellas palabras era el mismo que ella
había provocado en Cian un rato antes.
- Fueron atrapados, Su
Majestad…sólo queríamos servir a nuestro reino.- insistió él.
-Si quieren servir a su
reino, dejen de hacer cosas a mis espaldas y cumplan su deber. A ti te convertí
en el esposo de mi hija para que la protegieras, pero esta noche ella estuvo en
peligro, sin mencionar que fue a meterse en el burdel más famoso de la ciudad y
se puso a cazar traidores como si fuera un juego…No creo que eso ayude a
mejorar su imagen en la corte.
-Él no tiene la culpa de
eso, estaba en las fronteras y yo decidí…- intervino Azize y su padre se giró
hacia ella
-SI quieres cumplir tus
deberes como Princesa Heredera, haz lo que te corresponde, engendra un
hijo para que se acaben los rumores sobre
su matrimonio y para que la continuidad en el trono esté asegurada.
-Primero debemos proteger
ese trono …– dijo ella.
-Entonces jamás vuelvan a
ocultarme algo tan trascendente como esto, sigo siendo el rey. Retírense, ya
volveremos a hablar mañana- dijo y los despidió.
Apenas salieron de los aposentos del rey, Cian
hizo una reverencia hacia Azize.
-Que descanse, princesa –
musitó y se marchó sin decir nada más.
En su dormitorio la
esperaban sus sirvientas que se apresuraron a prepararle un baño y ropa limpia,
sin embargo ella no pudo relajarse, sólo podía pensar en la mirada dolida de
Cian.
Siempre había sido el
hombre más leal del rey y aquella noche lo habían tratado muy injustamente. No
sólo su padre, sino ella también.
Él había regresado desde
las fronteras, había viajado a toda prisa y sin descanso preocupado por el bien
del rey y de ella, pero sólo le habían pagado con agravios.
El baño no la relajó pues
no podía dejar de pensar, así que tan pronto se cambió de ropa y despidió a sus
sirvientas, se escabulló para ir a los aposentos de Cian.
Nadie atendió su llamado
así que se animó a entrar. Estaba dormido sobre la cama, aún iba vestido con la
misma ropa, apenas si se había deshecho del calzado y de la espada que había
tirado en el suelo. Era raro que él dejara su arma así al descuido, así que
imaginó que el agotamiento lo había vencido.
Se acercó a él apenada, le
corrió el cabello de la cara y buscó una manta para cubrirlo. Estaba
profundamente dormido.
-Lo siento, Cian- musitó
ella y se quedó a su lado observándolo hasta que el sueño la venció y también
se durmió., junto a él.
Gracias Nata. Se me quito la pataleta jajajaja...
ResponderEliminarPero ahora estoy llorando por Cyan. ¡¡Pobreciiiito!! No se merecía esa bronca, aunque ella lo había hecho por el bien de su país.
Como siempre esperando mas jijijiji. ¿Que pasará cuando se despierten?
Muchas gracias. Besos
Los comentarios nos llegan al correo y cuando leí el tuyo casi grito... por que dijiste... ¿Que pasará cuando se despierten? y yo me quedé con cara de O__O ¿como? ¿osea durmieron juntos?? correo a leer jajajaa
EliminarMássssssssssssss! Solo quería decir que me encantó (de nuevo) y estoy esperando más jeje.
ResponderEliminarAbrazos!
Sis: No sé como voy a poder esperar más para saber que sigue... en serio, la espera me va matar... lo juro... masssssssssssssssss
ResponderEliminarJajaja que risa JJ, me hiso mucha gracia que te impacientaras por el capitulo al leer el comentario que hice jajajaja.
Eliminar¿Qué... te gustó? jajaja
Ahora a la espera que Nata los despierte jijijiji.
Muchos besos
jajaj por ahora dejemos que duerman tranquilos, están cansados ! me pregunto qué pensó mi sis....besos a todas!!
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