jueves, 25 de abril de 2013

Cazadora En Sus Redes 1

Dos días. Solo habían pasado dos días, desde que entró a trabajar con Zack. Y dos días, que sentía envidia simpatizante de su amiga Marta… ¡Se casaba con Marcus, en una semana! Aún no sabía si iba a poder asistir, porque no estaba trabajando con Thom, estaba con Zack.  Bueno, aunque bien mirado no era su trabajo. Solo le estaba haciendo un favor a Helen, quien aún seguía viviendo con Zack. No iba hacer nada, hasta que el pobre de Thom no le pidiera disculpas… Ni tan siquiera le había dicho que estaba embarazada…

Empezaba a creer, que Thom tenía razón. ¡Aquello era de locos!

Y en aquellos dos días, ya llevaba la oficina de aquel cretino a las mil maravillas. El muy idiota, o se pasaba el día encerrado en el despacho o perdido por la calle. La cosa era, que no era nada divertido… El trabajo sí. Y le era muy placentero el haberles echo ver errores… Pero no se encontraba por allí su nuevo jefe, para poder meterse con él un poco.

Soltando un suspiro de puro aburrimiento, se fue a la habitación de las fotocopias. Allí se encontró con Nancy, una devoradora de hombres envidiosa. Estaba bien claro que iba tras Zack… La odiaba, la tonta se creía mejor que todas por ser la jefa de márquetin… Sí, era una mujer bonita… ¡Vale! Muy bonita, pero le importaba tres pepinos... ¡Simplemente que ganara la mejor!

-Vaya, pero si esta aquí la nueva… -soltó con veneno y sonrisa falsa.
-Buenos días Nancy… -La saludó con total educación-. ¿El último? –Preguntó ignorando a la mujer, al mirar a las dos chicas y el chico que habían allí. Una vez que sabía cual era su turno, se puso a hojear el documento que llevaba encima.
 -Querida… -Sonrió como una víbora-. No hace falta que simules, que no quieres hablar conmigo al ponerte a leer esos documentos. Los cuales no creo que entienda una secretaria… Ya se que no nos tragamos… Es imposible…
-Cierto, es imposible que lo hagamos... Y realmente te sorprendería el ver lo inteligente que puede llegar a ser una secretaria… Para empezar, se sabe pintar los labios sin mancharse los dientes en ese proceso, Nancy.
 Soltó Susan con gran descaro, y consiguiendo que los presentes allí se rieran en silencio… Pero se rieron más, cuando después de mirarla de forma asesina, la mujer se marchó de allí.
 -Enhorabuena, te acabas de declarar la guerra… -La saludó el chico-. Soy Edu, de contabilidad.
-Déjala, ha sido magnifico. Me llamo Sonia, también de contabilidad.
-Y yo Cristina, becaria de márquetin… Hoy, va a estar rabiosa… Pero francamente valió la pena.
-Gracias, me llamo Susan y estoy aquí por muy poco tiempo. Solo hago un favor a Zack.
-¡OH! –Se rió el hombre-. Ahora entiendo los celos de ella…
-Me da igual como se ponga… Yo no soy de aquí, así que me importa un pepino si se pone a escupir espuma por la boca…
-OH… -Se rió Sonia-. Créeme, que ahora si que lo hará. Técnicamente, es como si le hubieses declarado la guerra a Nancy.
-Pues muy bien –Sonrió feliz-. Al menos, tendré algo con que divertirme…
-Chica, me parece que te vas hacer muy amiga de todo el personal… Nadie la soporta, todos la odian…
-Problema de Zack, no mío…
-Cierto –Se rió Cristina-, es la hija de un amigo de él… Por eso, digamos que le concede sus caprichos.
-Pues que no cuente conmigo, para que le tienda la alfombra roja a esa loca…
-Vaya, voy a venir con más ganas a trabajar. Estos enfrentamientos no me los pienso perder…
-Como queráis… -rió-. ¿Oye, donde coméis?
-Tranquila, ya te vengo yo a buscar arriba –Se ofreció Edu.
-Perfecto, ahora ya no se me harán eternos los días en el momento de la comida.
***

