jueves, 2 de enero de 2014

Conociéndote 12

Apenas tocó el timbre, Helena sintió que la tomaban del brazo y la arrastraban hacia un recodo del pasillo.
-¿Harías el trabajo conmigo? – le pidió Ben tal como había temido.
-Por supuesto que no, ni pienso hacer ese maldito trabajo….
-Los exámenes serán más difíciles- argumentó él
-No importa, prefiero eso.
-Por favor Helena –rogó él
-Hay muchas chicas más con quien puedes hacerlo, eres el delegado de clase y la mayoría mataría por hacer se trabajo contigo.
-¡Exacto! Van a molestarme y acosarme para ser mis compañeras en el proyecto y ninguna va a tomárselo en serio, contigo es distinto..
-¿Por qué?

-Bueno, yo no te caigo bien, ¿cierto? – preguntó él y ella sólo respondió con un sonido parecido a un gruñido- Eso significa que podemos trabajar tranquilamente, algo así como “solo negocios”. Y ya vimos con el trabajo de Historia que podemos hacerlo bien juntos. ¿Por qué no intentarlo?
-No me atrae para nada…
-Si me ayudas prometo ayudarte a cambio, ya que te gusta lo justo…
-¿Y quién ha dicho que necesitaré tu ayuda? – preguntó indignada pero inmediatamente recordó las veces que él la había ayudado, con la llegada tarde, con su hermano borracho…
-Tómalo como un seguro, si en algún momento necesitas que te ayude estaré a allí, lo que necesites, sin hacer preguntas. Si no confías incluso podemos ponerlo por escrito. En serio , Helena, no quiero trabajar el tema de embarazos con alguien como ella….sálvame- dijo haciendo un breve gesto  para señalar a una compañera de curso que lo miraba como si lo que deseara fuera que Ben le diera lecciones personales sobre el tema.
-De acuerdo…pero si en algún momento…
-De eso nada, el acuerdo es hasta el final, si aceptas no puedes escaparte en el medio. No sería algo leal ¿sabes?
-¿Lealtad?, eso es entre amigos y a veces ni siquiera – le aclaró ella.
-Somos socios, Wilde y nos regimos por lo justo. Si me ayudas es hasta el final….¿trato?- ella suspiró profundamente como si evaluara el costo de aceptar aquello y luego asintió.
-Trato- respondió finalmente y Ben se contuvo de sonreír como tenía ganas porque  mostrarse como gato que acababa de atrapar al ratón, definitivamente iba a espantarla

