Con
gran rabia, se giró para afrontar a su marido dando la orden a sus pies, de
acercarse a un paso de él y poder resultarle fácil, el levantar su mano derecha
y propinarle una sonora bofetada, con sus ojos anegados por las lágrimas.
Kénan,
volvió a fijar la mirada en ella tras aquel impacto inesperado con toda la
mejilla colorada. Pero éstos, ya no le brindaban con la misma burla de momentos
atrás. Ahora, solo dirigían cierta furia contenida.
-¡Cómo has podido acudir a la prensa! –Reclamó en un ahogo-. ¡Por qué me estas haciendo esto!
Imploró dejando caer las lágrimas con su dolor. Volviendo a darle la espalda al hombre.
-¿Es así como me ves? –Inquirió su marido en un siseo, que demostraba cuan enfadado se hallaba y cuanta fuerza de voluntad estaba haciendo, para no explotar también-. ¿De verdad me ves tan mezquino? Dime Jacqui –Pidió alargando sus manos, para sujetarla de forma ruda y voltearla a él-. ¡Dímelo! –Exigió con gran furia y dolor en la mirada.- Después de lo que hemos compartido.
Jacqui, alzó su mirada a él con gran desesperación por ver como se le rompía cada vez más su corazón, al tener que estar enfrentando todo aquello.
-¡Solo se trató de un revolcón más para ti! –Le gritó con todas sus fuerzas.
-¡Déjala en paz Kénan!
Gritó Norah, apareciendo por sorpresa junto a Paulette.
-Esto no os incumbe –Las fulminó el hombre con la mirada-. ¡Marchaos!
-¡No! –Habló Paulette con cierta agitación en sus acciones, al acercarse a los barrotes y mirar con cierta lástima a su prima.
-Deja de hacerle daño –Pidió la hermana del hombre, posicionándose al lado de la otra chica.
-No
soy yo, sino vosotras –Soltó desdeñoso el hombre-. Dime como se describe el
acto qué habéis cometido ésta mañana de traición a la corona –Inquirió alzando
una ceja y cruzando sus brazos.
-¿Qué?
–Musitó Jacqui en apenas un tono audible, mirando de forma alternativa a las
tres personas que se hallaban allí y captando diferentes actitudes, en cada uno
de ellos-. No, eso no puede ser cierto… -Dijo mostrando por un momento, una
pequeña sonrisa de desconfianza ante la estúpida acusación del hombre.
-Cierto
–chascó la lengua éste con cierta animadversión-, es más fácil culparme a mí.
Lo
miró un segundo con gran confusión por su actitud, para después prestar suma
atención en las dos chicas y obtener así, una rápida conclusión ante la mirada
baja de éstas.
-¡No!
–Soltó en un gemido ahogado y llevándose una mano al cuello.
-Lo
siento mucho Jacqui –Comenzó a llorar Paulette aún agarrada a los oxidados
barrotes.
-Lo
hicimos pensando en ti –Habló aquella vez Norah-. Pero jamás pensamos en la
repercusión que tendría en tú madre y en el hecho, de que un fotógrafo os viera
hoy en actitud…
-¡Fuera!
La
interrumpió Jacqui, cuando explotó completamente tras descubrir aquella traición
a su amistad.
-Jacqui
–Suplicó su prima Paulette, alargando un brazo por el espacio que había entre
los barrotes.
-No
–Movió su cabeza de izquierda a derecha por un momento-, largaros de aquí –Escupió
con tono frío, tras girarse y darles la espalda con el cuello inclinado hacia
abajo, mirando con los ojos en lágrimas el húmedo suelo de piedra gris.
-Jacqueline
–Susurró Kénan, alzando sus manos para volver a llevarlas a los temblorosos
hombros de la joven.
Consiguiendo
solo una leve caricia, cuando fue empujado por ella con mucha rabia por el
centro de su pecho hacia atrás y mirado con gran odio.
-No
te atrevas a tocarme –Aulló entre dientes-. ¡Y vosotras, dije que os largarais!
–Volvió a rugir, hiendo hacia una de las paredes y sentándose en el suelo para
hundir su rostro entre las rodillas.
Los
tres, se sentían afligidos al ver en el suelo a Jacqui completamente hundida en
su dolor, tras las trampas de todos sus allegados. No había nadie, que no
hubiera participado en nada respecto a su libertad.
Kénan,
se volvió a mirar a su hermana quien era la primera vez, que también mostraba
ante él una actitud desafiante.
Parecía
que la cosa iba a peor, en vez de solventarse como él pensaba que iba ha
ocurrir, tras haber acabado ellos dos en la cama. Pero no, su esposa lo había
tomado como una muesca más en el cabecero de su cama.