Cerca de la una y media del mediodía, Edu se pasó a buscarla junto con Sonia, tal como habían acordado.
 -¡Hola chicos! –Saludó risueña-. Un momento, guardo un archivo y… -Fue interrumpida por Zack, que salía del despacho en aquel momento.
-Susan, me podrías… -Se calló al ver gente allí-. Hola chicos –Saludó formal, conociendo al momento de que departamento eran. ¿A qué habrían venido allí? Normalmente, no subía mucha gente del resto de la oficina… -. Me podrías decir, en donde tengo el informe de…
-¿El verde?
-Sí.
-Aquí tienes, encuadernado y una copia en el disco duro extraíble –Le entregó el informe, en una carpeta-. Me voy a comer, que es mi hora…

 -Mmmm… Claro, sí…
Estaba sorprendido. Tenía que reconocerlo, Susan no era solo un cuerpo bonito. Ahora entendía a Thom. En solo dos días, había hecho lo que su secretaria no había logrado en un año. Y encima, le entregaba los informes como nunca había visto. Verdaderamente impolutos.
Se metió en su despacho, mientras veía por la ventana como se iba con Edu y Sonia. Por lo visto, había echo amistad muy pronto… Aquello no le hacia mucha gracia. Se había pasado esos dos días evitándola todo lo posible, quería ser un poco malo con ella, pero se había manejado muy bien. Iba a tener que cambiar un poco su táctica, si quería hacérselo pasar un poco mal, lo justo y necesario por como se había comportado con él.



