Cazadora En Sus Redes 16 Final

¿Desde cuando hacía falta tanta gente, para la firma de un contrato? Susan, no entendía que es lo que ocurría. Pero si Zack, era así de caprichoso con sus asuntos, no podía cuestionar nada...

Lo miró de reojo. Estaba muy guapo...

¡Que hacía haciendo aquella observación! ¿Para qué clavarse aún más el cuchillo en el corazón? Era cosa de idiotas... Sí, ella era una idiota... La cosa era muy sencilla. Para Zack, aquello simplemente había sido una noche de sexo. Ella, la idiota. Era la culpable de haberlo liado todo. El hombre, no se merecía que sus amigos lo miraran mal. Había sucumbido a la pasión, y no había más vueltas. Ya sabía desde un principio, que no iba a conseguir nada. Y aquello, sinceramente es lo que había provocado todo aquel dolor. Era una más en la agenda de Zack, como tantas mujeres.  Ahora, era cosa de su fuerza de voluntad que aquel número, para él siempre estuviera desconectado. Aquello, es lo que iba  a suceder. La armadura a su corazón, tenía que empezar ya a funcionar.

-Bien... -Se frotó las manos Thom-. Como ya me eh leído todo, y veo bien los puntos marcados para la publicidad, lo mejor es que vayamos directos a las firmas.

-Jhon, trae el contrato -Indicó Zack, al hombre mayor que le acompañaba.

 Susan, no se creía lo que veía. Ni que aquello se tratara de un contrato multimillonario... Observó, como el hombre mayor depositaba un tanto apresurado el maletín sobre el escritorio, y con dedos nerviosos extraía el fajo de hojas, que representaban el contrato. Lo depositó sobre la mesa, y acto seguido se secó la frente con un pañuelo blanco.

-Bueno... Veamos... -Carraspeó un poco, dejando a un lado el maletín y tomaba asiento en una de las sillas dispuestas-. Estamos aquí reunidos, para este contrato... -Volvió a carraspear un poco-. Cuya funcionalidad, será de mutuo acuerdo entre los firmantes... -Hablaba rápido, mientras marcaba con un bolígrafo los puntos a firmar-. Si no hay ninguna duda, ante los puntos impartidos para éste contrato... -Carraspeó otra vez.

-¿Quiere un poco de agua? -Lo interrumpió la chica, sobresaltando al hombre en la silla.

-¿Qué? -Sus ojos, la escrutaron de par en par-. OH, si gracias hija -Sonrió con amabilidad-. Tengo la garganta un poco seca... -Pronunció, mientras alzaba los ojos y dirigía una mirada acusadora a Zack. Quien le respondió, con una leve sonrisa-. Bien... Veamos, aquí debe firmar el señor Zack... -Indicó, ofreciéndole el bolígrafo al hombre. El cual, lo cogió con firmeza y plantó su firma en todos los lugares donde le indicaba-. Y ahora usted, por favor... -Le sonrió a Susan-. Luego, usted... -Dijo a Thom, mientras tamborileaba los dedos sobre la mesa, a razón de que iban firmando todos los presentes-. Perfecto, ahora firmo por aquí... -Hizo un par de garabatos, separó unos documentos que le entregó a Thom, otros los volvió a meter en su maletín, y otros se los entregó a Zack-. Ha sido un placer, si me permiten... Tengo un poco de prisa, eh de ir al registro... -Calló de sopetón, se limpió otra vez la frente y les sonrió-. Que tengan un buen día...

-¿Tengo monos en la cara? -Preguntó Susan, sin ningún miramiento a Zack. Quien la observaba detenidamente, y con una sonrisa de triunfo.

-Que yo sepa no... -Rió divertido-. Ni por el cuerpo tampoco, si no recuerdo mal...

 Ante aquella provocación, Susan lo miró colérica a parte, de que su rostro se torno rojo. Si el muy idiota, esperaba divertirse con ella, lo iba a tener difícil. No pensaba darle ese placer, iba a ignorarlo desde aquel mismo instante...

 -Si ya no te hago falta, para firmas raras y caprichosas... Me voy a seguir con mi trabajo -Le indicó a Thom.

