viernes, 18 de octubre de 2013

Noches En El Balcón 10

 Yola dio un pequeño respingo, quedando libre del calor de la mano de Eric. Rompiendo así la atmósfera extraña que los había envuelto a los dos, hacía un segundo.

¿Ahora qué? No sabía que hacer, a parte de sentirse completamente avergonzada.

Pero no le quedó más remedio que alzar la mirada, cuando ésta caminó hasta ellos, posicionándose al lado de Eric y agarrándolo del brazo de forma posesiva.

Era una joven de la misma edad o cercana, a la de Eric. De una belleza increíble, exótica pero con aire frío. Justo el carácter, que pegaba en la gente que vivía en el edificio moderno pegado al de ella.

Una gente, con la que ella no creía poder llevarse nunca bien. Por el mero hecho, de que no le gustaba que la miraran por encima del hombro, como resultado de una raza inferior.

Nunca hubiera pensado, que él perteneciera aquel grupo de la sociedad.

Sí, que se lo había hecho.  Pero no lo había visto como problema, ante la actitud que había mostrado siempre con ella y su madre.

Sin embargo, ahora mismo no sabía que pensar.

-Te dije que te quedaras dentro, Laia –Respondió Eric con cierta dureza, sin dejar de mirar a su vecina.

Fue obvio, que a la chica no le gustó ser ignorada de aquella manera por ella.

-Me dejaste preocupada, al verte salir corriendo y gritando en dirección al balcón –Habló empleando un tono forzado en su amabilidad, al estar ella presente.

Mirándola de arriba abajo, con ojos entrecerrados. Llegando hacerla sentir bastante incómoda por aquel tipo de escrutinio.

-Pero ya veo, que no hay de que preocuparse –Sonrió con cierta condescendencia-. Solo se trata de ésta niña –Yola, se encogió un poco dolida por aquel adjetivo-.Supongo que venía a buscarte para jugar a…

Por eso no le agradaba aquel tipo de gente. Pensó con odio y dolor Yola, desviando un momento la mirada de la chica al suelo. Para después volver alzarla con cierta dureza y clavarla en ella.

-Recoge tus cosas y márchate –Ordenó en un gruñido Eric, soltándose del brazo de un tirón.

Las dos giraron sus rostros hacia él, para mirarlo con gran sorpresa cada una. Siendo obvio también, que con distintos sentimientos.

-¿Qué?

Articuló con gran furia la joven, mirando por un segundo otra vez a Yola.

-Ya me has oído –Se giró a mirarla-. Yo no te invité a mi piso. Fuiste tú la que te presentaste aquí de forma voluntaria, sin consultar me antes.

-¡Cómo puedes tratarme así! –Vociferó la morena.

-Te estoy tratando de forma justa a tus acciones –Respondió él mordaz.

-Ahora, empiezo a comprender el cambio de tu actitud –Escupió con furia-. Resultas patético y…

-¿Tengo que recordarte con quien estas hablando? –La interrumpió Eric con tono amenazante.

Aquellas palabras, hicieron que la joven callara de sopetón.

-Sabes perfectamente que nos conocemos muy bien –Señaló con tono socarrón-, y que tú familia me necesita. De modo, que ten cuidado con tu lengua Laia.

Las mejillas de la morena, se sonrojaron aún más a causa de la furia que iba aumentando por su cuerpo al tratar de contenerla.

-Tú madre tendrá mucho que… -Comenzó a indicar con cierta diversión la chica.

-Mi madre, no tiene nada que decir en ese aspecto –Masculló con furia-. Y yo tampoco tengo nada más que decir –Soltó dándole la espalda.

Laia, miró una vez más a Yola con sonrisa despectiva, para dar media vuelta y alejarse de allí, dejándolos solos en la oscuridad de la noche.

¡Ho, dios mío! ¿Lo qué había ocurrido allí había sido por su culpa?

