31 de mayo Día Mundial sin tabaco...FUMAR MATA

Fumar mata. Fumar mató a mi padre.

Y no es sólo una suposición que hago sino una realidad comprobada, el principal causante del cáncer del pulmón es el cigarrillo que contiene sustancias altamente tóxicas para el organismo. El cáncer de pulmón me quitó a mi papá en un tiempo récord. Sin entrar en detalles de malos diagnósticos y otras cuestiones.

Desde que recuerdo le pedía a mi papá que dejara de fumar, quizá tenemos una especie de intuición sobre aquellos dolores que nos herirán, quizá sólo se trataba de querer proteger a quien amaba, pero siempre supe que el cigarrillo lo enfermaría.

De niña le ponía carteles en la casa, en los paquetes de cigarrillo, y desde entonces le prohibimos fumar en casa, le ponía programas que trataban el tema, se los apagaba cuando los encendía, se los rompía o quitaba. A veces , él perdía la paciencia con mi insistencia, yo desearía haber insistido más, lo intenté todo y no alcanzó.

Incluso recuerdo que cuando era chica le dije que si se enfermaba, iba a pisarle la manguera de oxigeno...ahora me parece una broma cruel del destino  pues cuando estuvo internado no dormí  durante días por asegurarme que el oxígeno estuviera llegándole bien mientras él dormía

Cuando dejó de fumar ya era tarde, aunque no lo supiéramos aún el cigarrillo ya lo estaba matando, el cáncer de pulmón ya nos había derrotado.

Y como nos pasó a nosotros le sucede a miles de personas al año. ¿Quieren datos comprobados?

“El tabaco mata cada año a cerca de 50.000 personas, lo que supone seis muertos por hora

Fumar es la causa de unas 25 enfermedades distintas, entre ellas el cáncer de pulmón, el enfisema o la cardiopatía isquémica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, los efectos nocivos de este hábito no perjudican tan solo a la persona que está enganchada sino que fumar el humo de los demás duplica el riesgo de infarto en los no fumadores

En cada cigarrillo existen al menos 4.500 sustancias tóxicas. 

De entre ellas, la nicotina, el monóxido de carbono, los radicales tóxicos del oxígeno, la nitrosamina y el benzopireno son los más destacados

En cada inhalación, un fumador introduce en sus pulmones 400 partes por millón de monóxido de carbono. Este gas, al unirse con la hemoglobina en sangre, da lugar a carboxihemoglobina que "daña las arterias del fumador en el endotelio y produce que las plaquetas se depositen sobre esa lesión formando las placas de ateroma que son la principal causa de hipertensión. En las arterias cerebrales produce apoplejía y hemorragias; en las coronarias, cardiopatía isquémica y aneurisma de aorta, y en el sistema vascular periférico, vasculopatías".

Las nitrosaminas y el benzopireno son los responsables de todas las patologías tumorales derivadas del tabaco. Para Jiménez Ruiz, "existe una relación directa entre el consumo de tabaco y el cáncer de pulmón, esófago, cavidad oral y laringe".

Los radicales tóxicos del oxígeno producen la disminución de los cilios pulmonares, encargados de la eliminación de la mucosidad; su menor tamaño facilita las infecciones, el enfisema y las bronquitis crónicas. "Si en el mundo no se fumase, el cáncer de pulmón sería una rareza y la EPOC también", afirma un neumólogo.

La encargada de producir la adicción en los fumadores es la nicotina. Actúa sobre el sistema dopaminérgico mesolímbico, encargado de regular las sensaciones de placer

El cáncer pulmonar es el tipo de cáncer más mortífero tanto para hombres como para mujeres. De hecho, cada año mueren más personas de cáncer en el pulmón que de cáncer de mama, de colon y de próstata combinados. El consumo de cigarrillo es la principal causa de este tipo de cáncer.”

Jamás fumé y ahora el simple olor del humo me descompone, como no fumadora siempre he sido, y me han acusado de ello, intolerante con quienes fuman a mi alrededor.

Ahora me sobran las razones, ver sufrir a alguien amado, la impotencia de no poder hacer nada, el horror de una pérdida injusta,  me autorizan a aborrecer el cigarrillo tanto como quiera.

Mi padre nunca creyó que le pasaría, recuerdo que lo dijo como frase al pasar en el hospital “uno cree que nunca le va a pasar” yo capté todo el sentimiento contenido tras esa frase dicha con ligereza, y fue una de las tantas heridas que me partieron el corazón.