-Sí, claro... -Respondió sorprendido, al ver la actitud de Susan. Increíble, que aún no le hubiera saltado a la yugular a su amigo.

-A mí, me gustaría que te quedaras un poco más mí vida -Habló socarrón Zack, consiguiendo que Thom lo llamara idiota, al tiempo que elevaba los ojos al techo.

-¿Estas jugando conmigo? -Se le acercó Susan, con cara de pocos amigos parándose apenas a dos pasos de él-. Por que si es así, te advierto que no tiene ninguna gracia... Y es más, puedes salir magullado.

-Ya salí magullado mí princesa -Rió, sin quitarle la mirada de la suya-. Pero me eh curado muy rápido, al hallar una magnifica cura...

-Genial por ti -Gruñó ella, con los nervios a flor de piel-. Si me disculpáis, no quiero perder mi tiempo en memeces.

-¿Entonces, no te vas a quedar a escoger uno mí vida? -Volvió atacar con tono socarrón.

-¿Escoger, qué Zack? -Se volvió acercar a él, con aire violento-. El diente, que tal vez quieras que te parta...

-Chicos... -Intentó calmar Thom, pero fue completamente ignorado-. ¿Me podéis prestar un segundo de atención? -Volvió a suplicar-. Me parece genial -Suspiró desesperado, mientras miraba al hombre que aún quedaba allí, con una caja negra en sus manos, y también algo incómodo por la situación que se estaba desarrollando.- Yo me largo, paso de ver sangre... -Se acercó hasta la puerta-. Aquí os quedáis, procurad no romperme los muebles -Y abrió la puerta, llevándose una sorpresa al encontrarse allí a todo el grupo, con mirada nerviosa-. ¿Se puede saber que coño me estoy perdiendo? -Soltó totalmente exasperado, mientras se llevaba las manos a las caderas y el grupo, se inclinaba a mirar dentro.

-Eso quiero saber yo -Habló Susan, un tanto suspicaz-. Escupelo de una vez Zack... Dime, de que va todo este pitorreo...

-Solo quiero que escojas el anillo vida mía -Soltó veloz, poco antes de sujetarla por la nuca con fuerza, para obligarla a un beso con gran pasión y frustración.

-Oh, dios mio.. -Soltó horrorizado Thom, llevándose las manos a la cabeza en gesto nervioso.

-¿Qué? -Preguntó alguien del grupo, apartando solo unos segundos la mirada de la pareja.

-Zack y Susan...

-¡Para! -Logró separarse Susan-. ¿Qué te crees que haces? -Dijo con lágrimas amontonadas en sus ojos.

-Besar a mí esposa, como en todo matrimonio recién casado -Soltó con sonrisa torcida.

-Eso, quería decir... -Soltó en un quejido Thom.

-¡OH! -Se sorprendieron todos.

-Repitemelo otra vez -Dijo con voz trémula-. Creo que escuché una gran estupidez.

-Simplemente, te eh besado para celebrar nuestra unión... Ahora, quiero que me escojas un anillo -Soltó victorioso.

-Esto no tiene ninguna gracia Zack... -Tenía los brazos caídos, a cada lado de su cuerpo con los puños apretados y sus ojos a punto de desbordarse.

-En ningún momento, eh dicho que todo esto fuera una broma -dijo totalmente serio-. A parte de firmar el contrato, hemos firmado nuestra unión.

-¡Idiota! -escupió Susan con rabia, mientras le propinaba un sonoro bofetón.

-¡OH! -Exclamaron todos.

-¿Cómo te has atrevido? -Lo miró anegada en lágrimas-. Dame esos documentos -Extendió la mano, hacia las de él que sujetaban los papeles.

-Y tú, que tampoco me has dicho aún nada -Soltó con frialdad, mientras le daba las hojas que tenía en sus manos, para ver como las hacía añicos en pocos segundos.

-Aquí, se acaba tú estupidez -Soltó orgullosa y herida.

-Eso, querida esposa... -Sonrió-. Se trataba del contrato de mis pastelerías...