Malditos
actos oficiales y malditas sus ideas, de aparecer en cada uno de ellos con una
mujer colgada de un brazo… ¿Por qué no había ignorado a su testosterona?
Estaba
seguro, que si se hubiera mostrado ante la prensa como un hombre serio en los
negocios y no, como un playboy con un gran imperio, otro gallo puede que
cantara en aquel momento.
¡Pero
no!
Siempre
había querido defenderse de sus sentimientos con aquellas imágenes falsas, de
cara al público. Y pudiendo así, hincar otra aguja más en ella quien lo trataba
con cierto desprecio.
¿Realmente
se merecía el seguir unido a ella en matrimonio?
Le
hubiera gustado poder actuar como un caballero de brillante armadura, cuando
fueron jóvenes. Siendo algo más rebelde y enfrentándose por los dos, de cara a
los decretos de la realeza. Consiguiendo así alguna oportunidad de poder estar
con ella y conquistar su corazón de forma debida.
Ahora,
simplemente la estaba forzando a lo que él más deseaba profundamente. Pero
cortando sus alas, algo que ella odiaba desde pequeña al haber nacido como princesa.
-Norah
–Habló con voz dura, mirando por última vez a Jacqui-. Trae como sea, a uno de
mis guardaespaldas –Las tres posaron su mirada asombradas en él-. Pero procura,
que ni Emmanuelle y Ramón, se enteren de ello.
-Kénan
–Susurró su hermana con el ceño fruncido.
-¡Hazlo!
–Bramó con fuerza, logrando que la chica brincara por el tono de voz y saliera,
de allí corriendo con Paulette tras sus pasos.
Durante
la media hora que había pasado, hasta que volvieron a escuchar pasos por las
escaleras que conducían a las mazmorras, no se habían dicho ni una palabra, ni
tan siquiera se habían mirado.
Cada
uno se hallaba perdido con sus pensamientos.
Sus
miradas esperanzadas, se posaron en la entrada del corredor para llevarse una
amarga sorpresa, cuando aparecieron las dos jóvenes seguidas por su hombre,
pero siendo éstos tres escoltados por Emmanuelle y su propia madre. Portando la
primera, una pistola que apuntaba a los que habían intentado salvarlos.
-¡Mamá!
Exclamó
entre sorprendida e indignada Jacqui, poniéndose en pie y acercándose a los
barrotes para mirar bien de cerca, lo que se negaba a creer.
-¡Luc!
-Protestó con fastidio Kénan, con los brazos en su cintura.
-No
pude señor –Se alzó éste de hombros-. Me niego a ser el responsable en herir a
su madre o a la reina de Mónaco.
Ante
aquello, Emmanuelle soltó una divertida carcajada.
-Venga,
entrad los tres en la celda contigua.
Se pone mas interesante jijijiji. Otra pareja que le faltan comunicación. ¿Por que no hablaran? jijiji
ResponderEliminarEsperando mas jijiji.
Muchos besos
Eso digo yo, porque no hablaran!!!!
Eliminar¿Qué te parece si los zarandeamos un poco?
como que cada vez que leo alguna escena donde por falta de comunicacion se enredan mas las cosas y cada uno sufre por su "amor no correspondido" me da rabia pero me hace pensar si yo, en esa situacion, seria capaz de decir la verdad, decir cuanto amo, cuando mi mente piensa que esa persona no siente lo mismo que yo
ResponderEliminarYocelyn, acaba de replantear un problema... ¿Qué haríamos cada una de nosotras, con falta de comunicación entre tu pareja?
EliminarPero eso ocurre, porque todo el mundo recela de todo el mundo. y cuesta dar nuestra total y sincera confianza ¿No crees?
WIIIIIIIIII!! Más, gracias sis. Me dan ganas terribles de sacudir a kenan que ya le diga que no fue un revolcón...y a esta altura vamos a tener boda en el cabalozo que todos van a parar allí, me ha encantado quiero más ( así que no aclaren malos entendidos aún que necesito leer muuuchooo más)
ResponderEliminar¿No boda en calabozo? buuuuu yo que ya estaba elaborando el pedido de flores y velas, para darle algo de vida a esas mugrientas paredes jejeje
Eliminarcreo que hay muchas personas metidas en esa relación, ojala pronto podamos ver el desenlace feliz!...me gustó mucho, por favor sigue...un beso
ResponderEliminarY no ocurre lo mismo en la vida real? Cuantas terceras personas, se meten en las relaciones de los demás jejejejjjee
EliminarGracias preciosa, por decirme que te gustó. Y sí, espero poder satisfacer tu petición y darte pronto el final.
Besitos linda
que coraje lo de Kenan por que seran los hombres tan orgullosos y quieren que siempre sea la mujer la que demuestre su amor primero....me choca pero ya prometi no hacer corajes con las historias jajaja....pero no importa EJ tu sigue la historia
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