Es verdad que hay gente que fuma durante años y nunca le pasa nada, ¿por qué a algunos sí y a otros no? Créanme me haré esa pregunta el resto de mi vida. Y nunca habrá respuesta, así como no habrá consuelo.
No pasa nada, hasta que pasa y entonces es irreversible.

Jamás entendí por qué fuma la gente.

Los fumadores me dirán que porque disfrutan de fumarse un pucho de vez en cuando…Estoy segura que hay otras tantas cosas que disfrutan, estar con su familia, charlar con sus amigos, estar sanos, ver crecer a sus hijos, enamorarse, comer comida rica, viajar, ver un amanecer, VIVIR. Cada cigarrillo que consumen les va quitado la posibilidad de disfrutar todo lo que aman, les quita años , les quita la vida.

Habrá quienes fumen por ansiedad o quienes teman dejarlo porque el mito dice que engordarán,  les diré que es mucho mejor ganar kilos por dejar de fumar que perder quince kilos de golpe porque la enfermedad los está consumiendo.

Y ni siquiera puedo explicarles lo que se siente ver pasar por eso a quien queremos.

Otros, los adolescentes en su mayoría, por no quedar afuera, por parecer adultos y que no los hagan a un lado. Si el precio por pertenecer a un grupo es hacerse daño, no creo que valga la pena, y es mucho mejor pertenecer al “club de los vivos”. Sin dudas.

¿Por costumbre? Hay tantas costumbres que no matan y dan satisfacciones, que no veo la necesidad de acostumbrarse a algo que, a la corta o la larga, traerá alguna complicación.

Tampoco creo que dejar de fumar sea imposible, es cuestión de voluntad, de ser más fuerte que las sustancias adictivas que son agregadas a propósito , es cuestión de elegir cuidarse y cuidar a los que los rodean. Se puede.

Es cierto que no hay garantías, que es posible que cada uno de nosotros tenga la hora marcada y sea ineludible…pero vivir con la duda de si podría haber sido de otra forma es una tortura, pensar que quizá sin el cigarrillo de por medio podríamos abrazar a quien amamos y tenerlo junto a nosotros muchos años más,  es lacerante.

Saber que no se pudo hacer nada es una cosa, vivir sabiendo que quizá tuvimos otra opción, sólo acrecienta el dolor e impide que la herida sane.

Durante años mi padre, y tantos otros fumadores, fueron pagando a sus asesinos. Es increíble que se penalicen las drogas, las armas y que los cigarrillos ,que matan tanta cantidad de gente, se vendan libremente en los kioscos como si fueran golosinas inofensivas

Me gustaría que cada uno que vende cigarrillos piense que está vendiendo muerte, que está ganando dinero a costa de la vida de otras personas.

Es fácil ignorar este hecho y dormir tranquilos, quienes perdimos a un ser querido no podemos tener esa tranquilidad, qué lamentable.

¿Y las tabacaleras? Desde ya que saben el daño que causan sus productos, hay miles de estudios médicos y científicos que lo prueban, se ha dicho y explicado durante años, pero mientras el dinero esté en juego, la vida no importa. 

Es moneda corriente en la sociedad, lo vemos de muchas formas cada día. Las personas somos números y a veces ni eso.

Y no creo que sea responsabilidad sólo de quien fuma, que sea una decisión personal. Como sociedad, al menos deberíamos dejar de apoyar la publicidad y venta de cigarrillos No es algo que nos haga ver geniales ni sofisticados, nos deja bajo tierra, así de simple.

Con suerte  la muerte será rápida  con un paro cardiaco, pero en la mayoría de los casos llevará a padecer enfermedades crueles como el cáncer.

¿Si creo que debería prohibirse?

Por supuesto, o al menos ser más duros con las restricciones que le ponemos, porque no se trata de un producto inocuo. EL CIGARRILLO MATA.

Dirán que hablo desde el dolor, la verdad es que sí. Y no sólo hablo, grito desde esta tristeza que me invade día a día. Desde la impotencia ante la muerte.

Hablo desde el más profundo de los dolores, desde la muerte de alguien que amo, desde la pérdida de un gran hombre, del mejor padre, de un amado esposo, hermano, tío, amigo.

Hablo desde la herida abierta que llevaré siempre y desde la ausencia que no entiendo.

Y si escribo todo esto es porque quisiera que nadie más sienta lo mismo que nosotros, que ninguna familia se rompa como la mía, que nadie más se enferme cuando puede evitarse.

¿El cigarrillo es más importante que la vida? ¿Qué  las personas amadas?