-¡Idiota! ¡Eres un maldito idiota! -Gritó, mientras con lágrimas por su rostro se abalanzaba arañarle y golpearle la cara-. Y deja de llamarme con esas palabras...

 Fue Thom, quien se acercó a sujetarla antes de que le volviera a golpear. Sujetándola por la cintura, con gran fuerza y susurrándole palabras tranquilizadoras.

 -Suéltame Thom, dejame que liquide a éste idiota -Luchaba por soltarse.

-Tranquilizate Susan, por favor... -Le suplicaba contra su cabeza.

-Déjame  batir el récord, a ser la mujer más rápida en convertirse en una viuda -Seguía vociferando y peleando. Mientras que Zack, parado delante de ella no borraba su estúpida sonrisa. 

-Vamos cariño, debes tranquilizarte y aceptar los hechos... -Habló su recién esposo.

-¡A mí, no te me dirijas así! -Lo amenazó, alzando un brazo para intentar sujetarlo.

-¡Estas loco! -Habló Thom-. ¿Acaso deseas que te mate?

-Lo que quiero, es que se tranquilice... No creo que sea nada bueno para el feto... -Soltó sin más, provocando la sorpresa en Thom.

-¿Cómo? -Preguntó sorprendido, aflojando sin darse cuenta el abrazo. Provocando que Susan se soltara, y con la idea fija de abalanzarse sobre Zack, derrumbandolo en el suelo, y llevándole sus manos al cuello.

-¡Dios! -Exclamó al momento Thom.

-¡Susan! -Chilló alguna de las chicas.

-Hay que separarlos -Habló veloz Lucas, acercándose a ellos y sujetando junto con Thom a la chica, para levantarla de encima de Zack.

-¿Estás embarazada? -Preguntó Thom incrédulo.

-¡Pero acaso tú eres idiota como tú mujer! -Escupió enfadada-. No estoy embarazada.

-Si, lo estas... -Aseguró Zack-. Eh visto tu prueba de embarazo.

-¿Mí qué? -Frunció el ceño-. Yo no me eh hecho ningún test.

-Me aseguras que el test, que había con resultado positivo en el baño de Sabrina, no es...

-No es mío -Respondió con amargura.

-¿Entonces de quién es? -Preguntó Sabrina, mirando acusadora a la joven Karolaine.

-¡Que no, joder! -Levantó los ojos al techo.

-¿A qué demonios estas jugando Helen? -Señaló Susan, consiguiendo que todos allí callaran.

-¿Perdona? -Preguntó nerviosa.

-Llevas unos días, insistiendo en que me hiciera esa prueba -Habló pensativa-. Esta misma mañana, me has vuelto a insistir... Incluso, me has señalado que traías dos test... Y Zack, resulta  ser tú amigo de la infancia...

-Alto, alto... -Sonrió nerviosa, levantando las palmas al aire.- ¿Me estas culpando de algo?

-Y casualmente , tú estas embarazada -Siguió señalando-. Dime Helen... ¿Tienes algo que ver en todo esto?

-Dame tú bolso querida -Habló Thom.

-¡Thom! -se quejó sorprendida-. ¿Como puedes?

-No, simplemente confío en mi buen juicio y en lo que conozco a mí mujer... -Se acercó a ella y le quitó el bolso-. Los dos sabemos, lo mucho que te gustaba la idea de que ellos dos acabaran juntos... -Abrió el complemento, y de él solo extrajo una cajetilla alargada-. No hay ninguno más...

-¡Esta bien! Pero Lucas, también me ha ayudado hoy... -Aclaró en su propia defensa.

-¡Lucas! -Se sorprendió Sabrina.

-¡Eh! -Levantó las manos, soltando así a Susan-. Ella, me pidió solo este pequeño favor... Para nada sabía, del enlace...

-¡Ni yo! -Habló Helen.

-Tienen razón -Suspiró Zack-. Ellos dos, no sabían nada de la boda. Es más, yo ni siquiera eh participado en lo ocurrido con la prueba de embarazo, en el despacho de Sabrina.