Eran las cinco de la tarde, cuando volvió aparecer alguien por la oficina, para entretenerla del aburrimiento de estar sola allí, pero no se esperaba a quien salió del ascensor.
 -¿Pero qué ocurre entre vosotras? –Le encaró, nada más salir del ascensor.
-Hola a ti también, Jack… -La saludó ella, mientras seguía escribiendo en el ordenador.
-Hola… -Respondió enfurruñado-. ¿Y bien?
-¿Y bien qué? Te recuerdo que no soy adivina.
-De mí no te rías… -Le amenazó con el dedo, pero con cierto humor.
-De ti, no tengo ningún motivo. ¿Le digo a tu hermano que estas aquí?
-Sí, pero antes me dices que haces aquí…
-Creo que es obvio, que no me estoy pintando las uñas como toda secretaria… -Bromeó-. Trabajando.
-Eso ya lo veo… Lo que no entiendo por que no estas con Thom… ¡Pero si no tragas a mi hermano!
-Es cierto, es tu fotocopia con fallo…
-¿Mi qué?... –Se rió a carcajadas.
-Así que has visto a Thom… -Susurró.
-No. Yo llamé, me pasaron contigo… Bueno, con Karolaine y me informó que estabas aquí… Así que colgué…
-Y viniste aquí –acabó ella la frase-. Pues habla con tu hermanito que…
En aquel momento, las puertas del ascensor se volvieron abrir dando paso a Nancy… A Susan, no le gustó nada más verla, veía que venía con ganas de meter cizaña…
-Hola ¿Eres Jack, verdad? –Sonrió con timidez fingida.
-Sí, Nancy… -suspiró el hombre.
-Lo se por la ropa, hoy vi a Zack con una camisa diferente… ¿Hace mucho que no te veo, como te va todo?
-Pues me va muy bien, estaba charlando con Susan…
-Hay que ayudar a los nuevos… -Intentó hacerse la amable.
-Pues no creo que  a Susan, la tengan que ayudar mucho… -Sonrió divertido Jack-. Es una chica muy lista…
-Supongo que sí, que será una secretaria adecuada para Zack… -Comenzó hablar.
-¿Secretaria? –Preguntó divertido el hombre-. Susan es mucho más que…
-Lo siento Nancy, pero si has venido a visitar a Zack, te aviso que va a ser imposible…
-A mí, sí me puede ver siempre que yo quiera… -Se rió la devoradora-. Como eres nueva, no sabes que puedo entrar siempre que quiera…
 Jack, alzó las cejas ante aquellas palabras. Para después sonreír divertido… Estaba claro, que consideraba a Susan como enemiga. Así, que aquello significaba que su hermano sentía más que atracción… Mira de lo que se había enterado por casualidad…
 -Pues verás, siento decirte que no lo vas a ver hoy… -Sonrió Susan-. No se encuentra aquí, sino crees que su hermano estaría aquí delante. Ya lo habría pasado para adentro… Siento, que te hayas retocado el maquillaje para nada…
Soltó lo ultimo con malicia.
-¡OH! Que grosera… -La fulminó con la mirada-. Hablaré con Zack, de tu indeseable comportamiento. Buenos días…
Y se fue al ascensor.
-¡Hazlo, me harás un favor enorme al alejarme de ese baboso playboy!… -alzó la voz, y se reclinó encima del escritorio mirando en dirección al ascensor, para que la chica la escuchara bien y se enfadara más.
 Una vez que se quedaron solos, Jack no pudo evitar echarse a reír a carcajadas. Le había gustado ver, a alguien plantarle cara aquella incordiosa mujer.
 -Ni una palabra… -Lo amenazó Susan-. Es insoportable, a mí como si se acuesta con tu hermano a todas horas…
-¿Seguro?
-Sí, eso mismo iba preguntar yo….  –Habló también Zack, que los sorprendió en plena charla al abrir la puerta de su despacho-. ¿Estas segura de que te quieres librar de mis babosas manos? –Soltó en broma.
-¡Es verdad! –Se llevó las manos a la cabeza-. No me acordaba, que te gusta escuchar tras las puertas…
-Y yo no sabía, que te gustaba echar a…
-¿Tus amiguitas? –Se burló-. Lo siento chico cazador, pero es horario laboral…
-¿Chico cazador? –Preguntó extrañado Jack-. Me parece, que por no venirme a vivir a Londres, me pierdo muchos acontecimientos…
-Cierto, deberías venirte a vivir a Londres… De esa manera, tu hermano aprendería buenos modales al tenerte como ejemplo…
-Pensé, que ciertos modales míos te gustaban preciosa-Soltó meloso Zack.
-Vuelve a llamarme como a una muñeca tonta y te juro que es lo último que haces….
-Pues deja de buscarme… -Solucionó sonriente.
-Yo no te he buscado –Se volvió a burlar-. Simplemente, me encuentro detrás de éste escritorio trabajando…
-Sigue burlándote y…
-Sí me echas a la calle… -Siguió con la burla-. Te prometo que empiezo ahora mismo a meterme contigo. Tendría para un buen rato.
-Y yo te callaría esas burlas, de una manera muy simple.
-¡A mí, no me vuelvas a besar!
Explotó fuera de sí.
-¡Os habéis besado! –Exclamó Jack incrédulo.