Cuando a la clase siguiente, Benedict le informo a la profesora que trabajaría con ella en el proyecto, Lena fue plenamente consciente de la hostilidad que despertó en las chicas que habían sido rechazadas por él a lo largo de la semana, sobre todo pudo percibir la mirada de bronca de aquella amiguita rubia que siempre lo rondaba.
Ella le devolvió la mirada, con aquella expresión amenazante  que solía mantenerlos alejados de ella, pero no pudo evitar que aquella reacción la hiciera sentir mal.
Lamentablemente el acercarse al delegado había permitido que volviera a sentirse vulnerable ante la mirada ajena, no le gustaba nada eso, pero ya estaba hecho.
Esa misma tarde estaba con Benedict en la Biblioteca, un poco incómoda al recordar su último encuentro en aquel lugar, por suerte ahora estaban sentados en una de las mesas analizando el temario del trabajo y planificando cómo hacerlo.
-Embarazo adolescente..y adopción….-dijo ben sonando bastante sombrío, como si a él tampoco le hiciera gracia aquel tema.
-De acuerdo. ¿Por dónde empezamos? – preguntó ella.
-No lo sé, tenemos que vincular tanto el aspecto biológico del tema como desde lo social…Creo que estoy muy cansado para pensar hoy. ¿Qué te parece si empezamos mañana?
-No hay problema, después de todo , tú eres el más interesado en la nota…- dijo ella y tomó la mochila al tiempo que escuchaban sonar un trueno en el exterior.
-Llueve..-susurró la chica.
-Deja que te lleve hasta tu casa.
-No es necesario, estoy bien.
-Bien mojada estarás si vas a la parada de autobús caminando. No seas terca, helena, estoy seguro que si te enfermas sólo complicarás las cosas para los demás…-le dijo aludiendo veladamente a la difícil situación de su familia. Ciertamente si se enfermaba sería un inconveniente para su padre y hermano, ella era la encargada de preparar desayuno, comida y mantener la casa en orden entre otras cosas.
-Sólo esta vez….-aceptó ella a regañadientes bajando la cabeza.
-Siempre que llueva – dijo él y le quitó la mochila de la mano para cargarla él junto a la suya.
-¡Oye!
-Toca servicio completo, Srta. Wilde – le guiñó un ojo y tomó la delantera. Lena se vio obligada a apresurar el paso para alcanzarlo.
El auto con el chofer estaba esperado a Benedict como siempre a la salida, él le abrió la puerta a Helena y ella subió.
El chofer sonrió al preguntar a donde iban y el chico le dio las indicaciones para llegar al barrio de ella.
-Luego tendrás que decirle tú con exactitud donde es – le aclaró Ben y ella recordó que la vez que la había acompañado no lo había dejado llegar hasta su casa, sólo cerca.
La chica dio las indicaciones y viajaron en silencio hasta llegar allí, ben era consciente de que ella estaba sentada tan lejos de él como era posible, lamentó que no hubiera un badén o algo que provocara un brusco movimiento que los acercara, pero no podía forzarla más de lo que lo estaba haciendo.
Algo que creía imposible ya había sucedido, Helena había permitido que la llevara hasta su casa.
Antes de llegar al destino, Ben dio otro paso.
-¿Tienes teléfono celular, verdad? ¿Me lo prestas? – le preguntó
-¿Para qué?
-Para darte tu número.
-Yo no quiero tu número….
-Lo sé- respondió- pero probablemente tengamos que estar en contacto pro el trabajo y también por nuestro trato. Ya sabes si necesitas ayuda, se supone que puedas localizarme en ese momento para que cumpla con mi parte..Aunque también podría ir por allí siguiéndote todo el día, pero sería un poco incómodo, ¿verdad?
-Ten – dijo ella a desgana y sacando el celular de su bolso se lo pasó.
-Listo, ese es mi número. Puedes agendarlo- dijo devolviéndoselo  después de hacer una llamada perdida a su propio teléfono
En ese momento llegaron a donde ella había indicado, ya había dejado de llover.
-¿Esta es tu casa?
-Allá, casi en la esquina, la que está al lado del árbol – dijo ella señalando y luego tomó su mochila y se bajo.
-Hasta mañana dijo ben antes de cerrar la puerta del auto.
-Hasta mañana- respondió ella y él se marchó.
Lena se quedó un instante mirando al auto marcharse, luego miró el número en su celular y lo agendó bajo el nombre de “Delegado”.
El número de Benedict era el tercero que tenía guardado junto al de su padre y al de su hermano, no había nadie más agendado.
Y de los tres era el único número al que se suponía podía llamar para pedir ayuda en lugar de brindarla, suspiró y caminó lentamente a su casa absorbiendo el olor que la lluvia había dejado en el aire.

4 comentarios:

  1. Cada dia amo mas esta historia, me encanta además esos amores que surgen poco a poco, los encuentro mas duraderos y reales, ya que conoces a las personas con mas calma. gracias

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  2. Primero cerca de su casa, ahora delante de su casa....¿y el próximo dentro de la casa? jajajajaj Como siempre me encanta esta historia y me encantó como él trató de evitar la sonrisa cuando ella aceptó hacer el trabajo jijiji
    Quiero más!!! Besos :3

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  3. ME encanta éste chico de verdad!!!!

    Es que son los que una vez que se convierten en adultos, si se les puede llamar príncipes azules.

    Atentos, amables, cariñosos, sexys, etc....

    ME encanta, el como aguanta su deseo por avanzar más directo con ella. Resistiendo sus ganas de agarrarla y.. Pero no, es un caballero. Y como tal, va tejiendo su tela de araña invisible y con cierta pausa, para capturarla solo para él en su territorio.

    Realmente amo, como estás llevando esta historia adolescente.

    Con su aire de gestos animes, porque los veo en la historia. Y amando las imágenes que pones al final de cada capítulo.

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  4. Me encantan como va acercándose el delegadito jajajaja, poco a poco lo va consiguiendo. Esperando más jijijiji.
    Muchos besos

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