-Madre de dios, que jaleo... -Se pasó Thom, las manos por la cara.

-Pero admite -Volvió hablar Susan-. Que Helen, si te ha metido la idea de que estoy embarazada.

-Sí -Respondió Zack con gran frustración, sabiendo que ella sacaría conclusiones precipitadas.

-Y sigo creyendo en ello -Afirmó Helen-. Todo éste mal cuerpo que tienes...

-Simplemente, es por la fiesta que me monté con Karolaine... -Suspiró.

-Pues, que te cuesta demostrármelo haciendo un test -Se cruzó de brazos indignada-. Va ser como el médico, que no has querido ir a visitar.

-No pienso hacer ese maldito test -Gruñó.

-Entonces, es como si admitieras... -Empezó a decir Zack.

-¡Vale! -Acabó por aceptar-. Si me hago esa maldita prueba -Miró a Zack-. Romperás los malditos papeles, si da negativo...

-Prometo anular el matrimonio -Aceptó sin más remedio, pero cruzando los dedos dentro del bolsillo.

-Bien -Con un fuerte resoplido, se acercó a Karolaine, la agarró de un brazo y tiró de ella, hacía Thom arrancándole de las manos y de malas formas la caja.

-¿Para qué te llevas a Karolaine? -Preguntó desconfiado Zack.

-Para tener un apoyo... Y al parecer, es en quien más puedo confiar -Y cerró la puerta con un golpe seco, importándole un pimiento si no estaba de acuerdo con su decisión.

-Madre mía -Susurró Karolaine-. Eres la esposa de Zack... -Señaló incrédula.

-¿Y ahora qué hago? -Se preguntaba Susan a sí misma en voz alta.

-Hacerte la prueba -Sentenció la joven con gran seguridad.

-No quiero -Respondió con miedo y lágrimas por sus mejillas-. Oh, Karolaine... Esto es una pesadilla... Te das cuenta, de que todo esto se ha montado por su me hallo embarazada.

-Pero Susan...

-Helen, lo ha complicado todo -Sollozó-. Si resulto estar embarazada, me veré casada con él.

-¡Pero eso resultará magnifico! -Intentó convencerla la joven chica.

-¡Claro que no! -Protestó-. Simplemente, estaremos juntos por el bebé... Él no me corresponderá a mí. Todo se basará en un matrimonio de mentira...

-Pero Zack, es un mujeriego -Siguió insistiendo la chica-. Y sin ningún miramiento os ha casado. Renunciando a todo...

-¡Ha! -Se rió sarcástica su amiga-. Yo no eh visto esos votos matrimoniales, solo eh firmado unos papeles. Él, seguirá con su estilo de vida... Por eso mismo, quien va ha mear sobre ese bolígrafo vas a ser tú... -Declaró, poniéndole el objeto delante de sus ojos.

-¡Qué! -Abrió los ojos alarmada.

-Tranquila, no debes preocuparte por el resultado... ¿Oh, sí?... -Preguntó curiosa.

-¡Eres tonta o te lo haces! -Le gritó en el oído, completamente colorada.

-Por favor, necesito que me hagas éste favor. Es  cierto que puedo estar embarazada. Prometo, que en casa me haré la prueba...

-¿Y si da positivo entonces?

-Ya pensaré, cuando llegue ese momento -Soltó con un profundo suspiro.

-Esta bien -Gruñó, quitándole de las manos el objeto y yendo a sentarse en la taza del water, mientras se alzaba la falda y se bajaba las bragas.

 Fue en aquel preciso momento, que la puerta del baño se abrió, sorprendiendo a las dos, con la presencia de Zack.

 -Ni se te ocurra intentarlo -Amenazó enfadado.

-¡Zack! -Exclamó Susan asustada por su furia.

-¡AH! -Chilló Karolaine, poniéndose colorada al momento-. ¡Seras cerdo! ¡Jira la cara! ¡Sal! ¡Largo! -Chillaba, mientras apretaba las piernas.

-Dame el test -Le pidió.

-¡Toma! -Se lo tiró la chica a la cabeza con furia-. ¡Pero sal de aquí!