-Sí -Hizo una mueca de fastidio-,  a tu hermano creo que hay que llevarlo al veterinario para que lo castren…
-Pero antes de que lo hagan, recuérdame que te enseñe todos mis secretos -Se burló Zack.
-¿Tú a mí? No tienes nada que enseñarme… Se manejarme muy bien solita.
-¿Pero de qué habláis? –Volvió a exigir Jack-. Veo que me perdí muchas cosas…
-Supongo, que tu hermanito… -Se giró para mirarlo con malicia-. No te ha contado nada de…
-Susan… Creo que tienes trabajo que hacer… -Intentó éste, desviar el tema un poco-. Yo me voy con mi hermano al bar…
-¿Qué me tienes que contar? Por que creo, que no me va a gustar…
-Hombre… -Alzó su hermano los hombros al aire.
-¡Pero no me vais a responder a nada! –Se enfadó un poco-. Llevo aquí un rato, y aún no sé que hace aquí Susan, ni que ha ocurrido…
-La culpa de que yo me encuentre aquí –Habló ella-. La tiene tú querida Helen.
-¿Helen?
-Y eso que no sabes, trata de ella…
-¿Zack? –Se giró hacia su hermano.
-Tranquilo, que hoy ya se iba a solucionar… -Empezó hablar-. Helen, se vino a vivir a mi casa con Hanna…
-¡Qué! –Abrió los ojos de forma desmesurada-. ¿Pero qué has hecho idiota?
-¿Cómo? –Preguntó sin comprender aquella observación-. ¡OH! ¡No pienses idioteces! ¡Como se te puede pasar por la cabeza, la sola idea de que Helen y yo!...
-Hombre,me sueltas esas cosas… Y siendo el mujeriego que eres…
-¡Era!... –Le reprochó con gran fastidio.
-Perdón, eras… -Sonrió su hermano, sabiendo quien era el motivo de aquel cambio.
-Ya claro y los cerdos vuelan -Reprochó con risa sarcástica Susan.
-¿No tienes trabajo? –La miró con enfado-.Y las conversaciones ajenas, no se escuchan.
 -¿Perdona? –Lo miró con incredulidad-. De primero, eres tú quien escucha dichas conversaciones privadas. Segundo, estáis aquí delante dando voces ¡Iros al despacho! Y tercero, os seguiría… Helen es mí amiga, por lo tanto dicha conversación que mantenéis me conviene escucharla.
-Tiene razón… -Se rió Jack.
-¡Mujeres! –Masculló aun más enfurruñado, al ver que tenía razón-. ¿Quieres que siga con la historia o te la explica ella? –Señaló un tanto molesto hacia Susan.
-Seguro que lo hago mejor –Se llevó los brazos a las caderas y alzó el rostro.
-¿Contenta? –se rió-. Al menos tienes algo que sabes que haces bien… Lo otro, ya llegará su día…
-¡OH! Piérdete cretino.
-¡Eh! Queréis parar un poco y contarme uno de los dos, lo ocurrido…
-Helen, vino de sorpresa. Descubrió que Thom había ayudado a Marcus, con el paradero de Marta…
-Marcus, se presentó allí como su novio… -Añadió ella.
-¡Cómo! –Jack, no salía de su asombro-. ¿Y por ese motivo se largó?
-No me vengas defendiendo a tu amigo… -Se enfadó Susan-. Aunque ya mismo, eso no tiene importancia… Marta y Marcus, se dirigen hacía aquí con todos sus familiares. En una semana volvemos a tener boda. Por eso, el castigo de Helen ya termina… Lo bueno vendrá, cuando Thom se entere que vuelve a estar embarazada.
-¡Mi Helen, embarazada!
-Sí –Sonrió Zack-. Y tranquilo, se encuentra en perfecto estado.
-¡Que alegría! –Sonrió Jack-. Ahora me iré a tu casa a verla y llevarla de vuelta junto a Thom… Mira que no decirle nada… -Se calló un momento, para girarse hacía Susan-. ¿Entonces, por qué estas tú aquí?
-Thom y yo nos enfadamo bien fuerte, esta vez se pasó… -Alzó una mano, para que no replicara nada-. Me largué, pedí mí finiquito…
-¡Estas loca! Thom, tiene que estar pasándolo fatal…
-Se lo merece… Y Helen, me obligó ayudar a tu hermano una semana. Se encuentra sin secretaria.
-Ya veo… Uno no se puede largar unos días tranquilos, sin que se vuelva a organizar nuevamente un campo de batalla… ¡Pero arregla lo tuyo con Thom!
-¡EH! –Protestó Zack-. Ahora, esta como mí secretaria… Ya volverá, a su debido tiempo…
-Thom, te puede matar por ello… -Rió divertido-. Mira que llevarte a sus dos mujeres…
-Yo, estoy deseando que Helen vuelva con Thom… -Habló Susan-. Así, podré largarme de aquí…
-Tienes un trato conmigo… -Sonrió sensual.
-Por suerte mía, era de palabra.
-Que poco legal resultas ser…
-Solo con las ratas.
-¡Susan! –Rió Jack-. Me largo, os dejo con vuestras locuras.


2 comentarios:

  1. Muy guay... Que divertido jiji
    Muchos besos

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    Respuestas
    1. Me alegro que te guste!!!!!!!!

      Pero en cuanto pueda, pasaran a ser corregidas las novelas de estas amigas. Pues era en mis principios, cuando yo casi todo lo ocupaba con dialogo, trás dialogo grrrr

      Pero muchas gracias por tu voto.

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