Capítulo 18
-¿Dónde vamos? – preguntó Cass mientras Lucas conducía.
-Espera un poco más, ya lo verás.-respondió él con una
sonrisa.
Sin embargo , la chica no se sentía tan tranquila, en
parte porque él era su cliente, pero para ser sincera lo que más la inquietaba
era la cercanía ,Cass era plenamente consciente de la fragancia de Lucas ,
de su calor corporal, aunque el auto permitía que cada uno tuviera su propio
espacio, ella sentía que él lo llenaba
todo.
Además el hecho de que él
admirara su trabajo , le producía una satisfacción demasiado
emocionante.
-Llegamos – dijo él y cuando ella miró hacia fuera vio
que estaba frente al Neverless y como cada vez que ella estaba frente a aquel
edificio, sintió un cosquilleo recorrerle el cuerpo.
El hombre le abrió la puerta del auto y la ayudó a bajar,
luego le tomó la mano para guiarla. Sacó una llaves de su bolsillo y abrió las
puertas de aquel magnifico lugar, luego la invitó a entrar.
Cass miró deslumbrada, era tan grande y conservaba mucha
de la belleza original, un inmenso salón, una cúpula que dejaba filtrar la luz…
-¿Qué ves?- preguntó él.
-Yo…
-Puedes verlo, ¿verdad Cassandra? .Tu mirada me dice que
no ves sólo un montón de ladrillos viejos y la tierra y suciedad acumulada por
años…tú estás viendo otra cosa. Ves lo que fue y como podría volver a ser…¿No
es así?
-Sí – reconoció ella a regañadientes. En ese momento, en
su mente pasaban imágenes a toda velocidad de los cambios que haría , casi
tenía la restauración terminada en sus sueños
para devolver al Neverless a su antiguo esplendor.
-Por eso debes ser tú , nadie más puede verlo como tú
Cass.- dijo él.
-Lucas…
-Tú suéñalo Cassandra, yo te ayudaré a que sea realidad. No
hay nada porque preocuparte, las medidas de seguridad, lo que sea necesario. Yo
me encargaré. Juntos reviviremos este edificio , tú le darás vida de nuevo
y yo haré que sea el mejor hotel de la ciudad.
-Yo…
-Espera no respondas todavía, ven conmigo –le propuso y
la tomó de la mano para arrastrarla al interior.
El lugar apenas
estaba iluminado por la claridad que apenas traspasaba la cúpula y los vidrios
sucios de las ventanas…aquella luz difusa le daba un carácter irreal. Parecía
que se hubieran sumergido en otro tiempo.
-¿Qué ves aquí? – preguntó él poniéndose detrás de ella
-Un salón de bailes – contestó mirando el inmenso espacio
y las escaleras de mármol que aún subsistían, incluso imaginaba los candeleros
de cristal que colgarían del techo, y la decoración de las paredes…
-¡Eso mismo pensé yo!.Este será el salón para eventos…un
lugar donde los sueños se puedan hacer realidad – dijo y de pronto la tomó por
la cintura y se puso a bailar con ella un vals.
-No hay música…-protestó Cass
-Sí, la hay , cierra los ojos y escucha – le respondió y
la estrechó junto a él cambiando el ritmo a un movimiento más lento.
Aquello era embriagante, Cassandra podía sentir el aroma
de Lucas, su calor y sin darse cuenta se había visto envuelta en un mundo de
fantasía que él había creado. Un mundo de ellos dos.
Un mundo donde había música.
Y de la misma forma, se vio envuelta en sus brazos y en su beso. Y aquella sensación era superior
a todo lo demás, cada vez que él la besaba, cada nuevo contacto superaba al
anterior.
- Ay Cassandra…-susurró él separándose trabajosamente y
ella lo miró atontada mientras Lucas le deslizaba los dedos por la cara en una
suave caricia.