-Ni pensarlo -Sonrió, sujetando a Susan de un brazo-. Vas a salir tú, dado que tu colaboración no es necesaria.

-Suéltame Zack -Pedía Susan frustrada y molesta.

-¡Eres idiota! Llevo las bragas bajadas... -Le gritó-. No pienso levantarme de aquí y...

-Fuera Karolaine, giraré la cara... -Dio la orden, mirando fijamente a Susan.

-¡En esta oficina estáis todos majaras! -Gruñía, poniéndose apresurada la ropa interior en su sitio, y salía dando un portazo.

-Bien cariño, estamos los dos solos -Soltó él con tono sexy-. Ha llegado el momento de la verdad.

-Vete a la mierda -Lo miró con gran enfado y la respiración acelerada.

-Mmm... Me gusta -Rió-. Va ser nuestra primera lucha como marido y mujer... Siéntate en esa taza.

-Siéntate tú.

-Susan, comportate como una mujer adulta y afronta los echos... Bájate los pantalones...

-Cerdo.

-Insultando, no vas a conseguir nada. Bajate los pantalones... Y no me digas que tienes vergüenza... Me has visto desnudo, como yo a ti... Y créeme, que estoy deseando volver a repetirlo esta noche, cuando celebremos en la cama nuestra unión...

-¿Cómo puedes ser tan engreído? -Soltó asqueada.

-Porque creo en mí -Susurró con voz dulce-. Creo, en lo que mí corazón me esta tratando de decir -La miró a los ojos y le sonrió-. Susan, perdoname por hacerlo tan mal... Bueno -Rió-. Aunque tampoco, es que tú te puedes salvar... Somos unos completos idiotas. Y lo de casarnos, es cierto. Jhon, es juez. Y ya habrá entregado los papeles en el registro. Pero quiero que sepas, que no eh actuado por la posibilidad de un embarazo... Lo eh hecho, por que ha sido lo que me ha dado fuerzas para decirte y demostrarte que te amo... -Habló con gran sinceridad, sin apartar su mirada-. Aceptame Susan, dime que me quieres y que somos dos imbéciles.

-Sí -Dio veloz, poco antes de capturar sus labios con mucha hambre-. Te quiero, idiota mío... -Susurró entre risas y lágrimas.

-Gracias cariño -La abrazó fuerte.

-¡Hay! -Se quejó al notar como se le clavaba algo en la cintura-. ¿Que demonios?... ¡OH!

-El test -Susurró él.

-Dámelo -Se lo pidió sonriente, mientras se desabrochaba el pantalón.

 Y fuera del baño, todos estaban nerviosos mientras miraban como avanzaban las  agujas del reloj.

 -¿No llevan mucho rato ahí? -Preguntó Sabrina.

-Sí -Respondió Thom.

-Estos se están sacando los ojos -Declaró Karolaine.

-Mira que eres bruta -La amonestó Marta.

-Pues habrá que enterarse -Sugirió Sabrina.

-Thom, ves a mirar -Ordenó Helen.

-Ves tú, que has liado esto...

-Esta bien... Ya voy yo... -Dijo Sabrina.

-Cariño... -Le susurró Lucas.

-No pasa nada, tranquilo... Que me va  ha ocurrir.

Cogiendo aire, impulso el picaporte de la puerta hacia abajo y abrió un poco. Se quedó quieta, por su escuchaba algún grito... Pero nada. Con curiosidad y nervios, abrió un poco más y metió la cabeza.

-Hola... Como va la... ¡OH! -Estaban los dos desnudos, besándose y... Cerró los ojos..-. Perdón -Se disculpó apresurada, mientras algo volaba por encima de su cabeza, y ella cerraba la puerta-. Mejor no entrar...

-Cariño, estas totalmente acalorada -Se le acercó su marido riendo.

-No te rías, burro -Le pegó un suave pellizco-. Esos dos, están haciendo todo lo contrario a sacarse los ojos...

-Pero nos han dado una respuesta -Dijo muy sonriente Helen, acercándose a un lugar de la alfombra y con el pie, movió el bolígrafo-. Rosa...

         Fin