Cuando se les
acabó el aire de tanto gritar, se miraron el uno al otro y sin decir nada Lena
bajó de la pared y comenzó a alejarse.
-¿Dónde vas? –
le preguntó Benedict alcanzándola
-A tomar el bus
para ir a casa…
-Voy contigo- le
dijo él.
-Dudo que
vivamos cerca, delegado. Fin de la tregua – dijo ella y aunque él no tenía ganas de darse por vencido entendió que la
chica acababa de levantar la barrera de nuevo y no era buena idea ir más allá.
Después de todo
podría verla al día siguiente y tenía muchas ganas de hacerlo.
Helena caminó
rápido, por un segundo tuvo la tentación de girarse y ver si Benedict la
seguía, si se había quedado allí o si se marchaba en dirección opuesta. Imaginó
que lo último.
Aquella mañana
Lena llegó temprano a la escuela, estaba por batir su propio récord en cuanto a
asistencia, pero se detuvo en la puerta y vaciló. Benedict Cole estaba
haciéndole difíciles las cosas, porque se acercaba más de lo que ella estaba
preparada.
Le daba miedo,
que se acercara la asustaba mucho, pero solía enfrentar cosas peores, acomodó
la mochila en su hombro y entró.
“Sólo es ir a la
escuela” Se repetía a sí misma mientras pasaba deprisa entre la gente que había
en los pasillos, iba con la mirada baja, estaba por empezar la época de exámenes
parciales y todos estaban agitados, hablando en los pasillos con sus amigos.
Excepto ella. No le importaban demasiado los exámenes ni tenía amigos con
quienes hablar sobre el tema.
-Buen día – dijo
alguien y ella levantó la mirada, era Benedict, pero no estaba solo sino con su
grupo de amigos. Lena lo ignoró pasando a su lado y para dejar en claro que no
quería que la molestaran se puso los auriculares de su MP3 en los oídos, a
pesar de que estaba roto y no funcionaba.
Así que escuchó
con claridad los comentarios que los demás hicieron a sus espaldas.
-¿Ahora saludas
a Helena Wilder? – preguntó una chica y su nombre sonó a insulto pronunciado
por ella.
-¿Hay algún
problema?- preguntó él.
-Ya te lo dijimos
el otro día, las cosas que se dicen de ella..
- Este fin de
semana me encontré con viejos amigos que asistieron con ella a su anterior
escuela, me dijeron que tuvo un lío amoroso con un profesor y por eso la
expulsaron..-comentó uno de los chicos y Helena tuvo que apretar los dientes
para no regresar y enfrentarlo.
-¿Antes dijeron
que andaba con tipos de bares, ahora profesores? ¿No les parece que se están
pasando? – preguntó Ben alterado.
-¿Vas a
defenderla?- lo increpó la rubia que solía rondarlo.
-No, ella no lo
necesita….-contestó y se marchó, pero Helena no alcanzó a escuchar aquellas
palabras, ya estaba lejos para entonces.
Pero la
distancia no duró mucho. En la hora de Historia la profesora dio un trabajo que
debían realizar en parejas, cada uno depositó un papel con su nombre y luego
Benedict como delegado de la clase, fue el encargado de elegir los papelitos y
anunciar las parejas.
Helena estaba
sentada en el fondo como siempre, seguía con los auriculares y con la cabeza
recostada en la mesa.
No le importaba
lo que sucedía, ni con quien tuviera que hacer pareja. No solía hacer trabajos
con nadie, los eludía o los desaprobaba porque con sus malos modos disuadía a
quien fuera su compañero, siempre el otro terminaba haciendo el trabajo solo y
ella con mala nota.
-Helena
Wilder..-leyó Ben y empezó a desenrollar el otro papel mientras la profesora
tomaba nota- y …Benedict Cole.
Helena levantó
la cabeza sorprendida y miró fijamente al delegado como queriendo comprobar que
había escuchado bien. Él le devolvió la mirada y esbozó una leve sonrisa, antes
de proseguir con el sorteo.
Aquello no podía
estar pasando, era demasiada coincidencia.
Y ella tenía la certeza de que no le sería fácil librarse de él y no
tardó mucho en comprobarlo. Apenas tocó el recreo, ben se acercó a su banco.
-Después de clases,
te espero en la biblioteca – le dijo. La biblioteca de la escuela estaba
abierta incluso a contra turno para que pudieran hacer allí sus tareas.
-Ni lo sueñes.
-Si no vienes,
voy a buscarte Wilder, sabes que me tomo en serio los estudios.
-Entonces
estudia solo – le respondió ella y se
levantó para retirarse. Benedict la sujetó del brazo.
-Ven…o iré por
ti, sabes que lo haré – le dijo, luego la soltó y se marchó.
eso es, si señor... Un poquitro de mano dura le irá bien a Helena. De ese modo, verá que no es un delicado niño rico!!!!
ResponderEliminarjejejje
Me gusta, me gusta....
Chico dando paso con trampas, para buscarla a ella. Si, si, si!!!!!!!
Esta parejita me encanta jajajaja Y ese modo en el que Ben dijo "o iré por ti", yo soy Helena y me da un infarto jejeje
ResponderEliminarEsperando por más como siempre jajajajja
PD: Tengo intenciones de arrancarle los pelos de la cabeza a la rubia esa.