Su mente se hallaba muy confusa, al no saber como sentirse. Por un lado, se hallaba deleitada al haber sido escogida ella como compañía, antes que una belleza snob.

Pero también se sentía culpable, de haber podido ser ella la causante de aquella confrontación en su presencia.

¿Era entonces su novia? Aquello no le gustó para nada, pues resultaba peor que una serpiente… Pero era una cosa, en la que no tenía punto de voto. Cada persona, escogía con libertad su pareja.

Y comprendía, el que Eric estuviera con ella.

A pesar de su mal carácter, que bien podía haber estado acrecentado porque ya estuvieran peleados anteriormente, la chica resultaba ser tan perfecta como una modelo de élite.

-Yola –La llamó Eric con tono dulce.

Medio concentrada en sus pensamientos, alzó su rostro hacia el de él con mirada algo ausente, para quedarse sin aire en los pulmones cuando su rostro fue enmarcado por las cálidas manos de él, inclinándose éste sobre ella y depositando un pequeño beso en su frente con ternura.

-Ah…

Sus mejillas volvieron arder de forma violenta, consiguiendo arrancarle al chico una sonrisa.


-No te preocupes por lo que ha ocurrido aquí –La soltó para llevar sus manos a los bolsillos traseros del tejano que llevaba puesto-. Tu solo piensa en crecer un poco más rápido –Pidió con un guiño de ojo, antes de darse media vuelta y volver a su piso silbando una melodía animada. 

Se quedó allí quieta, mirando como éste desaparecía por la esquina de su terraza, intentando comprender que había querido decirle con aquellas palabras.

¿Qué se diera prisa en crecer?

¿Acaso se pensaba que no sabía defenderse ella sola, del ataque de otras chicas? Rebufó en un comienzo de mal humor mientras se daba media vuelta, saltaba el muro y entraba en su dormitorio.

Sino se había defendido aquella vez, era porque se había sentido muy avergonzada al haber pillado a Eric en una escena íntima.

Y en parte, suponía que había sentido algo de miedo por haberlo podido enfadar.

Era momento de reconocer, que sus sentimientos hacia él habían cambiado. Su primera opinión, había sido fundada por su tozudez y nada más. Él, era un buen chico. Que si podía ayudarla un poco, lo hacía a pesar de que ella no parara de rechazarlo.

De ahora en adelante, no tenía que negarle ningún saludo… Eso, también si él no seguía siendo molesto con ella a todo rato.

Mejor avanzaba poco a poco.

Decidió abriendo la puerta de su dormitorio, para dirigirse a cenar. Pues a decir verdad, con Eric no sentía todo definido aún. Con él, se sentía en un estado de confusión continúo.

Alegre, por saber que contaba con él en momentos necesarios. Pero rara, en ocasiones que su actitud era imprecisa, creándole cierta alteración a sus nervios. 



4 comentarios:

  1. Decidí subir el capitulo, para Yocelyn. Dado que por no mira bien y estar siempre con prisas. MEtí pata.

    Pero que mis sises no se acostumbren ahora-.------- jejeje

    Muchos besos, pero les guste.

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  2. Bueno, al menos no lo dejastes en algo interesante jajajaja.
    Gracias y muchos besos

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  3. yo ya había husmeado haciendo trampa...pero ahora que está completo quiero más , amé el "Tú solo piensa en crecer un poco más rápido" de Eric . Y esta niña Yola que no cae (el personaje, no nuestra Yola, EJ e que líos me metes!!!) que lo que quiere es que crezca para no ser asaltacunas...aishhhhhhhh! Que la niña se ponga tacones y ya que yo me muerdo las uñas!!!!

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  4. Gracias... :-) estuvo muy lindo el cap. Y nata tiene razon en lo de que yola no cae en lo que dijo eric. Pero con lo testaruda que es, es normal que lo tome por otro sentido. Sigan asi chicas.

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