-¡Wow!, creo que sí escucho la música…-dijo ella cuando
recuperó la cordura, provocando que él riera.
- No sé que haré contigo…pero no puedo alejarme, ya
no - dijo con una repentina seriedad y
Cass no estuvo segura de a qué se refería él, aunque le gustaba la parte en la
que no podía alejarse de ella, porque acaba de descubrir que tampoco ella lo
quería lejos.
Estaba completamente enamorada.
Brendan caminaba inquieto sosteniendo el teléfono celular
con furia.
-¡Cómo que no puedes!-
-Lo siento …pero tengo algo más importante entre manos
ahora – contestó su interlocutor.
-Esto es importante.
-Brendan, estoy resolviendo un caso de
secuestro…seguramente te las arreglarás bien para averiguar los datos de
alguien.
-Si pudiera hacerlo solo, no te hubiese llamado. Sólo
dime cuánto – insistió.
-Lo siento, esta vez no puede ser-contestó el hombre y le
cortó.
-¡Maldición! –exclamó el mayor de los O’Bannon que no
estaba acostumbrado a que le negaran algo
- Cálmate Bren…- dijo Dylan
-¿Qué me calme? Nuestra Cass anda por allí con un tipo…
-Es un cliente, además si tu equipo de combate no puede
averiguar, nosotros podemos hacerlo…-dijo Garret
-Pero necesitamos hacerlo pronto, no sabemos donde
fueron…incluso podría ser un cazafortunas…
-Brendan, no exageres, Cass tampoco tiene tanto dinero…
-En realidad sí lo tiene, sólo que ella no lo
sabe-contestó él
-¿Qué?-preguntó Liam
-Bueno, yo manejo sus inversiones, así que lo multipliqué
y le hice una cuenta …sólo que Cass no lo sabe. Tiene el suficiente dinero como
para no tener que preocuparse , ni depender nunca de nadie.
-¡Vaya!, ¿por qué no inviertes mi dinero también?-
preguntó Dylan y los demás asintieron.
-Ustedes nunca lo pidieron…
-¿Y CK sí?- le preguntó Kenneth y por la expresión de
Brendan era claro que no, o al menos no lo había hecho directamente.
-Volviendo al tema que nos ocupa…-desvió el tema Bren
-Deja de preocuparte, esperaremos que venga a casa y le
preguntaremos…-dijo Ken.
- Si querías que no me preocupara, ¡¿por qué diablos me
avisaste?!. ¿Acaso tú mismo no te alarmaste? Encima la descripción que me diste
era igual a la del tipo del hotel…debiste cerrar la boca si no querías que
hiciera nada.
-¿Digo no se les ocurrió preguntar a Tom? Quiero decir si
es un cliente, él debe saber quién es…-sugirió Garret y los otros lo miraron
sorprendidos.
-¿Quién tiene el número de Tom? – preguntó Bren y todos
empezaron a revisar los contactos en sus celulares.
-¡Vaya tanto título y alarde de CI y a ninguno de los dos
se le ocurrió! – exclamó Garret y luego
se escabulló antes de que Brendan lo asesinara.
Lucas aún mantenía abrazada a Cassandra por la espalda
mientras observaban el edificio.
-Este lugar es nuestro Cassandra, ya te lo dije, tú
suéñalo y yo lo haré realidad…-repitió él
-Me da miedo Lucas…
-Lo sé, pero todo estará bien. Tú naciste para esto, es
lo que haces…todo irá bien – le dijo suavemente y ella se dio vuelta en sus
brazos para mirarlo.
-También esto me da miedo…
-¿Mmmm?
-Nosotros…lo que pasa entre nosotros – dijo ella.
-También eso irá bien – dijo él y le sonrió.
-Gracias…
-¿Por qué?
-Por obligarme a volver a hacer lo que amo, por ser tú
quien compró este lugar- le contestó aunque en realidad había muchas cosas más
que le quería agradecer. Sobre todo por demostrarle que era capaz de
enamorarse, de sentir algo que ya no imaginaba sentir. Ni siquiera podía
explicarse como había sucedido.
Capítulo 19
-¿Te llevo a tu casa? –preguntó Lucas
una vez que subieron al auto.
-No, llévame a la oficina – respondió Cass, pensando
que por un tiempo más era mejor
mantenerlo alejado de sus hermanos.
Ella apenas acababa de darse cuenta de lo que sentía por
él y no quería que saliera espantado por el quinteto, necesitaba un poco más de
tiempo para conocerlo y para aceptar los sentimientos que aquel hombre le
despertaba.
-De acuerdo – respondió él accediendo a llevarla a la
oficina.
La miró de reojo, sentía cierta distancia entre ellos y
no le gustaba, quería recuperar la cercanía de cuando bailaron en aquel viejo
edificio, volver a sentirla pegada a su cuerpo y vibrando con sus besos. Sin
embargo parecía que se hubiera envuelto en sí misma, y lo peor era que él no
podía dejar de pensar en los hombres que había en la vida de ella.
Era obvio que
Cassandra sentía algo por él y no
quería arruinarlo, de un modo u otro lograría que ella se enamorara tanto como él lo estaba de ella. Y lograría
también ser el único hombre que ocupar su corazón y sus pensamientos.
Volvió a desviar la mirada hacia ella y su visión le
despertó un ramalazo de intenso deseo, pero también aquello debía ser mantenido
bajo control, aunque no estaba seguro del tiempo que lograría hacerlo.
Cuando llegaron al edificio donde estaban las oficinas,
Lucas bajó y la acompañó a pesar de las protestas de Cass.
-No es necesario –dijo ella una vez más.
-No se ve mucha gente, al menos esperaré a que entres,
debí llevarte a tu casa ¿Tienes para
mucho? Tal vez pueda esperarte o llevarte a comer al menos.
-No te preocupes, tengo que arreglar algunas cosas para
mañana, cuando termine llamaré un taxi.
-Puedo esperarte, no es molestia –insistió él.
-No es necesario, en serio. Vuelve a tu trabajo Lucas.
-Está bien .Nos veremos mañana –contestó él a disgusto y
le dio un beso ligero para despedirse.
Era tarde cuando Cass regresó a su casa, había almorzado
algo ligero y se había quedado trabajando.Aprovechando que Tom había salido,
había dado vueltas ordenando papeles en la oficina y había pasado horas
dibujando cosas que le venían a la mente sobre el edificio, era como si las
palabras de Lucas sobre que ella lo soñara hubiesen desbloqueado su mente y
ahora las ideas fluían, por fin se sentía libre del miedo y la angustia del
último tiempo.
Ciertamente aquello era lo que amaba y disfrutó del tiempo trabajando en soledad.
Sin embargo , al volver ni siquiera tuvo tiempo de abrir
la puerta de su casa, Kenneth se adelantó.
Al entrar se encontró con sus cinco hermanos mirándola
como si hubiera cometido un crimen federal.
-¿Dónde estabas? –soltó Bren
-Trabajando…
- Ni siquiera viniste a almorzar y es muy tarde.-acusó
Liam.
-Y apagaste tu teléfono – completó Garret.
-Trabajaba y no quería que me molestaran.
-¿Dónde trabajabas Cass?, porque dejaste la oficina muy
temprano –contraatacó Brendan
-Sí, fui a ver un trabajo, pero luego regresé…un
momento,¿cómo saben que dejé la oficina?
-Fui a llevarte algo de comer y te crucé cuando te ibas –
explicó Kenneth.
-¿Quién era el hombre con el que te fuiste? –preguntó una
vez más su hermano mayor.
-Un cliente –dijo ella y se dispuso a subir la escalera
para ir a su habitación, no la interrogaban así desde los quince.
-El nombre Cassandra…-dijo Brendan y aquello la hizo
explotar.
Empezó a revolver en su cartera y luego sacó el documento
de identidad que tiró a los pies de sus hermanos.
-¡¡Veinticinco años!! Soy mayor de edad por si no se
enteraron, si tienen dudas verifíquenlo…dejen de meterse en mi vida.-les dijo enfadada,
sorprendiéndolos.
-Sólo estábamos preocupados…-aclaró Garret arrepentido.
-¿Preocupados porque trabajaba? Creí que eso era lo que
querían, no han dejado de molestarme con ello desde que llegaron. Pues bien,
estoy de nuevo trabajando en lo que me gusta y fuera de casa, tal como querían,
así que déjenme en paz. Busquen algo que hacer con su tiempo libre, salten en
paracaídas o algo…-les dijo finalmente y unos minutos después escucharon el
portazo que daba al cerrar su habitación.
-Bueno, creo que sólo empeoramos las cosas.-dijo Liam
-Al menos volvió a trabajar –expresó Dylan como si
aquello fuera un consuelo.
-Traigan la lista, veremos que podemos hacer – propuso
Bren y sus hermanos lo miraron espantados.
-No creo que sea buen momento –dijo Garret
-¿Acaso quieren que se enrede con algún tipo inadecuado
antes de que podamos hacer algo? Tenemos que conseguir al mejor hombre para
ella, antes de que sea tarde. Sólo debemos ser un poco más sutiles.
-Tú no sabes ser sutil – lo acusó Kenneth y Bren sólo se
encogió de hombros.
Al día siguiente Cassandra estaba trabajando en unos
planos para el hotel de Lucas cuando le avisaron que un cliente la buscaba.
Era un hombre alto, moreno, sumamente atractivo y al que
Cass recordaba haber visto en revistas especializadas. Era una especie de magnate
de la construcción.
-¿Srta. O´Bannon? – preguntó él con voz aterciopelada
cuando la vio y ella asintió.
-Soy Michael Flagerty y me gustaría tratar unos proyectos con usted. Apenas me
dijeron que había vuelto a trabajar, quise contactarla –añadió él y aunque Cass
era bastante inexperta descubrió una mirada de admiración en él.
Pasaron a la oficina y él le contó sobre los proyectos
que tenía pensados. Era un hombre extremadamente apuesto y Cass descubrió que
era totalmente inmune a sus encantos, en cambio era totalmente vulnerable a
Lucas.
Tan sólo verlo le aceleraba el pulso.
-Me gustaría empezar cuanto antes – dijo Flagerty con una
sonrisa.
-Lo siento pero por ahora
estoy completamente avocada a la restauración del Neverless.
-Es una pena –dijo él.
- Hay más gente en la oficina con quien puede trabajar si
así lo quiere.
-No, esperaré. Quiero trabajar contigo, admiro mucho tu
trabajo – dijo él y ella no pudo evitar
sentirse halagada.
-Entonces, será un placer colaborar con usted.
- Y a mí, nos vemos pronto – dijo él y se despidió.
-Sr.Flagerty, ¿cómo supo que yo estaba trabajando nuevamente?
– le preguntó ella mientras él sostenía la puerta.
-Me avisó Brendan O’ Bannon, antes habíamos hablado de lo
mucho que me gustaría que trabajara para mí y él me informó – le contestó el
hombre y Cass se quedó sin palabras.
La palabra NO no
estaba en el vocabulario de su hermano mayor.
Fue decidida a recoger su bolso para ir a casa a
acomodarle el cerebro a Brendan cuando llegó Lucas.
-Hola – dijo él
-Hola -contestó
ella con una sonrisa
-Vengo a invitarte a almorzar, ¿puedes?.
-Sí, sí puedo – respondió ella y luego de enviar un
mensaje de texto diciendo que no iría a casa a comer apagó el teléfono. El
quinteto no tenía cabida en una cita con Luc.
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